Capítulo III

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—¿Cómo estás? —susurró su hermano la tarde del martes—. Supe de mamá que faltaste hoy porque te afiebraste.

Y aquello era verdad. Después de todo, lloró bastante tiempo durante el día anterior, incluso a pesar de que no quiso hacerlo.

—¿Quieres algo de comer? —volvió a hablar BaekBeom—. Podemos pedir la mierda esa de comida tailandesa que te gusta.

Lentamente se sentó sobre la cama para mirar a su hermano, quien elevó ambas cejas al verlo y dirigió de inmediato los ojos a su cuello, donde probablemente aún quedaban rastros de la noche que tuvo con ChanYeol. A pesar de lo horrible que debía verse, su hermano no le dijo nada respecto a su apariencia.

—¿Quieres comer eso? —Asintió suavemente, como un niño pequeño—. Pediremos eso entonces.

BaekBeom sacó su celular del bolsillo, probablemente con la intención de llamar al número de la tienda, pero el joven se quedó un momento mirando el aparato, como si recordara algo de repente.

—¿Hablaste con ChanYeol? —Miró a su hermano fijamente a los ojos y negó—. Supongo que está preocupado por ti. —BaekBeom alzó el teléfono con desinterés, dejando ver en la pantalla la aplicación de mensajería gratis—. Me llamó y envió mensajes.

—¿H-Hablaste con él? —preguntó con la voz entrecortada, probablemente por estar tanto tiempo sin hablar.

—Solo le dije que estabas bien. —El contrario tecleó sobre su teléfono, probablemente buscando el número al cual debía hacerle el pedido—. De igual forma, me extraña que no apareciera por aquí.

BaekHyun dirigió la mirada hacia la pared, probablemente en un intento de ocultarse de los ojos de su hermano.

Efectivamente, ChanYeol fue a su casa, cerca de las cinco de la tarde, probablemente luego del colegio. No habló con él, ni siquiera se miraron a los ojos. Cuando BaekHyun sintió el timbre de su casa sonar supo de inmediato que se trataba de su amigo, aunque, como sus padres ni hermano estaban, decidió confirmarlo. Sencillamente miró por entre las cortinas como un niño tímido al cual su madre le dice que no debía abrirle la puerta a extraños. No hubo mucho más allá de eso. BaekHyun no le abrió, ni siquiera le dijo que estaba ahí, y simplemente subió por las escaleras para volver a encerrarse en su habitación.

—Entiendo que no quieras verlo —susurró BaekBeom en ese momento, llamando su atención—, pero conoces a ChanYeol. Está preocupado por ti y no dejará de insistir hasta que vea que estás bien.

Bufó y volvió a dirigir la mirada hacia la pared, de repente sintiendo que se pondría a llorar nuevamente.

—¿Qué debo hacer? —susurró sin fuerzas—. No sé cómo debería reaccionar. —Guardó silencio durante un momento, buscando cómo explicarse—. A pesar de que tenga ganas de llorar y romper todo, sé que no puedo hacerlo. Entonces siento tanta impotencia que... —Se acalló a sí mismo, notando que en cualquier momento se largaría a llorar.

—Intenta no pensar mucho en eso. —Su hermano le acarició suavemente el pelo en un intento de darle consuelo—. Ahora bajemos para comer.

—Aún ni siquiera llamas —susurró burlón a pesar de todo y BaekBeom sonrió.

—Iré a comprar unas bebidas.

El contrario le dio un suave golpe en el hombro antes de salir de la habitación. BaekHyun escuchó como su hermano bajó las escaleras y luego abrió la puerta de entrada, probablemente a hacer lo que ya mencionó.

Una vez que quedó solo se levantó de la cama para bajar al primer piso y ordenó la mesa. A pesar de como se encontraba anímicamente, en el fondo sabía que no podía seguir comportándose así por un chico que le gustaba, incluso a pesar de que fuera su mejor amigo y que tuvo sexo con él.

Mientras ponía los vasos en la mesa escuchó el timbre sonar. Supuso que a BaekBeom se le quedaron sus pertenecías, cosa que confirmó cuando vio el llavero de su hermano sobre la mesilla que estaba a un costado de la entrada. Tomó las llaves y abrió la puerta mientras sonreía de manera burlona al saber que al contrario se le quedó algo tan importante.

—BaekHyun.

Su respiración se cortó. ChanYeol estaba parado frente a él con el rostro preocupado y los labios temblorosos por el frío.

Lo miró durante lo que parecieron ser cinco segundos antes de sonreír suavemente, ya tomando a decisión de que no tenía que sentirme mierda por un tipo, o al menos no hacer que esto se notara en sus expresiones.

—¿Qué haces aquí?

—¿Estás bien? —ChanYeol pasó por su lado sin siquiera pedirle permiso y se sacó la chaqueta—. ¿Por qué no me contestaste las llamadas?

—Estuve un poco enfermo —mintió.

—Sí sé. Me enteré por parte de tu madre.

A partir de ese momento ambos se quedaron en silencio mientras se miraban fijamente.

BaekHyun cerró la puerta cuando empezó a sentir frío.

—Tengo algo que decirte. —Volvió a dejar el llavero donde estaba mientras miraba al contrario con interés, esperando que este hablaba de una vez—. Lo siento. —Bufó y miró hacia otro lado—. Lamento mucho mentirte, BaekHyun.

Abrió los ojos con sorpresa y giró a mirar con atención al contrario—. ¿En qué me mentiste?

—Puede que en muchas cosas. —El chico le dio una sonrisa nerviosa—. Pero tú no debiste ocultarme nada.

Su corazón comenzó a latir errático en ese momento—. ¿Qué quieres decir?

—Hice una mierda súper estúpida pensando que iba a funcionar, pero como puedes ver, solo terminé arruinándolo.

—¿Puedes ser más específico? —exclamó entre dientes, exasperado.

—Me gustas.

Rio con ironía, sin verdadera gracia—. No estoy para jugar contigo, ChanYeol.

—Me acosté contigo porque me gustas. —Ambos se quedaron en silencio y ante aquello ChanYeol decidió hablar—: Y no tengo novia.

—Mentiroso —dijo entre dientes, molesto—. Vete de mi casa.

—Hablo en serio.

—¿Entonces por qué mierda me mentiste?

—Porque también te gusto. —Sus ojos se fueron de inmediato a los de ChanYeol, esperando que este estuviera jugando, pero se veía demasiado serio como para que fuera así—. ¿O no es verdad?

Se quedó en silencio mientras miraba fijamente al contrario, escaneándolo, esperando que en cualquier momento se largara a reír.

—Sentémonos a conversar, por favor. —ChanYeol le apuntó el sofá.

Lentamente caminó hasta uno de los sofás, aunque siempre mantuvo la mirada en el chico, quien terminó sentándose frente a él con las piernas abiertas y una expresión seria.

—Explícame.

—Primero, quiero que tú me confirmes si realmente... te gusto.

—¿Cómo se supone que sabes eso? —susurró un tanto nervioso.

—Hubo gente que me lo hizo saber, pero nunca les creí. Todo empieza ahí. —Pestañeó unas cuantas veces, con el corazón alocado por dentro del pecho—. Pensé que era muy iluso de mi parte creer que me correspondías los sentimientos. Porque sí, BaekHyun, llevas gustándome desde hace años. Pero ¿cómo podría decirle eso a mi mejor amigo? Voy a cagarla, eso es lo único que pensaba.

—ChanYeol...

—Déjame terminar. Por favor. —El chico le dio una sonrisa a modo de disculpa—. Entonces las personas a mi alrededor no dejaban de hablar. Amigos nuestros, e incluso nuestros padres. Le gustas a BaekHyun, y no tienes ni idea de cuánto se movía mi corazón cuando los escuchaba. —ChanYeol se relamió los labios y miró hacia el suelo mientras jugaba con sus dedos—. Pero, a la vez, me sentía muy estúpido por creerles, por eso no quise exponerme e intenté exponerte a ti primero.

—Pero no lo conseguiste.

—No —susurró el chico con una sonrisa, como si la situación le pareciera cómica y en el fondo BaekHyun también lo tomó de ese modo luego de escuchar lo que el otro dijo—. Terminé haciendo una mierda bastante estúpida. ¿Tienes idea de cuánto me costó construirme el diálogo que te dije el día que nos acostamos? Pensé que iba a morir en el puto intento.

Rio suavemente por lo bajo y una vez que elevó a la cabeza se encontró con la sonrisa brillante de ChanYeol.

—Y funcionó a medias, pero funcionó. Maldición, BaekHyun. —Las expresiones ChanYeol cambiaron en aquel momento. El chico bajó la cabeza, sonriendo por lo bajó, pero cuando volvió a alzar el rostro BaekHyun pudo notar perfectamente sus ojos llorosos—. No tienes ni idea de cuántas ganas tenía de hacerte el amor.

BaekHyun apretó fuertemente su rodilla, conmovido por la nueva información.

—Esperaba que te confesaras, que me dijeras esa noche que te gustaba, pero no lo hiciste y después simplemente me desesperé, pensé que ponerte en un aprieto sería suficiente como para hacerte hablar.

—¿Por eso me dijiste que tenías novia?

—Exactamente. —ChanYeol se puso de pie en ese momento—. Pero ni siquiera ahí me dijiste algo. Y hasta el momento, por estúpido que suene, ni siquiera tengo confirmado eso. —El chico se tomó un tiempo antes de volver a hablar—. ¿Te gusto, BaekHyun?

Se quedó en silencio en aquel momento, mirando atentamente los ojos del chico que estaba frente a él. No supo si creerle porque su corazón seguía adolorido aún y en el fondo temió. Sin embargo, fue justo en ese momento cuando llegó un fugaz recuerdo a él.

Te quejas de ser virgen mientras tienes a alguien que estaría encantado de follarte, le dijo uno de sus amigos alguna vez, no hace mucho. Aquel chico susurró entre dientes ChanYeol luego de que él le preguntara quién, pero pensó que fue burla porque le gustaba y, de no ser así, prefería no hacerse ilusiones al respecto porque para aquel momento estaba seguro que aquello solo fue una mala jugada por parte de su mente. Entonces, luego venían las burlas de su hermano y padres, pero tampoco creyó que ellos iban más allá de solo burlas.

—BaekHyun —insistió el chico—. ¿Te gusto?

—Sí —susurró luego de pensárselo solo un poco más.

Apenas pudo ver la sonrisa de ChanYeol antes de que este se acercara rápidamente a él, apoyándose en el respaldo del sofá para acercar lo suficiente su cuerpo como para llegar a besarlo, tomándolo por sorpresa. Aunque luego de todo lo que sucedió BaekHyun ya no se sentía tan mal. De hecho, su corazón latió emocionado mientras los labios del contrario seguían sobre los suyos.

Gimió cuando el chico lo besó con cierta rudeza, ansioso. BaekHyun aceptó el peso de su amigo, abrió las piernas y tomó a ChanYeol por el cuello, atrayéndolo aún más. Se besaron ahí durante un momento. Simplemente dejándose hacer por el otro.

—Supongo que estamos bien ahora, ¿no? —le preguntó ChanYeol cuando se separaron.

—Supongo que sí —susurró suavemente sobre los labios ajenos.

—Aunque aún me falta algo. —ChanYeol se alejó más de él en aquel momento y se dejó caer de rodillas sobre la alfombra, quedando entre sus piernas. BaekHyun elevó ambas cejas, curioso por lo que haría su amigo—. ¿Quieres ser mi novio? —Se quedó perplejo—. Sé que suena pronto porque acabo de dar mi explicación hace tan solo unos minutos, pero me gustas hace más de un año y prefiero hacerlo ahora antes de que me vuelva a acojonar de nuevo.

Soltó una suave risa y miró hacia un lado, observando la mesa del comedor como si entre las patas de las sillas pudiera encontrar alguna respuesta.

—Claro. Sería interesante.

—Maldito —susurró el chico con una sonrisa y BaekHyun rio con más fuerza.

ChanYeol le dio un rápido beso en la mejilla y luego se enderezó.

—¿No están tus padres? —preguntó su amigo mientras miraba a su alrededor.

—Dijeron que llegarían tarde del trabajo porque tenían una reunión.

—¿Y BaekBeom?

—Fue a comprar. —Se encogió de hombros.

Notó que ChanYeol observó la puerta, así que dirigió una rápida mirada hacia el lugar, fue justo ahí cuando se le ocurrió una idea.

—Juguemos. —Alzó el puño, haciendo fruncir el ceño del contrario, pero al parecer este compendió que quería jugar a piedra, papel o tijera.

—¿Te estás burlando de mí o algo? —preguntó ChanYeol, pero pareció divertido a pesar de todo.

El chico de igual forma movió el brazo junto a él, donde finalmente terminó ganando ChanYeol con el papel.

—Vamos. —Se paró y empujó al chico hacía las escaleras, aunque este pareció más extrañado que nada.

—¿Para dónde vamos?

—A mi habitación. —Continuó empujando al contrario, esta vez haciendo que se moviera.

—¿Para qué?

Se detuvo en ese momento, a mitad de las escaleras, y miró a ChanYeol de manera pícara—. Porque quiero saber qué se siente tener sexo con un hombre.

A pesar de que pensó que el chico no comprendería, este terminó por hacerlo de inmediato. De hecho, soltó una risa y lo tomó de la mano para hacerlo subir el resto de las escaleras y llevarlo hasta la habitación.


Insignificante

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