diecinueve ─── no diré que es amor

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no insistan más, no diré que es amor

MARATÓN 2/2

Al día siguiente las chicas siguieron a Lewis y a la Doctora hasta Makko.

Los espiaron descaradamente.

Vieron como tomaban muestras y experimentaban con algunas especies marinas.

Tuvieron cuidado, pero aún así Lewis llegó a verlas y, en la tarde, les reclamó por eso.

—No me creen. —dijo decepcionado. —Después de todo lo que hemos pasado. He trabajado tan duro para resolver preguntas básicas sobre porqué son como son y... ¿así es como me pagan?

Merlía alzó una ceja.

—¿Qué dijiste?

—¡Son nuestras vidas, Lewis! —Rikki hizo un gesto evidente.

—Además, eres nuestro amigo y según yo hacías esas cosas por ayudarnos, ¿por qué ahora las usas como trapos sucios?

—Perdón.

—Sí, nosotras también lo sentimos por espiar. Sabemos que está mal. Pero entiende también que estamos algo asustadas...

—La Doctora Denman...

—¡La Doctora Denman vió la muestra!

—¿Quieren saber lo que pienso? —se veía molesto. —Que ustedes cuatro son unas niñas. La Doctora Denman es una mujer y es un poco más madura.

Entonces se fue.

—¿Oí bien? —Merlía miró a sus amigas.

—Esta es la parte en donde nos dices una de las frases geniales de tu hermana. —Cleo se veía desanimada. Era normal, de las cuatro ella era la más cercana a Lewis.

Merlí hizo memoria. Serena tenía muchos consejos buenos, alguno tenía que ir bien con la situación.

—¡Ya sé! —extendió las manos para que sus amigas se levantaran. —¿Quieres un helado?

—¿Qué tiene que ver...?

—Oye, el helado lo arregla todo. —chistó a Emma. —Y sí, esa frase también es de mi hermana.

(...)

Cleo mandó el mensaje de emergencia unos días después.

Todos se reunieron en el Juice Net. Lía confiaba en que el paso de los días hiciese que la gente olvidara la bofetada que le dió a Miriam.

—Estuve en el laboratorio de la Doctora. —confesó Cleo. —Vi un artículo para una revista científica. Era sobre lo que tú siempre hablas Lewis. Ella aún tiene la muestra de ADN.

Lewis la miró con el semblante serio.

Algo que también había acontecido en los últimos días era que, la Doctora Denman le había propuesto a Lewis una beca para estudiar en el extranjero. Así que sí, las cosas eran mucho más complicadas ahora.

—¿Y bien, Lewis? —Emma, aún dolida por ser llamada niña, lo miró de reojo.

—Ella no lo haría.

Merlía miró a Rikki. Ambas tenían las mismas ganas de ahorcarlo.

—Creo que estuvo estudiándola. —Cleo siguió intentando convencerlo. —Analizándola...

—Es que ella no es así...

Noah, mírame, tú no eres así. Merlía se rió en su cabeza.

—Hora de ver la realidad, Romeo. —Rikki se acomodó.

—¿Realidad? No sabes de qué estás hablando. Cleo, leíste un artículo que no entiendes.

—Estás siendo tan cruel. —Lía estalló.

—Entendí lo suficiente para saber que es lo mismo que tú dijiste. —Cleo moderó su voz.

—¿Y? Quizá se dejó influenciar por mí. Tengo una personalidad muy fuerte.

—¡Já!

Rikki y Lía se mofaron. Ya era demasiado.

—¿Por qué creen que ella me quiere en su equipo? ¿Nunca pensaron que podría haber una razón como... Que ella valora mi opinión?

—Y tus limpiezas. —añadió Rikki.

—Sí, y la forma tan ruín en que tratas a tus amigas.

Lewis se fue molesto. Otra vez.

Emma suspiró.

—Estoy de acuerdo con Lía. Lewis nos está tratando mal.

—¿Quién las está tratando mal? —Leo se sentó en el asiento que Lewis había dejado libre.

Todas se miraron confundidas... ¿Y ahora...?

—Ahm... —Emma miró a Lía. Era raro verlos a menos de medio metro sin insultarse mutuamente. —Un amigo.

—¿Lewis?

—¿Cómo sabes...?

—Lo acabo de ver irse, se veía enojado.

Lía suspiró.

—Digamos que está... Algo ciego por una científica importante. Pero nosotras creemos que lo está usando y él solo nos llama inmaduras en respuesta. —Lía explicó por encima.

—¿Es la Doctora Denman del parque Acuático?

Cleo sonrió extrañada.

—Sí, ¿la conoces?

—Ajá. Mi padre y el padre de Zane están financiando algunas de sus investigaciones. —Leo miró a Lía. —Dicen que es muy buena.

—Debe serlo si tiene no se cuántos doctorados. Eso no lo dudo. Pero me preocupa que esté manipulando a Lewis.

—¿Y por qué lo haría?

—Eso... Ya no podemos contártelo. —Lía se hizo la loca. Ellas no sabían que Leo sabía. Uf, que trabalenguas.

—Está bien.

—En realidad. —Emma tuvo una idea. —Hay una muestra que nos pertenece en su laboratorio... Cleo ya entró una vez y si la vuelven a atrapar la echarán del Acuario... Necesitamos un plan para entrar de nuevo.

—Esta bien. Estoy pensando. —Lía meditó.

—Si quieren yo puedo ayudarlas. —Merlía abrió los ojos para alzar una ceja. —Mi padre ira mañana a ver a un amigo suyo. Iré con él y le pediré que me presente a la Doctora. La charla debe durar bastante como para que ustedes entren y salgan sin problema.

—¿De verdad harías todo eso? —Rikki preguntó.

Leo miró a Lía.

—Claro.

(...)

La ayuda de Leo les sirvió de mucho.

Sin embargo, las chicas descubrieron algo terrible.

La Doctora Denman había admitido que quería a Lewis en su equipo para que este le consiguiera más muestras. Lo peor, lo que más las asustaba de todo es que él no había dicho que no.

Se reunieron cerca de la playa.

Todas estaban decaídas.

—No dormí en toda la noche. —admitió Cleo. Un día después de meterse en el laboratorio de la Doctora, todas se veían destruidas. Estaban tan estresadas.

—Yo tampoco.

—Algún día ella logrará que se lo diga, ¿lo saben? —Emma planteó.

—Lewis nunca nos traicionaría. —Cleo negó y Lía sintió tanto dolor por ella.

—¡Deja de confiar tanto en la gente! —Rikki estaba algo enfadada. —¡Él ya nos traicionó! —pero no estaba enfadada con Cleo, sino consigo misma.

—En verdad no puedo creerlo. Él es... Nuestro amigo.

Cleo se levantó.

—¿A dónde vas?

—Voy a hablar con él. Aunque sea por última vez... ¿vienen?

(...)

Llegaron al muelle. El corazón se les rompió al ver el barco de la Doctora Denman alejarse.

—Ese es su barco. —dijo Em.

—Vamos. Si alguien puede alcanzarlo somos nosotras.

Lía la detuvo.

—Quiero que pienses eso dos veces y que me digas si te sigue pareciendo buena idea que nos acerquemos a esa señora transformadas en sirenas.

—No. Disculpa.

—Tranquila.

—¿Pero lo dejaremos irse así sin más? —Cleo no despegó los ojos del barco.

—¿Así cómo? —preguntó Lewis.

—Así sin despedirse es... —Cleo cayó en cuenta y sonrió. Saltó para abrazarlo. —¡Lewis! No te fuiste.

—Buena observación, Cleo. Muy, muy buena.

Lía sonrió también, ¿acaso eso que oía era su Lewis de siempre?

—¿Ella no te engañó?

—¿Bromean? ¿Piensan que me creí lo de ser un buen científico? Por favor.

—¿Y sus archivos?¿Todas las cosas que vi?

—Cuando quiera abrirlos descubrirá que alguien ya los ha borrado. —¿Ups?

—Genial.

—Creo que la Doctora y yo ya no trabajamos juntos.

Las chicas respiraron, sonrieron y finalmente sintieron la tensió abandonar sus cuerpos.

—Es bueno tenerte de vuelta.

Lo era.

(...)





No les voy a poner meta de votos y comentarios porque yo me había prometido hacer el mini maratón de tres episodios but, estoy algo trabada con el tercero y no me quiero presionar porque hay mucho Leo y Lía y es importante... So, hasta la próxima mi gente latino 🌼

Igual voten y comenten, no me traen mal kajskasks (es llanto)

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¡GRACIAS POR LEERME! Y DIGAMOS NO A LOS LECTORES FANTASMA.





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