Capítulo33: Preocupaciones

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Una semana después.

Eva

La preocupación es algo terrible. Da ansiedad, estrés, va desde quitarte el sueño hasta consumirte vivo por dentro.

Desde hace una semana no hay rastros de Igor Waller y Liam está preocupado. Sus lindos ojos se notan cansados, se que no duerme en días y no lo culpo, él ha vivido tantas cosas por culpa de ese hombre que no es para menos su inquietud.

Yo también estoy preocupada.

Y no solo por eso. Tengo un atraso en mi menstruación, si algo es exacto en mí es mi período. Mi mente viaja a la primera noche que pasé con Liam, estábamos borrachos, emocionados, calientes y no usamos protección, desde entonces no he visto rastro de mi ciclo menstrual. 

—¿Todo está listo?—le pregunto a Erin.

Me sonríe abiertamente.

—Abrimos en diez minutos.

Camino hacia la cocina del local para encontrarme a Liam y Edward dándole los últimos toques a los pasteles.

—¿Cómo va todo?

—Ya casi está listo, hermanita—mi gemelo levanta su pulgar—Adán como siempre de gran ayuda.

Bufo—¿Cuántas veces te voy a decir que dejes de llamarlo así?

Liam se ríe terminando de colocarle las fresas al pastel de chocolate.

—Ya estoy acostumbrado—se encoje de hombros y me mira—Estás preciosa.

Me acerco y le doy un beso en la mejilla.

—Ahy por favor, dejen sus demostraciones de afecto para cuando yo esté ausente.

—Te toca aguantarnos, hermanito, muchas situaciones empalagosas les he soportado a Chloe y a ti.

Rueda sus ojos.

—Mejor ayudo a Erin con las mesas—sale lo más rápido posible de ahí.

—¿Estás cansado?—le pregunto acariciando su hombro.

—Estoy bien—me sonríe.

—Buenas Buenas.

Lachlan entra en la cocina vistiendo su habitual traje con corbata, en sus brazos traía a Peter con su uniforme azul del kinder.

—Pequeña—besa mi frente—¿Cómo está todo, Liam?—estrecha su mano.

—Todo en orden.

Peter estira su puño hacia Liam y este lo choca sonriente. ¿Ya he dicho que mi sobrino es adorable? Pues lo reitero.

—¿Y para mí no hay saludo?—pregunto mirándolo y pongo mi mejilla para que me de un besito, tomo sus mofletes y le lleno la cara de besos—Mi pequeño precioso.

—Erin dice que se vayan preparando, ya hay mucha gente fuera y los Taylor acaban de llegar.

—Iremos de inmediato—él asiente y antes de marcharse beso de nueva cuenta a mi sobrino.

—Peter es un niño precioso.

—Si—suspiro mirando por donde se fueron—Quisiera que fuera pequeño para siempre.

—Te gustan mucho los niños ¿verdad?.

—Me encantan—le sonrío y él se coloca a mi lado—Uno de mis sueños es ser madre.

Liam acaricia mi mejilla.

—No sabes cuanto me encantaría ser yo quien te lo cumpla.

Me tenso

Si supiera que lo más probable es que ya se haya cumplido.

(...)

La arena estaba caliente y aliviaba el pequeño frío que me provocaba la brisa fresca de la playa. Río al ver como Lachlan persigue a Erin por la orilla, ambos muertos de risa, son el claro ejemplo de que el amor nos hace inmaduros sea cual sea la edad que tengamos. Decidimos venir a la playa para celebrar el éxito del primer día en la nueva pastelería y está siendo relajante aunque no puedo negar que cada que miro el mar a metros de mí recuerdo cuando me caí al lago y el miedo me inundó.

—¿En qué tanto piensas?

Liam habla sentado detrás de mí y recuesto mi espalda en su pecho, me da un beso en el cuello y me atrae más hacia él

—Cuando caí al lago tuve mucho miedo—le respondo—Me di cuenta de que en realidad si tengo talasfobia y que va creciendo más y más. Estoy pensando seriamente en ir a terapia.

—Debes relajarte—comenta.

Me aparto de él de manera que lo miro.

—¿Y si no puedo ser psicóloga?—pregunto asustada—¿Y si por tener una fobia grave no puedo ejercer lo que tanto me gusta?

Él ríe—Nena, ¿no crees que estás siendo algo paranoica?

—Claro que no—niego—¿Cómo escucharé a mis pacientes si yo tengo problemas con el miedo irracional al mar?

—Escucha—pasa sus dedos por mi cabello—Faltan dos años para graduarte, es el tiempo suficiente para consultarlo con un profesional si así lo deseas. Pero no quiero que te preocupes más por eso ¿sí?

Asiento. Tal vez tenga razón y estoy siendo paranoica, últimamente estoy muy sensible. Él también está preocupado sin embargo me muestra consuelo y me da fuerzas.

¿Merezco tanto así de él?

—Si quieres empezamos ahora con la terapia—me mira y luego al mar, niego rotundamente—Vamos, voy a sujetarte fuerte, no pienso soltarte. Soy tu salvador ¿recuerdas? Siempre estoy ahí para ti.

—No es solo eso sino que...

Dicen que no es recomendable bañarse en las playas en los primeros meses del embarazo y puede que esté esperando un hijo tuyo.

Sacudo mentalmente a mis neuronas. Ni siquiera lo he comprobado y ya estoy tomando precauciones.

—¿Sino qué?—insiste.

—Quiero quedarme aquí contigo—no es que sea mentira.—Disfrutemos de este momento—recuesto de nueva cuenta mi espalda a su pecho. Observo a Edward jugar en la arena de la orilla con Peter y sonrío por lo lindos que se ven.

—Estoy preocupado—suelta y suspiro.

—Lo sé.

—No tengo un buen presentimiento ¿sabes? Debe ser que llevo un año en esta lucha constante contra mi ser de saber que me puedo esperar cualquier cosa de Waller.

Cada que habla así mi pecho se contrae.

Liam continúa.

—No me gusta dejar tanto tiempo a mi madre sola. Pero tampoco puedo estar todo el día en el hospital con ella, comenzará a interrogarme y no puedo preocuparla diciendo que voy a jugar a ser su guardaespaldas.

Acaricio con mis dedos el brazo que tiene alrededor de mi abdomen. Ahora los papeles se intercambian y me toca a mí darle fuerzas.

—Debemos mantener la calma y no tener miedo ¿de acuerdo? ¿Hace cuánto no sabemos de él? ¿Desde cuando no te llama para joderte la vida con sus amenazas?—me enojo, ese maldito psicópata está siendo un dolor de cabeza.

—Soy un cobarde. Debí enfrentarlo y no caer en sus amenazas. 

—No eres un cobarde—lo miro—Eres una persona fuerte, y sabes que todo lo has hecho por tu madre, para que no le pase nada. Además ¿enfrentarlo? ¿En serio? Terminarías muerto o en la cárcel por como te utilizó, porque es un jodido enfermo que tiene un remordimiento por tu apellido más grande que todo Australia. Así que no quiero que vuelvas a llamarte cobarde ¿entendido?

Me sonríe con tristeza

—Entendido.

—¡Eva! ¡Adán!—siento la voz de Edward llamarnos. Nos hace seña con sus manos para que nos acerquemos.

—¿Por qué aún te llama así?—pregunto con fastidio.

—No dejará de hacerlo—informa y se levanta ofreciéndome su mano para que lo imite—Aunque de cierta forma somos Adán y Eva ¿no lo crees?

—¿Pecamos?—dudo.

—Como todo el mundo.

—Una vez me dijiste que mi nombre era pecaminoso—me río ante el recuerdo—Me dejaste anonadada.

—Tu cara me lo dijo todo—vuelve a reír—Pero para mí si lo es. Me gustas como estoy seguro que Adán gustaba de Eva en el paraíso.

—¡¿Cuándo piensan venir?!—Edward vuelve a gritar, ahora Peter estaba en sus brazos agarrando sus mofletes, creo que mi sobrino pasa mucho tiempo conmigo.

—Estoy segura que en el jardín de Edén no había un Edward Williams—Liam me sonríe y besa mi frente. 
  
Pues en este momento me estoy sintiendo en el Paraíso y no quiero que nada ni nadie lo arruine.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro