Capitulo diecinueve:

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Al adentrarnos a la escuela sentimos como si estuvieramos en un campo de guerra. Todos corrían de un lugar a otro con armas. Hadas de fuego soldaban ventanas y puertas, los demás hacían lo posible para ayudar.

El ambiente que se respiraba entre todos era de pánico puro, miedo en los ojos de cada estudiante que se aferraba a lo que podía para ver un nuevo día.

Era todo un caos.

—Oliver...— susurre preocupada. Alfea no parecía aquel lugar soñada que vi cuando puse un pie por primera vez, se veía triste y lugubre

El profesor Harvey tenía un lado donde curaba heridos. Silva daba herramientas a especialistas.

—Todo estará bien. Estaremos bien.— Oliver me tomo por los hombros y fijo su vista en mi con una atención y seriedad que me hizo ponerme recta — Cuida siempre tu espalda, mira por encima de tu hombro, nunca dejes de usar tus otros intestinos, estos pueden salvarte. Los quemados son bestias sin razonamiento, por lo que solo se lanzarán a matar, usa eso en su contra, encierralos con tu hielo y atraviesalos.

Su voz me demostraba seguridad, pero sus manos, las cuales apretaban mis hombros transmitían algunos temblores. El también está aterrado y aún así buscaba ayudarme.

Lleve mi mano a su mejilla y di una suave caricia.

—Estare bien Oli— aseguro sin ninguna duda en mi voz, queriendo trasmitirle mi seguridad que el mismo me había brindado— Eres un gran luchador y se que podrás vencer a todos, está atentó y protégete de las garras. Viviremos Oliver, y más te vale volver sin ninguna herida.

—Cuando esto acabe quiero llevarte a un lugar— me dijo tocando la mano que estaba en su mejilla— cuando todo acabe hay algo que debo decirte.

Sonreí.

—Cuando todo acabe haremos todo Oliver.

Separé mis manos de su rostro y tome mi teléfono. Debía volver a la realidad a la que nos enfrentamos.

—Las chicas están encerradas. Vamos.

Ambos empujamos la puerta con fuerza provocando un chirrido de las bisagras, pero la puerta no cedía.

—Bien esto no funciona— me rendí.

—Tal vez podamos ayudar — nos giramos al escuchar una voz conocida, al hacerlo vemos a Bloom junto a Sky.

Evite mirar a mi hermana, quien buscaba mi mirada  y los cuatro empujamos la puerta con fuerza.

Esta se abrió de manera brusca. Stella y Terra bajaron sus manos al ver qué éramos nosotros.

—Hola.— susurra Sky.

—Hola— dice Stella calmada.

—Necesitamos ayuda— interrumpe Terra quitándose del medio y permitiendo que veamos a Sam tirado en el suelo.

—Sam...—Oliver no duda en correr hacia Sam y arrodillarse a su lado.

Lleve mis manos a mi boca asombrada.

Tenía una gran herida en un costado, de la cual brotaba demasiada sangre.

—Dijo que hay un quemado en la escuela— informa Musa con la voz ahogada.

Oliver no decía nada, pero podía ver el miedo reflejado en sus ojos.

—Tenemos que llevarlo al patio. Levantaran la barricada— interrumpe Sky. El y Oliver pasan sus brazos por los hombros de Sam para salir de la habitación con rapidez.

Como pudimos llegamos al lugar donde se encontraban todos. Los especialistas se alistaban y le daban armas a las hadas, algunos ayudaban al padre de Terra.

Intenté no concentrarme en eso, si no en Sam.

—¡Papa!—exclama Terra hacia su padre.

—¡¿Sam!?—grita asustado. Rápidamente corre hacia su hijo.

Oliver y Sky dejan a Sam en la camilla, donde seguía quejándose.

—¡Necesito zanbak, ahora!

El padre de Terra empezó a revisar a su hijo con rapidez.

—Perdió mucha sangre. ¿Por que no lo trajeron de inmediato?

—Porque nos encerraste, papa. ¿Recuerdas?— recuerda Terra asustada con un poco de rencor en su voz.

Paso mi mano por mi cabello nerviosa.

La voz de la directora nos distrajo.

—Seguramente ya saben, pero los quemados se infiltraron en la barrera y en la escuela. Por alguna razón, los posos de energía mágica que alimentan la escuela fallaron. Logre comunicarme con la reina Luna antes de que fallaran. Entienden la gravedad de la situación, y las tropas de Solaría vienen para acá. Construimos barricas en todas las entradas al patio. Estaremos a salvo por ahora. Pero deben prepararse para la realidad de que los quemados podrían infiltrarse antes de que llegue el ejercito.

Los murmullos aumentaron. Al igual que el miedo y la tensión. Todos se miraban unos a otros con pavor en sus ojos y dudas calando sus huesos. ¿Volverían a casa? ¿Saldrían de ahí vivos?

—Hemos entrenado para esto. Tengan cuidado, pero sean valientes. Que la magia sea su guía. ¡Les enseñaremos de que esta hecha Alfea! ¡Preparen la barricada!

Bloom pasa por mi lado para seguir a la directora. Por unos segundos me planteo ir con ella, pero siento como alguien me toma de las manos.

Giro para ver a Oliver quien tenía la mirada perdida. El me necesitaba mucho mas.

—El va a...— sus ojos miraban a Sam. Nunca lo había visto tan perdido y asustado, es su mejor amigo joder.

Trague el nudo en mi garganta y le tome por las mejillas.

—El va a estar bien. Su padre no dejará que muera y se va a recuperar. Si es necesario buscaremos a todos los quemados que estén cerca y acabaremos con ellos.

—Saldremos de esta Oliver. Todos.— susurre suavizando mi mirada y mirando sus bellos ojos.

Oliver asiente y aparta la mirada de Sam.

Sonrió más aliviada.

Por atrás nuestro pasan estudiantes con muebles para llevar a la barricada de la puerta.

Una idea pasa por mi mente.

—barricada...

Me alejo de Oliver y me acercó a la barricada.

Eran quemados, seres fuertes y poderosos. Objetos comunes no harían mucha diferencia.

Pero la magia si.

Cierro mis ojos.

—¿Eira?— la voz de Oliver pasa por mi mente al igual que sus palabras.

Cuando todo esto acabe...

Abrí mis ojos y lleve mi mano hacia el frente. Creo que rara vez había visto mi poder actuar a mi voluntad.

La corriente de aire frío golpe una mesa y esta se cubrió de capas de hielo trasparente. Poco a poco el hielo iba recorriendo varias mesas, sillas, muebles, hasta llegar a cubrirlo todo.

—Genial— Oliver golpe el hielo y rápidamente alejo su mano adolorido.

Reí ante sus muecas de dolor.

Caigo en cuenta que era la primera vez que usaba un recuerdo feliz para usar mi magia. Sin malos recuerdos u otras motivaciones externas.

Solo la necesidad de proteger a todos, incluyendo a Oliver.

Iba hacer que Oliver y yo tengamos un “Pars cuando todo acabe ".

—¡Eira!— escucho mi nombre y al girar vel a Bloom quién venía corriendo hacia nosotros— Debemos hablar.

Alzo una ceja. El orgullo hacia mi misma se ve remplazado por el enojo y la decepción.

—No estoy segura, no quiero terminar en un sauna como la última vez— escupí con enfado.

—Lo siento— dice con sinceridad— no debí hacer eso, estaba enojada, confundía y... Me porte como una loca y ahora por mi culpa Rosalind nos dejó sin barrera.

Cruzo mis brazos sorprendida.

—¿Que?— interrumpí atónita—¿Esto es gracias a Rosalind?

Bloom aparta su mirada de mi.

—¡Bloom! Te dije que no debías confiar en ella— exclamé alterada.

—¡Lo sé! ¡Cometí un enorme error y lo lamento!

—No Bloom, no lo sabes — aprete mis puños— desde que Aisha nos dijo eso de ser suplentes has sido otra tu... Nunca me escuchaste y me llevábamos a todos lados sin prestar atención a mis advertencias. ¿Ahora vienes a disculparte luego de haberlo arruinado?— Bloom no dice nada— Pensé que me querías, que éramos hermanas, amigas...

—¡Lo somos! Solo...— pasa sus manos por su rostro— Me deje llevar y lo acepto, no pretendo que me perdones porque se que te falle y lo lamento tanto. Ahora quiero reparar mi error y necesito tu ayuda. Siempre la he necesitado Eira.

—¿Y por qué no me escuchaste?

—Yo...No lo sé, tal vez quise dejar depender de ti y averiguar las cosas yo sola. Solo Bloom, no Eira y Bloom.— me mira a los ojos — se que no justifica nada, pero...

—No lo hace Bloom, y no se si pueda perdonarte ahora o en un buen tiempo. Me fallaste de un manera horrible y cada que te veo me recuerdo a mi misma lo estúpida que fui al hacerte caso cada vez. Me cansé.

—Lo se, enserio — suspiro con pesar— prometo ganarme tu perdón cuando esto termine, pero por ahora debemos salir de esta situación y creo tener una idea.

Rodee mis ojos.

—¿Que planeas ahora?

—Hacer lo que nos dijo Rosalind. Usar todo nuestro poder.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro