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RAQUELLE

. . . . . . . . . . . . . . . 

Mis ojos se abrieron con repentinamente y me levanto de un salto. Miro a mi alrededor y me encuentro con la escuela.

¿Por que carajos estoy en la escuela?

Se escucha un sonido en el pasillo y volteo a verlo, Stiles. 

—¿Que..?—Él está caminando hacia un salón y yo por instinto empiezo a seguirlo. Mi paso se acelera cuando escucho su grito.—¡Stiles!

Al entrar veo el tocón del árbol en el cual querían sacrificar a adultos de nuestras familias. Allí Stiles está sentado con la cabeza hacia arriba y los ojos abiertos en grande, su boca está igual. Me acerco más y un grito sale de mi. Stiles está sangrando por todos los orificios de su cuerpo, oídos, ojos, boca.

—No lo pudiste salvar, conejita.—Una voz dice a mis espaldas, me doy la vuelta. Un Stiles con una apariencia extraña está allí, parado con las manos detrás de él, sus labios curvado y una mirada que me hace dar escalofrío. 

—¿Qué?—Es lo único que puedo escuchar salir de mis labios. Él ríe con una intensidad abrumante. 

—Míralo por ti misma.—Su voz empieza a distorsionarse y mis ojos se van cerrando. 

La luz golpea mi rostro lo que hace que los abra lentamente. ¿Que fue eso?

—Hey, lo siento, no quería despertarte.—La voz de Aiden hace que sonría. Me giro a verlo y admiro la vista. Él se estaba colocando sus pantalones y su camiseta.

—Está bien, de cualquier manera tenía que abrir los ojos en algún momento, ¿cierto?—Su risa se escucha. Mi ceño se frunce.—¿Que haces aquí? ¿no tendrías que estar en el departamento?

Aiden se da a vuelta extrañado y dejando la tarea de colocarse las zapatillas, se acerca a mi, su mano se posa sobre mi frente.—¿Tienes fiebre?

Parpadeo de incredulidad.—¿A que te refieres?

—¿Lo has olvidado?—Pregunta y su rostro se pone serio, eso me resulta raro. Conmigo no es serio.—Hoy tenemos la cena. 

—¿Cena?—Pregunto. No estoy entendiendo nada. Su cabeza se mueve de lado a lado antes de que el ruido de la puerta siendo abierta se escuche. Me levanto dispuesta  cerrarla y seguir platicando pero él me detiene con sus palabras.

—Raquelle no la cierres.—Me dice.

—Debo cerrarla, Aiden.—Le digo sin dejar de ver la puerta. Cada vez me acerco más a ella.

—No lo hagas, Raquelle.—Su voz se va levantando.—Raquelle, déjalo. Por favor.

Ignorando su tono elevado tomo el pomo de la puerta dispuesta a saciar mi curiosidad.

—Raquelle. Raquelle vuelve.—Escucho sus paso acelerados dirigiéndose hacia mi.— ¡RAQUELLE DEJA ESO!

Aiden me sorprende dándome la vuelta y haciendo ver su rostro alfa, él sacude su cabeza y como si se tratara de un dibujo mal borrado, su rostro se va transformando en el de alguien más.

—Scott.—Pronuncio sin entender. Todo él se transforma en el cuerpo de mi amigo. 

Scott mira desesperado a todos lados.—Debemos salir de aquí. ¡Rápido!

Mi nombre siendo gritado retumba por todo mi entorno como si fuera de esas películas en las cuales "Dios" les habla.

Scott toma mi mano y abre la puerta, ambos salimos y una luz nos ciega. Una vez puedo enfocar bien mis ojos, veo a Scott y a Stiles junto a Allison tirados en el suelo frío y gris  de un lugar. Los tres están con una especie de katanas en sus estómagos y un charco del liquido carmesí mejor conocido como sangre se empieza a formar. Este se desparrama con muchísima rapidez, al punto en el que en unos mili segundos tenía la sangre de los tres bajo mis pies. 

Mis ojos se abren con sorpresa cuando la sangre se hace reflexiva y me puedo ver a mi misma. Esta vez me parezco mucho a mi amigo, el castaño. Mis ojos tienen bolsas debajo, mi cabello rubio está enmarañado, mi piel es más palida de lo normal y algunas salpicaduras de sangre están en este. 

—Si no nos dejas entrar, lo haremos a la fuerza.—La voz de él se escucha como un susurro en mi oreja. Es suave, ronca y amenazante.

—Vete a la mierda.

Mis palabras salen sin pensarlo y luego siento como un tirón en mi estomago me hace caer. Una espada o katana está allí. Mis ojos se cierran por el golpe y luego se abren, miro a mi izquierda y Aiden está igual que yo, solo que hay sangre saliendo de su boca y no puede respirar.

—¿Aidy?—Pregunto inconscientemente con el apodo que yo le puse. Sus ojos me miran y me sonrie luego su respiración se frena y deja caer su cabeza. Está muerto.

El Stiles de apariencia trastornada se acerca a mi y se agacha un poco.—Hazlo y evitarás esto.

—Déjame, por favor.—Las lagrimas empiezan a salir de mis ojos.—Déjame, déjame, déjame...

Su risa retumba y luego camina hacia atrás, sus pasos se empiezan a escuchar lejanos.—Nos veremos pronto, conejita.

Luego de decir eso siento una sacudida y con eso mis ojos se cierran volviendo todo mi entorno negro.

Mis ojos se abren de nuevo y los cierro rápidamente, no quiero ver. 

—Vamos, Quelly. Se nos hará tarde.—La voz de Allison hace que mis parpados se separen y la mire, ella está colocando su chaqueta.—Oye, ¿estás bien?—Pregunta haciendo que reaccione por fin.

—¿Que? Si, si. Solo pensaba en que tengo que actualizarme con los chicos.—Al decir eso noto como su cabeza se baja lentamente.—Ally, ¿podemos hablar?

Ella asiente acercándose a la punta de la cama.—Sobre lo de Isaac...-

—Espera, honestamente lo de Isaac y tú no me importa.—Digo y luego me retracto de no haberme explicado mejor.—O sea, no me importa en el ámbito social, si ustedes se quieren o quieres hacer algo, háganlo. No soy quien para decirles que no.—Asiente con cada palabras.—Lo único que quiero es que no hagan cosas sucias estando yo presente, tú solo dime y ya sabes, me iré así tiene-

—¡Oh, por Dios, Raquelle!—Ella se queja soltando una risa, se levanta de mi cama y me mira.—¿Irás conmigo a la escuela o...?

Una sonrisa se forma en mis labios.—Nope, Aidy me llevará.—Digo mordiéndome el labio, ella niega con la cabeza.

—Bien...Diviértanse, supongo.—Dice saliendo de mi habitación. 

Yo me dejo caer contra mi almohada, mis brazos se apoyan sobre mi rostro y presiono ligeramente antes de suspirar y decidir meterme a tomar una ducha.

[...]

—Buenos días te dice el universo, hermosa.—Las manos de Aiden se apoyan en mi cintura y me acerca a él. Su sonrisa hace que mis labios copien su acción.

Él mira mis labios por unos segundo.

—Hazlo.—Le murmuro. Aiden asiente pero me mira a los ojos antes de acercar su rostro al mío y unirnos en un beso.

Mi corazón late y siento como la calma me llena. Aiden es eso. Aiden es mi calma. Mi paz.

—Te extrañé, novio.—Digo saboreando esa palabra. Es cliché pero es nueva. Y me gusta. Su risa hace que su pecho vibre y que yo sonría. Mis brazos se enrollan alrededor de su cuello y lo acerco a mi de nuevo, besándonos otra vez.

—Yo también te extrañé, novia.—Dice con los ojos cerrados. Nuestras frentes se unen y ambos nos mantenemos juntos unos minutos. Luego él me hace subirme a su motocicleta y partimos con dirección a la escuela. 

Unos minutos después estamos en el establecimiento. Bajo de la motocicleta seguida de mi novio y él toma mi mano. Empezamos a caminar ambos con una sonrisa.

—Oye, ¿ese no es...?—Aiden me pregunta mirando hacia un lado, cuando volteo a ver es mi amigo que está corriendo hacia la calle, un camión está apunto de pasar. 

Me suelte de la mano de Aiden y corro hacia Scott.—¡Scott!—Grito llegando al lado suyo justo para tomar su hombro y tirarlo hacia mi, el camión pasa delante de nosotros. Ambos estamos con  la respiración agitada.—¿Que diablos fue eso?—Pregunto mirándolo, él traga fuerte y evita mi mirada. Sus ojos se posan detrás mio y su ceño se frunce, probablemente ve a Aiden.

—¿Scott? ¿Raquelle?—La voz de Stiles llega a mis oídos. Lo miro.

—A ti también te pasa lo mismo.—Afirmo mirándolo a él y luego a Scott.—A ambos le está pasando y a-

—Les está pasando a los tres.—Lydia llega al lado nuestro. Mis músculos se contraen. Allison me mira con una sonrisa pequeña.

Scott y Stiles me miran.—¿Como pudieron esconderme esto?—Les reclamo, ambos bajan sus cabezas.—De Allison ya lo sabía pero de ustedes dos, mis mejores amigos.—Mi cabeza se mueve de lado a lado, en negación.—Los dejaré para que piensen.

Miro a los cuatro y luego paso al lado de Stiles para ir con el ex alfa y entrar a clases. 

Aiden me mira pero no dice nada, sabe que necesito acomodar mis ideas en silencio, pero su mano toma la mía, entrelazándolas. 

Entramos al salón de clases y veo que hay dos asientos disponibles, uno al lado del otro. Me siento en el primero y Aiden a mi lado. 

—¿Como está Ethan?—Le pregunto ya que no hablamos de él mucho, y me importa. Aiden sonrie.

—Debe estar con Danny.—Él niega con la cabeza con su hermosa sonrisa.—El otro día me pidió el departamento para hacer una cita con su novio, acepté y cuando volví ambos estaban dormidos en el sofá desnudos, por suerte había una manta cubriéndolos.—Una risa sale de mi antes de que un señor de rasgos asiáticos con un traje gris y un portafolio entra a la clase. El se acerca a la pizarra y empieza a escribir, luego se da la vuelta para vernos.

—Buenos días a todos. Soy el señor Yukimura. Reemplazará a su anterior profesor de historia.—Avisa mientras camina lentamente de lado a lado tratando de hacer contacto visual con cada uno de los que están aquí.—Mi familia y yo nos mudamos aquí hace tres semanas. Estoy seguro de que ya conocen a mi hija, Kira. O quizá no, ya que nunca ha mencionado a nadie de la escuela, en realidad. Ni aún a traído a alguien a comer a casa.

Un golpe en la mesa que está a nuestra derecha se escucha y hace que absolutamente todos nos giremos a ver que fue. 

Una chica de cabellera oscura tenía toda su cabeza oculta en sus brazos.

—De cualquier forma, ahí la tienen.—Termina de decir el profesor Yukimura.

Su hija empieza a levantar su cabeza lentamente y sonrie con incomodidad, dejando ver su rostro, tiene facciones suaves, ojos a color con su cabello y por supuesto, rasgos asiáticos. Ella mira a todos lados y en eso conecta sus ojos conmigo, le sonrio y ella con timidez me devuelve la sonrisa.

—Bien, empecemos con historia estadounidense a comienzos del siglo XX.—Empieza a decir el profesor.

Trago fuerte cuando mi respiración se comienza a hacer irregular de la nada. Mi cabeza empieza a dar vueltas, miro a mi lado y mi visión es borrosa, carraspeo por lo bajo cuando siento un ardor en mi garganta similar a los primeros síntomas del vómito. Mi vista baja a mis manos, en estas hay sangre goteando, mis ojos se abren en grande. 

Mi cabeza empieza a buscar desesperadamente alguien a quien acudir pero no veo nada, es una habitación borrosa y solitaria. Mi mano se aferra con fuerza a la mesa y luego lo veo. Veo al Stiles pálido, con ojeras y sonrisa macabra en la puerta de la habitación.

—Prepárate, el juego está por empezar.—Al decir eso pestañeo y todo vuelve a ser como antes. Veo a los estudiantes, al profesor hablando, y a Aiden a lado mio. Un dolor en mi brazo se hace presente, las garras de Aiden me habían hecho una herida. Levanto mi cabeza para verlo, él está con una mirada de arrepentimiento y preocupación. Aidy me señala a mi mesa, yo miro y allí hay una hoja escrita con plumón y rayada con fuerza. Mis ojos se abren en grande al ver eso.

"Despiertalos"

[...]

Salgo del lugar con apuro, Aiden toma mi mano y nos acercamos a mi casillero. Tomo el candado de este y empiezo a poner los números de mi combinación, tiro de este y no pasa nada, sigue trabado. Vuelvo a tratar y sigue igual, empiezo a desesperarme y mi novio lo nota por lo que saca mis manos del cerrojo y toma mi rostro entre sus manos.

—Respira.—Me dice con voz tranquila, yo le hago caso y cierro los ojos para respirar. 

Al cerrarlos me concentro en mi respiración y solo veo blanco a mi alrededor, una ventisca golpea mi rostro y abro mis ojos. Estoy en un morgue, al frente mio está Aiden en la bañera en la cual mis amigos y mi prima se sacrificaron, solo que él está hundido y en vez de agua hay sangre a su alrededor. Me trato de acercar pero mi cuerpo está paralizado. 

Una de las puertas de la morgue, en donde guardan a los muertos, se abre. El ruido a un metal siendo golpeado contra algo empieza a salir de ese lugar, siento como mis piernas caminan por si solas, llego al frente del lugar y veo como es profundo, muy profundo. Mi vista se torna negra y no me permite ver nada, luego veo como el depósito se oscurece y el ruido vuelve a aparecer más fuerte. Se torna negro de nuevo y ese ruido el el doble de fuerte. A la tercera escucho pasos mi vista me permite ver y de la nada el cuerpo de mi hermana corre directo a mi.

—¡Es tu culpa!—Dice con voz rara, parece ser monótona y gruesa. La de ella no era así, era suave y baja.

Abro mis ojos y Aiden está al frente mio sosteniendo mis hombros, él tiene un par de rasguños en su cuello.

—¿Qué...?

—¿Estás bien?

Me pregunta, yo lo miro fijamente y niego con lentitud. Sus brazos me toman y me acerca a su cuerpo con fuerza. Sus abrazos me calman. Inspiro su olor y me siento en calma.

—Tienes que hablar con ellos, amor.—Me dice mientras su mano se mueve arriba y abajo. Yo asiento lentamente disfrutando de esto. 

—O puedo ir con Deaton.—Digo luego de unos segundos de estar ambos en silencio.

—Raquelle...—Aiden usa ese tono de voz que hace que asienta.

—Bien, luego hablaré con ellos.

[...]

Luego de la escuela, Aiden se fue al departamento y yo a hablar con Scott y Stiles.

Los tres quedamos con que nos encontrábamos en la casa del moreno.

 Y así es como estoy en la habitación de Scott, los tres sumidos en un silencio más que incómodo.

—¿Por que lo ocultaron?—Pregunto con mis brazos cruzados, ambos se miran.—No, no, no, no hagan eso.

—¿Hacer qué?—Pregunta Stiles, mi ceja se eleva inmediatamente.

—No te hagas el que no entiendes.

—Es que no entiendo lo que tratas de decirnos, explica mejor para que podamos entender más y así poder responder a lo que nos estás preguntando y no decirte algo que no entendemos por tu pregunta sin explicación.—Dice Stiles haciendo su juego de palabras de nerviosismo.

Un suspiro sale de mis labios.—Me refiero al por que ocultaron que ambos sufrían efectos del sacrificio.

Scott me mira.—No queríamos preocuparte.—Dice como si no me importara la salud de ninguno de ellos.

—¿Es enserio?—Pregunto con incredulidad.—Ni quirimos pricupirti—Digo con sus palabras.—Scott, no soy boba. Tarde o temprano lo iba a saber, y yo hubiera preferido temprano. 

—Lo siento.—Agacha su cabeza con pena.

—Además no son los únicos que lo están sufriendo.—Digo en voz baja, mis amigos me ven.

—¿Qué?—Pregunta Scott con los ojos abiertos.

—¿Tienes los síntomas?—Habla Stiles con fuerza acercándose.

—¿Por que parecen sorprendidos?—Digo con extrañeza. Scott traga en seco.—Ustedes saben algo, ¿cierto?—Los dos se miran antes de suspirar.—Más les vale que hablen antes de que yo los haga hablar.—Los amenazo con a mandíbula apretada. Tantos secretos me están enfadando.

Stiles se aclara la garganta y con su pulgar se toca la nariz.—Puede que los efectos secundarios nuestros se relacionen con los tuyos. 

—Explícate.—Le digo con fuerza.

Scott me mira.—Tú tienes relación con nosotros, con Allison, con Stiles y conmigo.—Dice el McCall menor.—Al morir nosotros, por alguna extraña razón, te llevamos. O sea que al estar conectada sentimentalmente con los tres, tú sufrirás algo semejante a lo nuestro. Por que en el sacrificio, tú estabas allí.

Mi ceño se frunce.—¿Estás diciendo que sufro los efectos junto a ustedes por que me relaciono con los tres?—Ambos asienten, mis ojos se cierran y pienso en cada escenario en los que soñé, en los cuales me volví loca.—Púdranse. Ambos.—Digo antes de darme la vuelta y empezar a bajar las escaleras. 

En el camino veo a Isaac, ni siquiera lo saludo. Abro la puerta y allí está Melissa.—Hola, señora McCall.—La saludo con un beso en la mejilla.—Adiós, señora McCall.—Digo empezando a caminar lejos de la casa.

Camino en la acera y lo único que quiero hacer es llorar en los brazos de Aiden, ¿por qué? Pues por que él jamás me mintió. Si, asesinó por deber de su alfa pero no por que le gustara.

No me doy cuanta cuando una lagrima se escapa de mis ojos, estoy a unas manzanas llegar a los departamentos. Apresuro mi caminata. Cuando llego abro la puerta y empiezo a subir por las escaleras. Voy a la puerta de donde vive Aiden y la toco.

—¿Raquelle?—La voz adormilada de Ethan hace que lamente haber venido aquí y no ir a casa.

—Lo- lo siento. ¿Aiden...Está aquí?—Pregunto con la voz quebrada. Ethan me mira con pena.

—No, se fue hace un rato.—Yo asiento y lagrimas empiezan a salir sin mi permiso.—Ven, pasa.—Ethan me dice y yo le hago caso. 

Entro y un pasillo parecido al nuestro es lo primero que veo, luego hay una mesa que forma parte de la cocina y más adelante las habitaciones. 

Ethan se me acerca con un té en la mano. No se cuanto tiempo estuve parada pero aparentemente fue lo suficiente como para que él prepare un té.

—Ten.—Me dice con cautela y luego mueve una de las sillas de la mesa. Yo me siento ahí.

Empiezo  tomarlo algo cohibida por la información que me dieron Stiles y Scott. Ethan me mira con atención, cada movimiento que hacia, cada pestañeo que hago. Quiere saber que me sucede.

—¿Quieres decirme que sucedió?—Pregunta con cuidado, yo asiento tragando el sorbo del liquido caliente.

—En los sacrificios se llevaron a la madre de Scott, el padre de Stiles y mi tío. No sabíamos dónde así que Allison, Scott y Stiles se tuvieron que sacrificar, alguien con una conexión tenía que...Asesinarlos, yo estuve con Scott. Al hacerlo no sabía que iba a sufrir efectos secundarios.—Digo mirando detrás de él.—Ahora no puedo dejar de tener pesadillas o soñar cosas sin sentido. No entiendo nada de lo que pasa la mayoría del tiempo. Dios, siento que me estoy volviendo loca.

Niego con la cabeza, Ethan se acerca a mi con algo de duda y pasa sus brazos por mis hombros, abrazándome. Yo me acerco dejándolo.

Puede que suene raro pero esto se siente como si fuera una nueva conexión entre nosotros dos, soy su cuñada a fin de cuenta. 

[...]

Al día siguiente Allison y Lydia me vinieron a buscar, podré estar enojada con ellos pero de igual manera alguno iba a terminar volviendo con ellos o ellos conmigo. No podemos separarnos por mucho tiempo.

Ahora mismo estoy sentada al lado de Isaac, tengo mi teléfono en la mano y a Aiden tratando de consolar mi humor de perros.

—Entonces ¿qué le pasa a una persona que tiene una experiencia cercana a la muerte y sale viendo cosas?—Pregunta Scott.

—¿Y es incapaz de distinguir que es real y qué no?

—¿Y es acosada por visiones demoníacas de parientes muertos?—Agrega Ally luego de que Stiles hablara.

—Lo encierran por que están dementes.—Dice Isaac.

—Los llevan a un psiquiátrico.—Digo al mismo tiempo que el rubio solo que yo sigo con mi teléfono. Aiden está en su casa con su hermano, aparentemente Ethan tuvo una pelea con Danny y no se sintió bien.

Stiles ríe sarcásticamente.—Auch, de ti lo espero, por que estás enfadada con nosotros pero de ti...¿Puedes al menos intentar ser de ayuda, por favor?—Stiles habla. 

—Pasé la mitad de la infancia encerrado en un congelador así que ayudar es algo completamente nuevo par-

—Oye, ¿sigues explotando esa historia?—El comentario de Stiles hace que levante mi cabeza y lo mire a él fijamente.

—Si, sigo explotando es-

—Stiles, ubícate. Su padre fue una mierda, y toda su vida también. Lo único que le falta es que un pálido, sarcástico y molesto mentiroso venga a decir un comentario de mierda que ni siquiera tuvo la mitad de sufrimiento que el otro.—Digo con voz dura. Remarco el "mentiroso".

Lo siento, ¿okey? No se que más decirte, Raquelle. Me arrepiento pero no puedo cambiar el pasado. —Dice Stiles mirándome, yo le sostengo la mirada. El ambiente se empieza a sentir denso y cargado de incomodidad .

—Hola.—La voz de Kira hace que todos nos giramos a verla, ella nos sonrie.

—Hola, K.—La saludo y vuelvo a responder el mensaje de Aiden. El silencio se forma por dos segundos provocando que Kira carraspee.

—Lo siento pero no pude evitar oír lo que estaban hablando. Y creo que en realidad pueda saber algo de eso.—Al decir eso todos empezamos a prestarle atención.—Hay una palabra tibetana para eso. Lo llaman "Bardo" Literalmente significa "Estado intermedio", entre la vida y la muerte.

—¿Y a ti cómo te dicen?—Pregunta Lydia de mala manera. Yo pateo su pierna, ella me mira y se encoge de hombros.

—Kira.—Responde Scott mirándola. Ella lo mira y le sonrie.—Está en nuestra clase de historia.

—¿Estás hablando del Bardo en el budismo tibetano o el de la India?—Pregunta Lydia.

Miro a la pelinegra y le señalo el lugar disponible al lado de Stiles, ella me sonrie y asiente, sentándose ahí.

—Cualquiera de los dos, pero todas las cosas que estaban diciendo, todo eso pasa en el Bardo. Hay diferentes etapas donde tienen alucinaciones. Algunos ven, algunos oyen. Y puedes ser visitado por deidades pacíficas o furiosas.

—¿Deidades furiosas?—Pregunta Isaac mirándola.—¿Qué son esos?

—Como demonios.—Responde con simpleza.

—Demonios.—Habla Stiles.—¿Por qué no?

—Espera, si hay diferentes estados progresivo, ¿cuál es el ultimo?—Pregunta Allison.

Kira nos mira a todos.—La muerte. Mueres.

—Bueno.—Hablo.—Creo que es un hermoso día para ir a que me tire de un puente.

Me levanto de la mes preparada para mi próxima clase.

—Raquelle no lo dice en serio, ¿cierto?—Pregunta Kira, Isaac le sonrie.

—Oh, lo dice muy en serio.—Le responde, Kira me mira y yo le guiño un ojo tratando de tranquilizarla.

—¡Es broma!—Alzo la voz para que me escuche, luego río un poco.—Por ahora.

—¡Deja de decir estupideces, Raquelle!—Me grita el rubio. Él me escuchó con su super oído y probablemente los sobrenaturales también.

[...]

SCOTT

Llegar a casa y encontrarme con mi padre es lo menos que quería hoy. Y mucho menos sabiendo lo que él le quiere hacer al padre de mi mejor amigo.

—Nadie te invitó.—Le digo con enojo.

—Vine para ayudar.—Me responde.

—Eso no tiene ningún sentido, papá. ¿A quien estás ayudando?—Lo miro, él abre la boca un par de veces.—Solo lárgate.—Levanto la voz. No es común en mi pero el enojo que siento me supera.

—Scott...

—¿Qué? No puedo creer que le hicieras esto a mi mejor amigo.—Le reclamo.

—No le estoy haciendo nada a tu amigo.—Me responde con esa tranquilidad que me ponen los pelos de punta. —Estoy haciendo mi trabajo.

Él podrá estar tranquilo, pero alguien se quedará sin trabajo. 

—Tú trabajo apesta.

Mi mamá entra a la casa sin entender nada de lo que está pasando.—¿Puede alguien decirme qué diablo está pasando?

—Intenta que despidan al padre de Stiles.—Digo.

—No. No es verdad.—Niega mi progenitor.

—¿Que estás haciendo?—Dice mi mamá con incredulidad.

—La realización de un caso de juicio político.

—Eso suena como hacer que lo despidan.—Dice mi mamá corrigiendo al hombre de al frente mio.

—Su falta de resolución y habilidad para resolver casos es la causa de que lo despidan.—Aclara Rafael.—Mi trabajo es simplemente recabar información. Y es el que ne encomendaron mis superiores.—Dice él mirándome, mi mandíbula se apreta y mis puños se cierran.

—Tu trabajo apesta.—Dice mi madre, quiero sonreírle por apoyarme pero mi furia es mayor.—Scott. Cariño.—Mi madre me llama, ella se acerca a mí y toma mis manos. No me había dado cuenta que mis garras estaban fuera.—Tranquilízate. Ven conmigo ahora mismo. 

Ella toma mi mano y nos lleva detrás de las escaleras, lejos de Rafael.

—Tranquilo. Solo respira y tranquilízate.—Me dice cuando escucha mi respiración fuerte y rápida.

—Lo intento.—Le respondo, mis dienten empiezan a doler, estoy tratando de mantenerlos dentro pero al no poder resistir abro mi boca y esto salen. 

—Me dijiste que tú y Stiles aprendieron a controlar esto.—Me dice mi mamá.—Encuentras con qué sostenerte, ¿cierto?—Ella me mira a los ojos, están del color en el que me convertí, rojos.—Encuentra tu ancla.

—Mi ancla era Allison.—Le digo, luego recuerdo a Raquelle.—Y ella está enfadada con nosotros no me quiere ni ver.—Hablo con dificultad. Mi madre fue la primera en saber de Raquelle y ella me aconsejó. 

—Entonces habla con ella, luego de esto claro. Se tu propia ancla.—Mi madre me mira.—Sé que puedes lograrlo.

Y lo hago, bueno no de la manera en la que mi madre dice.

Estoy torturándome pero no lo pienso ahora ya que recordé cada momento. 

El día en el que se interpuso entre Kate y su arma cuando me quería disparar en la casa Hale.

Cuando me ayudó a que su abuelo no me descubra. 

El día del Kanima, cuando me quiso atacar y ella me abrazó para que le haga daño y no a mi.

O aquel día en el salón de música, cuando estaba en mi fase de "lobo rebelde"  y casi nos besamos. 

Cuando salimos de fiesta los dos por que Stiles estaba con Lydia, ella me animó y bailamos juntos.

El día que jamás olvidaré es el día en el que ella tomó mi mano cuando fuimos a pasear y nos subimos a una montaña rusa. 

Jamás había escuchado la risa de alguien como la suya. Ni tampoco sus sonrisas. Ni su extraño humor y mucho menos su forma de ver las cosas. De analizar a las personas y poder saber que decir, en el momento exacto.

Para cuando abro los ojos, mis manos no tienen garras, mi boca contiene solo dientes humanos y mis ojos son del color marrón común que tengo.

Miro a mi madre y le asiento haciéndole saber que estoy bien.

Ella se acerca a mi.—Cariño, déjame decirte algo que ningún adolescente cree, pero te juro que es la verdad absoluta. El amor no correspondido es una absoluta mierda, y lo se, pero te enamoras más de una vez. Y va a ser tan increíble y extraordinario como la primera vez. Y tal vez igual de doloroso. Pero te pasará otra vez, lo prometo. Hasta entonces, sé tu propia ancla.

Mis labios se aprietan, no quiero dejarla ir pero es lo que me queda para no sufrir. Hasta entonces, ella será mi ancla en secreto. Pero no mi enamoramiento no correspondido.

[NOTA DE AUTOR]

Por deossss, jaja. Me ha gustado como quedó este capitulo. 

Aun que sea solo el primero del segundo acto. Puede que haya estado aburrido pero

prometo que los próximos serán mucho más interesantes. 

Me gusta el drama, y se notará con Scott y sus sentimientos, 

además de Quelly y su enfado.

Secretito; me ha gustado MUCHÍSIMO la interacción entre Ethan y Quelly.

Tengo una duda, ¿que les parecería si hago "libro" de One Shots?

Es que lo he pensado, por qu eme gustan series, peliculas, libros y videojuegos pero no haría fanfictions por que ya tengo demasiados y algunos no sabría darles un final y una historia para crear uno de ellos. Por lo que un libro de OS sería una historia corta, no un fanfiction, y no me agarraría bloqueos.

¿Ustedes lo leerían si yo lo publico?

esa era mi duda jajsjs

Ahora si, sin más que decir les deseo una buena mañana, tarde, noche o el horario en el que se encuentren.

Les ama, Luu.

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