Mientras tanto... (Narra Mith)

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En el mundo de oscuridad...

Miraba con mis pupilas vacías a esos dos hombres ya ancianos que habían delante de mi, tratándose de mis padres.
Empty, dios de la muerte y Cratiness, dios de la locura.

Ambos me miraban con un rostro sombrío y terrorífico, como si se tratarán de dos cazadores mirando con desprecio y arrogancia a su presa antes de arrebatarle la poca libertad que le queda, esa ilusion que mantiene a la presa en pie todavía.

—¿Acaso dejastes entrar a alguien
Mith?—Dijo Cratiness mirando hacia la grieta donde empujé a Luna para que saliera sin ser vista por ellos dos.

—N-No padre.—Dije temblando un poco al escuchar su voz que era profunda pero escalofriante.

Ambos me miraron después de decir eso, como si estuvieran escaneandome con rayos X por todo mi cuerpo, hasta que Emty se acercó a mi y me susurró algo al oído que podía dejarme perfectamente sin aliento.

—Si abres la boca sobre todo esto, estás muerta, ¿Entiendes?—Dijo Empty y mis ojos se abrieron al escuchar las palabras de esa voz tan intimidante y también escalofriante, aunque era de esperarse del Dios de la muerte.

—Madre mia Emty, que malote amenazando así a tu hija—Dijo una voz de una mujer que reconocí al instante aunque no sabía cómo había entrado ahí ni como había escuchado todo.

Mis padres se sorprendieron al escuchar una voz que parecía provenir de un lugar lejano por el eco de la voz y el sonido de unos pasos acercandose, a pesar de que no se puede ver a nadie. Ambos comenzaron a andar hacia donde provenía esa voz que no podía evitar reconocer, era nostalgica, la había extrañado mucho, y quería estar junto a ella siempre. Arrugé el vestido gris roto que tenía puesto justo en la parte en la que estaba mi pecho mientras cerraba levemente los ojos, dejándome endulzar y tranquilizar por el sonido de esa voz, una voz firme, dulce, comprensiva, protectora... Sin duda, era ella. Mi mujer. El único motivo que tengo de luchar.

De repente, mientras esos dos hombres estaban por delante dejándome a mi atras, una mano me agarra del brazo haciendo que retroceda aún más asustandome.

—Tranquila amor, no muerdo.—Dijo la voz que escuché como si me lo susurrase al oído, instintivamente me giré y vi después de muchisimo tiempo el rostro de esa mujer con la que siempre quería volver, ser libre con ella.

—¡Arech!—Dije siendo lo único que pudo salir de mi boca, alzando un poco la voz sin darme cuenta.

La mujer que era una sombra igualita a nuestra hija me colocó dos dedos en mis labios para que guardara silencio.

—Shhh, nos van a escuhar.—Dijo ella entre susurros.

—Pero... ¿Que haces aquí?—Le pregunté también entre susurros sin entender aún lo que estaba pasando, si eso era real o no.

—¿Pues no está claro? Voy a sacarte de este vacío.—Dijo ella aún sosteniendome el brazo y llevandome cada vez más lejos. —Tus padres estarán muy ocupados peleándose con varias sombras como para darse cuenta de que has desaparecido del vacío que puedes llamar perfectamente una cárcel.—Dijo ella soltando un suspiro al final de la frase, llevandome así hasta la entrada del vacío.

Y con eso, ambas salimos de ese lugar, siendo ahora si, libre.

—Menos mal que estas bien cariño—Dijo Arech dándome un abrazo al salir del vacío y volver al Reino de la oscuridad.

—Aguantaría esto y muchisimo más para poder estar contigo al final
Arech—Dije con una pequeña sonrisa en los labios mientras que la abrazaba muy fuerte. —Por cierto, ¿Que tal a estado nuestra hija?—Pregunté curiosa y poco informada sobre eso, hacia mucho tiempo que no veía a nadie, solo a Luna, por esa conexión tan especial que tiene conmigo.

—Está bien, físicamente si, mentalmente... Está obsesionada con una corona, hoy justamente partieron al Reino de hielo para conseguir más información sobre esta, fueron ella, su hija Luna y Adeline.—Dijo Arech intentando no soltar otro suspiro de preocupación.

—Y... ¿Que crees que planea Nix hacer con esa corona en cuanto la
tenga?—Pregunté eso pero en verdad por alguna razón le temia a la respuesta de esa pregunta, y más aún cuando vi los ojos de Arech entre esa sombra ensombrecerse aún más.

—No lo se.—Dijo ya soltando ese suspiro que estaba reteniendo desde hace un rato. —Solo espero que no intente nada malo—Dijo ella y eso me hizo recordar que de toda nuestra familia, nosotras somos las únicas que buscamos paz.

—Esperemos que no.—Dije mirando a Arech a los ojos y después solté eso que quería decir desde hace un rato.
—Esperemos que Luna no siga los pasos de Nix...—Dije siendo incapaz de seguir la frase. La única verdad es que Luna es un rompecabezas en todo este asunto, algo raro hay con esa chica, se preocupa por mi y eso no es raro, pero... Hay algo en ella que me llama la atención, algo que no me termina de encajar, es como si... Ella fuera una llave a un nuevo camino para esta familia.

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