Capítulo 21

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El abrazo perduró unos minutos, que a Nayeon le parecieron infinitos.

―L-Lo siento... ―Chaeyoung respiró profundo, recobrando la compostura apenada.

―No importa, ―La omega mayor caminó hacia la cocina y trajo con ella un vaso de agua. ―Toma, cálmate y primero dime que te tiene así.

Sujetó el vaso de agua, asintiendo, Chaeyoung no era una persona de tener muchos vínculos sociales, podía decirse que la omega no tenía ninguna persona en la cual depositar su confianza. El tiempo le hizo formar una pequeña amistad con Momo, pero ambas tenían muy en claro que no sentían nada romántico la una por la otra.

―Entiendo que no somos amigas ni nada como para molestarte con mis problemas, pero en verdad ya no sé qué hacer. ―Son suspiró, ―Momo fue solo una amiga, y una coartada, mi única amante fue Somi.

La castaña cada vez entendía menos, ahora un nuevo nombre retumbaba en sus oídos.

― ¿Cómo es que Momo terminó en esto contigo? ―la miró, pero no lasciva, ni agresiva ni nada similar.

La mirada de Nayeon transmitía paz y comprensión.

―Si quería estar con Somi debía dejar a Mina, pero no podía manchar la reputación de mi alfa, por eso...Ella quería que consiguiera a un impostor, alguien que se hiciera pasar por mi amante. ―Secó algunas lágrimas con la servilleta que Nayeon le brindó minutos antes.

― ¿Por qué la eligieron a ella? ―Frente a esa pregunta la rubia le miró, haciéndole notar que algo no encajaba.

―No fue así, en realidad, se transformó en una red de vínculos que escapó de mi control. ―Los sollozos acompañaron su respuesta.

Nayeon suspiró, juntando evidencia en su mente, sintiendo dolor de cabeza al intentar descifrar quién más estaba metida en ello.

―Hirai Haneul, ¿Ella tiene algo que ver? ―indagó, confiando en su instinto.

―Ella vino a mí, es decir, conocía a Somi por algunos negocios en común, ―Hizo una pausa, limpió su rostro con otro pañuelo y continuó. ―Dijo que sería mi falsa amante, si a cambio yo le daba un bebé a su hermana.

Eso solo quería decir que Momo mintió en la mayor parte de su disculpa. Lo del bebé era cierto, entonces ¿Qué más faltaba?

―Así que me mintió. ―sus mejillas se humedeciendo por lágrimas dolorosas. ― ¿Qué hay de la marca? De esa mujer a la que marcó, no comprendo.

Ambas omegas se creían al borde de enloquecer. Chaeyoung tomó las manos de Nayeon, en un intento de hacerla calmar.

―Mira, no sé qué pasó por su mente, solo me dijo que comenzó a sentirse presionada por su familia con lo del cachorro... Nosotras nos conocimos en un parque, ―comenzó el relato.

Flashback•

Chaeyoung lloraba desolada, ella no era una zorra ni mucho menos, Somi le hizo sentir como la peor de las omegas al proponerle semejante plan, pero, ella estaba tan enferma de amor que haría lo que fuera por retomar lo que ella creía era su destino.

Sollozó por largo rato, sentada en una banca bajo un árbol. Cuando las lágrimas de su rostro se secaron, otro cuerpo ocupó el espacio vacío en la banca. Una mujer de abrigo marrón, boina negra y cabello oscuro.

Ella también lloraba, parece que algo o alguien le había roto el corazón.

― ¿Qué te sucedió a ti? ¿Por qué lloras? ―preguntó, brindando su más sincero interés.

―Engañé a mi omega, n-no porque quisiera, estaba borracha, me acosté con una mujer y peor, la marqué, ¿Qué haré ahora? Ella me dejará en cuanto lo sepa, o peor, podría morir, porque nuestro lazo ya no existe.

―Debo darle un cachorro a otra persona si quiero que mi alfa me elija a mí.

Chaeyoung le compartió su preocupación, la escuchó y trató hacerle ver que todo estaría bien, días después Haneul le presentó a su hermana, la misma alfa del parque.

•Fin Flashback•

Las confesiones son duras, tanto que pueden lastimarnos a niveles insospechados, porque así es la verdad, más dolorosa que una enfermedad y dura mucho más que una tortura física. Es una agonía mental con la que no todos pueden convivir, son pocos los que sienten el alivio al final del túnel.

Chaeyoung no deseaba destruir un matrimonio, creyó que solo les daría un bebé. A ella le contaron que Im no podía concebir, que solo debía darles un cachorro y nada más.

―Haneul comenzó a utilizar a Somi en mi contra, tenía todas las cartas en su mano, si yo no destruía tu matrimonio ella destruiría mi sueño, ―habló entre lágrimas. ―Dime... ¿Tu buscaste al detective? Ese que nos siguió.

La pregunta tomó a Nayeon desprevenida, poco recordaba de ese hombre. Lo buscó en una página de detectives privados y tomó contacto con él para iniciar la búsqueda de respuestas.

―Si, en una página de internet, ¿A qué viene eso? ―la confusión solo crecía.

―Nada, creí que tal vez Haneul tenía algo que ver. Momo descubrió al detective y ahí fue cuando decidió hacer más real la farsa de la amante, eras el vehículo perfecto para llegar a Mina.

Esto era el colmo, ahora además era un vehículo. Todo este tiempo la usaron, ¿Por cuántas otras personas fue usada y no lo sabía? Quería pensar que tal vez Momo no tenía toda la culpa, pero el dolor le impedía verlo de otra forma.

― ¿Y tus marcas? De quienes son, seguro dirás que también tiene algo que ver. ―murmuró agotada.

―Sí, la segunda marca es de Somi, hace tiempo consultamos a un especialista en lazos, él dijo que si Momo me hacía una marca temporal podía disminuir significativamente los efectos del rompimiento, luego debía volver a marcarte para que estuvieras a salvo. ―La conversación resultaba sorprendente, y aún quedaban algunas cosas que decir.

― ¿Por qué es tan importante saber el rango de esa mujer? Respóndeme eso y no volveré a hacerte preguntas. ―Este era el desenlace definitivo de su encuentro.

―Si ella es alfa quiere decir que no hay peligro, si es beta no morirá cuando Momo te marque, pero si es omega y aun peor, no hay un alfa cerca de ella cualquiera de las dos podría morir. ―respiró profundo antes de concretar su explicación. ―Piénsalo así, si nadie puede ayudarla y Momo consigue marcarte la matará, si Mina es quien te marca a Momo de igual modo no le importará esa mujer, podría marcar a cualquier omega y matarla de todos modos.

Su vida no era la única en riesgo, Nayeon no deseaba que alguien muriera por su culpa, si bien no la conocía, no estaba dispuesta a cargar con una muerte que pudo evitar.

―Hay que encontrarla y saber su rango, este problema ya es demasiado grande, no quiero que arrastre a más gente. ―suspiró.

La hora de retirarse llegó. La omega acompañó a su par hasta la puerta, ambas se miraron, livianas, dolidas, sin guardar rencores.

―Gracias Nay, en verdad eres una buena persona. ―dijo la menor apretando su mano.

―No es nada, el bien es más sano que el mal, sé que no ganaré nada actuando por enojos. Espero que tu vida se estabilice también.

La chica asintió, cuando se dispuso a cruzar la puerta fue detenida por Nayeon, quien tomó su brazo e hizo que la viera a los ojos.

―No tenemos ningún vínculo, pero te daré un consejo de hermana mayor. ―murmuró soltándole el brazo. ― Chaeyoung, no te aferres a quien solo te hará daño, tienes la oportunidad de formar una vida nueva, donde quieras, cuando quieras, si esa alfa no da nada por ti entonces no lo vale, ¿Qué has obtenido de ella hasta ahora? ―le miró con reproche, sabiendo que tenía razón. ―Esperar que otros se muevan por ti es mala idea; haz algo por y para ti. Por nadie más.

Son solo pudo volver a asentir y agradecer el regaño. Unos minutos después de irse Nayeon cerró la puerta, buscó el móvil con la idea de enviarle un mensaje a Mina para que cruzara a su hogar, cuando la puerta sonó.

La omega miró sobre su hombro, pensando que tal vez la rubia olvidó algo, ningún objeto le sonaba ajeno, avanzó hacia la puerta, su segunda suposición era que Mina vino antes de ver el mensaje que acababa de enviarle.

Todo quedó descartado cuando la imagen de Momo apareció frente a sus ojos. Tragó saliva y retrocedió un paso. Shockeada.

―Mentir se te está haciendo un mal hábito Nayeon, ¿no pensabas decirme que ya tenías todo planeado para deshacerte de mí?

La alfa caminó hacia adelante. Sin esperar que Nayeon dijera alguna palabra. Cerró la puerta detrás de las dos, Nayeon retrocedía, mareada por la fuerza de su aroma, y Momo avanzaba, calmada, sin quitarle la mirada de encima.

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