Eva

Mi cerebro me grita corre constantemente.

Este hombre no me trasmite confianza, desde el primer momento en que lo vi en la cafetería, la reacción de Liam cuando le dije que lo buscaba fue alarmante.

Este hombre es el peligro del que ojos azules no quiere hablar, mi corazón siente que este hombre tiene mucho más que ver en Liam de lo que admite.

—¿Qué...quiere?—logro preguntar dándole una mirada rápida a los hombres que se quedan al lado del auto.

—No debes tener miedo—me dice—Me presento—extiende su mano pero no me atrevo a estrechársela—Igor Waller.

—¿Qué es lo que quiere?—el temblor de mi voz desvía cualquier intento de firmeza que trato de mantener.

Retira su mano y me sonríe—¿Longworth no te ha hablado de mí?

—¿Qué tiene que ver Liam con usted?

—Veo que estás ausente en muchas cosas, princesita. ¿No te has preguntado por qué Liam volvió a Australia?

Bufo—¿A dónde quiere llegar usted con esto? ¿Qué tiene que ver con Liam? ¿Qué quiere de mí?

Suelta una risa y los escalofríos se me suben al cuerpo—No soy nadie para responderte ese tipo de preguntas. Pero ten—saca de su bolsillo una hoja de papel doblado en cuadrado y algo arrugada—Esta es la prueba que Liam necesita para no ahogarse en sus mentiras.

¿De qué está hablado?

Me extiende el papel—Yo no se de que...

Me corta—El apellido Longworth arruinó mi vida. No dejes que arruine la tuya.

Dicho eso, se da media vuelta y se monta en su auto junto a los otros dos hombres y se marcha, dejándome más desconcertada que cuando lo vi frente a mí.

¿Arruinarme? ¿Liam? ¿Por qué?.

Mi cabeza va a estallar, pero no puedo permitirme esto. Debo descifrar esto ahora o siento que me voy a volver loca en cualquier momento.

Saco mi teléfono y observo la hora, hace dos horas salí de la Universidad pero a penas son las 16:00 p.m.

Le escribo un mensaje rápido a Erin.

Llegaré un poco más tarde. Estaré en casa de Liam.

Su respuesta llega en segundos.

¿Sucedió algo?

Yo: Todo en orden, solo necesitamos hablar, luego te contaré.

Erin: Está bien, si se hace de noche ni se te ocurra volverte sola.

Hasta en mensajes mi hermana suena demandante.

(...)

Querido Jace:

Espero que de alguna manera esta carta llegue a tus manos.

Los días pasan y siento que el alma se me desangra en dolor. Tenerte lejos y no poder ver a mi niña me está matando y ya no más. Ya no quiero seguir en este infierno que me separa de las dos personas que más amo. Nuestra chiquita debe estar tan grande, toda una princesa. Me duele mucho mi amor, me duele perderme la maravillosa experiencia de ver crecer a nuestra hija juntos. Debes prometer que cuidarás de ella junto a su hermano, no la dejen sola por favor. Creo que ya es hora de que le cuentes a tu hijo la verdad, él ya es un hombre y puede confrontar esto, no más mentiras. Me voy con el orgullo de decirte que te amo como nunca amé a nadie, y me hubiese gustado que todo esto fuese diferente Jace, me hubiese gustado conocerte en otras circunstancias sin que Igor estuviera por el medio. Dile a nuestra pequeña que la amo, que su madre no era una mala persona. Este mundo ya no tiene que ofrecerme, encerrada durante todos estos años, sin esperanzas de encontrarme con ustedes, ¿cuál es el sentido de vivir? Abandono hoy este mundo, con tu nombre en mis labios dando mi último suspiro, no me extrañes mucho mi amor, han sido tantos años separados, la muerte no será nada. Hasta siempre amor mío, recuerda que siempre seré tuya, en esta vida y en las siguientes.

Annie.

No puedo dejar de leer esta carta suicida. ¿Por qué ese hombre me dio esto precisamente a mí?

Camino de un lado a otro en la cocina de Liam. Cuando llegué su madre dijo que no estaba, amablemente me ofreció un vaso de jugo y dijo que tenía que marcharse puesto que su guardia comienza pronto, me permitió esperar a su hijo.

Paso mis manos por mi cabello, estoy desesperada. Hay tantas cosas detrás de Liam. El tal Igor, los golpes, esta carta, su actitud de estos días, la historia de la deuda de su padre que me contó la primera noche que pasamos juntos.     

No quiero pensar que todo encaja, que todo se resume a ese hombre, porque se que hay mucho más detrás de todo esto.

Escucho la puerta abrirse, doblo nuevamente la carta y la meto en mi bolsillo. Cierra la puerta, observo como entra a la cocina y mi corazón late rápidamente. Quiero saltar encima de él, estrecharlo contra mí y besarlo, pero debemos hablar de una vez por todas de esto, no puedo esperar más.

—Hola—Se detiene al escuchar mi voz y me mira, su expresión lo dice todo—Pareces muy sorprendido de verme.

Él muerde su labio inferior y da dos pasos para acercarse—No esperaba verte aquí.

—No entiendo tu actitud, Liam. Pero dije que te daría tu espacio—bufé—De todos modos no vine a hablar de lo que pasa entre nosotros.

—¿Entonces...

—Igor Waller—sus ojos se abren en sorpresa—Te suena ese nombre ¿verdad?

—¿Cómo sabes de él, Eva?—suena demasiado tenso.

—Me encontré con el hoy. Es él quien fue a la pastelería hace un tiempo, buscándote, en ese momento te lo había dicho.

—¿Qué mierdas?—se exalta—¿Te tocó? ¿Te hizo algo?— toma mi rostro entre sus manos, me mira con tanta preocupación que me parece alarmante.

—Estoy bien—afirmo—físicamente

Se aleja un poco y frunce el ceño—¿Qué quieres decir?

—Hay muchas cosas que quisiera decir...—me interrumpe

—¿Qué te dijo ese desgraciado?

—Me dio algo—es lo que respondo, saco el pedazo de papel de mi bolsillo y se lo extiendo—Es una carta suicida, alguien llamado Annie la escribió.

—No puede ser—susurra.

—Siento que me voy a ahogar en desesperación si no me dices que pasa, Liam. Se que sabes de esto, se que de alguna forma u otra porque...—doy un suspiro—Estoy muy confundida

—Esto...—observo como lee la carta, suelta un gruñido y la estruja para arrojarla al suelo, lo observo divagar.

—Quiero ayudarte, en serio quiero que me dejes entrar a tu vida, a tu pasado.

Se queda callado, es un silencio incómodo, pero no me voy a ir. Necesito escucharlo, necesito saber.

—Jace era mi padre, Annie la madre de mi hermana y por ende hablan de Amanda y de mí en esta carta—resopla—La historia que mi padre me contó era mentira, no se enamoró de una prostituta sino de la mujer de Igor Waller. Waller la mantuvo encerrada cuando se enteró de que ella esperaba un hijo de mi padre, cuando Amanda nació se la entregó a él. Según esta carta ella no pudo más con ese infierno y se mató.

—Entonces para ese hombre trabajaba tu papá ¿verdad?—pregunto recordando la historia que me hizo aquella vez, que su padre se metió en negocios sucios y tuvo que pagar una deuda exuberante gracias a él, ahora entiendo todo.

—Si y fui un idiota al no darme cuenta antes. Pero eso no es todo—frunzo el ceño—Mi padre y mi hermana no murieron en un accidente como te había dicho, Eva—toma aire y tengo miedo de lo que me pueda decir—Igor los mató, quemó mi casa mientras estaba en la Universidad y ellos...estaban dentro.

—¡Por todos los santos!—chillo, esta historia es demasiado desconcertante—¿Qué clase de monstruo es ese?

—Y él...fue quién quemó la pastelería, solo para vengarse de mí.

Esto no puede ser verdad.

—¿Ahora lo entiendes?—me mira, sus ojos mostraban tantas emociones que no puedo descifrar—¿Entiendes por qué no puedo mirarte a la cara?

—¡No, Liam!—espeto—Ese hombre es un enfermo, un psicópata tu solo eres una víctima de las acciones de otros—trato de mantener la calma para no entrar en pánico—Debemos ir a la comisaría...hablar con el detective Dallas y denunciar a ese criminal.

—No podemos.

—¡Claro que podemos! Lo que no entiendo es por qué tú no lo habías hecho antes.

—Porque si lo denuncias no solo cae el asesino de parte de mi familia y el incendiario del local de la tuya, cae un estafador de primera talla y un hombre que lava dinero desde hace años.

—¡Con más razón!—me exalto—Debemos hacer algo, Liam.

—¡No podemos, Eva!—por primera vez me grita—Si él cae yo caigo.

—¿De qué hablas?—dudo desconcertada.

—Yo he estado implicado en sus negocios sucios, he ayudado a desbloquear códigos de cuentas bancarias para él.

—¿Cómo?—siento como una punzada de dolor aparece en mi pecho.

—Me ha amenazado por años con mi madre y no puedo permitirme perderla. Y cuando te conoció a ti y a nuestro vínculo, comenzó a amenazarme contigo...tenía mucho miedo de que te hiciera daño. Eva, entiéndeme, si algo te pasaba por mi culpa yo no podría vivir.

Mis ojos comienzan a picar. Ahora la que está sintiendo muchas emociones diferentes soy yo.

—Dime algo por favor—pide, noto algo de desesperación en su voz. Yo estoy impactada, muy aturdida con esta situación y siento que todo ha dado un giro de 360°.

—Yo...—encuentro mi voz—Tengo que irme.

—No, no te vayas así por favor.

—Necesito pensar. Necesito...—tomo aire—aclarar las ideas en mi cerebro. Perdóname pero...no puedo.

Prácticamente salgo de esa casa corriendo y me desespero en alejarme. ¿Por qué todo se tiene que complicar de esta forma? ¿Por qué estoy tan asustada? ¿Por qué tuve que enterarme de todo esto ahora cuando siento que no puedo estar lejos de él? Y sobre todo ¿por qué estoy siendo una cobarde en estos momentos y huyo?.