Epilogue

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Layne

— ¿Así que ahí termina la historia? —La pelinegra pregunta con curiosidad— Pero si termina ahí, ¿por qué están aquí? No es una historia de amor normal, supongo. Digo, ¿por qué tienen los nombres de titi Ax y el tuyo? ¿Por qué están mamá, tía Del, tío Rev o Drew?

—Porque no te están contando una historia, tonta —le contesta Belt a Danna, rodando los ojos—, te están leyendo una parte de la historia, cómo un fragmento, como unas treinta páginas, ¿captas?

—No le hables así a tu hermana —reprende su padre—, Ax debería estar aquí, ¿dónde está?

—Está ocupándose en estar con Drew últimamente, con lo del aniversario de la muerte de Thein y el cumpleaños de Zach ha estado estresado, aún más ahora que Laebeom está tomándose un tiempo. Le dijimos que podía quedarse en casa pero sabes que estas épocas le causan nostalgia porque ella no está —contesto, Caleb asiente.

—Aún no entiendo por qué Laebeom se fue, ¿siguen juntos ellos dos? Digo, yo no dejaría a Luan sola en fechas así.

—El chico está en un punto de quiebre, Cal, mucho estrés en la universidad, el trabajo, la familia, necesita su tiempo aparte para reencontrarse a sí mismo y entenderse.

—Pero Drew le necesita —opina, yo asiento.

—De cierta forma el apoyo de su novio es algo que le hace falta ahora, pero él entiende a Lae, sabe también lo que necesita. El apoyo mutuo a la distancia también es de gran ayuda. De igual manera, Lae me dijo que vuelve esta semana —explico. Caleb se había hecho alguien de confianza, nos habíamos hecho amigos pues hubo un tiempo en el que Ax y yo cuidamos de sus hijos, así que una bonita amistad salió de eso.

Pasamos la tarde charlando con los mellizos y Danna, quienes ya no eran unos pequeños niños sino más bien unos adolescentes. Verlos crecer ha sido magnífico. Al igual que ver a Delany adoptar una pequeña niña, a Rev comprometerse y convertirse en padre, y a Drew tener a un pequeño de ojos oscuros como los de su padre.

Mi moreno había sufrido bastante en los últimos años, pero seguía manteniéndose en pie por el par de ojitos soñadores y labios pequeños que le llamaban 'papá'.

¿Ax y yo? Decidimos que por ahora estábamos bien sin hijos propios, somos parte de un programa de hogares temporales para niños en situaciones vulnerables, hemos tenido ya a tres niños a nuestro cuidado: Daleen, Mack y Dalton. El último sigue con nosotros, y de hecho está esta tarde en casa de Del para hacerse amigo de Cinthia.

A media charla sobre signos del zodiaco y estereotipos graciosos la puerta es tocada con insistencia, por lo que Alec se levanta a abrir a regañadientes, al abrir la figura delgada de Laebeom se vislumbra, cargando a un niño de rizos negros adormilado, con la cabeza apoyada en el hombro de Lae.

— ¿Nadie pensaba abrirme? —pregunta entrando a la casa, con su característica pronunciación con tintes asiáticos— Hola... Yo también los extrañé —sonríe, y es aquí donde corro a abrazarle con suavidad, él me corresponde de igual forma pues Zach sigue durmiendo. Cuando el abrazo culmina tomo al pequeño en mis brazos.

Caleb, Luan, Alec, Belt y Danna lo saludan animadamente, Lae no para de sonreír.

— ¿Cómo hiciste para buscar al niño? —le pregunta Luan, Zach no tiene intenciones de despertar.

—Llegué esta mañana —nos cuenta—, estaba en mi departamento desempacando relajado, pues quería dormir toda la tarde e ir a casa de Drew por la noche como sorpresa. Pero a media siesta me despertó una llamada del preescolar. Juro que pensé que le había pasado algo a Zach y luego a Drew, y que ustedes no contestaron tampoco. Resulta que era tarde y ya no había niños allí, sólo Zach, ni Drew ni Ax contestaron, así que optaron por mí. He intentado llamarles pero no contestan, por lo que decidí venir aquí porque pensé que estarían pero parece que no.

—Está bastante estresado últimamente, por lo que ha estado apagando el celular. Supongo que se le pasó —Lae asiente a mi respuesta.

Como si fuera magia, recibo una llamada de Drew que contesto rápidamente.

— ¿Layne? ¿Te llamaron del colegio? ¿Zachary está contigo? Maldición, soy tan idiota, ¿qué imbécil se olvida de su niño? Maldita sea, no sé dónde está mi bebé, debí haberlo recogido hace horas —bufa, oigo a Ax intentando calmarlo.

—Está bien, yo fui a buscarlo —le guiño un ojo a Laebeom—. Cálmate, ¿si? No pasa nada, el niño está durmiendo aquí, acabo de llegar de buscarlo, estoy donde Luan y Caleb, ven acá, cena con nosotros. Di que no y te rompo un parabrisas, Andrew Cotterweel.

—Bien, voy en camino. ¿Zach está bien? ¿No tiene golpes? ¿Comió en el colegio? ¿Lo duchaste? —inquiere, yo sonrío. Preocupación de padre, inigualable.

—Sí, hombre, el niño está bien. No lo duché porque se quedó dormido, pero está bien, relájate, te esperamos aquí. Por cierto, ¿podrían pasar por Dalton en casa de Del? Por favor.

—Bien, pasaremos por él. Cuida de mi niño, ¿sí?

—Tú cuida de Ax.

—Lo he hecho por 20 años ya —se ríe.

—Bueno, un día más no hace daño —con eso, cuelgo.

Esperamos a que Drew llegue en el sillón, la idea es que cuando el moreno toque la puerta Laebeom le abra con una pequeña sonrisa. Zach está impaciente por ver a su padre, es algo que se nota a leguas.

Unos cuantos minutos después, el sonido de la puerta siendo tocada llena mis oídos, sonrío genuinamente mientras Laebeom gira el pomo, abriendo la puerta por completo.

Entonces Drew parpadea repetidas veces, quedándose estático con las manos temblorosas.

Y Laebeom lo abraza, escondiendo su cabeza en el pecho de su novio, quien es más alto que él. Y Drew reacciona, correspondiendo al esconderse en el cabello castaño de su chico.

Pequeños susurros son mezclados con sollozos en volumen bajo, y lágrimas furtivas escapándose de ambos.

—Te amo, te amo, te amo. Con toda mi vida, te amo —le susurra Drew, Laebeom ríe con una risita quebrada, pero no triste—. Por favor, no te vayas otra vez.

—Por favor, no te rindas conmigo —pide el castaño.

Y no, no estoy llorando. Y no, Ax tampoco lo hace. Son sólo pequeñas cascadas derramándose, rebosantes de ternura.

-

— ¿Viste como los ojos de Drew volvieron a brillar al tener a Laebeom cerca? —pregunta Ax acomodando la cama de Dalton, yo asiento acostando al pequeño castaño que se había dormido de camino a casa en mi pecho.

—Se necesitan el uno al otro, y es que Lae tiene el toque de inocencia y alegría pura que hace vibrar a Drew, y Drew es aquel amante lindo lleno de sabias palabras y cariño desinteresado que hace sentir a Lae como en su hogar —contesto arropando a Dalton—. Están felices de por fin tenerse el uno al otro.

—Yo estoy feliz de tenerte a ti —me abraza por los hombros, río bajito, aún viendo al pequeño que duerme pacíficamente—, también de tenerlo a él.

—Quiero darle una familia —suelto en un murmullo, Ax suspira—, sabes cuantos meses tiene con nosotros y nadie se ha interesado en él. Se ha acostumbrado a esta casa, a ti, a mí, a los demás miembros, a nuestra familia, ¿no es algo cruel hacer que ellos se encariñen con alguien de nuevo?

— ¿Lo dices por ellos o por ti, amor?

—Tal vez lo digo por ti y por mí, ¿no quieres tenerle en casa en resto de su infancia, y su adolescencia? Dejar de cohibirte al llamarle hijo, y que pueda llamarles tíos a tus hermanos y tía a la mía. Verlo reír a diario, darle una bonita vida. Tenemos los recursos, la estabilidad económica, física y mental. Me encariñé con él tanto como con Daleen y Mack, pero ellas volaron rápidamente del nido, Dalton ha estado más reacio a salir de aquí.

— ¿Quieres que lo adoptemos formalmente? —inquiere, yo asiento con la cabeza.

—Quiero llamarle hijo sin temer a que luego se olvide de mis cariños, o que se decepcione.

—También quiero eso.

La conversación fluye sin vernos el rostro, sólo con la mirada fija en las pestañas de Dalton descansando sobre sus pómulos.

—Hagámoslo entonces.

— ¿Si?

—Démosle a Dalton lo que merece, amor. Después de todo, aprendimos a amarnos lo suficientemente bien como para poder darle la misma cantidad de amor a alguien más, ¿no?

Sonrío ante sus palabras, volteando ligeramente mi rostro como para besar sus labios claros dulcemente, con pequeñas sonrisas llenas de emoción entrometiéndose en el beso.

Si nos amábamos bien, todo estaría bien.

FIN

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro