🥀Capitulo 19🥀

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—¡Jacob! —gritó Juliett. 

Ella me gritó porque salí corriendo del jardín y fui directamente al baño a vomitar. Era mi cuerpo, expresando como me sentía en mi mente. Agobiado, asqueado, pero sorprendido por sobre todas las cosas, porque, yo sentía que podía esperar cualquier cosa de hombres poderosos y ricos como lo son el Sñr. Varcarnyo y mi padre, pero me equivoqué, mi cerebro no era capaz de soportar actos tan atroces como estos ¿Como debió haberse sentido Julia al perder el bebé? Ni siquiera la conocí y siento que me afecta demasiado, tanto, que no puedo dimensionar como se sienten sus hijas. 

—Jacob...tranquilo, entiendo cómo te sientes —decía Juliett mientras me daba palmadas en la espalda mientras yo seguía sacando todo de mi interior. 

Luego de terminar, me senté a un lado de la taza del baño y Juliett se sentó a mi lado.

—Me estas consolando, pero yo soy quien debería hacerlo —respondí.

—¿Por qué deberías?

—No te hagas la dura conmigo Juliett, todo esto es sobre tu madre. Tu madre vivió una mentira y ustedes también a causa del color de sus ropas y preguntas ¿Por qué no debería consolarte?

De repente Juliett colocó su cabeza en mi hombro y escuché como comenzaba a llorar discretamente y gotas de agua salada caían en mi pecho.

—Lo entiendo Juliett, no necesitamos hablarlo, tus acciones expresan lo que el alma no puede describir con certeza.

Dejé que Juliett llorara hasta que ya no tuviera lagrimas que derramar, al fin y al cabo, lo más sano es liberar lo que llevas dentro y cada persona libera sus emociones de manera diferente.

—Toda mi vida creí, bueno, creíamos con mi hermana que vestirnos como a mamá le gustaba era una buena idea de honrar su memoria. Ahora me siento insensible, esos colores no son nuestros, son de ese...bebé —dijo con dificultad pudiendo aun no asimilar lo que estaba pasando. 

—Ustedes no tenían como saberlo, es complejo.

—Jacob...la verdad es que, se me hace muy extraño que tengamos un hermano en común ¿A ti no? —dijo Juliett mientras colocaba una de sus manos encima de la mía.

—En cuanto nos enteramos fue lo primero que pensé, pero, quizás soy yo el insensible, pero no siento que compartamos hermano, no lo siento real, porque, no está aquí —lo solté.

—Si hablamos de conexión, es lógico no sentirnos parte de ese bebé, pero al mismo tiempo me da mucha tristeza que todo este tiempo no pudo contar su historia. Era un Varcarnyo...

—Y un Wintt.

Luego de nuestra charla acordamos que deberíamos estar un tiempo separados para aclarar nuestras ideas. Cada uno necesitaba a su manera afrontar esta noticia y a su propio ritmo. Mis sentimientos por Juliett no se han modificado ni un poco, pero, aun así, me sentía extraño, necesitaba tiempo, porque, la veía a ella y recordaba de inmediato la urna de ese bebé. Necesitaba mi espacio. 

Con el paso de los días me di cuenta de que, a parte de esa noticia, también tenía que enfrentar lo que sucedió con Julieta. La sensación de sentirme sucio y acorralado por la droga en mi bebida no había desparecido y a veces tenía pesadillas sobre eso. Ahí fue cuando me di cuenta de que estaba tocando fondo y debía hablarlo con un profesional. 

Dediqué mi tiempo a ir a terapia a pesar de que al principio era un poco escéptico porque no me convencía demasiado esa opción, sin embargo, las pesadillas ya no me estaban dejando descansar como debería y no me sentía tranquilo. Ya no me importaba si gente conocida me veía salir del consultorio o me trataba de loco, yo solo quería superar esa sensación de asco y traición que me genera acordarme del episodio junto a Julieta.  

Estuve tres meses de ida constante una vez a la semana visitando a la terapeuta y a pesar de que comencé a sentirme un poco mejor, en lo único que podía pensar era en Juliett. La extrañaba tanto, pero sabía que necesitaba su espacio también y yo necesitaba estar estable antes de poder volver a verla. El tema del hermano que compartimos también lo saqué a la luz en terapia porque sentí que era un tema bastante serio que no podía omitir.

Aun así, a pesar de que sentí que todo este tiempo estuve evolucionando para mejor, me encontré con alguien que me hizo sentir incomodo otra vez. 

A Julieta.

Me incomodé porque nos topamos cara a cara en el centro de la ciudad, se notaba que volvía del trabajo porque sus vestimentas eran de oficina, aunque, no era eso lo que me impactó, si no que, llevaba un traje de oficina blanco. 

—¡Jacob! no esperé encontrarme contigo —dijo sorprendida.

Acto seguido se sentó en una banca que estaba cerca y me invitó a sentarme. Al principio iba a decir que no, pero luego me di cuenta de que esta podría ser una instancia perfecta para esclarecer y enfrentarla. Sin embargo, no me senté, me quedé de pie a un lado de ella. 

—¿Te crees que es un encuentro casual de amigos? —pregunté.

—¿Ahora no somos amigos? 

—¿Como se te ocurre decir eso, después de lo que me hiciste? —dije elevando un poco más la voz.

—Jacob, lo siento, me enteré de que vas a terapia ¿Es por mí que vas?

—¿Eso que importa? Estoy seguro de que no te importa y es por otro motivo que quieres hablar. 

—Está bien, iré al grano. Luego de la "sorpresa" que nos dio mi padre, comencé a investigar sin parar todo lo que se sabía sobre ese suceso. Obviamente mi padre supo actuar de manera muy astuta y no hay nada que lo pueda incriminar, repito, nada. Es inútil.

—¿Es eso una advertencia?

—Sí, seré sincera, estoy del lado de mi padre. Siempre seré fiel a mi familia Jacob, incluso por sobre ti, aunque me gustes. 

—Si eres capaz de drogar a las personas que te gustan no quiero ni imaginar lo que le harías a los que odias. 

—Exacto, por favor no pases esa barrera, no te va a gustar. 

—Pues es difícil no pasar esa barrera por cómo te estas comportando, además ¿Blanco en tu ropa? ¿Es en serio? 

—¿Te gusta? ya que el fraude de nuestra madre se derrumbó probaré otros colores más seguido.

—Con el blanco no, por favor —sin darme cuenta comencé a llorar. El blanco me recordaba inmediatamente a Juliett y la extrañaba demasiado. 

Sin dejar de terminar a Julieta, me fui corriendo ¿A caso pensaba que era un tonto? si no me hubiera confesado que le gustaba diría que es solo coincidencia de que quiere probar otros colores como el blanco, pero su actitud me decía claramente que lo hacía con intención. También lo hizo ese día que nos reunimos en el bar del hotel. Fui tan estúpido no notar lo evidente más rápido. 

Corriendo, llegué a la playa y me acosté en la arena a la orilla del mar mientras las olas golpeaban mi cuerpo. Me sentía mucho más calmado y con menos ansiedad. Me di cuenta de que cada vez más soy capaz de controlarme mejor y el poder conversar con una persona que me hizo daño es un gran avance, aunque no lo haya planeado, me alegro no haberme quedado callado.

Me senté en la arena y llegó a mi mente lo que dijo Julieta, de que, estaba del lado de su padre. ¿Juliett también lo estará? Aunque me dolería demasiado que decidiera alejarse por completo de mí, debía saberlo y ya me sentía preparado para conversar con ella. Le envíe un mensaje rápidamente para saber si ella estaba dispuesta. 

Si decidía el lado Varcarnyo por completo, la dejaría en paz, pero si no, necesitaba mi apoyo completamente, porque de su hermana, probablemente no lo obtendrá.






Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro