Aunque a penas llevaba la mitad de su carrera universitaria y no tenía suficiente dinero reunido para auto-sustentarse completamente, el espíritu de independencia que tuvo desde siempre estaba martillando su mente una y otra vez para que desprendiera del ceno de su familia. A decir verdad, de lo único que se tenía que preocupar era del hospedaje, la comida y ciertas pequeñeces.

Toda su vida siempre fue un alumno sobresaliente, su conducta era impecable en cualquier establecimiento educativo en que estuvo y su pared estaba llena de medallas académicas. Sus padres siempre mostraban lo orgulloso que estaban de él, además que era su único hijo. Sin embargo, no le gustaba que su padres lo asfixiaran de atención y lo sobre-protegieran.

Sus rutinas se basaban en: de la casa al colegio, y ahora era lo mismo sólo que con la universidad. Nunca tuvo amigos cercanos que no fueran los libros, y los compañeros que se acercaban a él, sólo era a pedir alguna tarea o que los ayudara a estudiar para algún examen próximo. Con el tiempo aprendió a ser un poco asocial, pero no porque lo quisiera, simplemente su aura gritaba aquello.

El pensamiento de querer independizarse había estado en su cabeza desde que cursó último año de preparatoria. Se imaginaba tener una vida más sociable en la universidad, alguien con quién compartir sus ideas, estudiar juntos, salir a divertirse como nunca lo hizo, y quizá enamorarse.

Pero nada era así.

Su padre lo llevaba en la mañana y en la tarde lo recogía su madre, a veces viceversa y cuando ninguno podía, tenía que irse en tren, algo que le gustaba mucho, pero que le desesperaba por las interminables llamadas y mensajes de sus padres a cada instante hasta que estuviera completo de pies a cabeza dentro de la casa. No era lo que se imaginaba.

Seguramente sus padres se opondrían a la idea de que su pequeño se fuera a vivir solo en un mundo lleno de peligros, con personas de pensamientos retorcidos que dañen su integridad y su forma tan pura de ver las cosas, cuando no era así. Ya no era un niño y ellos debían de empezar a entenderlo.

Llevaba reuniendo dinero desde ya un año y medio, además que estaba cotizando lugares en donde podría quedarse, cómo le saldría su comida, y cuánto gastaría en otras cosas imprevistas. Sus cálculos estaban perfectos, incluso consiguió un trabajo de medio tiempo coordinando sus horarios con las clases de la universidad, porque si quería mantener su beca no podía descuidar sus estudios ni un segundo. Además, se vió en la posibilidad de hacer un nuevo amigo.

Por el momento no tenía dinero suficiente para vivir en algún apartamento y solventar los gastos, así que consiguió un lugar dentro de las habitaciones de su campus. Claro que no sabía cómo sería su compañero, mucho menos si le agradaría o no, pero daría su mejor esfuerzo para al menos no tener problemas con él hasta que pueda rentar un apartamento sólo para él.

Estaba muy emocionado, aunque aún faltaba lo más difícil.

- No.

-Pero papá - arrugó sus cejas en súplica. Miró a su madre pidiendo ayuda, pero esta se quedó un momento en silencio analizando la situación.

Se sentó con tranquilidad a explicarles a detalle los planes que tenía, al principio sus padres lo tomaron como una broma, pero cuando vieron la expresión de seriedad y espera de aprobación en el rostro de su hijo, sus semblantes cambiaron.

- Mew... creo que podría..

- Davika, dije no y es no- seguía escéptico en su decisión.

-Hagamos algo- trató de persuadir-
al finalizar de cada periodo les mostraré mis calificaciones, si están bajando entonces regresaré, pero si mantengo mi promedio continuaré con mis planes.

-¿Crees que no te conozco, Build?- no era una propuesta justa - Eres el mejor de tu promoción y no porque pases pegado a los libros como muchos piensan, tienes un coeficiente muy bueno y captas las cosas muy rápido. Los tres sabemos que aunque no estudies, con que leas un momento ya sabrás cómo hacer lo que sea - Build desvió su mirada, sabiendo que aquello era cierto y no tenía formas de refutar.

-Mew.. ¿eso no es suficiente?-Davika trató de ayudar a su hijo. Es verdad que lo quería cerca y no quería que se alejara de ellos, mucho menos que esté fuera de su campo de visión diario, pero Build había crecido y necesitaba distraerse en otras cosas que no fueran sus estudios. Hasta el momento le había conocido a un amigo y peor una pareja. Conocía a su hijo y no se descuidaría de su beca, así que sólo quería ver feliz a su pequeño.

- Papá por favor... en serio no haré nada malo, me cuidaré y les avisaré cuando salga algún lugar, cuando salga a clases y cuando regrese- insistió una vez más con un tono más suplicante.

Su padre se quedó unos minutos en silencio acrecentando la tensión en su cuerpo. No sabía que más ofrecer para que este cediera y le concediera el permiso que tanto anhelaba.

Soltó un suspiro rendido - Bien - el semblante de Build se iluminó- pero tengo dos condiciones. La primera es que cumplas lo acabaste de decir, informarnos lo que que hagas, y la segunda es que nos visites cada fin de semana mientras estés libre - el castaño asintió con una sonrisa y abrazó a ambos, agradeciendo más veces de las que podía.

Corrió hacia su habitación a terminar de ordenar sus cosas y a confirmar su hospedaje. El semestre iniciaría la semana entrante, y junto con este, su vida daría una gran giro.

¡¡Nuuuuuueva adaptación!!

Ya quería traerles está historia por qué a mí me gustó mucho. Tenia un pequeño debate entre hacer esta adaptación GeminiFourth o BibleBuild pero bueee, ya saben cuál ganó 🤌🏻🍇

Espero les guste.♡