☪️: 5'De pollas duras y otros demonios

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Era asquerosamente empalagosa, la escena frente a TaeHyung. O así lo catalogaba él y no estaba seguro si querer escupir a los involucrados o bien abrir la ventana para vomitar de lo cursi.

SeokJin estaba manejando con su mano izquierda mientras que la derecha tenía sus dedos entrelazados a Jungkook y se reían porque al pasar los malditos cambios les resultaba complicado. El castaño apretaba la mano de Jungkook, éste reía como imbécil y de inmediato besaba el dorso de ésta con dulzura.

SEOKJIN BESABA SU MANO MIENTRAS EL CHICO LO MIRABA COMO IMBÉCIL ENAMORADO.

«¿Qué mierda es esto?»

No es que TaeHyung no recordara a "ese" SeokJin, pero había sido una total y vil mentira sucia con él. ¿Qué se suponía que era esto? ¿SeokJin enamorado? ¿El imbécil Playboy de SeokJin enamorado?. No señoras y señores, él no estaba comprando esa maldita mentira. Este circo frente a sus ojos no era real, en absoluto.

El viaje en el auto parecía ser eterno para ambos esposos falsos. Jimin no quería prestar demasiada atención a TaeHyung porque cada vez que miraba en dirección al bonito azabache, éste parecía estar pensando en un millón de maneras de matar a SeokJin mientras dormía. Y eso le divertía, pero le incomodaba también.

— ¿Y cómo se supone que jugaremos al twister? —mencionaba el conductor. Éste seguía sosteniendo la mano de Jungkook.

—Verás, Jimin tenía otros planes esta noche —mencionaba Jungkook, mirando en dirección al rubio, quien portaba una sonrisa tan juguetona y sucia que, lograba a TaeHyung distraerlo unos segundos del par de enamorados.

— ¿Qué pasó con tus planes? —preguntaba TaeHyung.

Jimin se encogía de hombros con una sonrisa pícara—. Cambiaron cuando SeokJin hyung le dijo a Jungkook que podía presentarnos.

TaeHyung alzaba sus cejas y miraba a SeokJin por el retrovisor, éste lo miraba una fracción de segundos con suma seriedad y volvía a fijar su vista hacia el frente. El azabache se acercaba a Jimin y lo rodeaba con su brazo. El rubio estaba listo para lo que fuera que TaeHyung quisiera hacer con él, donde sea y frente a quien sea.

Éste clavaba sus ojos en los carnosos labios rosados de Jimin y este relamia los suyos, sabiendo las intenciones del azabache.

— ¿Vas a besarme o los seguirás mirando? —susurraba suavemente, haciendo alusión a sus labios.

TaeHyung relamia los suyos y lo miraba de una forma tan intensa que, Jimin se sentía completamente desnudo y su miembro se endurecía por tan solo el brillo salvaje de esos ojos negros. Muchas vueltas para el cantante y bailarín, quien tomaba con una mano el cuello del pulcro traje que Tae llevaba y lo besaba.

Jimin besaba a TaeHyung y lo hacía suave y con delicadeza. El azabache abría su boca, permitiéndole el paso a su lengua juguetona y lo hacía chocar contra la suya, mordiendo luego y por primera vez el belfo inferior.

"Mmm"

Jungkook giraba y abría sus ojos de forma tan chistosa, para luego tapar sus ojos y reír por lo bajo. SeokJin en cambio miraba dos segundos el retrovisor y aceleraba, para luego frenar de repente, poner su mano sobre Kook para que este evitará golpear  el frente del auto y jimin junto a TaeHyung terminarán casi pasando hacia delante.

—Eres un maldito mal nacido —soltaba Tae, sentándose nuevamente.

SeokJin reía ladino y miraba a Jimin.

—Lo siento, Park. Pero en mi auto no me interesa verlos toquetearse.

Jimin reía divertido y TaeHyung limpiaba su labio con el pulgar, fulminando, reviviendo y volviendo a fulminar a SeokJin con la mirada.

—Yo tuve que soportar el show de ustedes con sus agarraditas de mano y escenario cursi

—Si, eso es realmente cursi —soltaba Jimin.

Jungkook quien los miraba de forma falsamente sería y añadía—. Esperen hasta llegar, es el auto de Jin.

Los ojos grandes del pelinegro brillaban con diversión en dirección al castaño, quien le devolvía una sonrisa. Minutos más tarde, llegaban finalmente a la gran casa que TaeHyung y SeokJin compartían.

—Tae abre la puerta y ofrece algo a los invitados, guardaré el auto en el garage.

Jungkook desabrochaba su cinturón y era tirado para un beso, mientras que el azabache exclamaba un:

—Si, mi amor.

El beso era cortado y Jungkook miraba incómodo en dirección a Tae, sin mirarlo en realidad mientras que SeokJin dejaba caer su cabeza y suspiraba.

—Salgan del auto —soltaba cansado.

—Hey... —le llamaba Jungkook con dulzura—. Te quitaré todo ese estrés más tarde.

Y TaeHyung salía del auto sin querer oír más. Cuando llegaba a la puerta ya tenía al rubio y a Jungkook tras él.

—Adelante —pasaba primero y luego hacía pasar a los invitados.

Jimin recibía una sonrisa coqueta mientras que Kook, dios, era un rostro demasiado intimidante por lo que pasaba rápidamente sin mirarlo fijo, quizás y hasta esos ojos negros lo convertirían en piedra, pensaba el pelinegro.

Por otro lado, SeokJin ya estaba dentro del garage, apagaba el motor y suspiraba. Fregaba su rostro y pensaba que estaba verdaderamente jodido. No quería que sus pensamientos volvieran a pertenecer 24/7 al maldito descarado de TaeHyung.

—Es historia pasada, solo ignóralo. Cómo lo vienes haciendo hace tiempo —hablaba, apagando la música y saliendo finalmente.

Ponía la alarma y cuando giraba para entrar a la casa, gracias a la puerta que conectaba el garage con un pasillo que llevaba hacia adentro, TaeHyung estaba parado en el marco de esta.

— ¡Mierda! —SeokJin tocaba su pecho del susto—. ¿Quieres matarme?

—Sabés que si —afirmaba TaeHyung, sonriendo de forma maliciosa.

—Quítate —pedía el castaño.

—Quitame tú

—No tenemos dieciséis, por favor hazte a un lado

—Que aburrido eres, Jinnie —soltaba TaeHyung, pero no se movía.

SeokJin apoyaba un brazo sobre el marco de la puerta donde el azabache yacía y dejando caer su cabeza suspiraba.

— ¿Qué haces aquí? ¿Le serviste algo a Kook y a Jimin?

—No voy a atender a tu noviecito por tí ¿tengo cara de mozo o qué?

—Solo es ser un buen anfitrión, TaeHyung —replicaba.

El azabache resoplaba.

— ¿Estás celoso, cierto? —cuestionaba, descaradamente.

SeokJin alzaba sus cejas sorprendido.

— ¿De tu falta de responsabilidad?

—De Jimin y de mi —susurraba más cerca de SeokJin, quién no se movía un centímetro—. Aceleraste cuando nos besamos y luego frenaste a propósito. ¿Sentiste celos?

El castaño negaba con su cabeza, dejando escapar todo el aire por su nariz.

— ¿Por qué siquiera sentiría celos? ¿No escuchaste lo que dijo? —cuestionaba el castaño—. Yo le pedí a Jungkook que lo trajera, es igual que tú, descarado, sin filtro. Si estuviera celoso que, no lo estoy... —afirmaba—. Jimin no estaría aquí, frene de repente, porque solo Kook y yo tenemos derecho a manoserarnos en mi auto. Me gusta que el resto, respete mi maldito vehículo.

TaeHyung abría su boca exageradamente en forma de burla, como si estuviera herido al respecto, luego volvía a sonreír ladino.

—Oh, Jinnie... Estás celoso

—No me interesa verte siendo una animal, no tienen porqué ser celos... Aparte, si hablamos de eso, el celoso aquí eres tú —acusaba SeokJin—. Tú admitiste que no te gustaba como besaba a Jungkook y como lo tomaba de la mano.

TaeHyung chistaba y rodaba sus ojos—. Odio a la gente melosa. Sin embargo, a mi me encantaría verte en modo animal con ese chico... No me ofenderia en absoluto ver cómo lo tomas —su mano serpenteaba por el abdomen bajo del castaño, buscando jugar con su saco.

— ¿Qué haces? —preguntaba SeokJin con seriedad.

TaeHyung alzaba la vista—. Me divierto —susurraba de forma sensual.

Jin apretaba sus dientes y apartaba su mano de forma brusca, empujándola lejos de él.

—No te diviertas conmigo —setenciaba.

La tensión que fluía por los poros de ambos era casi asfixiante para que SeokJin siguiera de pie frente a TaeHyung, por lo que lo tomaba de los hombros con firmeza y lo empujaba para entrar de una maldita vez.

—Traje a Park Jimin para que te entretengas —fingía un tono de diversión—. Soy el mejor hermano mayor que podrías pedir.

TaeHyung empujaba con su lengua su mejilla y rodaba sus ojos. Veía hacia atrás y notaba que SeokJin ya no estaba allí. Negaba, suspiraba y seguía las pisadas de este hacia dentro.
Cuando el castaño llegaba veía a Jungkook recorriendo el lugar con suma calma.

— ¿Quieres ponerte cómodo? —preguntaba el castaño, tomándolo de la cintura, desde atrás.

Jimin sacaba el juego "twister" de su bolso con una sonrisa que parecía reflejar las fantasías que se estaba haciendo. SeokJin suspiraba.

— ¿En serio jugaremos a eso? —cuestionaba en dirección al rubio.

—Hyung... Jungkook-ah dijo que eras divertido ¿acaso me mintió? —preguntaba jimin.

—Es aburrido —afirmaba TaeHyung, llegando.

Jin rodaba los ojos y lo ignoraba para concentrarse en Kook.

—En la cocina tengo todo, déjame ponerme cómodo y te ayudaré ¿si?

—No es necesario —afirmaba Jungkook, quitándose las botas y su camisa—. Ponte cómodo y luego acepto una copa de vino como ayuda de tu parte —se aferraba a la cintura angosta del castaño y unos ojos curiosos los miraban—. Y también aceptaré besos y manoseos de tu parte como ayuda —provocaba.

«Por favor, quiero ver eso» pensaba TaeHyung.

SeokJin reía y rodeaba la cintura del pelinegro, que competía con la suya y lo apretaba, Jungkook gemía apenas por eso, pero su boca era asaltada por la del castaño. Un beso demasiado fogoso que, dejaba a la vista que se habían olvidado del exterior. Jungkook rodeaba el cuello de Jin y se dejaba estrujar y besar, todo tan abrumador, íntimo e intenso que, TaeHyung gemía inconscientemente, apretando su abdomen.

Jimin lo miraba con ojos abiertos de par en par mientras que, poniéndose en puntillas susurraba al oído del azabache.

—Eres un fisgón pervertido.

Tae pasaba saliva y miraba al rubio, sus ojos brillaban con un mensaje sucio que leía a la perfección en ellos, relamiendo sus labios, volvía a mirar a la feliz pareja y notaba la mano de SeokJin apretando con sus dedos el glúteo de Kook, los nudillos en blanco confirmaban la presión sobre estos y el agarre al más joven junto con un gemido suave, era otra pista de que probablemente estabas duros y deseosos.

TaeHyung tomaba la mano de jimin y lo arrastraba camino a su habitación. Por otra parte, Jungkook sentía la gruesa longitud de SeokJin intentando romper sus pantalones para sentir la suya y no podia evitar morder los belfos del castaño y levantar su pierna para más fricción. El castaño ponía ambas manos en los glúteos del menor y lo apretaba muchísimo más, para la fricción de pelvis con pelvis. Soltaba la boca de Kook en una mordida firme y salvaje, ambos tenían parte de la saliva ajena en los labios y las comisuras. Jin doblaba la apuesta y bajaba al cuello, subiendo al lóbulo y susurrando gravemente.

—Te quiero desnudo, ahora... —era el sonido ronco más sensual que Jungkook había oído en todo el día.

Aquella voz lograba erizar el vello del joven, en la zona de la nuca y robándole una sonrisa juguetona.

—También yo —sollozaba, con esa voz fina y sensual—. Pero tengo que cocinar para tres y... Oh.

SeokJin salía de su cuello y veía su perfil y ojos llenos de sorpresa, mirando en dirección a donde TaeHyung y Jimin deberían de estar.

—Se fueron —soltaba Kook.

—Genial —murmuraba Jin, entre dientes—. Olvida la maldita pizza, pediré comida y vamos a mi habitación. Por favor... —pedía, metiendo sus manos bajo la remera del pelinegro.

—Hecho—afirmaba.

Jimin era fanático de los hombres que no lo dejaban respirar, pero diablos que nadie lo había besado como Kim TaeHyung. No es que sus besos lo llevarán al cielo, para nada, simplemente era bueno besando y como Jimin pensaba, tenía una boca tipo buzón que sabía cómo devorar sus labios carnosos.

Habían entrado a la habitación del castaño y habían quedado en una sesión de besos y manoseos desesperados, aún sobre la puerta. Jimin tenía su pantalón desprendido y estaba seguro que había roto el botón del traje que TaeHyung llevaba aquella noche.

Jimin tenía muchas ganas de que el azabache hiciera un desastre de él, salteandose las preguntas que no venían al caso. La afinidad y ganas de matarse—sexualmente hablando—estaban allí. Jimin sentía como la gran mano de dedos muy largos se metía dentro de su pantalón para comenzar a masajear su húmeda erección y sentía esa lengua dibujar círculos en su cuello, justo debajo de su lóbulo.

—Dios... Tú realmente eres rápido para esto —mencionaba Jimin, buscando también, meter su mano dentro del pantalón de mezclilla de TaeHyung.

Una risa grave y ronca vibraba en su oído y unos dientes tiraban de su lóbulo.

—Me aburren los precalentamientos muy largos  —TaeHyung se alejaba de Jimin, dejándolo hecho un desastre, recargado sobre su puerta—. Pero me gusta jugar en el proceso que se tiene las manos sobre la masa —ronroneaba de forma seductora, mientras se quitaba el saco, lo tiraba al piso y abría su camisa de par en par, dejando su torso a la vista.

—Me gusta de esa forma —respondía Jimin.

TaeHyung reía ladino, acortando nuevamente la distancia, tomaba el rostro de Jimin y sentía la pequeña mano del rubio juguetear con su miembro duro, por lo que, éste se acercaba mordisqueando el belfo inferior de Jimin y cuando éste quería ir por más, se alejaba, esquivandolo y subía una de sus manos a la parte superior de la cabeza ajena, enredaba sus dedos de forma firme y empujaba al rubio hacia abajo.

—Al suelo... —susurraba de forma grave.

Los ojos de Jimin brillaban con lujuria y diversión, dejándose guiar de rodillas al mismo para ver cómo el azabache terminaba de abrir todo su pantalón y sacaba su gloriosa, larga y gruesa longitud erecta.

—Los rumores de Twitter eran cierto —susurraba la voz sedosa y suave de Jimin.

—Todos y cada uno de ellos —replicaba TaeHyung, con una mirada extremadamente sombría y caliente.

Jimin se veía demasiado perfecto en el suelo con ese rostro angelical, sus mejillas rojizas y sus labios hinchados listos para comer aquella gran porción de pura perfección. La lengua juguetona del rubio daba sus primeras probadas.

Húmedo, salado. Textura suave, largo y con una vena que decoraba el tronco hasta llegar al glande rosa que brillaba frente a Jimin esperando a ser probado. TaeHyung soltaba el aire por su nariz y su mirada voraz parecía consumir al pequeño hombre entre sus piernas. Finalmente, Jimin posaba sus labios sobre el glande como si fuera un chupetín y lo chupaba con una delicadeza y lentitud que lograba rodar los ojos de TaeHyung y hacerle echar la cabeza hacia atrás.

—Sabes muy bien, Kim TaeHyung... —susurraba, pasando ambos labios en un chupetón vertical desde la base hasta la punta.

Los ojos de Tae volvían a enfocar la imagen de Jimin, quien ahora metía toda su longitud dentro de su boca, relajando su garganta, haciendo un sonido de arcada y metiendo un poco más, para luego succionar fuertemente hasta soltarlo.

El gruñido sensual que abandonaba la garganta del azabache, ponía a Jimin hiperactivo y comenzaba un felación vertical, más rapida y constante. Sacándole al azabache unos gemidos exquisitos de escuchar.

—La chupas muy bien, Park Jimin —susurraba de forma oscura—. Me gustaría ver qué te toques a ti mismo mientras haces esto por mí —pedía gravemente y éste obedecía.

Metía la mano libre en su pantalón y sacaba su miembro para comenzar a masturbarse al ritmo en que su boca estaba devorando la polla de Kim TaeHyung. Los chupetones intercalaban con sacudidas de agarre ligero pero firme en momentos. Estaba volviendo loco a TaeHyung.

—Joder, eres... Bueno, tan bueno. Sigue así —pedía con calma, no quería correrse aún, ese chico era profesional en lo que hacía.

—Cuando te haga correr, voy a tragarlo todo y en la segunda ronda, vas a tener que follarme porque me correré en cuanto te vengas —aseguraba Jimin, volviendo a devorar a TaeHyung.

Otros gemidos y jadeos de puro placer y satisfacción, su mente estaba nebulosa por completo, así que tomaba aquella cabeza con firmeza y comenzaba a follarse la boca de Park Jimin sin tapujos, el rubio experto, relajaba su garganta y se dejaba usar mientras que se encargaba de masturbarse y con su otra mano libre jugueteaba con su propio pezón bajo su camiseta. Demasiado erótico y bonito, pensaba Tae hasta que finalmente, explotaba dentro del chico y éste tragaba su esencia, gimiendo.

El azabache temblaba por la fuerza de su orgasmo y veía con sus ojos entrecerrados que, efectivamente, Jimin se había corrido en su mano segundos después de tragarlo todo. Estirando la suya, levantaba al rubio del piso, ambos quedaban medianamente pasables y se atacaban en otro beso voraz, con el sabor de TaeHyung predominando en las papilas gustativas de ambos.

El clima era cortado por una risa estúpida se escuchaba al otro lado y TaeHyung dejaba de besar al rubio.

No vayas a tirar la copa sonaba la voz agitada de Kook y la risa estúpida de SeokJin—. Déjala en el piso, amor...

«¿Amor? que te jodan, eso no es amor...»

Jimin miraba fijamente al azabache y había notado que lo había perdido unos segundos.

—Hey, fisgón pervertido —llamaba con diversión.

TaeHyung reaccionaba y notaba que sus manos tenían el rostro de Park Jimin con firmeza.

— ¿Es hora de jugar tu juego, no crees? —preguntaba TaeHyung.

— ¿Vas a arruinarles la follada? —cuestionaba Jimin divertido—. Mi amigo está ahí, no seas así...

—Tu amigo es muy inocente si está con alguien como Jin —soltaba Tae, abriendo su puerta un poco y ahí estaban.

Jungkook acorralado a la pared, su cabeza extendida hacía un lado, una pierna enrollada en la cadera de Jin. Sus manos estaban por toda la espalda ancha de su falso esposo y el cuerpo de este que lo cubría casi completo. Los ojos de TaeHyung veían como SeokJin se mecía hacia delante para realizar embestidas en falso y ocasionar fricción de su miembro al ajeno.

—Jin... Mierda —Jungkook estaba sin aliento y TaeHyung abría su boca para respirar a través de esta, ya que nuevamente tenía su pulso acelerado y su respiración pesada.

Sus orbes negros veían ese movimiento rudo y constante que la pelvis de SeokJin hacía y notaba sus hombros anchos, reluciendo bajo aquella camisa. Ya no llevaba su saco y lo veía como devoraba el cuello del pelinegro con besos fuertes y ruidosos. Con dientes y chupones mientras se desprendía su propia camisa y la abría, dejando a la vista sus hombros y brazos.

—Mierda... —jadeaba TaeHyung.

Jimin no podía con su curiosidad y ocupaba un lugar tras la puerta, viendo como su amigo, casi hermanito era empotrado a la pared por el tipo de torso a medio desnudar. Los brazos de éste, espalda y hombros se marcaban cada vez que cargaba el peso de Jungkook y volvía a embestirlo falsamente.

El cuello del pelinegro sería un lienzo blanco con manchas púrpura y rojizas al otro día, pero parecía no importarle mientras clavaba sus uñas a los hombros ajenos.
Jimin notaba que TaeHyung estaba mordiendo su belfo inferior y se animaba besar su cuello.

—Si... —susurraba el azabache, llevando su mano a la nuca del rubio. Sus ojos veían como los labios de Jin se devoraban la boca de Kook, quien era un sin fin de gemidos dulces y apretaba sus ojos para sentir todo su cuerpo incendiarse por culpa de SeokJin.

La lengua del castaño pasaba por toda la nuez de Jungkook, de abajo hacia arriba y finalizaba con una mordida. TaeHyung había echado su cabeza solo un poco hacia atrás para sentir la lengua de Jimin hacer algo similar a lo recién visto.

—Seokjin... —susurraba la voz melosa del pelinegro—. Adentro... Ahora —pedía.

—No, no, no, —susurraba TaeHyung y la puerta era cerrada por Jimin, con suma lentitud y en silencio.

El rubio se reía, Jimin era demasiado descarado para preocuparse.

—Eres tan sucio —exclamaba a cambio—. Me calienta ver cómo tú falso esposo se come a Kook, pero es un poco traumatizante lo puta que Jungkook suena mientras SeokJin se lo come. Lo conozco desde niños.... ¿Podemos jugar solo los dos?

TaeHyung reía divertido y tomaba a Jimin de la cintura—. Juguemos tu juego, con poca ropa. Los cuatro

—No creo que quieran —mencionaba Jimin—. Jungkook quiere se follado y SeokJin quiere follarselo. Tú y yo sobramos en la ecuación.

—Ayúdame a arruinarle la noche, solo por diversión —sugería ligeramente—. Aparte tendrás tres cuerpos semi desnudos frotandose al tuyo... ¿no te gustaba eso?

Jimin dibujaba esa sonrisa juguetona que a TaeHyung comenzaba a gustarle en demasía—. Jungkook va a golpearme luego, pero... Me divierte la idea, me gusta ver qué te calientas al verlos

—No me caliento —soltaba TaeHyung.

—Ahora dilo sin llorar —se mofaba Jimin—. Tengo hambre, pidamos comida en el proceso que saboteamos su encuentro, realmente quería comer las pizzas de Jungkook.

El azabache reía por haber encontrado alguien tan descarado y juguetón, igual que él.

—Te daré ropa cómoda y veré dónde pedir comida, no sé si ellos lo hicieron, tenían dos copas y un vino en el piso.

—Oh, notaste eso... Creí que solo veías como a SeokJin se le marcaban los brazos y la espalda con la camisa a mitad de camino...

—Maldito presumido —insultaba TaeHyung—. Eso fue jodidamente ardiente

—Si lo fue... —admitía Jimin—. Pasaré a tu baño, permiso.

TaeHyung asentía, aquella noche y sus acontecimientos lo tomaban por sorpresa. Algo dentro de él, muy en el fondo le gritaba que lo correcto sería sentir celos, pero al contrario de eso, él no podía evitar disfrutar la forma en la que SeokJin se adueñaba del cuerpo del otro chico.

Era una imagen tan dominante y caliente que, de solo recordar cómo Jin se movía, lo besaba y apretaba a su antojo, le provocaría otra erección e inclusive se correría gracias a eso.

UwU primer Vmin suavecito...
7u7 este Tejiun es un pervertido...

Si ven errores estoy más dormida que despierta, perdón

*Se va*

Con amor niñita Nany 💜

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