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TaeHyung miró por la ventana aquella mañana lluviosa por aproximadamente treinta minutos. Se sintió extrañamente entumecido, aunque estaba en perfecto estado de salud, según los analisis hechos en las últimas horas luego de despertar de su coma.

Por un largo tiempo se sintió un desconocido en su propio cuerpo. Su cabeza estaba confundida, y no podía evitar pensar en el rostro del hombre que vió afuera de su habitación abrazando a su padre. No se consideraba la clase de chico que se obsesionaba con otro, pero sentía una curiosidad extrema al parecerle familiar, pero imposible recordar de dónde.

En el momento en que sus pensamientos se fueron un momento con el desconocido hombre, su padre entró en la habitación con el desayuno en mano. TaeHyung lo miró y sonrió.

— ¿Quieres dejar a las enfermeras sin trabajo? —se burló mientras se sentó mejor en la cama.

Su padre sonrió, se veía feliz, pero de repente recordó la mirada dura que recibió cuando su mejor amigo lo besó precipitadamente y él los descubrió, todo un día antes de la catástrofe.

— Quiero asegurarme que comas bien. Pregunté que más podía agregar a tu desayuno y puedes comer casi de todo, solo que moderadamente debido al tiempo que estuviste sin ingerir sólidos —dijo con una sonrisa nostálgica.

TaeHyung asintió—. Tengo un hambre abismal. Pero iré con calma —exclamó—. Toma, come conmigo —dijo repartiendo de su plato.

—Ya he comido, hijo —dijo el hombre, negándose a comer.

TaeHyung lo miró—. No lo creo realmente. Vamos, come conmigo —insitió con sus ojos de cachorro.

Eran su mejor arma contra su padre, le recordaban a su madre.

— Bien, vamos a comer entonces —dijo el buen hombre.

TaeHyung sonrió, y luego de eso un trueno resonó, iluminando la habitación con los rayos que impactaron sobre el cielo gris. TaeHyung no se asustó, su padre tampoco, estaba demasiado feliz de ver a su hijo despierto y comiendo con uno de sus adorables pucheros que extrañaba como un demente.

Su mano saltó hacia el rostro de TaeHyung y le quitó un rizo rebelde de color negro y TaeHyung alzó la mirada para sonreírle suavemente. Su padre respondió y luego el siguiente relámpago si cumplió su cometido acerca de hacerlos saltar del susto. Ambos se miraron y rieron a la par hasta que las risas cesaron y solo quedó TaeHyung mirando por la ventana del hospital a las gotas de lluvia que chocaban contra el pulcro vidrio limpio.

—Se parece a la tormenta que se largó en el funeral conmemorativo de las víctimas —dijo inconsciente.

—Sí. Sí se parece —dijo su padre distraído, mirando también por la ventana.

Sin embargo su ceño se frunció cuando se percató de las palabras de su hijo, TaeHyung seguía comiendo con un aspecto más nostálgico y levemente decaído.

— ¿Cómo sabes que ese día llovió? —susurró.

TaeHyung se encogió de hombros, algo distraído—. Los padres de Hyun estaban muy tristes. La esposa del profesor no dejaba de llorar. El día nublado y luego la tormenta, fue todo un juego para que la tristeza se sintiera en la isla, incluso el doble —respondió jugando con la comida.

Su padre sintió su piel volverse de gallina, el silencio en la habitación se volvió sordo y TaeHyung continuó comiendo apenas, un poco desganado.

— Tú no estuviste ahí — susurró su padre.

TaeHyung frunció el ceño y lo miró mientras continuó comiendo y mirando por la ventana— ¿De que hablas? Estuve a tu lado todo el tiempo —respondió sin problemas.

Su padre se estremeció visiblemente y TaeHyung lo miró. Realmente lo miró esta vez, hasta que comprendió.

— ¿No estuve ahí, cierto? —susurró.

Su padre pasó saliva y limpió su labio inferior con una servilleta y aclaró su garganta.

— Estabas en coma, hijo —respondió intentando mantener la calma—. Me presenté para dejar mis respetos y porque entendía su dolor. Tú no estabas muerto, pero no estabas nada bien y no despertabas. Quise ser parte porque conozco desde hace mucho a los padres de tu amigo.

TaeHyung sintió un nudo en su garganta, su ceño frunciéndose y un dolor naciendo en su sien.

— Estaba buscando la manera de decirte que Hyun no sobrevivió... —su padre susurró una vez más, sintiéndose impresionado—. ¿Cómo supiste todo eso, Tae?

El dolor de cabeza de TaeHyung se intensificó, escenas extrañas que ahora no podía distinguir si eran sueños, alucinaciones. Una vida pasada o momentos que alguna vez sucedieron.

Rechazó la comida y se recostó, su padre se preocupó y se levantó acercándose a él.

— ¿Qué sucede? Llamo al doctor...

— No, no... Sólo es un dolor de cabeza —dijo tomando a su padre de la muñeca para que no lo dejara.

— ¿Estás seguro, Tae? Es su trabajo, le pagan por esto y puedo llamarlo las veces que sea necesario —dijo con voz firme, aferrando su mano a la de su hijo.

— No creo que pueda explicarme la experiencia sobrenatural que acabo de tener —dijo apretando sus ojos y con sus dedos índice y pulgar, luego presionó su sien aun lado y al otro.

Su padre suspiró y acarició su cabello—. Quizás solo fue un sueño. No sabemos que sucede en ese estado. Hay muchas historias al respecto.

TaeHyung sonrió, pero solo fue una mueca—. Estuve ahí. No fue un sueño —susurró con su voz quebrándose—. ¿Cómo explicas que supiera sobre la muerte de HyunWoo, eh?

Su padre sostuvo su mano y aclaró su garganta—. Lo lamento, hijo. Sé que-... S-sé que ustedes eran más q-que... —otro carraspeó de garganta y TaeHyung frunció el ceño adorablemente.

— Lo que viste fue solo un beso de un amigo que sentía algo más por mí, pero que yo no pude corresponder —dijo, mirando a la ventana y apretando la mano de su padre un poco más para tomar valentía—. Aún así, si me gustan los chicos —susurró con un puchero.

"Oh" fue todo lo que dijo su padre, TaeHyung no tuvo el valor de mirarlo, pero sostuvo fuertemente su mano deseando no recibir ni el mínimo rechazo, y no lo hizo. Su padre no dijo nada, lo sostuvo un poco más fuerte y besó su cabeza mientras sus ojos se cerraban un momento.

— Lamento que hayas perdido a tu mejor amigo, hijo —susurró con compasión.

— El profesor Park DoSoo me salvó a mí. Creo que estaba más cerca o era una opción más fiable, no puedo recordarlo bien —dijo frunciendo su ceño, como si ya hubiese contado esa historia o una similar a alguien más.

Su padre acarició sus cabellos. No lo obligó a mirarlo, no dijo nada, solo lo sostuvo allí.

—Oh, la señora Park debe estar pasándola tan mal —recordó TaeHyung repentinamente a la viuda.

Su padre soltó una risita—. De hecho, está muy bien ahora —mencionó. TaeHyung lo miró curioso—. Sí, pasaron unos meses, hijo. No te perdiste mucho, pero un visitante peculiar le hizo compañía y cambió su humor. Ella dijo algo como; este muchacho es un angel que pareciera tener las palabras justas, como si hubiera estado conectado a mi esposo.

TaeHyung frunció el ceño—. ¿Quién es?

Su padre lo miró y sus cejas se alzaron—. Oh, el escritor que te gusta tanto o que le gustaba a Hyun. Lo he visto en las fotos de uno de tus libros de fantasía.

TaeHyung parpadeó aturdido—. ¿Hay un escritor en la isla? —, ¿por que sentía que sabía al respecto?

Su padre asintió y se sentó a un lado de él en la cama—. Kim SeokJin, se hospeda en la siguiente cabaña. Es agradable. Él estuvo aquí cuando despertaste.

TaeHyung buscó en sus recuerdos y por supuesto estos se hallaron rápido en tiempo y forma.

— ¿Kim-... Kim SeokJin? ¿En nuestra isla? —dijo con confusión y asombro.

Su padre sonrió—. Es un tipo muy amable y extrañamente misterioso. Ha pasado por la florería una vez... Y otra más, supongo —dijo tocando su mentón—. Compró t-...

— Tilansias —dijo TaeHyung atónito.

Su padre sintió su piel de gallina una vez más.

— Estás comenzando a asustarme... Hey —dijo entre risas incómodas un leve y muy suave empujón que despertó en TaeHyung unos flashes de imágenes rápidos e inentendibles, mucho más intensos esta vez que, hicieron doler su sien y quejarse en agonía mientras presionaba sus manos allí—. ¿Tae? —el pulso de su padre se aceleró y no esperó.

Rápidamente llamó al doctor a cargo que llegó de inmediato debido a estar merodeando por el pasillo. Sólo fueron segundos, pero el dolor de TaeHyung fue tan intenso que parecieron horas. No hubo una solución inmediata. El dolor se calmó por su cuenta minutos después y luego su día estuvo lleno de estudios para saber a qué se debía y de dónde provenía dicho dolor.

Horas más tarde, el doctor tenía una respuesta positiva, pero no suficiente para el señor Kim.

— ¿No tiene nada, doctor? —cuestionó mientras TaeHyung dormía plácidamente luego de unos fuertes calmantes.

El médico negó—. Está sano. Completamente sano de hecho —dijo bastante confundido—. ¿Él expresó algo más con usted? Quizás sea algo post traumático y debería derivarlo.

Su padre negó rápidamente—. No, bueno... ¿Qué sabe dentro de su experiencia sobre que sucede con el paciente en un estado de coma?

El doctor frunció el ceño y suspiró—. Bueno, muchos casos coinciden en que tienen experiencias sobrenaturales. Pero no es mi área —exclamó estudiando el rostro del señor Kim—. Si TaeHyung dijo algo extraño puedo derivarlo de inmediato con nuestro mejor-...

— No —afirmó el señor Kim—. No es nada, gracias por su rápida atención en el día de hoy —exclamó extendiendo su mano.

El doctor la tomó y asintió con ceño fruncido algo dudoso. El señor Kim sonrió y lo ignoró, acababa de recuperar a su hijo, no iba a perderlo porque algún doctor quisiera declararle demencia. Mientras TaeHyung estuviera bien, él estaba ahí para escucharlo. Su hijo estaría bien. TaeHyung estaría bien.

Una semana pasó. SeokJin se sentía débil aún, los dolores de cabeza iban y venían constantemente. Intentó escribir y logró que saliera algo.

SeHun se reiría de él si supiera que tener un "casi" romance si fue de ayuda para expresar ciertos sentimientos en sus personajes y su relación adolescente. Si SeokJin lo pensaba tranquilamente, no se enamoró en ningún momento de su vida.

Su lado sobrenatural, sus estudios y luego su profesión, ocuparon la mayor parte de su tiempo y su atención, logrando que sus conexiones sólo sirvieran para sangrar la tensión del momento fuera de él. No para buscar un hogar, tierra firme y calma.

Mentiría si dijera que no intentó comunicarse con el señor Kim. Se preguntó, incluso, si podría acercarse a la florería o a su hogar, pero SeokJin recordó volver a la isla en Ferri en un terrible e incómodo viaje y luego simplemente se dejó caer y recobrar energías que lamentablemente no lograron regenerarse del todo. Aún se sentía extrañamente agotado, pero cuando miraba a su alrededor e intentaba enfocarse en el mundo más allá del nuestro, no sentía que tuviera algo encima consumiendo su energía.

Una vez, tuvo la presencia de una mujer sobre él por días que, había cometido suicidio luego de matar a su pequeño hijo y como sabía el mal que había hecho en arrebatar dos vidas (la de su hijo, y la suya propia) no se animaba a hablarle a SeokJin, pero su alma manchada y el peso de su muerte y pecados consumían la energía del escritor aunque estuviera lejos, sólo contemplándolo.

Se sentía similar, pero no entendía a causa de que. HyunWoo había sido desterrado del mundo de los vivos y obligado a cruzar el velo. Pero se preguntó varias veces por qué aún estaba tan débil. A decir verdad no estaba comiendo bien, tomó todo de él concentrarse en su trabajo principal por el cual le pagaban, para poder adelantar algo y no pensar en-¡...!

Su telefono interrumpió su escritura y lo masajes que estaba dándole a su sien. Su amigo llamaba.

— ¿Jin?

— Hey, Do-Hwan...

— Carajo, amigo. Me tenías preocupado —dijo exhalando el aire mientras hablaba más aliviado.

— Estoy bien, lo siento. ¿Me enviaste mensajes?

— Cientos de ellos, te he llamado. No respondiste ¿Estás bien, Jin? ¿Salió todo bien con ese chico?

SeokJin frunció su ceño echándose sobre su silla. No recordaba haber escuchado su teléfono y perdido llamadas entrantes. Tampoco revisó el mismo para asegurarse, apenas lo había tocado, solo se dedicó a escribir y dormir. Comer algo y volver a escribir. En vez de una semana, parecieron meses. Cómo si hubiese estado atrapado en un trance.

No sería la primera vez que se perdía en la escritura, pero era extraño de igual forma.

— Umm, sí.

— ¿Sí qué? ¿Estás bien? ¿El chico está bien? Intenté buscar información sobre él, pero no me respondieron y tú no respondías tampoco ¿Que diablos, Jin?

— Estoy bien, todo salió bien. No te preocupes, él despertó... No lo he visto —susurró suspirando la última parte.

El silencio al otro lado de la línea fue incómodo—. ¿Sucedió algo con este chico? —preguntó su mejor amigo.

SeokJin rió secamente y sintió un nudo en su garganta mientras sus ojos ardían.

Oh, mierda... ¿Tú y él? —cuestionó Hwan en un susurró.

SeokJin rió otra vez—. Yo-... Yo no sabía que él no estaba realmente ahí. Jamás me crucé con alguien como él...

En tu defensa, el chico no estaba exactamente muerto —dijo Do-Hwan en un intento de consuelo, SeokJin hizo un sonido de afirmación—. ¿No volviste a verlo? ¿Sigues en la isla?

—No iré a verlo... —intentó sonar relajado, pero aquello dolió más de lo esperado.

¿Por qué no? Quizás te recuerde ¿Eso puede suceder o no?

— No lo sé, Hwan —suspiró—. No importa, de todos modos estoy con mucho trabajo e inspiración así que... Lo siento, creo que fue un trance del escritor maníaco y por eso no presté mucha atención a mi teléfono. Ya sabes —suspiró desganado.

Do-Hwan chasqueó su lengua—. SeHun estará jodidamente feliz ¿Cuando vuelves?

El escritor suspiró y miró por la ventana, el día era hermoso ¿Hace cuánto no salía a respirar un poco de aire? Carajo, esa semana lo consumió.

— No lo sé —se encontró respondiendo. Do-Hwan exhaló de repente un "¡Oh!" Sorpresivo al otro lado de la linea—. ¿Qué pasó?

Tu chico fue dado de alta, hace dos días —dijo, logrando que el corazón de SeokJin se acelerará.

De repente recordó que evitó salir, no sólo por el trance del escritor maníaco, sino porque quiso evitar encontrarse con TaeHyung en la isla adrede. ¿Cuál era el punto? ¿Hacer todo el trabajo de acercarse a él de nuevo y quizás simplemente ser rechazado y no tener el suficiente encanto para llamar la atención del chico? Oh no, su corazón no pareció ser lo suficientemente fuerte.

Aparte era alguien que acababa de despertar de un coma, TaeHyung iba a ponerse al día con sus otros amigos. Con su padre, su vida... No tenía tiempo ni energía para alguien nuevo, sin mencionar que iba a tener que lidiar con el duelo de su mejor amigo al enterarse recientemente de su partida justo después de despertar.

No, él no iba a volver a salir a menos que se quedara sin víveres.

— Eso es genial. Ahora debo irme, te llamaré cuando esté volviendo —dijo rápidamente.

Do-Hwan intento decirle algo más, pero SeokJin necesitaba dejar de hablar y de pensar al respecto, para ponerse manos a la obra, nuevamente con su historia. Excepto que un sonido de golpes en su puerta lo detuvo de su actividad.

Primero su ceño se frunció y luego su corazón comenzó a galopar como un desquiciado. Una extraña sensación burbujeante también en su estómago. ¿Se estaba enfermando o que mierda? Sus pasos fueron extraños. Entre lentos y acelerados e incluso tambaleantes. Cuando su mano alcanzó el pomo, la puerta sonó otra vez asustándolo un poco, pero obligándolo a abrir rápidamente.

Los ojos de cachorro sorprendido frente a él, eran tan desquiciablemnte familiares que tuvo que apretar con fuerza el pomo de la puerta para no abalanzarse hacia al joven frente a él y apretarlo entre sus brazos. Esta vez, en versión carne y hueso.

La fragancia sutil de TaeHyung llegó a su nariz debido al viento cálido de ese tarde y quiso meter su nariz en sus rizos negros y hermosos.

Se contuvo con un nudo en su garganta y costándole más de los esperado, exclamó—. ¿Sí?

El chico se sacudió visiblemente , pero de forma fugaz y sutil. Relamió sus labios y sonrió incómodo—. Umm... Hola —comenzó con un sonrisa nerviosa, ondeando su mano para dar validez a su saludo y luego llevando sus manos a los bolsillos traseros de su pantalón de jean claro—. Soy TaeHyung. Kim TaeHyung —exclamó con dulzura—. Umm, soy... Soy hijo de-... —Sacó una de sus manos para señalar en dirección a su casa con su dedo índice.

SeokJin asintió, tomando conciencia de que estaba sonriendo como un imbécil—. El hijo del señor Kim, de la florería D'Kim —dijo con una voz inestable, luego volvió a aclarar su garganta otra vez—. ¿Necesitas algo? ¿Sucedió algo? —cuestionó preocupado.

TaeHyung negó con esa sonrisa rectangular suya. Dios, es tan hermoso, pensó SeokJin como imbécil.

— Bueno, en realidad —dudó, rascando su nuca, su sonrisa desvaneciendo y SeokJin y lo miró fijamente.

— Puedes decirme —exclamó el escritor con dulzura, dando un paso más cerca.

La mirada nerviosa de TaeHyung se detuvo por primera vez en él y en sus ojos. Algo centelleo allí dentro de ambos. Era una tensión tan clara e imposible de ignorar para ambos. Era eso o SeokJin estaba enloqueciendo.

TaeHyung suspiró y exclamó—. Tengo muchas preguntas y presiento que tú tienes todas las respuestas que necesito —dijo rápidamente, luego suspiró—. O eso espero —susurró.

Y el pulso de SeokJin se detuvo junto con el tiempo y la mirada inocente de TaeHyung.

Lento lento, pero vengo 🥹 no olvide mis fics, solo estoy balanceando mi tiempo 🥹🥹 los acontecimientos futuros de todas mis historias me tienen con los dedos picando pero tuve que frenar un momento.

Por cierto, este bebé ganó su primer premio, segundo lugar en los The Bangtan 7 awards. 💜

Ahora sí, gracias por su paciencia y apoyo, perdón si ven errores de dedos salvajes o alguna incoherencia a este punto todo puede ser ahre

Con amor niñita Nanykoo 💜

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