Parte 2

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Seokjin a veces no entendía cómo la línea maknae tenía ideas tan extrañas y no del todo saludables, es decir, cambiar la cena por helado, ni siquiera disfrutando en un establecimiento cerrado y templado, sino en un parque en pleno anochecer de invierno, no sonaba lógico para él, cuyas manos se entumecían. Suspiró mirando su helado de fresas, hundiendo la pequeña cuchara para probarlo, soltando un quejido bajito ante la sensación fría en su paladar. Namjoon lo miró de inmediato y respondió con un gesto de negación, dándole a entender que no era nada de importancia.

De a poco se adaptaba al viento fresco y la humedad. Apenas veía gente de paso, algunos con sus perros, otros trotando, pero nadie que se centrara en ellos. Empezaba a entender por qué eligieron el parque, las personas con sentido común tomarían la sabia elección de refugiarse en casa en lugar de congelarse al aire libre. Al menos les daba algo de libertad y la oportunidad de poder estar en un espacio abierto sin mayores preocupaciones.

Aún así Jin no estaba tranquilo, le preocupaba que alguno fuera a resfriarse.

Escuchar a sus compañeros reír fue disipando la preocupación. Se dejó caer sobre un columpio, meciéndose con suavidad. De lejos miraba como Yoongi escapaba de Jimin.

—Vamos, hyung, solo un poco —rogaba con un puchero en los labios.

—No, debiste pedir uno de estos. —Alzó su vaso de café.

Debió imitar a Yoongi y pedirse un café caliente. Su helado le estaba adormeciendo la lengua y no le ayudaba a combatir el frío.

—Te daré del mío. —Intentaba negociar acercándole una cucharada a la boca.

—No me interesa.

—Hyung, sé bueno conmigo, tengo frío —se quejó tirando de una de las mangas del rapero.

—Aprende de tus malas elecciones, Jimin-ah.

Seokjin sonrió, empatizando con la mala elección. Cambió de dirección cuando las alarmas del sentido común empezaron a disparar señales. Taehyung estaba sobre la espalda de Hoseok y el maknae encima de Namjoon, competían en una especie de carrera, en la que el líder perdió, no sin antes tirar el helado, la mitad sobre el pantalón.

Presentía que pasaría algo así, Namjoon siempre superaba sus niveles de torpeza. Le causaba cierta ternura, le gustaba eso del menor, le hacía sonreír la mayor parte del tiempo —o reír, a veces hasta casi sentir que se ahogaba—.

Escuchó a Jungkook reclamar por otra ronda. Su competitividad le hacía imposible aceptar una derrota, menos si Taehyung celebraba, alzando los brazos mientras Hoseok afirmaba sus piernas.

—Yoongi hyung, compitamos nosotros también, puedes subir a mi espalda.

—Olvídalo.

El menor respondió con un puchero y Yoongi le tendió el resto del café.

—Tómatelo.

—¿En serio? ¿Puedo?

—Si quieres puedes mirarlo y luego tirarlo, es cosa tuya. —Se encogió de hombros, quitándole importancia al gesto.

Jimin con una amplia sonrisa pasó su brazo alrededor, atrayéndolo. Suga, entre quejidos, le dejó. Un abrazo cálido siempre era bienvenido.

Seokjin se preguntaba si ya había tomado otro rumbo esa relación o aún estaban en proceso de aceptación de sentimientos. Estaba seguro que entre ellos había algo.

Brincó del columpio con el corazón agitado al escuchar unos grititos y risas fuertes. Hoseok estaba en el suelo con Taehyung encima.

—¡Tienen que ser más cuidadosos! —Miró a los cuatro con el ceño fruncido. Lo último que necesitaba era saber que alguno se lesionó.

—Siguen vivos, hyung. —Jungkook abrazó al mayor y aprovechó de quitarle un poco del helado a medio derretir.

—Todo está okey —confirmó Hobi, abrazando a Taehyung por la cintura, quien seguía riendo—. No estamos heridos.

Estos chicos le iban a provocar un infarto algún día, Seokjin estaba cada vez más convencido de esa posibilidad a futuro. Namjoon le acarició con suavidad el dorso de la mano y quiso sujetarla porque se sentía tibia y confortante. No alcanzó, cuando estaba por extender los dedos, el líder se acercó a Taehyung y Hoseok para ayudarles a levantarse de la tierra húmeda.

Terminaron la jornada sobre una plataforma giratoria. Taehyung y Jungkook empujaban con los pies para moverlo sin mayor fuerza después que Jin se quejara.

El viento soplaba frío y Seokjin temblaba deseando que Namjoon le estuviera abrazando. Debería exigirlo, lo tenía al lado y no brindaba el calor suficiente como lo haría si anulaban la distancia.

—Hyung, ¿tienes frío? —Preguntó Jimin con voz suave y preocupada.

—Quizá deberías subir el cierre de tu cortaviento —sugirió Yoongi como si fuera la cosa más obvia del mundo.

Otra mala de decisión de Jin, no salir con una prenda más gruesa.

—Se echó a perder el cierre, debí traer otra —respondió aún distraído, pensando en los brazos de Namjoon y la forma en que deberían estar envolviéndolo.

—¿Cómo se echó a perder? Es bastante nuevo —comentó Taehyung acercando su mano al carril, intentando cerrarla para su hyung sin resultados.

—Namjoon lo rompió al bajarlo.

El aludido se sobresaltó nervioso. Una sonrisa se formó en el rostro serio de Suga mientras los otros miembros se miraban entre ellos sin entender bien. Es decir, Namjoon rompía cosas todo el tiempo, no había novedad en ello.

—Así que Namjoon, ¿eh?

Los chicos reían y le llamaban "dios de la destrucción", "señor torpe", pero Jin recién caía en cuenta que acababa de derramar gasolina al hablar sin filtro y el brillo de maldad en los ojos del maknae serían el cerillo.

—¿Por qué Namjoon hyung te estaba quitando la ropa? —Preguntó con toda la aparente inocencia que era capaz de fingir y carita de niño bueno incluido en el pack.

El líder se atoró con su saliva y el resto de los chicos, apenas sus mentes conectaron las señales, se largaron a reír con más fuerzas. Seokjin sentía la cara arder. Ya no se podía quejar del frío.

—¡No! —Protestó Jin—. No es como piensas.

—¿Cómo pienso? Solo creí que te estaba ayudando. —El menor los miró con una sonrisa extendiéndose.

Malvado maknae. La risa aguda de Yoongi sobresalía entre las otras. Las caras de Namjoon y Seokjin eran un poema.

—¿Alguna otra prenda que haya sido víctima del Dios de la destrucción? —Preguntó Hoseok con curiosidad.

—No —se defendió el rapero. "Al menos, no intencional", le faltó agregar.

El mayor del grupo jamás admitiría que la falta de delicadeza de Namjoon le había costado un par de botones de algunas de sus camisas favoritas.

—La otra vez vi a Seokjin hyung cosiendo los botones de una de sus camisas —Taehyung lo expuso—. ¿Fue Namjoon hyung?

Las risas seguían y Jin miraba suplicante a Namjoon en una llamada de ayuda muda.

—¿Acaso ninguno de ustedes ha soltado los botones de alguna camisa sin querer? —Se quejó avergonzado aún, pero sin negar la acusación.

Esa no era la ayuda que Seokjin esperaba.

—No estás negando que le quitaste la camisa. —Hoseok se sumó a la fiesta, disfrutando de las caras rojas de sus amigos.

—Quizá si Jin hyung usara prendas más fáciles de quitar...—Namjoon ya no veía sentido en seguir ocultando algo que se sabía.

La boca del mayor del grupo se abrió ante la respuesta, pensando qué decir. Incluso a Yoongi le sorprendió la manera directa de afrontar despreocupadamente que salía con Jin, que se acostaban de vez en cuando y ni en esos momentos Namjoon se salvaba de romper algo.

—¡Namjoon! —Protestó con cara de indignación—. ¡No me culpes por tu torpeza y me debes más de una camisa!

—¿Están saliendo? ¿Desde cuándo? —Preguntó Taehyung entusiasmado.

—Ellos dos parecieran que salen desde que el grupo se formó —acotó Yoongi.

—Tres meses, hoy cumplimos tres meses —respondió el líder tomando la mano de Seokjin, quien seguía con las mejillas rojas—. Teníamos que decirlo en algún momento.

Asintió resignado, imaginaba que el día que se lo dijeran a los miembros del grupo no sería porque el malvado maknae terminaría por sacar la información. Seokjin imaginaba cocinando una cena para todos, preparándose antes de soltar la noticia por si no se lo tomaban de la mejor manera. Estaba equivocado, escuchaba aplausos, Hoseok mencionaba algo respecto a celebrar la unión y Jimin los miraba con los ojos brillantes y mejillas rosadas.

Sintió que Namjoon tiraba de su mano, acercándolo para robarle un beso corto.

—Solo procuren no ser ruidosos si quieren celebrar, no se olviden que las paredes son delgadas —recordó Suga, omitiendo mencionar que un día tuvo la mala fortuna de escucharles llevar su afecto a otro plano. No quería luchar de nuevo para no armarse la escena en la cabeza.

—Si celebramos no será en el apartamento —afirmó Namjoon, recibiendo un codazo de su pareja—. Así es más fácil, no tendremos que poner excusas para...

—Suficiente información —Seokjin lo cortó y buscó sus brazos para envolverse en ellos.

—¿Y cuándo Yoongi hyung nos dirá que sale con Jimin? —Preguntó Jungkook, sonriendo, le encantaba prender hogueras. Además, así le daba un poco de paz al corazón agitado de Seokjin.

—No estamos saliendo.

La expresión de tristeza de Jimin era transparente. El mayor de la línea maknae era sensible y todos lo sabían, por más que tratara de sonreír a cada momento, bastaba con mirarlo a los ojos para leer sus emociones.

—Eso es porque tú no has querido —soltó Jin en modo sobreprotector. No se salvaría por provocar esa expresión en el rostro de Jiminnie.

—Y yo que pensaba que ellos ya estaban juntos —comentó el maknae, divertidísimo con las situaciones que acababa de crear.

—También lo pensaba, solo estaba esperando que lo confirmaran. —Se unió Namjoon—. Supongo que aún no es tiempo.

—No es tiempo porque creo que a Yoongi le avergüenza declarársele a Jimin —comentó Taehyung simpatizando con su amigo.

Hoseok quiso sumarse también, pero la mirada fija de Yoongi le hizo cerrar la boca.

—Dejen de hablar como si no estuviéramos presentes.

—Eso no es un impedimento.

—¿Acaso no tienen sus propios temas que resolver? —Yoongi intentaba quitarse la atención de encima.

—Seguramente Jimin te diría que sí. —Finalmente Hobi ya no se resistió.

—Solo tienes que proponérselo —Seokjin le animó y de paso se cobraba la incomodidad que le hizo pasar minutos atrás el mayor de la rap line.

—¡Es fácil decirlo, a ti Namjoon se te declaró! —Se quejó con el calor quemándole la cara.

—¿Y...?

—Además, ¿por qué tengo que ser yo quien lo proponga? —Soltó sin pensar en consecuencias y en como las miradas de sorpresa se vinieron encima.

Sorpresa que aumentó cuando la fina voz de Jimin se abrió entre el silencio incómodo.

—¿Saldrías conmigo, hyung?

 
 
   
  
  
  
  
  
  
 
 
***
Gracias por leer esta segunda parte, dejo abierto un Yoonmin a la imaginación <3

Los comentarios son bienvenidos~

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