• Three

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—Jinnie, ¿no quieres comer un poco? —

El nombrado se arropó hasta el cuello, el frío calaba fuerte en sus huesos, recordaba haberse despertado bien, de hecho, fue a la universidad, pero a medida que transcurría la mañana se sentía cada vez peor y no fue hasta que su temperatura subió que se dispuso a retirarse e irse a casa.

—No— miro hacia la cuna de su cachorro para descubrir que el pequeño dormía tranquilamente boca abajo, con una de sus manitas bajo su mejilla gordita.

—Cachorrito, ve a darte una ducha mientras busco una pastilla para ti, ¿si? —

Su madre salió de la habitación hasta la cocina.

SeokJin realmente se sentía mal.

No era el celo, definitivamente no.

Se sentía todo lo contrario. Estaba caliente, pero tenía mucho frío, la marca en su cuello picaba mucho, sin embargo no quería prestarle atención ya que una cosa llevaría a la otra y estaba seguro que terminaría llorando entre sabanas.

Por las dos cosas.

Un año había pasado, ¿eh? Su cachorro estaba por cumplir once meses. Hace mucho tiempo dejó su vida atrás por las amenazas de aquel monstruo disfrazada de alfa. Pero cuando su hijo nació dejo de arrepentirse por la decisión que había tomado. 

Su pequeño se aferró a Jin desde el primer segundo llenándose de su aroma, reparando el corazón destrozado del dulce omega que algún día fue.

Porque sí, el tiempo había cambiado a Kim, el extrovertido y sonriente SeokJin fue reemplazado por un omega tosco, mirada fría y dura voz con las demás personas que no fueran su cachorro, su madre y cierto alfa de cabello plateado. 

En la universidad se limitaba a escuchar sus clases, cambiarse de salón si era necesario y volver a casa para atender a su pequeño Kuyng.

Cuando el omega se enteró que estaba esperando una cría de su alfa, logró terminar el penúltimo semestre de su carrera vía online, y la universidad le dio un año completo para que Jin pudiera retomar sus estudios y terminara su último semestre. Y eso era exactamente lo que el castaño hacía, a diferencia que ahora estudiaba en Seúl.

Una punzada en su cabeza hizo que se retorciera en la cama.

Joder, duele

Cerró sus ojos intentando en vano alejar el dolor, su pequeño omega estaba llorando y aullando. SeokJin no entendía lo que le estaba pasando a su cuerpo, su corazón empezó a palpitar de manera desmesurada y entonces algo hizo click en su cabeza.

El lazo.

NamJoon.

¿Podría el alfa haber despertado?

El llanto de su bebé lo asustó, el cachorro se despertó probablemente por el terrible olor a preocupación que desprendía su padre. El mayor se levantó de su cama muy despacio caminando hasta la pequeña cuna. Tomó en brazos a su hijo y se dirigió nuevamente hacia donde estaba minutos antes.

—Hola dulzura. Perdona a papi por despertarte, por favor— besó la frente, la punta de su naricita y sus dos mejillas.

El pequeño había frenado su llanto al sentir los besos suaves que le brindaba el omega. Buscó la mano de su progenitor cerrando sus deditos en el meñique de este.

El castaño observo como su hijo se calmaba de solo tenerlo cerca. Peino su cabello hacia atrás para dejar descubierto su rostro.

Oh, es que el cachorro era copia exacta de Kim NamJoon. Y a Jin se le inflaba el pecho de amor cada día que veía su bonito rostro.

Pero esta vez algo llamó la atención de Seok, su cachorro miraba directamente a su rostro con sus ojos muy abiertos, el omega también noto como estos ya no eran marrones oscuros, su iris ahora resaltaba un color grisáceo. Sabía que significado eso, jodidamente lo sabía.

Lo vio en NamJoon y su madre.

La conexión entre un alfa y su cachorro.

—K- kuyng— el pequeño sonrió cuando su padre le besó las mejillas. —Mi pequeño cachorro. Sé que puedes entender a papi, te amo con toda mi alma—

Kim lloraba besando la pequeña mano de su hijo, aun la mirada de Kuyng estaba sobre su rostro y sus ojos seguían siendo grises.

El alfa estaba conectado a él.

Y SeokJin no podía dejar de llorar, porque su hijo lo miraba como lo más importante en su vida, y su aroma a miel se hacía cada vez más fuerte haciendo sentir alguna manera protegido al mayor.

Sabía que su hijo necesitaba aquello, era algo íntimo y especial que cada cachorro en el mundo compartía con su progenitor alfa. Jin no tuvo la suerte de hacer aquello con su padre alguna vez, pero estaba seguro que si él hubiese sobrevivido en esa embarcación lo amaría incluso más de lo que lo ama ahora.

Por eso cuando la conexión se cortó y su pequeño empezó a llorar cargado de dolor, el mayor solo pudo acunarlo en sus brazos sabiendo que en esos momentos ni su aroma podía contrarrestar el dolor que seguramente Kuyng sentía al no tener de cerca a su padre. 

SeokJin lloro durante horas luego de que su hijo durmiera debido al cansancio.

Y detrás de la puerta se encontraba una omega limpiando sus lágrimas al oír a su nieto y a su cachorro llorar sin recibir consuelo del único que podía.  

Seok despertó un poco mejor, aunque su cabeza dolía, pero tenía en cuenta que se debía a las horas de llanto. No se sorprendió despertar con un quieto cachorro recostado sobre el tomando el pecho. Aquel omega acaricio su espalda y su cabello.

—Buenos días bebé ¿has despertado bien?  — su pequeño respondió con unos dulces sonidos sin despegarse de su pecho. —Veo que has despertado hambriento, hermoso alfa—

Espero pacientemente que Kuyng se levantará de encima y se recostara a su lado acurrucándose en los brazos del omega. Jin ladeó su cabeza dejando un espacio de su cuello libre, el cachorro amaba esconder su rostro en ese lugar.

Reviso la cara de su hijo, sus ojos ahora estaban del color normal, acaricio su mejilla ronroneando cuando escucho lo mismo de parte del Kim bebé. Amaba lo mucho y le era inevitable no sentirse culpable del dolor de su cachorro la noche anterior. Tampoco estaba seguro cuantas veces más pasaría, pero Jin esperaba con todo su corazón que no fuera seguido, porque tenía en cuenta que las consecuencias de sus actos las pagaría su hijo.

—Papi está muy orgulloso de ti— Kuyng también tenía parte en lo que paso, su pequeño lobo le había dado paso a su padre alfa para establecer la conexión. —Llamaremos a tu tío hoy, necesitamos un poco de diversión, ¿verdad? —

Las siguientes horas SeokJin se dedicó arreglar un poco la casa antes de llamar al ruidoso alfa de cabellos negros con rasgos de conejito. Era sábado y por ende no tenía clases, su madre se encontraba preparando el almuerzo mientras que el pequeño lobito se encontraba sentado en la alfombra de la sala viendo como el perrito dormir. Kuyng ya empezaba a dar cortos pasos y a levantarse sin ayuda, pero cuando veía al peludo Chubby dormir, no había más entretenido que eso.

El timbre de la casa sonó llamando la atención de Seok, camino para abrir la puerta sabiendo quien era tan solo olisqueando el aire.

—Hola SeokJinnie—

—JungKook—

El mayor abrazó al contrario sonriendo cuando el alfa le devolvió el abrazo.

Conoció a Jeon en el tren que lo llevo a Seúl. Al final el menor no se cambió de puesto, y le tendió un pañuelo en silencio a Jin para que limpie sus lágrimas. Luego lo ayudo con su equipaje una vez que llegaron a la estación y por último se ofreció acompañar a ambos omegas hasta dejarlos en casa alejando que una linda omega y un pequeño omega embarazado podrían tener algún tropiezo con las maletas.

Desde entonces JungKook se volvió cercano a los tres, al principio el castaño gruñía cuando este se acercaba, pero el alfa le aclaró que sus sentimientos por él no iban más allá que la amistad, Kook era un año menor que Seok y aún estudiaba. Ni, aunque quisiera cortejaría al omega, no tenía nada que ofrecerle a un tan bonito chico y su precioso cachorro.

—Te ves fatal— acaricio la mejilla suave del mayor.

—Qué lindo, Kookie— rodó los ojos dándole espacio para que el alfa ingrese a la casa.

SeokJin no se sorprendió cuando su hijo aplaudió con sus dos manitas al ver a JungKook, riendo sonoramente cuando el alfa lo tomó en brazos atacando su barriga con besos.

—Cada día más precioso, chiquillo— volvió a dejar al pequeño en el suelo y se adentró a la cocina. —Huele muy bien aquí, no he venido comiendo—

—Así hayas comido cuatro horas seguidas pedirás más comida—

El menor besó la mejilla de la señora Kim mientras que con su mano robaba un pedazo de pollo que ya estaba cocinado. Rio cuando la omega dio un suave apretón en su brazo.

—Ve con Jin, iré afuera a ver a mi nieto mientras esto se calienta. Mi dulce hijo tal vez tenga algo que contarte—

JungKook era el único que conocía la verdadera historia. Jin había preferido ocultarlo a su madre, y Jeon no era nadie para irrespetar esa decisión, por lo que se dedicó a guardar el secreto. 

Al salir de la cocina, el omega se encontraba mirando al suelo perdido de la realidad, hoy la marca ya no ardía como el día anterior, pero se sentía raro. Su olor había aumentado de intensidad como el de su hijo. Sintió una mano cariñosa en su hombro que hizo levantar su cabeza.

—Hana dice que debes contarme algo—

Este asintió, dejo un beso en la frente de su bebé y siguió a Kook hasta el patio delantero. Ambos se sentaron en las pequeñas escaleras cerca de la puerta, SeokJin respiro hondo para no lanzarse a los brazos de su amigo y llorar otra vez. El contrario solo miraba el cielo despejado de aquel día, esperando pacientemente a que Jin empezara hablar.

—Kookie, creo que NamJoon despertó ayer— mordió su labio bajando su mirada. —Mi omega lo sintió todo el día—

La mano del menor se posó en su cintura, protegiéndolo, pero por primera vez ese toque no se sintió bien sobre su piel y Jeon lo notó, miró a su amigo quitando su mano.

—¿Por eso lloraste toda la noche? — él asintió respirando hondo. —¿Paso algo más? —

Ahora sí que Jin tembló, sus ojitos se llenaron de lágrimas. Se puso de lado mirando a su amigo.

—Nam conectó con Kuyng anoche—

—Mierda—

La mirada del alfa hizo que el mayor suelte una risa tonta, pasó sus manos por sus ojos intentando barrer las lágrimas que ya habían caído. Los recuerdos de su pequeño llorando desconsoladamente hicieron que su corazón se rompa.

—Mi hijo se veía feliz mientras estaba conectado. Pero se cortó la conexión JungKook— soltó un quejido lastimero de sus labios, cubrió su rostro triste con sus manos. —Mi bebé lloró muchas horas. Yo me siento tan jodidamente miserable—

Se dejó acunar por los brazos cálidos del alfa, sollozó unos minutos siendo sostenido por Jeon, solo hasta que sintió un ardor horrible en su marca y su omega muy molesto fue que se separó.

—Jinnie, volverá a pasar las veces que a NamJoon se le dé la gana. Es su hijo y ni ese mal chiste de alfa podrá cambiarlo— sus palabras eran ciertas. —¿Qué crees que pasará? —

—No, no sé, pero tengo miedo de eso—

—Escucha, todo tiene una explicación, no estoy seguro que tu alfa entienda en este momento porque su familia ya debe haberle contado una historia diferente a la verdadera. Pero si te busca, si te encuentra, debes enfrentarlo Jin. Si estableció la conexión con su cachorro significa que le importa, es su primera cría y no descansará hasta encontrarlo—

—¿Y si quiere quitármelo? —

—Tú lo conoces mejor que nadie— se encogió de hombros. —Si ha estado tirando del lazo quiere decir que aun te ama—

Y SeokJin volvió a llorar, no podía negar que sentía miedo de lo que iba a pasar, porque sí, conocía a su alfa, él no se rendía ante algo que le importara. Pero ¿y si Nam fue influenciado por su madre y quiere quitarle a su cachorro?

Debía prepararse para cuando su alfa los encontrara.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro