El Aprendiz de Zeus Cap.27

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Llegó el fin de semana, Jenissia sugirió que fuéramos al Cielo, y yo sin pensarlo dos veces acepté, quería ver al rey, a los 10 Mandamientos, y un poco a las Valquírias a ver cómo iban a tratar ahora a Jenissia.

(Queremos ver que todos la reconozcan ahora)

Ella iba a crear un portal pero yo le dije que yo lo haría, no creé un portal eléctrico pero pensé en el Cielo y de inmediato nos fuimos allá a través de mis rayos. Al llegar, sentí el aire fresco y las buenas vibras de aquí, campanas de iglesias sonando y los voces de muchos Ángeles a mi alrededor. Es increíble ver que vivan como nosotros, pero también tienen sus labores de cuidar a sus Humanos asignados.

Giré mi cabeza para ver a Jenissia, estaba retorcida por unos escalofríos abrazándose a sí misma y temblaba con miedo. Sufrió el efecto de mi teletransportación con rayos.

—Ups, lo siento. No estás acostumbrada, pero lo harás —la tomé con cuidado de un brazo y empecé a caminar con ella a mi lado.

Mientras ambos caminábamos al castillo del rey, escuchábamos los murmullos de la gente, parecía que todos eran acerca de Jenissia, la veían y la analizaban, y no era de esperarse los nervios en ella por tener tantos ojos sobre sí misma.

—¿Y ahora qué? —pregunté al aire evitando esos murmullos.

—Yo no hice nada —susurra ella abrazando mi brazo para salvarse de los murmullos.

Poco después llegamos al castillo, el guardia que estaba vio a Jenissia y nos abrió la puerta dejándonos pasar, ambos entramos y fuimos directamente al rey, estaba sentado en su trono leyendo un libro blanco con una cruz amarilla que, al escucharnos, bajó el libro y se sorprendió de vernos, pero esa mirada sorpresiva cambió y la reemplazó por una serena y tenebrosa viendo directamente a Jenissia.

La vi a ella, estaba temblando como nunca, parecía que estaba en problemas.

—Eh... Buenos días, Rey Sebastián —hablé primero antes de que algo malo sucediera.

—Buenos días, joven Tom. Jenissia… —Jeni se sobresaltó, él dijo su nombre con rareza —¿Tú peleaste con la líder Valquíria?

(Lo sabe)

Parecía que un terremoto sacudía completamente a Jenissia, tenía mucho miedo, Sebastián no puede ser tan malo así.

—Y-Yo... —ella empezó a tartamudear, no podía hablar así que yo entré de nuevo.

—Verá, ella era molestada por esa líder y yo planeé un duelo entre ellas dos para ver quién era mejor y para que ella se dejara respeta. Yo soy el responsable, es mi culpa —hasta a mí me dio miedo decirle eso, ya entendía a Jenissia, Sebastián fulminaba con la mirada, pero sin mostrar enojo, sólo era una mirada seria sin expresión.

—Jenissia, sabes que estoy en contra de la violencia —ella asintió —, eso no está permitido aquí en el Cielo, vivimos en paz y, si es necesario, yo y los Ángeles defenderemos al Cielo de lo que sea. Ya veo que esa era la razón, entiendo.

—¿N-No está molesto? —apenas pudo preguntar ella.

—Jamás —responde con toda tranquilidad —, pero sí sorprendido. Veo que te has hecho fuerte para eso y yo no estuve enterado hasta ahora. Todos rumorean de que una Ángel de Soporte venció a la líder de las Valquírias, y en ese momento viniste tú y luego se dijo que fuiste tú. Ahora todos te llaman «la Valquíria más fuerte del Cielo».

—Genial, ¿no? —fue malo agregar eso, el rey seguía serio.

—Bueno, en ese caso debo hacer algo, no estoy molesto pero me sorprende el hecho de que tú, una chica tranquila, se haya enfrentado a una Valquíria.

—No fue fácil —agregué yo.

—Eso se sabe muy bien —se levantó de su trono y bajó unas cuantos escalones a nosotros y de la nada, sacó una espada, era de doble filo, azul celeste, larga y ancha, con empuñadura de cuero y un guardamanos de oro, el pomo era de plata y era una cruz, de ella salía un aura amarilla y brillaba como un sol.

—¿Esa es una…? —Jenissia no siguió por el asombro de sus ojos y rostro por la espada.

—La Espada Sagrada Excalibur del Perdón y de la Bendición: Gurn.

—¿Espada Sagrada? —mi curiosidad explota por saber qué eran ese tipo de espadas.

(No lo sé pero se ven geniales)

—Luego te hablo acerca de éstas hermosas espadas —prometió el rey y luego miró a Jenissia —. Arrodíllate, mi Ángel —ordenó y ella lo hizo y se postró con respeto y obediencia. Pensé que estaba estorbando así que me hice a un lado dando pasos atrás —, ahora, serás bendecida con esta espada, y serás de ahora en adelante llamada la Valquíria más fuerte del Cielo —puso la espada brillante en cada hombro de ella y luego la quitó y la guardó con magia —. Eso es todo —zanjó con una sonrisa final.

Jenissia se levantó y se emocionó, pero estaba frente al rey, yo tampoco lo haría, parecía una niña regañada aguantando su emoción.

***

Jenissia se fue a dar un mensaje del rey a alguien del Cielo, yo me quedé con Sebastián y le pedí que me contara sobre esas Espadas Sagradas, él era mi principal fuente de información. Me habló de ellas, eran diez espadas, cada una con virtudes, ocultadas por todo el mundo por Dios, su creador.

Detrás del castillo, atrás del trono, había un pequeño y estrecho camino de piedras, era un paseo y el rey y yo caminábamos ahí charlando un poco.

—Pareces que estás muy apegado a ella —soltó él de repente.

—S-Sí, ella es mi novia —le revelé con vergüenza.

—¡Bien, me gusta! Tom, ¿puedo confiar en ti? —raramente cambia de tema y de emoción.

Yo giré y lo miré extrañado por eso, ¿no confiaba en mí?

—Claro, ¿por qué no? Usted es el rey de seres celestiales superiores a nosotros, muy antigua y bendita, claro que sí, ¿po-por qué la pregunta?

—Dios nos ordenó cuidarlos de todo, pero nunca me esperé ver uno aquí y ya te considero como uno de los míos
—eso me halagó mucho —, parece que sí puedo confiar en ti. Tienes una responsabilidad, y es cuidar y estar con Jenissia pase lo que pase.

(Desde que llegamos ha estado raro)

—Siempre estaré ahí para ella, no se preocupe —le aseguré.

—¿Podrías soportar una "misión angelical"? —eso me aceleró un poco el corazón.

—Creo que sí, nada malo podría pasar —digo, ocultando un pequeño miedo que se proyectó dentro de mí de la nada.

—Ya debes saber lo que es un Demonio Puro, ¿no? —asentí —Últimamente muchos han escapado del Inframundo, el Infierno no tiene nada que ver con ésto.

—¿Eso por qué? —Hurtson también dijo lo mismo y ahora anda cazando Demonios por todas partes.

—Pueden haber muchas razones, entre ellas el exilio, escape, revelación, revolución, misión y entre otras. El exilio se ve poco probable, Lucifer sabe lo que pasaría si ellos salieran de su reino.

(Eso es muy lógico)

—Pero tal vez sea por las otras, se van y exploran un mundo que no conocen, no hay nada malo en eso, pero el problema es que se alimentan, se alimentan de los seres Humanos y de otras especies y animales que tengan carne y mucha sangre, y eso nos pone muy alerta.

—¿Cree que algo esté pasando allá? —inquirí, tal vez haya problemas en aquel reino.

—Quizá, pero le dejaremos todo eso a él. Por ahora hay que estar alertas y, lamentablemente, eliminarlos y dejarlos fuera de la tierra, es una obligación, y yo también debo hacerlo.

—Supongo que me dará una misión, ¿puedo saber cuál es? —pregunté inmediatamente.

—Es una misión personal, solo para ti. Quiero que mantengas seguro a Inglaterra y a tu tierra natal, eso incluye a Jenissia y a los Humanos. Esos Demonios Puros son peligrosos y no queremos que ustedes salgan heridos y que sepan de su existencia, aunque algunos creen pero no lo han comprobado, eso es lo que quiero que hagas.

Me otorgó esa misión, pero ya la estoy haciendo, con un Ángel Caído, ¿sería malo comentarle que tengo contacto con ellos?

(No digas nada)

—Está bien, podré hacerlo. Cuente conmigo para lo que sea.

—Muchas gracias.

Después de nuestra caminata salí del castillo, por casualidad al salir me encontré a Rael, apoyado en las paredes de afuera del castillo.

—¡Rael! —me sorprendí.

—Hola, Semidiós —me saludó con una sonrisa de lado arrogante.

—¿Me esperabas?

—¿Yo? ¡Pff! No —negó. Se quitó de la pared y caminó a mí —. Creo que ya debería acostumbrarme a verte aquí —se toma de la nuca con ambas manos.

—Yo no lo diría así. Sólo vengo a visitar, eso es todo.

—Lo sé. Ven, acompáñame.

¿Al fin soy su amigo? Ambos nos pusimos a caminar por el Cielo, mucha gente reconocía a Rael, era popular por su puesto de Mandamiento, hasta algunas Ángeles suspiraban por él, literalmente, Rael se veía como siete años mayor que yo, y unas Ángeles se enamoraban de él.

—Tienes fanáticas —menciono. Él suspira como si eso fuera algo malo.

—Sí, lo sé. Lamentablemente no puedo enamorarme o casarme con una, soy inmortal y no me gusta ver a la gente de aquí fallecer y morir.

—¿Ya ha pasado? —pregunté adentrándome con eso aunque no tuviera derecho o el permiso de hacerlo.

—Sí, y muchas veces —respondió mirando al suelo con cara larga —, pero cambiando de tema, ¿de qué hablaron Sebastián y tú?

—Me dio una misión personal.

—Sabía que estabas del lado del Cielo —golpea suavemente mi hombro derecho con orgullo.

—Estoy de lado de todos, creo. La misión era sobre los Demonios Puros.

Rael al escuchar eso soltó un bufido.

—Esas cosas... Por años he lidiado con ellas, he matado a muchos, no me importa seguir haciéndolo. A veces te aburres de tener inmortalidad.

(Ya veo, vivir para siempre no es tan bueno del todo)

Tiempo después Jenissia volvió a mí y volvimos a casa después de un largo día, ella se reunió con unas nuevas amigas después de su misión y me dijo que ahora la reconocían como la Valquíria superior a todas y es respetada, cosa que me alegró mucho.

—¿Lo ves? Y dijiste que no presumirías tu puesto —era obvio que lo iba a hacer.

—No lo hice —negó el hecho pero sabía que en el fondo lo hizo.

Ambos nos sentamos en el sofá contando estupideces, quería informarle a ella sobre la misión que me dio Sebastián pero tal vez ella no esté informada de la situación acerca de los Demonios Puros y no la quiero preocupar, es mejor dejarlo así. Al otro día ella se fue al Cielo de nuevo, pero yo me iba a hacer algo mejor, si iba a hacer guardia en Grecia y en Inglaterra necesitaba hacerme fuerte, y qué mejor que el viejo Zeus para entrenarme.

Fui al Olimpo y directamente lo busqué a él en su trono, cuando llegué me topé con Ares y lo saludé como si fuera un hermano para mí.

—Saludos, Tom —saludó primero sin yo haber dicho algo, ya sabía que estaba aquí —, creo que ya sé a qué vienes esta vez.

—De seguro que sí —me muestro positivo —, ahora tengo algunas responsabilidades.

—Oh, eso lo sé muy bien. Pero quiero que tú me digas a lo que vienes para saber si mi predicción es correcta.

—Claro. Vengo a aprender más de mi maestro.

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Huele a problemas, huele mucho a problemas con los Demonios Puros, Tom se está metiendo en problemas que no tienen que ver con él, ¿por qué no solamente se queda en casa con Jenissia?

¿Qué creen que pasará de aquí en adelante? ¿Los problemas se intensificarán? No olviden votar y comentar, los leo y les mando un fuerte abrazo.

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