Ni el profe C. Falcon podía hacerlos callar, nunca nadie lo respetaba. Esta vez los chillidos, alaridos y sollozos provocados por los alumnos escandalosos, en especial los que se sentaban en la parte del fondo de la sala. Esos eran como un taladro en la cabeza.

Ness encendió su consola portátil y ajustó sus audífonos en sus oídos, le dio el volumen a tope para no escuchar más a sus compañeros, prefería quedar sordo con eso antes de soportar a los que se sentaban justo detrás de él.

―¡Ness, oye Ness! ―Ike lo llamaba.

Ness sabía que lo llamaban, pero no reconocía la voz entre el chillido de su juego. Cuando bizqueó rápidamente se dio cuenta de quien era y prefirió aludirlo, de todos modos puesto que consideraba que Ike una vez que se dirige a alguien comienza sornas imparables.

―Ness, Ness ―Insistió con un tono cabreado.

Wario le prestó ayuda a Ike y le atinó una bola de papel en la visera a Ness para llamar su atención.

―¿Qué? ―Contestó Ness dándose por vencido.

Ike le sonrió.

―¿Qué? ―Ness replicó.

―¿Cómo se llama el baile del gorila? ―Preguntó Ike.

Ness se dio un golpe en el rostro, no sabía si Ike era idiota o solo quería joderlo un rato.

―¡El baile del gorila torpe! ―Se adelantó a contestarle Lucina.

Podemos joder al Donkey Kong con eso todo el semestre argumentó otro de sus compañeros.

Sonic y Toon Link acababan de llegar a clases, pero alguien más entró detrás de ellos, era un rostro nuevo, jamás alguien lo había visto en la sala de clases.

Todos comenzaron cuchuchear refiriéndose a él. En su totalidad los comentarios eran escarnios: «es gay o que extraño viste, que es un novato y su peinado es fatal, etcétera, etcétera...».

Ness pensó igual que la mayoría de sus compañeros... ese nuevo chico gay tendría un futuro asegurado como el nuevo saco de boxeo de sus compañeros y eso a Ness le importaba un carajo.

El muchacho se sentó en uno de los asientos cerca del profesor, eran los únicos que se veían disponibles. Unos pocos minutos después llegaron Roy y Shulk quienes sacaron con brusquedad al nuevo de aquellos asientos, ellos se habían sentaban allí desde el inicio de las clases y un empollón nos les iba a quitar el lugar.

El novato no se inmutó, se quedó parado como un caballo sin saber que hacer.

―¡Hey, tú chico nuevo más te vale que te sientes o me vas a obligar a buscarte yo mismo un asiento! ―Exclamó el maestro C. Falcon.

Al nuevo no le quedó más que buscar un lugar donde sentarse, caminó al fondo del pasillo y casi de inmediato vio la silla desocupada junto a Ness, pero Ness también se dio cuenta de que si no hacia algo rápido el nuevo se sentaría a su lado y eso no lo iba a permitir, no le iba a ceder el asiento a un... nuevo con pinta de gay. Puso su mochila en el asiento junto a la ventana y se sentó en lugar que apunta al pasillo y desvió la mirada.

―¿Me dejas pasar? ―Le pidió chico.

―Oye no te puedes sentar ahí niño gay, ese asiento es de Fox. ―Wario intervino para sacar de apuros a Ness.

―¡Ness! ―Bufó el maestro desde distancia.

No le quedaba de otra. Ness se movió junto a la ventana y tomó su mochila.

―¡Siéntate! ―Ness le reprimió al novato.

―¿C-cómo?

―¡Que te sientes joder! ―Replicó Ness iracundo.

El nuevo se sentó sin más.

Lo más llamativo en el chico era su forma de vestir, de tantos colores que era imposible pasar desapercibido, ni en una multitud de payasos él deja de ser llamativo. Todos lo miraban por su colorido estilo como la bandera del arcoíris «solo por eso lo catalogaban como gay».Y por eso Ness iba a tener que soportar muy probablemente todo un semestre las burlas por haberle cedido el asiento a aquel chico. Estaba condenado de por vida.

...

Tocaron para clases de literatura, el maestro Ganondorf se dio cuenta de inmediato del nuevo rostro, se rió un poco probablemente por sus llamativos colores y accesorios.

―¿Cómo es tu nombre? ―Interrogó al nuevo.

―Lucas ―contestó tímidamente.

―Bienvenido Lucas, toma. ―Le entregó un libro e indicó con el dedo índice de la mano derecha una página-.Quiero que leas esto.

Lucas se encogió de hombros, seguramente no se esperaba esa bienvenida. Ya tenía otro enemigo independiente de sus compañeros «el profesor Ganondorf».

―El arcoíris de múltiples colores ―leyó.

Se quedó un momento analizando la situación mientras todos se echaban a reír, pero a él no parecía afectarle.

―Que maldito es Ganondorf, sólo él hace que un chico que viste de colores hable de un arcoíris. ―Ness musitó, sabía que también era parte del rebaño que molestaba al nuevo, pero él maestro era... mucho más siniestro con los más excéntricos.

―El arcoíris de múltiples colores desapareció cuando se extrajo todo el dinero del caldero de San Patricio... ―Él siguió leyendo, bastante tiempo, el maestro no le quería dar una pausa.

El maestro de verdad que lo odiaba, a ninguno de los demás idiotas presentes en el salón él había puesto a leer por tanto tiempo. Por suerte cuando Lucas terminó de leer lo felicitó por su excelente forma de expresarse al leer y era verdad, la mayoría leían pésimo comparados con Lucas «y Robin».

Ganondorf esa misma clase pidió a aquellos alumnos buscaran algún pensamiento que les gustara o que inventaran y que lo memorizaran para la siguiente vez que les tocara con él.

En la hora de descanso de las diez Ness decidió ir a la biblioteca del instituto para conseguir un libro de pensamientos antes de que a cualquiera se le ocurriese exactamente lo mismo. Ahí se encontró con Little Mac que estaba también buscando un libro de poesía «infantil».

―¿Ness quieres ir a la fiesta de cumpleaños de Robin? -Preguntó el pequeño Mac.

―Puede ser, me lo pensaré.

Ness sabía que no asistiría, esas fiestas que organizaban sus compañeros solo se basaban en el reggaetón y cumbias malas y a él le gustaba más el lado oscuro de la música, si hasta le decían el Undertaker solo por hacer uso del negro un poco más que sus compañeros (nunca exageraba). Le gustaba mucho el apodo.

Pensó en ir a la fiesta solo para reírse de sus compañeros perreando muertos de borrachos. Eso era un tema que podía plantearse aún, además Cloud y a Little Mac les gustaba el rock también y siempre asistían a las fiestas de todo tipo para divertirse, eso era lo esencial decían ellos.

―Quisiera conocer mejor a Samus Zero, me gusta. ¿Crees que yo sea de su tipo? ―Preguntó Mac.

¿Por qué deberías gustarle? O sea, ella es popular y tú no mucho.

―¿Y la señorita Corrin?

―Ni que fueras Brad Pitt.

―Es que ellas estarán en la fiesta y ambas son guapas.

―Para ti todas son guapas.

―¿Entonces vienes a la fiesta? ―Mac insistió―. Puedes llevar a tu novio.

Si Ness hubiera tenido un refresco o cualquier líquido para beber se lo escupía sin duda directo en la cara por lo que acababa de insinuar.

―¿Qué quieres decir con eso?

―Ya sabes ―Mac apunto con su rostro una esquina de la biblioteca.

Ahí esta el nuevo que se había sentado con Ness en la mañana, Lucas, seguramente se volvería a sentar a su lado al menos unas miles de veces más.

Lucas estaba sentado en una mesa acompañado con algunos libros. Se veía sereno, ahí nadie lo molestaba.

Ness pensó en pedirle disculpas por haberlo tratado mal, si su hermana pequeña estuviera ahí le arrancaría los ojos hasta conseguir que Ness le pidiese perdón al chico gay (ella adoraba leer historias de chicos gay por la internet, también los veía en animaciones japonesas o mangas) su madre también lo hubiese levantado de una oreja. Para ella su Nessito era un angelito que jamás discriminaría a alguien por su orientación sexual.

En parte no quería ir porque pensaba que eso... se le podía contagiar, además que Mac ya lo estaba jodiendo con que era su novio y menos quería que todo los que estaban en la biblioteca lo vieran para luego andar comentando que se le pegó el VIH con solo acercarse a Lucas.

Prefirió no darle más vueltas al asunto, tomó un libro inconscientemente salió de la biblioteca para adelantarse a la asignatura que se venía.

―Ness antes de irte dime si vienes a la fiesta― Little Mac volvió a insistir.

Ness negó con la cabeza.