Chupale la pija para que se le baje el estrés, dale. Solo somos capaces de ver las verdaderas intenciones de las personas cuando hace falta el dinero.

Chupale la pija para compensar la falta de emociones. Ambas sabemos que te disgusta esta vida tanto como a mí. Sabemos que has tenido ganas de morir. Porque solo sos capaz de desquitar tu rabia a golpes. Solo sos capaz de pedir excelencia porque siempre has sido mediocre.

Chupale la pija ahorita, que nadie está viendo. No me importa oír tus gemidos, ya te he oído cagar en el baño de mi cuarto a las cinco de la madrugada.

El estado de miseria se ha vuelto autoinducido, nadie quiere actuar. Solo sabemos procrastinar a conveniencia. Nos movemos lento o no nos movemos. Y vos no lo querés lento, lo querés rápido o sino se te agota la paciencia. Lo querés ya o nos darás violencia.

Nunca me pegaste en la cara, nunca me quedó tu mano marcada. Pero me hiciste añicos, me hiciste polvo. Soy trauma. Soy lo que has hecho de mí, vos sos la culpable. No tenés derecho a apartar la mirada. Lo mínimo que podés hacer para reparar lo que dañaste, es pagando la terapia.

Pero vos no creés en la terapia. Porque todos están locos menos vos. Todos tienen la culpa menos vos. Mi hermano de diez años tiene la culpa de su comportamiento, vos no. El acoso escolar que te inventaste es solo otra excusa para lavarte las manos. El colegio es culpable, vos no.

Tu obsesión con nosotros es enfermedad. No podés aguantar el peso del mundo con las manos. No podés sanarnos sin cambiar vos. No podés salvarnos. Ya nos jodistes la existencia pero te negás a repararlo. Porque es bonito echarse agua y jabón en las manos, esa es tu puta solución para todo, te lavaste las manos y quedaste loca con el catolicismo superficial. Ni si quiera vas a la iglesia, ¿por qué coño le rezas a dios? Solo crees para justificar tus pecados, tus traumas, tus problemas de afecto.

No sos culpable aún cuando nos machacas con tus expectativas y nos tratás como trapos de cocina. Somos tiritas de ropa y desperdicios de comida. Somos victimismo y delirios de persecusión. Somos el daño que nos brindas. Somos las visitas al cuarto de un adolescente durante toda la noche. Somos gritos y carreras. Somos faja. Somos castigo, nunca recompensa. Somos lo que la vida te obligó a afrontar. No somos nosotros porque te pertenecemos. No somos individuos, seguimos colgados de tu útero. No hemos nacido, seguimos incompletos sin tu amor, tu exceso de amor.

Solo nacimos y orbitamos a tu alrededor. Somos los planetas y vos sos el sol. Somos pastores y vos religión. Somos ateos y vos sos dios. No nos perteneces, te pertenecemos. Somos tuyos desde que nos formamos en tu cuerpo, porque sos incapaz de comprender conceptos tan simples como el condón, la abstinencia o el aborto.

No nos amás. Somos consecuencia de tu enfermedad. Si tenés dinero para terapia, andá vos. Hacete caso.

Ya no te soporto. Ahora hablamos poco y ni así te soporto. Ves videos de Agustín Laje en la cuenta compartida de YouTube. Me gritaste cuando te dije homofóbica pero si te aclaro mi bisexualidad te saldrán veinte cristos por la boca. Sabés que odio pelear pero te encanta provocarme. Solo viéndome sufrir sos capaz de amarme.

Chupale la pija, apaciguáte. Lo estás pidiendo a gritos. No jodás.

¿Qué sos, sino una fruta torcida?

Sos una
transfóbica
homofóbica
hipócrita,

completamente incapaz de mantener tu endeble palabra.

Igual que a las profesoras amargadas de secundaria, te hace falta lo mismo.

Chupala y medicate. Hacete caso.