Capítulo 28:

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Estoy ansiosa por saber lo que está pasando con James. El médico aún lo está atendiendo, me preocupa el hecho de que no recuerde el accidente. Eso complica más las cosas, por que entonces si no lo recuerda hay probabilidad de que tampoco recuerde que yo tenía un amante.

Vamos Kylie, no saques conclusiones sin saber.

—¡Ya despertó mi hijo!—gritó feliz Sonia tan pronto llegó a mí.—¿Dónde esta? Quiero verlo.—me pide feliz.

—Está con el médico. Sé que usted no venía hasta mañana, pero sabía que vendría tan pronto él despertara.—digo y ella me abraza.

—Gracias, eres una gran mujer.—sus palabras en vez de halagarme me hacen sentir peor. Ella piensa que soy una mujer ejemplar.

—Familiares del señor Anderson.—dice el médico mientras observa unos papeles.

—¿Cómo está James?—pregunto y él nos analiza.

—Lamentó decirle que su esposo perdió tres años de su vida. Su mente piensa que estamos en el 2017.—dice el médico. Siento como si me hubieran lanzado un balde de agua fría.

—¿Cómo entonces no recuerda a su esposa?—pregunta mi suegra.

—Bueno según él, si está casado pero piensa que apenas hace unos meses ustedes se casaron.—nos explica, por qué todo tiene que ser tan complicado.—Mi consejo es que le expliquen lo que está pasando. Pero les recomiendo que no lo fuercen a recordar cosas dolorosas eso puede empeorar su estado psicológico.

—¿Entonces?—digo y él suspira.

—Él necesitará el apoyo de su familia. También deberá recibir ayuda de un psicólogo para poder recordar poco a poco.

—Entonces hay esperanza de que recuerde.—habla mi suegra.

—Así es, puede recordar en días, meses e incluso años o simplemente puede no recordar nunca. Recuerden que en el accidente recibió un fuerte impacto en la cabeza.—concluye.

—Está bien, gracias doctor.—digo y el asiente.

—Pueden pasar a verlo. Más tarde le realizaremos un examen de cabeza para ver que todo esté en orden. Eso sería todo, debo encargarme de otros pacientes.—el médico se despide antes de irse.

—Kylie, mi hijo te necesita más que nunca. Prométeme que vas apoyarlo en todo.—me pide mientras me toma de las manos.

Esto significa que James no recuerda nada y ahora vuelvo a estar como antes del accidente. Ahora tendré que guardar de nuevo este pecado al menos hasta que él lo recuerde todo.

—Lo prometo, no voy a dejarlo solo.—siento un nudo en mi pecho. Un nudo que cada vez se hace más grande.—Vamos.—ambas vamos a la habitación y James nos sonríe.

—Hola cariño.—me saluda e intento sonreír.

—Hijo por fin despertaste, no sabías la angustia que sentía de verte aquí en esta camilla.—su madre se lanzó a abrazarlo.

—El médico dijo que tenían que hablar conmigo de algo importante. No recuerdo como llegué aquí y eso me tiene volviéndome loco.—confiesa tocando su cabeza.

—El doctor nos dijo que era muy importante que no te forzáramos a recordar, así que sólo te diré lo que necesitas saber.—digo intentando seguir la recomendación que me dio su médico.—Llevamos tres años de matrimonio y estamos en el año 2020.—sus ojos se abren de par en par.

—Tranquilo hijo no te alteres.—su madre toma su mano.

—Tuviste un accidente automovilístico y yo...

—¿Tú que?—pregunta aturdido.

—Ella está embarazada de ti.—su madre termina lo que no me salía decirle. De nuevo tener que fingir y hacer como si nada hubiera pasado.

—Voy a ser papá.—dice incrédulo, pero aún así sonríe.—¿Cómo es que no recuerdo nada?—gruñe ansioso.

—A ver hijo, no puedes alterarte. Ya sabes lo necesario, lo demás vendrá después. Ahora lo importante es que estés bien.—le pide ella dando un beso en su cabeza.—Kylie, por qué estás tan lejos, ven acércate.—dice y me acerco.

James toma mi mano y da un beso en ella. Necesito salir de aquí, necesito sentir el aire fresco, quiero salir corriendo y perderme para siempre.

Necesito a Damián.

—Kylie...

—¿Qué?—digo aturdida. Siento que me ahogo en este lugar.

—Hija les estoy hablando.—se queja mi suegra.

—Lo siento, son muchas cosas juntas y me siento abrumada.—admito tensa por la situación.

—Bueno le decía a mi hijo que lo mejor sería que ambos se fueran de aquí por un tiempo. Así él se recupera en paz lejos de la prensa y tú tienes a mi nieto lejos de todo este caos. ¿Que opinan?—dice ella preocupada.

—No puedo dejar la empresa.—asevera James.

—Puedes dejarla en manos de John Clayton tu padre confiaba en él. John te mantendrá al tanto de todo. Además solo sería por un tiempo, ustedes deben descansar de todo esto.—James me observa.

—Si tú estás de acuerdo, no voy a oponerme.—confieso. Sería una manera de alejarme de todo este lío con la prensa y con Damián.

Es como una vía de escape de esta realidad, para poder tener mi hijo en paz.

—Ya vez hijo, Kylie está de acuerdo.—apoya mi suegra.—Cuando te den el alta, la prensa no dejará de acosarlos a ambos. Pueden irse juntos como la familia que son.—concluye.

—Está bien, solo por un tiempo no será para siempre. Es mientras yo me recupero del todo.





Días después...

El chofer termina de guardar las maletas en el auto mientras mi hermana ayuda a James a caminar. A pesar de que está mucho mejor todavía está convaleciente.

—Hija te voy a extrañar.—dice mi madre.—Yo quería estar presente cuando mi nieto naciera, es una lástima que tengan que irse, pero es lo mejor.—mi madre me abraza con fuerza y me aferro a ella.

—Hermana espero que cuides muy bien de mi futuro sobrino.—bromea mi hermana.

—¿Todavía sigues enojada conmigo?—le pregunto. Desde esa vez que discutimos en el hospital a estado muy extraña conmigo.

—No estoy enojada contigo, solo me preocupe por ti por que te quiero. Así que ya deja de pensar en cosas tristes y enfócate en tu familia.—sonrío por sus palabras. La verdad es que siempre hemos sido muy unidas.

—Cuídense mucho.—dice mi suegra. Me da un abrazo y una linda sonrisa.

—Vamos Kylie, el avión privado nos espera.—me recuerda James y asiento.

Él se despide de las tres antes de tomar mi mano para que lo ayude a subir al auto. Observó por última vez a mi mamá y hermana para entrar al auto.

Siento como si dejara un pedazo de mí aquí. Como si dejara la mitad de mi corazón en esta ciudad. Desde esa última vez en elevador no he vuelto a ver a Damián.

Lo qué significa que renuncio a mí de la misma manera que yo renuncie a él. Damián nunca fue para mí, ahora solo será un hermoso recuerdo. Por que sí, prohibido o imposible no me arrepiento de haberlo amado.

El chofer arranca directo al aeropuerto de camino a mi nueva realidad.





Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro