La mayoría de los caps especiales son narrados por Pan en honor a todos los capítulos en los que Pan no pudo ser protagonista. Y quisiera agregar que le hice un reto YvetteVasquez0 así que ella hizo 5 videos de NUESTRO amado Peter Pan. (Su cuenta es Yvette_Vasquez0)

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Navidad en Nunca Jamás: parte dos

Peter Pan

La noche había caído. Los niños reían a carcajadas disfrutando de la noche rodeando la gran fogata preparada especialmente para esta noche que tanto le importaba a Hazel, quien por cierto se encontraba a mi lado apoyando su cabeza en mi hombro.

Sí que estaba disfrutando la noche con ella a mi lado.

Pocas veces nos uniamos a las risas.

Aunque me resultaba nuevo todo esto, me hacía sentir en casa.

Mis ojos apreciaban las estrellas de manera minuciosa. Creía poder ver algo en ellas que me confirmara que mi final feliz era este. En mi isla y junto a ella.

Dejé de sentir el peso de la cabeza de Hazel en mi hombro, me giré para verla caminar hacia el bosque.

Junté mis cejas en confusión y decidí dejar mi asiento para seguirla.

Al mover unos arbustos dejé de verla, pero no de sentirla. Así que seguí el rastro de su magia inconfundible.

Me tardé unos minutos en encontrarla y escondido entre los árboles la observé.

Hazel estaba rodeada de hadas que iban y venían, desaparecían y reaparecían.

-Esta navaja es para Flash -le entregó el objeto a una de las hadas que esperaba en la fila para recibir un encargo. Al instante el bichito brillante desapareció con el objeto.

-¿Una hamburguesa que nunca se termina? -la observó con curiosidad, rodó los ojos con diversión-. Para Nibbs.

-Unas botas más resistentes -anunció mostrandoselas a las hadas, una de ellas se acercó dispuesta a recibirlas, sería un viaje duro para ella ya que eran demasiado pesadas-. Para Jack.

-Un arco para Philip -entregó el objeto a la pequeña hada haciendo que esta cayera al suelo-. Mejor vayan dos.

-Escondan bien los regalos -ordenó entregando otro objeto-. No olviden dejar las notas en los zapatos.

Las hadas asintieron todas de manera casi automática.

-Una capa para Félix -tiró la prenda al aire y antes de que tocara el suelo un grupo de hadas la atrapó.

-Un cinturón mágico para Joe -entregó este con sumó cuidado.

Y así continuó con muchos regalos más. Los aparecía en sus manos y los entregaba junto a una nota.

-Peter Pan -pronunció con una voz que erizó mi piel, era tan delicada y demandante a la vez-. ¿Qué quieres para Navidad?

Me obligué a salir de mi escondite. Cuando sus ojos me encontraron sonrió.

-Me gustaría decírtelo en privado -alcé una ceja y le sonreí con picardía.

Hazel miró a las hadas y estas se fueron.

-¿Y qué es lo que quieres como regalo? -quiso saber. Me acerqué hasta su oído y le susurré mi petición haciendola sonreír de lado.

-Veré qué puedo hacer -giró su rostro para mirarme encontrándose con mis labios cerca de los suyos.

No me resistí y uní nuestros labios. Ella me siguió casi de inmediato acomodando su rostro hacia un lado.

De un momento a otro el ambiente cambió y pude escuchar a los niños quejarse. Me separé de Hazel y me encontré todos los perdidos observandonos con caras de asco.

-Se estaban besando enfrente de nosotros -se retorcía uno fingiendo sentir náuseas.

-Ya cállense -rió la chica de ojos azules como el mar que podían hipnotizarme-. Ya falta poco para la sorpresa.

Los niños y yo la miramos con extrañeza. No obtuvimos respuesta de su parte, sin embargo, cuando quise preguntar, el cielo se encendió en colores.

Era un maravilloso espectáculo.

El cielo de Nunca Jamás estaba decorado con colores, formas y dibujos. "La sorpresa" duró unos minutos y el final fue el mejor, en el cielo apareció un dibujo de niños alrededor de una pareja, éramos nosotros, los niños, Hazel y yo.

Qué lindo suena eso. Hazel y yo.

Los niños corrieron a abrazar a Hazel.

-Oigan, oigan, aún no terminó -los detuvo en el camino, ellos miraron al cielo-. No en el cielo. Sus zapatos.

De inmediato se quitaron los zapatos para buscar algo en ellos.

-¡Una nota! -Jack elevó su mano para mostrar la nota que había encontrado en su zapato.

Los niños siguieron buscando hasta encontrarla. Podía ver que algunas estaban escritas y otras dibujadas. Claro, algunos niños no sabían leer.

Y los niños salieron disparados hacia el bosque en busca de sus regalos.

-¿No vas a buscar el tuyo? -su voz de escuchó detrás de mí.

La miré con sospecha y ella me sonrió señalando mi bota izquierda. Entonces me quité la bota buscando una nota, parecía un niño. Al encontrar la nota me puse de nuevo la bota, miré a Hazel desde el suelo y luego la leí.

"La roca calavera"

-¿Qué esperas? -su voz sonó lejana.

La busqué con la mirada pero había desaparecido.

No tardé más y volé hacia la roca. Desde lo alto podía ver a unos niños buscar, a otros encontrar y otros regresar al campamento con sus regalos.

Ella había cambiado tanto en mi isla. En mi vida.

Al llegar a mi destino subí hasta donde estaba el reloj de arena, el cual estaba como paralizado, la arena no caía. Mi mirada se dirigió a uno de los grandes orificios de la roca y encontró una gran manta tendida en el suelo con una canasta a su lado y unas velas a su alrededor. De pronto sentí una manos tapar mis ojos.

-¿Quién soy? -susurró en mi oído erizandome la piel como siempre lo hacía.

-Mi futura esposa -sus manos se quitaron dejándome verla ahora ante mí-. Gané.

Ella sonrió antes de regalarme un corto beso. Me miró, tomó mi mano y me guió hasta donde estaba la manta. Nos sentamos sobre la manta y me dediqué a observar cada detalle de su rostro.

Hazel tomó la canasta y comenzó a sacar muchas cosas, era como una canasta sin fin o algo así. Sacó un tazón con frutas variadas, dos platillos con carne asada, una jarra dorada, dos copas. Las cosas parecían tener vida propia, las copas y la jarra se mantenían en el aire, los platillos y el tazón se acomodaron en un lugar por si solos.

-Wow wow, Hazel.

-Ya terminé -me sonrió inocente, cualquiera se fiaría de su sonrisa, incluso yo.

Comenzamos a probar la comida y sí que estaba deliciosa.

Unas hadas parecían estar dando un espectáculo solo para nosotros, luego de unos segundos las sirenas se unieron.

Hazel había superado mis expectativas.

-Te debo una cita igual de maravillosa que esta -coloqué mi brazo sobre sus hombros rodeandola y ella apoyó su cabeza en mi hombro.

-Aún no he terminado, Pan -habló con voz baja antes de aparecer en sus manos una reluciente navaja con una funda que parecía de plata con puña dorada que juraría que era oro y una gema verde esmeralda en ella. La tomé, la desenfundé y descubrí algo escrito en ella. "Peter Pan" y dos estrellas en la punta.

-¿Qué significan las dos estrellas? -le pregunté aún con asombro al ver tan hermoso regalo.

-Es mi sello, no tendrás que usarla, solo con mostrarla el resto del mundo sabrá que no pueden tocarte -se acomodó para mirarme y acarició mi rostro con una de sus manos-. Quién quiera ir contra tí me verá detrás de tí. A mi lado eres invencible, Peter Pan.

¿Qué había hecho para merecerla?

¿Quién pudiera tenerla en sus brazos como yo la tenía cada noche?

-Yo también tengo un regalo para tí -le sonreí, ella me miró curiosa.

De mi ropa, en dónde siempre guardaba cosas como mapas, saqué un colgante muy significativo.

-¿Qué es? -lo tocó con sus manos mientras sonreía como una niña.

-Es un beso -acomodé el objeto con cadena de oro y dije de madera con detalles dorados y plateados, Hazel corrió su cabello para que pudiese ponérselo-. Listo, ese es mi sello.

Me miró tan feliz y se lanzó hacia mí dejando besos en toda mi cara haciéndome reír.

-Feliz Navidad, Peter Pan -susurró muy cerca de mi rostro, ella estaba encima de mí sonriendo como me encantaba.

-Feliz Navidad, mi Reina -me acerqué para unir nuestros labios por milésima vez en el día.

Este sí era un final feliz para mí.