VII

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"Te amo Minie"

Jimin releyó el mensaje como por sexta vez.

Le dolía, extrañaba a su pareja y le dolía en el alma estar separados.

Quería tirarlo todo por la borda y correr a los brazos del amor de su vida.

Porque si de algo estaba completamente seguro era de que Hoseok era la persona destinada para él, era la persona que tenia su vida, su alma y su corazón en la palma de su mano y no le importaba si él decidía cerrarla en un puño, cualquier cosa viniendo de él era bien recibida para Jimin.

Tan así lo amaba.

— ¿Todo bien Jimin?

La voz de BoGum lo asusto, tan rápido como pudo, apago el móvil que sostenía en las manos y lo guardo entre sus cosas de deporte.

Se suponía que no debía comunicarse con Hoseok hasta que su trabajo terminara, nadie debía saber de él y ahora estaba arriesgando todo si alguien lo descubría, principalmente BoGum, que arruinaría todos sus planes si sabia que él tenia una pareja.

— Si... si, todo bien.

— Pareces triste, ¿hablabas con alguien?

— Si, con mi padre, extraño a mamá — mintió.

No quería utilizar a su madre enferma como excusa, pero eso era mejor a que su amigo supiera la verdad.

— ¿Como esta ella?

— Mejor, ha recibido el tratamiento adecuado y ha mejorado mucho.

BoGum noto como era difícil para su amigo el hablar de ello, no quería incomodar así que prefirió cambiar de tema.

— ¿Ese es otro móvil? — menciono el aparato que el rubio había guardado en su bolsa de deporte.

— ¿Que? No... Si... Es el familiar.

— Y no estoy en él — el tono de BoGum sonaba herido, pero después sonrió al ver como el rubio se sonrojaba y se ponía nervioso, a BoGum le recordaba su juventud, a veces Jimin no parecía ser el chico que conoció y disfrutaba ver cuando lo era — es broma amigo, no es como si necesitáramos utilizar el móvil para hablar, vivimos en la misma casa.

Jimin se sintió incomodo ante el comentario, aun cuando era inocente por parte del peli negro, él se sentía tan mal.

Si tan solo BoGum supiera que él estaba allí para destruir su matrimonio...

Realmente estaba apreciando estar con él como amigos, estaba disfrutando de su vida en una oficina y estaba feliz de poder mejorar la vida de su familia, pero se sentía como la mierda cuando recordaba el porque de su presencia en aquel lugar.

Jimin solo sonrío incomodo, tratando de volver al papel que le correspondía, esperaba alguna reacción de TaeHyung para poder dar un paso para BoGum.

El artista le agradaba, pero debía ignorar aquello, todo por el bien de su familia.

⊰❂⊱

TaeHyung se alisto una vez que sintió que su esposo se había levantado para ir al gimnasio. Su hermano le había llamado y le había dicho que llegaría la hora del desayuno con Baekhyun y el montón de telas para sus trajes.

Dalilah estaba por llegar y quería ser él quien la recibiera.

— Tae, tengo un problema — aviso la chica por teléfono justo después de que TaeHyung había ido a la cocina.

— ¿Que sucede cariño?

— Los guardias de seguridad no me permiten el ingreso.

— ¿De que estas hablando?

— De que los guardias de recepción me han impedido entrar, al parecer no estoy cumpliendo con las reglas de ingreso que les han dado estos últimos días y no tengo permitida la entrada fuera del horario establecido — eso molesto a TaeHyung.

No creía que realmente el amigo de su esposo había cambiado las cosas referente a Dalilah y su trabajo.

— Escucha Cariño, ve a recepción y en un momento llamare para que te escolten hasta mi piso. Aclarare las cosas.

Después de colgar llamo a recepción y pidió que escoltaran a Dalilah hasta su piso, se encontraba molesto.

Mientras esperaba se encargo de preparar la cafetera, debía hacer uso de todo aquello que nunca le gusto. Su apellido debía ser ahora la imagen que presentará para hacer valer su palabra y volver todo a su sitio.

Poco después escucho como llamaban a la puerta un par de golpes, pasó sus manos por su cabello y camino decidido a recibir a las personas del otro lado de la puerta.

— Señor Kim, buen día — saludo el guardia con una sonrisa educada.

— Buenos días John. Dalilah, cariño.

Una vez que la chica entró al hogar de su amigo, este la detuvo y miro al guardia.

— John, ¿me quieres decir porque no permitías que Dalilah ingresara al edificio? La conoces desde hace tiempo y sabes que es mi amiga.

— Lo siento señor Kim, pero hace unas semanas el señor Park dio la indicación de que ella debía respetar un horario, de no ser así no tenia permitido el acceso luego del horario establecido.

— ¿Y quien es el señor Park?

— El señor Park lo presentó como su compañero de piso.

— Park Jimin es sólo un invitado en mi casa, no tiene ninguna autoridad sobre ella ni sobre quien tiene o no permitido el acceso hacia mi hogar.

— El señor Park dijo que su esposo lo había autorizado.

— Pero yo no y soy yo quien toma esas decisiones. Debiste consultarlo conmigo.

— Lo siento señor Kim, es sólo que no se me permitió debatir al respecto.

— Bueno, entiendo. A partir de hoy sera a mi de quien recibirás instrucciones de algún cambio, si alguien mas te indica cualquier cosa debes hacérmelo saber — informó sonando un tanto pedante. Odiaba actuar así, pero la situación lo a meritaba — ahora, te pido que me informes cada vez que la señora Park aparezca, ella no tiene permitido el acceso hacia mi domicilio. No importa lo que diga, si ella quiere ingresar deberás comunicarte y pedir mi autorización.

— Pero señor Kim, la señora Park en madre de su esposo.

— ¿No ha sido claro John? Si yo digo que no puede entrar, tu te encargas de que no entre. No importa lo que nadie mas te diga, ¿esta claro?

El guardia miro a TaeHyung sintiéndose cohibido de repente, él estaba consciente de que su cheque quincenal estaba firmado por Kim TaeHyung por lo que entendía a quien debía sus servicios.

— Esta claro señor Kim.

— Muy bien, ahora vuelve a tu trabajo y no vuelvas a tratar así a Dalilah.

El guardia asintió y se retiro aún impresionado por la actitud del artista. Él nunca lo había tratado así, siempre habían sido cordial con él mostrando que no era un simple empleado, gracias a Kim, John siempre se sintió valorado en ese edificio.

TaeHyung y Dalilah se dirigieron a la cocina en silencio, a ninguno le agradaba lo sucedido, pero la chica entendía que debía hacerse así. TaeHyung debía retomar el control.

— ¿Te importaría comenzar a preparar el desayuno? Prometo ayudarte a picar la fruta — Tae sonrió como siempre lo hacía, mostraba esa forma tan suya de ser. Atento y amable con los demás.

Ambos se sumergieron en las labores de la cocina mientras escuchaban la música que provenía del gimnasio, el ruido de los aparatos al chocar el metal y las risas de la conversación que el par sostenía.

Eso sólo molesto más a TaeHyung.

Los minutos pasado hasta que escucharon en silencio proveniente del gimnasio, sabían que cada uno de ellos iría a tomar un baño y alistarse para ir a la oficina por lo que aun no aparecerían por la cocina.

Varió tiempo después, luego de que Dalilah sacara de horno los muffins previamente preparados, fue que escucharon pasos acercarse, TaeHyung se coloco a un lado de la puerta donde era invisible desde la entrada.

Le indico a la chica que no respondiera nada hasta que él lo creyera conveniente.

Fue fácil identificar la presencia de Jimin en la cocina, usaba un perfume demasiado dulce para el gusto del artista por lo que frunció la nariz y la tallo con la intención de liberarse del aroma.

— ¿Que significa esto? ¿Donde esta el desayuno del día? — pregunto Jimin tomando como con asco los platillos preparados por el par de amigos, se mostraba molesto. Muy en su interior ansiaba probar comida como esa, pero no odia permitírselo. Sabia que una vez que volviera a Busan no podría darse el lujo de volver a trabajar su cuerpo, como bailarín necesitaba mantener su cuerpo en forma y no se podía dar el lujo de descuidarse ni un poco — Se supone que te entregue una lista con las comidas de cada día, la dieta es especifica, ¿como imaginas que podemos comer esta porquería?

BoGum se acerco nervioso hacia la cocina, escuchaba a Jimin refunfuñar con Dalilah, intuía que TaeHyung se encontraba con ellos pues lo había ido a buscar a su estudio cuando no lo vio en la habitación, pero su esposo no estaba por ningún lado.

— ¿Que sucede? — pregunto el peli negro una vez que llego a la entrada de la cocina.

— Sucede que esta no está cumpliendo con las ordenes que se le han dado, BoGumie. Debía preparar un menú especial por la dieta que estas llevando y a cambio ha preparado montones de porquería grasienta.

— Dalilah, ¿puedes decirme porque lo hiciste? — pregunto BoGum porque, si bien, Jimin se estaba comportando como un idiota, lo entendía. Estaban trabajando tanto en sus físicos como para ser burlados con algo contrario a su dieta.

Dalilah era una empleada y se le estaba pagando para que hiciera bien su trabajo.

— Puedo decírtelo yo Park — hablo TaeHyung pasando por enfrente de los dos chicos, tomo una taza de café y tomo asiento en la mesa de la cocina, llamo a Dalilah con un gesto de manos y la invito a sentarse, Jimin y BoGum hicieron ademan de unirse a la mesa, pero TaeHyung los detuvo con la palma abierta. Él no quería que ellos se unieran — yo se lo pedí. Este es mi desayuno.

— Pero Tae, BoGum esta manteniendo una dieta estricta...

— No estaba enterado — respondió el artista mientras servia una taza de café para su amiga, después encaro a los dos chicos y el menor de ellos se estremeció. Pocas veces había visto a su esposo enojado y no era algo que le gustara en realidad — así como no estaba enterado de todas aquellas ordenes que te has servido de dar sin mi autorización. 

— Lo he consultado con BoGumie...

— Y Park tampoco lo ha consultado conmigo — el peli negro sentía sus ojos arder, que su esposo lo llamara por su apellido era doloroso porque era la familia Kim quien se encargaban de recordarle lo que representaba hablándole solo por su apellido. Se sentía humillado por eso — ¿Me harías el favor de leer nuevamente tu contrato, Park?

— Taehyung, por favor.

— Eres solamente un invitado en mi casa y un empleado de mi nombre, cualquier comentario al respecto debes consultarlo conmigo.

Jimin no lo creía, se suponía que trabajaba para BoGum no para los Kim.

— Tae, eso no tiene nada que ver. No debes ser así con él — TaeHyung miro detenidamente a su marido notándose molesto. Se suponía que BoGum debía apoyarlo a él no a su amigo, y BoGum se dio cuenta de su error cuando ya era tarde.

— Park, ¿debo recordarte la situación en la que nos encontramos? — BoGum bajo la cabeza incomodo.

Sabia que le debía lealtad y respeto a su marido, principalmente por ser su marido, por amarse y por entregarse la vida en las manos, pero también por aquel acuerdo firmado donde, prácticamente, se había vendido a los Kim para salvar a su madre de la pobreza y la vergüenza.

Si bien, Tae no lo había obligado y él mismo había buscado alternativas y se había ofrecido a ayudarlo con tal de evitar aquel acuerdo con su familia, era Tae quien tenia su vida y su destino en sus manos.

Su esposo nunca lo había tratado mal, no había aprovechado la ventaja que el acuerdo le ponía sobre BoGum, sino que se esforzaba por amarlo y apoyarlo, le deja claro al mundo que lo amaba y que era tan valioso como él.

Comprendía que debió haber hecho algo muy mal para que ahora TaeHyung este usando esa carta a su favor.

— Lo siento Tae, lo resolveré.

— No hay necesidad, ya lo haré yo. Hay un horario de comida en esta casa sin privilegios para nadie, un horario para tu regreso de la oficina y un control sobre el kilometraje de tu automóvil — Tae se sentía mal por tratar de controlar la vida de su marido, pero no sabia como hacer para llamar su atención — y tu madre no tiene permitido el acceso a nuestro hogar. Jimin, espero que dos semanas sean suficientes para que tu situación cambie.

Jimin comprendió que ese era su tiempo restante, si se alejaba de BoGum no podría hacer nada, mas ahora tenia la excusa perfecta para lograr su cometido.

— Descuida Tae, dos semanas son mas que suficientes.

— Ok así que, si me lo permiten, estoy esperando a alguien y a ustedes se les hace tarde — señalo la puerta para que ambos se marcharan, solo unos segundos su mirada se conecto con la de su marido y sintió dolor de haberlo humillado así — te espero a comer cariño — dijo con voz baja, animando al menor a acercarse y dejar un casto beso sobre sus labios.

Ambos esperaban que esto no se saliera de sus manos, pero al cerrar la puerta comenzaba el verdadero problema. Jimin tenia un trabajo que hacer.

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