Verano.

— ¿Tu culo tiene alarma?—Taehyung lo miró confundido mientras se daba la vuelta—. Porque me despierta al nene—Soltó Jeongguk mirándolo con una pequeña sonrisa.

Extasiado y caluroso, intentó seguir su camino hasta su hogar, pero el maldito short que esa tarde tenía puesto parecía levantarse con cada paso que daba. Jugó con sus manos y luego abanicó su rostro rojo con una de ellas, sus ojos puestos en su vecino que se paseaba sin camisaeta por todo el patio delantero arreglando algunas cosas de jardinería. Su otro vecino, el de piel pálida y quien casi nunca salía estaba observándolos desde el porche con una limonada fría en una de sus manos y su cachorro acostado sobre su regazo.

—Buenas tardes vecinos—Saludó mientras con disimulo trataba de bajar el short que nuevamente se había subido, incomodandolo.

Taehyung miró a Jeongguk unos segundos mientras este le sonreía embobado. ¿Por qué él había dicho algo como eso? ¿A qué se refería con que su culo tenía alarma? ¿Y nene...? ¿Él realmente tenía un hijo?  ¿Por eso los llantos que venían de esa casa hacía unos días? Hizo un puchero inconsciente, no es como si él fuera idiota, sabía que su vecino era muy lindo y atraía muchas miradas, incluida la suya. Pero no entender algunas cosas que él decía a veces lo sacaba de lugar porque realmente quería entender, más no sabía cómo. Le había preguntado muchas veces a su hermano mayor, pero este siempre le había respondido con lo mismo. No hables con el vecino porque no está bien de la cabeza y cree que las idioteces que dice son geniales.

Pero Tae no podía simplemente dejarlo pasar, él quería hablar mucho con Jeongguk, incluso estaba dispuesto decirle a que explicara todas las cosas que en algún momento le había dicho. También quería preguntarle el por qué siempre andaba sin camiseta, lo hacía en otoño, en invierno, en primavera e incluso ahora que estaban en verano. Cruzó sus brazos sobre su pecho mientras apoyaba todo su peso en una de sus caderas, inclinando ligeramente su cuerpo hacia el costado.

Jeongguk se deleitó, se lamió los labios y clavó la pala en la tierra, sus manos estaban en la punta y apoyó su barbilla sobre estas mientras paseaba sus ojos por ese pequeño y curvilíneo cuerpo. Tae era un poco más bajo que él, probablemente una cabeza, pero esa diferencia de altura a Jeongguk le encantaba. Tenía hombros y espalda pequeña, una cintura con una curvatura preciosa y grandes muslos. Diablos, Jeon era fan de esos muslos carnosos que quería besar y llenar de marcas. Tenía caderas algo anchas y un lindo culito respingon que iba a juego con sus gordas y preciosas piernas.

Se mordió el labio inferior con fuerza y jugó con el piercing que tenía en ese lugar antes de mirar hacia atrás unos segundos, su amigo tenía sus felinos ojos sobre su persona mientras seguramente intentaba adivinar qué estaba tramando, pero él no se lo dejaría ver.

—Me dijo tu hermano que has conseguido un trabajo—El muchacho sonrió, las mejillas sonrojadas eran lo más hermoso que él había visto y la manera en la que sus pecas resaltaban lo hacían mil veces más inalcanzable—. ¿Te están tratando bien?—Preguntó porque él estaba seguro que golpearía a cualquier imbécil que le gritara a este lindo ser.

—Hum... bueno... mamá dice que no debo de contar mis problemas a los demás, pero yo sé que tú no le dirás nada a ella—Y era un claro no porque si Jeon le temía a Kim Seokjin, la señora Kim lo hacía casi mearse en los pantalones y rogarle a dios por piedad. La mamá de Tae era una de esas personas a las cuales el diablo les temía—. Mi jefe me gritó porque dice que soy muy distraído y que muchas veces olvido cómo van algunas de las órdenes que me pidieron—Encogió los hombros y Jeongguk endureció la mandíbula—. ¿Cómo está su ganso, vecino?

Oh, espléndido, pequeño Tae. En estos momentos tiene muchas ganas de saludarte.

— ¿Ganso? ¿Qué ganso?—Preguntó haciéndose el distraído mientras a sus espaldas escuchaba como Yoongi soltaba una fuerte risotada que camufló con que estaba viendo algo en el celular—. Oh, ese ganso. Bueno, tuvimos que devolverlo porque mordió una de las nalgas de Yoongi y también casi le saca un dedo.

— ¡Oye!

—Oh no, ¿en verdad? Pobre vecino Yoongi. ¿Estás bien?

—Sí, muy bien. No te preocupes, Tae.

Taehyung colocó sus manos detrás de su espalda y miró hacia su casa en el momento que escuchó como su hermano mayor gritaba su nombre. Se paró en el porche de su casa, observando hacia donde él estaba hablando, nuevamente, con Jeon Jeongguk.

— ¿Y tu bebé cómo está?

—Creo que a tu hermano no le gustará verte parado acá más tiempo—Soltó mientras volvía a su trabajo de terminar con el jardín delantero.

Hacía unos días que Yoongi le venía pidiendo que por favor arreglara el jardín de adelante porque bien sabía que no podía hacer fuerza en esas cosas, entonces él encontró un hueco en su apretado horario y fue en la tarde, cuando sabía que Tae salía de su nuevo trabajo de verano. Había dicho la excusa más tonta para que el muchacho de piel acanelada y destellos dorados que parecían hacerse más fuertes cuando la luz de sol pegaba en él, se marchara a su hogar. No quería que nuevamente Seokjin viniera a escondidas para gritarle toda una lista de insultos que parecía ensayar. Él no entendía el por qué lo cuidaba tanto... sí, era inocente, pero también era mayor y debía de tener su espacio.

—Jeongguk—Murmuró esa voz gruesa que parecía taladrar su cerebro con dulzura. El nombrado lo observó y bien sabía que él estaba esperando una respuesta de su parte.

Pero no sabía cómo decirle porque no era bueno en esos temas y bien sabía que si abría la boca, no tendría buenas respuestas para explicar qué era lo que significaba cada cosa que involucraba todo lo principal. Él no quería a la señora Kim tocando su puerta para preguntarle por qué mierda le había explicado a su hijo algo que no era de su maldita incumbencia y seguramente, como siempre hacía, lo tacharía de adicto, vago y un maldito que le gustaba poner su pene en cualquier agujero que le ofrecieran. Jeongguk no era así, pero a todos en ese vecindario le gustaba hablar en base a las apariencias.

—No creo que deba de hablar de eso contigo, Tae—Se rascó la nuca, el menor notando lo incómodo que Jeongguk se encontraba.

— ¿Por qué? ¿Tu esposa no quiere que hables de eso?—No era eso, maldición. Él quería siempre saber todo y a Jeongguk le encantaba la forma en la que parecía inmiscuirse en cada cosa que le interesaba, pero él no tenía el permiso para decir nada. Curioso, Tae observó ambas manos del muchacho frente a él, casi festejando en su interior cuando notó que no había ningún anillo de compromiso y mucho menos de casamiento.

Un auto llegó un tiempo después, era blanco y elegante, y de ahí bajó un muchacho de cabello negro y porte elegante. Llevaba a un pequeño bebé en brazos y Taehyung tragó con fuerza cuando notó que la mirada del otro estaba puesta en él. Tal vez este muchacho era novio de Jeongguk, tal vez ese bebé era el hijo de ambos y algo en su pecho se apretó con fuerza cuando vio como su vecino lo miraba.

—Y–Yo de–debo irme—Hizo una rápida reverencia antes de dar vuelta sobre sus talones y comenzar a caminar hacia su hogar.

— ¡Pero Tae aún no hemos terminado de hablar!—Gritó el vecino, pero él no quería dar la vuelta para observarlo.

Sus ojos picaban y su garganta ardía, ¿por qué? ¿Por qué razón estaba sintiéndose de esa manera? ¿Por qué le dolía creer las cosas que su cabeza le estaba gritando?

— ¿Qué sucedió?—Preguntó Seokjin al ver lo abatido que su hermano se veía. Tae negó con la cabeza mientras le daba la espalda, quitándose los zapatos en la puerta antes comenzar a caminar con algo de rapidez.

—Nada—Pero la sonrisa que le dedicó fue tan falsa que supo que Jeongguk tenía algo que ver.

—Ese maldito imbécil—Soltó apretando los puños antes de meterse dentro de su hogar.

Tae se encerró en su habitación y por alguna razón no quiso cenar, y mucho menos ver a nadie de su familia porque él estaba cómodo en el interior de su habitación encerrado bajo llave sin nadie que le estuviera diciendo el cómo debía de comportarse porque de esa manera sería un buen doncel.

𓂃 ꞈ Iᥒoᥴᥱᥒᥴɩᥲ !! 🌷⭒࣪
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Gente, amo mucho inocencia y no sé por qué JFLAJDLSJDKA

El fic nació el otro día porque me acordé de un tuit que había visto hace unos meses que decía algo como: "Alguien me mandó un mensaje y dijo que quería meterme los dedos, pero ¿por qué? Si yo no quiero vomitar, que tontito" y me dije que tenía que hacer algo así.

Muchas gracias por el recibimiento que le dieron♡

Cuídense♡