Capitulo cuatro:

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

No se cuando tiempo estuve caminando o cuantas vueltas di hasta atravesar una puerta que me llevo a una salida, solo se que me quede parada viendo los arboles a la lejanía, con mi mente hecha un remolino de posibilidades que me negaba aceptar o al menos a analizar.

-Oye Elsa, elije otro sitio para empezar tu castillo-aquella voz me descolocó por completo.

Mis ojos cristalizados observaron al chico rizado de antes, quién daba caladas al cigarrillo entre sus dedos. El se encontraba apoyado en una pared a mis espaldas, al lado de la puerta.

Sin poder evitarlo formule una expresión de asco al llegarme el olor.

-¿Elsa?- pregunté apartando mi mirada de el.

El chico señaló el suelo con su mano libre.

Confundida baje mi cabeza para observar el piso, al hacerlo vi como mis zapatos estaban sobre una gruesa capa de nieve.

Carajo.

Sobresaltada di unos pasos hacia atrás viendo como mis huellas se quedaban en la nieve.

-Yo...hm.. lo siento- balbuceo pegándome a la pared.

-¿Por qué te disculpas? Debes decirle a la directora, a mí me da igual.

-Lo siento.

-Deja de disculparte.

-Bueno.

El chico rodó sus ojos y dio otra calada, dejando que el humo escape de sus labios.

Nos quedamos callados. Por mi parte intentaba girar mi cabeza hacia otro lado queriendo huir del desagradable olor del cigarro.

Miro hacia arriba viendo la brillante luna iluminar el cielo.

En esos momentos me estaba arrepentido de haber asistido a Alfea.

-¡Eira!- gire mi cabeza hacia mi izquierda, viendo cómo Bloom corría hacia mi- Debemos irnos.

Me giro hacia ella confundida.

-¿Irnos?

Bloom asiente tomándome de la mano. La fuerza que ejercía me daba a entender que no estaba del todo bien.

-Regresaremos a casa.

Frunzo mi ceño mirando a mi hermana. Se veía bastante decidida.

-¿Ir a casa? Bloom, no podemos. Dowling dijo...

-Al diablo lo que dijo Dowling. Volvamos a casa.

-Es peligroso y si...

Bloom me suelta con el ceño fruncido.

-¿Quieres quedarte aquí o iremos juntas a casa?- pregunta haciéndome estremecer. Miro sus ojos y veo como estos estaban ligeramente aguados.

-Si van a escapar deberían planearlo lejos de la gente- pego un pequeño salto al haberme olvidado del chico del cigarrillo.

Bloom lo miro molesta.

-Si ella no quiere irse, vete sola- el chico lanza el cigarro a un basurero y lleva sus manos a sus bolsillos.

Mi hermana me da una última mirada antes de dar media vuelta y empezar a alejarse de mi.

Rasco mi muñeca sin saber que hacer.

-Dejala- me aconseja el chico- la única forma de salir es con ayuda de Dowling o un anillo de Stella, cosa que no creo que ella le prestó, y si por milagros de la vida, Stella dejara de ser tan Stella... Ella debería volver a regresarle el anillo.

Al escuchar sus palabras por mi cabeza pasa el anillo que posaba en la mano de Stella aquella mañana.

Bloom se veía muy segura de irse, lo que me deja en dos opciones: robó el anillo o Stella de lo presto.

Algo insegura miro al chico.

-Gracias...

-Oliver.

-Gracias Oliver, pero debo acompañarla- le regaló una pequeña sonrisa antes de empezar a correr por dónde había estado Bloom.


Habíamos llevado a un punto del bosque, el cual parecía un cementerio. Aprieto mis manos con temor. La tensión en el aire no me hacia sentir mejor en aquel lúgubre lugar.

-Este lugar no me gusta nada-murmuro mirando hacia todos lados.

Llegamos a un cobertizo que solo hacia que mis miedos aumentara.

-Stella me dijo que solo debía poner el anillo- murmura Bloom antes de poner su mano en la puerta desgastada, al hacerlo el anillo brillo al igual que la puerta.

Abro la puerta con cuidado mientras miraba hacia adelante con cuidado. Aun no podía creer lo que estaban haciendo, pero aunque le preocupaba la reacción de Dowling, también necesito ver a mama y papa.

Si afuera era tétrico adentro era mucho peor.

Me aferro a la mano de mi hermana mientras seguíamos caminando, llegamos a otra puerta y Bloom la empuja dejando ver las calles de california.

Dios, enserio había funcionado.

Sonrió antes de que ambas empezáramos a caminar pada poder llegar a nuestra casa. En el camino Bloom llamo a nuestros padres mientras yo caminaba a su lado jugando a no pisar las rayas.

-¡Vaya! dos veces en un mismo día, llamar al noticiero-bromea papa en alta voz.

-Que platicadora, solo tenías que mudarte al otro lado del mundo- comenta mama.

¿Cómo les explicarían a sus padres que mágicamente habían llegado de "Suiza" a casa?

-Si lo se, la solución era sencilla-dice Bloom mientras ambas los veíamos por la ventana.

-¿Donde esta Eira?-pregunta mama.

-Estoy aquí-aviso acercándome a el teléfono. -Justo aquí mamá...

-¿Hacemos videollamada?- pregunta papa feliz.

-No, solo queríamos saludarlos ya que hace rato tuvimos que colgar-niega Bloom rápidamente.

-Debes tener jet lag.- supone papa. Sonrió al verlo en la ventana.

-Si, es probable-habla Bloom con la voz mas apagada.

-¿Esta todo bien Bloom?-pregunta papa preocupado- ¿Eira también esta bien?

-Estamos bien papa-contesto al ver como Bloom bajaba la mirada.

Estamos en una escuela mágica, con la posibilidad de ser suplentes o lo que sea que signifique. Si papá, estamos perfectas.

-No es obligatorio estar bien, apenas tienen dieciséis.-señala mama.

-Yo a tu edad no podía haberlo hecho. Por suerte ambas son valientes como mama- bajo mi cabeza sintiendo mis ojos cristalizarse.

¿Valiente? no me sentía para nada valiente, solamente había seguido la corriente de lo que creía correcto. ¿Seguir a una mujer que nos prometía un lugar para poder descubrir quienes somos? seguro, pero a pesar de haber entrado a aquel mundo hace poco ya quería rendirme y regresar a casa.

-¿Que pasa si creemos que cometimos un error?-murmura Bloom también con los ojos cristalizados.

-Ambas son muy especiales para este lugar, no serían ustedes-habla mama con voz calmada.

-¿Y si no saben quienes somos?- pregunto esta vez yo.

-Somos sus padres, chicas. Nadie las conoce mejor que nosotros- tapo mi boca para amortiguar un sollozo.

Nuestros padres. Ahora me sentía una tonta, obvio son nuestros padres, no importa si somos suplentes o no, ellos son nuestra familia.

-¿Pasa algo mas? ¿Quieres decirnos algo?- veo como Bloom se tensa y voltea a ver mis pies donde tenía las quemaduras, haciendo que me mueva incomoda.

-No, tiene razón. Ahora pertenecemos a Alfea-habla recuperando la compostura.

-Chicas escuchen, lo que están pasando es duro, pero se que pueden con esto y mas. Siempre supe que su camino seria diferente, diferente al mío y el de su padre. Es difícil pero, al final estoy ansiosa en ver en quien se convierten- las palabras de mamá se clavaron en mi cabeza con fuerza.

¿Y si nos convertíamos en algo que odiaran? ¿En algo imposible ante sus ojos? ¿Nos seguirían amando?

Tomo el teléfono al ver como Bloom había empezado a llorar.

-Gracias mama, los amamos y extrañamos-murmuro.

-Nosotros las amamos, nunca lo duden. Y Eira...-miro por la ventana para ver a papa.

-Dime...

-Espero grandes pinturas sobre esa escuela-sonrió antes de asentir. Por un instante me sentí como una niña pequeña.

-No lo dudes, adiós- cierro el teléfono para luego acercarme a Bloom y abrazarla- estaremos bien Bloom, estaremos juntas y vamos a aprender a controlarnos.

Bloom asiente antes de sorber su nariz.

-Lo mejor sería que nos fuéramos- asiento y empezamos a caminar de vuelta al portal.

Me giro una última vez viendo cómo mis padres se abrazaban y daban sorbos a él contenido de sus tasas.

En este punto ya no sabia como sentirme, en tan solo horas había experimentado tantas emociones, pero en este momento solo tenia clara una cosa: y es que cuando volviera  a casa esperaba controlar esto mejor, controlarme mejor y no importa si somos suplentes o no, voy a volver a casa con nuestros padres.

Abrimos la puerta roja y empezamos a adentrarnos al lugar.

Miro como Bloom se colocaba el anillo y lo miraba unos segundos. Se ve bastante decaída.

-¿Y si exploramos un poco?- propongo- tal vez encontremos un tesoro mágico.

Bloom ríe un poco antes de asentir, juntas encontramos unas linternas y empezamos a revisar las oficinas del lugar.

Entramos a una oficina donde habían varios libros, ambas tomamos uno y nos sentamos para ver de que se tratan.

Antes de que pueda abrir el libro siento una fuerte opresión en mi cabeza haciendo que suelte un quejido.

-¿Eira?- pregunta Bloom preocupada, se acerca a mi para ver que sucedía, pero al tocar mi brazo escuchaos el sonido de algo golpear el suelo. Nos miramos.

¿Había alguien en el cobertizo? Tal vez Dowling ya nos había encontrado.

Inseguras nos levantamos y entreabrimos un poco la ventana para poder ver que pasaba.

Suelto un jadeo al ver una extraña cosa del otro lado de la habitación. Tenía cuerpo de un humano, pero parecía una sobra negra con grandes garras.

-Bloom...- murmuro sintiendo mis piernas empezar a fallar-¿que es eso?

Bloom no responde ya que miraba el anillo que había caído en una rejilla en el suelo.

-Ay no...-murmuro sintiendo como mi corazón empezaba a latir con mas fuerza.

En ese momento se escuchan especies de gruñidos, cosa que no ayudaba a calmarme

Bloom me jala del brazo y nos agachamos para escondernos debajo de la ventana.

Lleve mi mano derecha a mi pecho sintiendo perfectamente el descontrolado latir de este mismo. ¿Ahora que pasaba?

Segundos después los gruñidos cesaron haciendo que dejar de temblar. Entrelazo mi mano con la de Bloom mientras me pegaba a ella como si al estar juntas esa cosa no vendría a por nosotras.

Cuando de repente escuchamos un ruido y alzamos la vista para ver la ventana, hasta que esta es destruida por esa criatura.

Ambas empezamos a gritar desesperadas y nos alejamos de la pared con rapidez. Fijo mi vista en el suelo y veo una reja así que sin dudarlo la abro y empujo a Bloom para que ambas podamos entrar.

Empezamos a gatear para intentar ir a por el anillo de Stella, pero aquel monstruo estaba empeñado en atraparnos ya que apareció cerca nuestra para luego rugirnos.

El monstruo empieza a golpear la rejilla para romperla, mientras Bloom intenta agarrar el anillo, lamentablemente esa cosa fue mas rápida y logro agarrar el anillo haciendo retroceder a Bloom.

Otro gruñido me hace sollozar de terror. Aquella cosa me recordaba a las películas de terror que tanto odiaba.

Monstruoso. Así podía describirlo.

La sombra o eso, había estirado su brazo por la reja dejando que sus enormes garras a centímetros de mi cuerpo.

¡Has algo Eira! 

No iba a quedarme paralizada como cuando Bloom estaba en problemas, no podía permitir que nos lastimara, ¡soy una hada! serlo debía servirme para algo.

Junte mis manos y me enfoque en lo que sentía en aquel instante, según Stella las emociones están ligadas con nuestros poderes, entonces que este monstruo sienta todo mi miedo.


Cómo si estuviéramos en el exterior en una tormenta de nieve, una fuerte ráfaga de aire frio empujo al monstruo provocando que colapsara con una pared.

Sin perder el tiempo Bloom me empuja fuera del túnel y ambas salimos.

Fuera de aquel pequeño lugar vemos a esa cosa empezar a reponerse, dejando que trozos de hielo se deslizaran desde su pecho hasta el suelo.

-¡Eira!- Bloom intenta tomarme de la mano, pero se aleja como si mi tacto quemara.

Ignorando esto, ambas empezamos a correr. Cuando de repente nos topamos con Dowling.

-No se detengan- nos ordena al vernos, sin dudarlo ni un segundo seguimos corriendo.

Al salir de aquella bodega nos encontramos de nuevo con el tétrico cementerio, donde por fin pudimos soltar todo el aire retenido.

Volteo mi cabeza y veo como la directora hacia flotar esa cosa, mientras se escuchaban unos gruñidos.

Pero no parecía de el monstruo, no, parecía más de un animal.

-¿Están bien?-dice una voz a nuestras espaldas.

Ambas volteamos espantadas, para encontrarnos con Aisha y otra chica que no supe identificar, además de Terra.

Bloom asiente mientras yo elevaba mis manos hasta la altura de mis ojos.

Nada. Mis manos se veían complemente normales.

-Si, eso creo- responde Bloom insegura.

-¿Q-que era eso?-pregunto con la voz entre cortada. Aleje mis manos de mis ojos y mire a las chicas.

-Creo que era un quemado-responde Terra preocupada.

¿Quemado? ¿en serio?

-¿Que?- preguntamos mi hermana y yo al mismo tiempo.

-Esperen... ¿Dónde esta Stella?- pregunta esta vez Bloom.

-En la escuela, ¿Por que?-pregunta Aisha.

-Esa cosa tiene su anillo...-responde mi hermana.

¿En serio era eso lo que le preocupaba?

Bajo mi cabeza sintiendo un nudo en mi garganta.

Voten por favor. No cuesta nada y ayuda un montón 😔

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro