El Aprendiz de Zeus Cap.34

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Al otro día acompané a Jenissia a su trabajo, luego fui a visitar a Jessie y Mort.

—¿Cómo está tu novia? —preguntó Mort siempre irónico, yo les conté que tenía a Jenissia a mi lado antes.

—Muy bien. Espero que ustedes no anden de mujeriegos —todos estábamos sentados en el comedor, hablando con toda normalidad, excepto las estupideces de Mort.

—Yo no, pero Mort sí —espetó Jessie —. Se cree el mejor de la ciudad y ni siquiera se ha tirado a una chica.

—Solo porque no quiero, tú tampoco lo has hecho —replicó este.

—No tengo razones para hacerlo ahora en estos momentos —se defendió el rubio.

—Tú no lo haces porque eres un marica —me dirigí a Mort, era muy gracioso ver cómo Mort se enojaba.

—¿Y qué me dices tú, pelirrojo? —ahora era mi turno.

—No estoy listo, y mi pareja tampoco —era la verdad, aunque quisiera, yo tenía que esperar que Jenissia estuviera lista y que me lanzara una indirecta, no la iba a obligar o a incitar hacerlo sin que ella quisiera de verdad.

—Es mejor que decir "solo porque no quiero", es más entendible y razonable —me apoyó Jessie y Mort soltó un bufido.

—Patéticos. Ya verán, traeré a una chica a la casa y me la voy a tirar.

(Qué mal plan)

—No traerás chicas sin que sean tus novias y menos si quieres tirártelas aquí —zanjó Jessie, él era la autoridad en la casa, Mort es un tonto.

—¡No me importa!

—Tal vez lo rechacen —le dije a Jessie asegurado de eso.

—Ustedes dos son unos… ¡Maldita sea! —Mort se levantó de la silla donde estaba sentado con nosotros y se largó.

—Tonto —insultamos al unísono él y yo.

Parece que les llevo ventaja en lo es tener una relación amorosa, aunque no creo que Jessie siga siendo soltero para siempre, es uno de esos chicos de fantasía, rubio, guapo, ¿quién no le haría caso? Hasta es bueno con todos.

—¿Y bien? ¿Tú qué cuentas? —le pregunté con una sonrisa esperando nuevas y buenas noticias de él.

—Sé que quieres saber de mi vida amorosa... Por ahora le tengo el ojo echado a una que conocí en una cafetería.

—Interesante. ¿Ninguna que venga a ti sin decirte nada o conocerte?.

—No.

—¿En serio ninguna chica viene a ti y suspira como si sus pulmones le estuvieran fallando y te piden bien que salgas con ellas?

—Por ahora no. Pero mira el lado bueno: tendré una cita con ella hoy en la tarde.

—¡Eso es estupendo!

—Sí, deséame suerte.

Después de unos largos ratos me fui de esa casa, pero cuando salí una voz habló a mi izquierda.

—Sabía que te encontraría aquí.

Fue una voz familiar y me daba emoción y felicidad volver a escuchar esa voz, giré para ver a la persona y era como lo pensé. Era Hurtson, estaba apoyado en la pared de la casa pero sin pensarlo dos veces me lancé a él y lo abracé con fuerza y me quedé callado unos segundos, el viejo bárbaro y tonto seguía vivo y nos volvimos a encontrar.

—¡Hijo de perra! Pensé que estabas muerto —le dije feliz de verlo y luego me separé de él, llevaba su misma ropa negra, pero su chaquetón tapaba su brazo derecho, no lo tenía.

—¿En serio creíste eso? —muestra decepción —Una leyenda viviente como yo no puede morir, y menos dejar a su gente y a su tierra —dijo con una sonrisa alegre y egocéntrica. En eso miré atentamente su brazo.

—Pero tu brazo... Fue cortado… —él miró a los lados para ver si había gente mirándonos. Dentro de su chaquetón reveló su brazo, era un brazo metálico y tecnológico, su brazo fue reemplazado por tecnología.

—¡Por los Dioses! ¡Eso es genial! —parecía un niño asombrado por el brazo, era totalmente de metal y tenía algunos orificios que iluminaban de un color verde fosforecente por dentro.

—Sí, de última tecnología. Estuve todo el día de ayer en operación esperando mi nuevo brazo y salió esto.

—Se ve genial.

—Lo es, y eso no es todo. Mira —su brazo robótico se calentó iluminando de rojo anaranjado y en segundos se encendió en fuego por completo, parecía un gran mechón de fuego —. Funciona con magia y es muy adaptable.

(¡Asombroso!)

—Pensé que serías de esas personas que preferirían su orgullo antes de ayuda, pensé que quedarías sin brazo, si es que quedabas vivo...

—Lo estoy. Lo que me sorprende es verte, estuviste a punto de morir por Demonios Puros, te apuñalaron y te mordieron.

—Y un Arcángel del Cielo nos ayudó contra ellos —finalicé la narración del acontecimiento.

—¿Cómo lo sabes?

—Jenissia me lo contó todo, hasta fui al Cielo para conocerlo y agradecerle de su ayuda. ¿No te lo tomaste a mal?

—¿Qué?

—Que un Ángel te ayudara, eres un Ángel Caído y imagino que tienen diferencias y eso...

—Claro que no —negó todo lo que dije y soltó una pequeña risa al final —, los Ángeles y Ángeles Caídos nos llevamos bien, es como un segundo lugar feliz —se dio vuelta y miró la calle —. No nos conviene llevarnos mal. El Ángel guía y evita los malos actos y tentaciones de los Humanos, el Ángel Caído se encarga de intervenir en los actos buenos y malos sin fijarse en un solo lado, decide intervenir en una de las acciones de ambos lados sin encapricharse y tienta al Humano. Hay muchos que creen que los Demonios Puros te manipulan y te incitan a hacer cosas terribles sin vergüenza, lo que es falso, eso solamente lo hace Lucifer; si tan sólo pudieran ver de lo que son capaces esas cosas...

(Rayos, se puso intenso)

—Ehm... Caminemos un rato.

***

Hurtson y yo duramos mucho caminando por Atenas, hablábamos de lo genial y riesgoso que se sintió hacer esa misión, después me contó más de sus aventuras y algunos secretos, y pensé que debía contarle la razón de mis poderes, es mi compañero y confío en él, no debo ocultarle el origen de mis poderes.

—Mis poderes fueron otorgados de una manera muy prohibida.

—¿Cómo que "de una manera muy prohibida"? —indaga con curiosidad de saber en sus ojos.

—Bueno, antes yo era un ladrón con mis hermanos, robaba en todos lados sólo para sobrevivir, pero ahora tenemos una vida mejor cada uno. Un día me perseguían guardias ya que había robado unos lingotes de oro, que éso fue la fuente principal para llegar adonde estamos ahora, y de la nada entré a un especie de templo, por dentro todo era de dorado, incluyendo el cielo, y en un cuarto encontré un rayo, quise también robarlo pero... Casualidad fue que entré al Olimpo de los Dioses Griegos y intenté robar el rayo de el Dios del Trueno, Zeus, y al final obtuve sus poderes.

Hurtson pareció creerme pero de la nada murió de carcajadas en medio de la calle.

—¡Tú... intentaste robarle a Zeus... y fallaste! —me lo restriega en la cara, se burlaba de mi fallo al intentar robarme el rayo.

—No es gracioso, de todas formas me llevé ese rayo para tener dichos poderes, y ya para —la gente nos miraba raro al pasar por nuestro lado, y espero que no hayan escuchado lo que dijo Hurtson ya que pensarían que estamos locos. El brazo metálico de Hurtson estaba al aire visible y sus risas daban miedo y vergüenza. Segundos después se terminó de reír.

—Ya me parecía raro ver a un humano que controlara el Elemento Rayo, nunca se ha visto casos o cuentos de personas capaz de controlar tal elemento.

—¿O sea que soy especial? —eso era una total bendición.

—No, sino auténtico, ya que le robaste sus poderes a Zeus. Te creo, pero deberías estar agradecido de tener tal poder, las personas controlan y aprenden de tal elemento con magia pero ninguno como el rayo. ¿Y bien? ¿No me contarás?

—¿De qué? —fruncí el ceño con confusión, ¿acaso quería más información?

—De tu cabello. Tienes un nuevo aspecto. Me gusta —pues ya qué, debía soltarle todo al viejo, es alguien de confianza y se merece saber mi verdad.

—Verás, crecí sin mis padres, nunca los conocí, no sé el origen de mí y de mi familia, de dónde vengo, de quién era mi apellido, mi color de cabello y ojos, todo es muy raro pero ya me acostumbré a no estar mal.

Siempre oculté mi melancolía con ese tema, no quería que sintieran lástima por mí y por eso siempre reemplazaba una cara triste por una feliz y amable aunque me estuviera muriendo en el fondo, jamás le he expresado esto a Jenissia, no de tal manera que hiciera sentirme perdido.

—Lo siento —puso su mano en mi hombro, otorgándome su apoyo.

—Ya no importa. ¿Quieres que te lleve a un lugar que de seguro te gustará y que de seguro tú les encantarás?

El viejo puso expresión dudosa e insegura.

—¿Qué tramas, chico?

—Sólo diré una palabra: Sirenas.

El viejo abrió los ojos bien grandes, sus ojos se llenaron de ánimo y emoción.

—¡Llévame allá!

Y llevé a Hurtson a aquella costa donde Hades me llevó y donde conocí a Danica, quería meterme pero ya estoy comprometido. Bueno, no. Al final me metí y vi de nuevo a Danica pero evité sus coqueteos, estaba ya comprometido y debía serle fiel a Jeni. Por otro lado el viejo se divertía, estaba viejo pero en forma, sus musculos parecían piedras y su brazo metálico era inmune al agua y a las Sirenas les encantaba y lo nombraron el Bárbaro del Mar por su barba larga y enrollada en trenzas y su cabello largo.

Hurtson parecía estar ebrio sin beber, se sintió vivo, joven y amado por primera vez, no quería irse pero tuve que obligarle y lo saqué del agua.

—¡No, no me quites mi momento! —intentaba zafarse de mí para irse al agua pero se lo evitaba.

—Vámonos, de todos modos ellas ya se despidieron de ti.

Sin duda, es uno de mis lugares favoritos, cualquiera cae en los encantos de las sirenas, son hermosas y muy enamoradizas.

Para compensar su enojo y tristeza por haberlo sacado del agua, lo llevé a la cafetería donde trabaja Jenissia, estoy seguro de que ella se pondrá feliz al ver a Hurtson demente como siempre y andante con un brazo metálico.

—¿Es aquí?

—Sí —esperamos hasta la hora de salida del trabajo de Jenissia en su cafetería, fuimos y entramos para pedir algo de una vez y esperarla a ella.

El local era muy bonito y grande, igual que adentro, había gente que miraba asombrado y raro a Hurtson por su aspecto de viejo guerrero descuidado con una prótesis en uno de sus brazos; nos sentamos y esperamos a que una mesera llegara, por suerte, Jenissia es mesera y quisiera verla con su ropa de mesera.

(Eso pasará si ella nos atiende)

Por obra de la buena suerte, ella llegó a nosotros, tenía su uniforme, era de color rosa con una falda ajustada y con su delantal blanco.

—Tú eres el único chico con el cabello rojo que no parece ser teñido aquí presente y… —ella hablaba pero al ver a Hurtson se detuvo por completo y quedó boquiabierta.

—Hola, jenissia. Quisiera... Un café con leche con mucha azúcar, por favor —pidió el viejo viendo el menú.

(Además de viejo va a tener diabetes)

—Y yo un batido de chocolate. Yo pago.

—No lo creo, yo invito. Tranquilo —él vio a Jenissia aún impactada que balbuceaba algunas cosas —. Antes de que digas algo, es mejor responder tus dudas en tu hogar.

—E-Enseguida traigo sus órdenes.

¿Mis primeras impresiones? Solo tengo una: lo hermosa que se ve vestida así.

Ambos tomamos lo que pedimos y el viejo pagó, esperamos a mi novia y los tres fuimos a casa. Cuando llegamos el viejo le reveló el fabuloso y nuevo brazo derecho.

—¡Ay, por Dios! ¡Se ve muy fantástico! —exclamó ella tocando el brazo por todos lados.

—Lo sé —dijo el viejo sonriendo.

—Y es múltiple uso —tercié.

—Ahora ambos están estables y pueden seguir con lo que hacían —Hurtson no opinó nada de ello, más bien hizo un gesto de desacuerdo.

—Hurtson, ¿seguiremos haciendo justicia y salvando gente de futuros ataques? —cuestiono seriamente. No estaría nada mal que admitiera que ya no puede, pienso ahora que debió retirarse cuando perdió su brazo.

—Em… —dudó en responder pero al final lo hizo —Sí, pero con una condición.

—¿Cuál? —preguntamos al unísono Jeni y yo.

—Ahora que sé el origen de tus poderes, necesito que entrenes más seguido con Zeus, necesitas aumentar tus poderes y dominarlos, es un gran poder y para seguir cazando Demonios Puros necesitas hacerte más fuerte para no correr más peligro.

Mi cabeza debatió en ese instante, yo temía hacerme fuerte y ser capaz de destruir todo a mi alrededor, la advertencia de Zeus fue clara, ahora Hurtson necesita que lo haga para que no ocurra algo similar en nuestra batalla contra los Demonios Puros. ¿Qué debo hacer?

Tengo que ser valiente y paciente. Lo haré, y me aseguraré de mantenerme estable y en total control para que nada ni nadie salga herido.

—Hecho.

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¡El viejazo volvió! ¡Y con un brazo robótico!

Bien. Ahora, ¿hacerse más fuerte y poder controlar en lo absoluto su poder o quedarse en ese estado actual para no temer y salir de control en un futuro? ¿Qué elegirían ustedes si fueran Tom? Desde los inicios se dejaba claro que tener poderes no era una ganga, tiene sus altas y bajas, pero Tom ya decidió, ¿fue buena o mala esa decisión?

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