Extra 4.

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Diez años después...

─ BeomGyu Manoban, deja de darle patadas a tu hermano.

─ ¡No quiere devolverme la PSP!

─ Luca Manoban devuélvele la consola a tu hermano ahora mismo.

─ ¡Pero si es mía!

─ Lalisa Manoban, ayúdame con tus hijos.

La alfa apareció detrás del sofá y le arrebató a su hijo menor la consola de las manos.

─ ¡Eh!

─ Para empezar, no sé qué hacen jugando a la consola en una reunión familiar.

─ Oh, vamos, Lisa. No seas tan dura. Nosotras a su edad estábamos enganchadas a la Xbox.

─ ¿Solo a su edad?

ChaeYoung entró al salón cargando una ensaladera.

─ Ya está aquí JiSoo la tía genial. ¿Quieres que le cuente a tu hijo qué hacías tú en los baños del instituto a su edad?

─ Shhhh, lo que pasa en los baños, se queda en los baños.

─ Vaya par de alfas, parecen niñas.

Lisa se acercó a su omega y rodeó su cintura con un brazo.

─ Menos mal que me quieres así. ─ Dijo y dejó un sonoro beso en su mejilla, haciéndola sonreír ampliamente. Habían pasado casi quince años y aún se querían como el primer día.

Ya era tradición, todos los viernes las dos familias se reunían en casa de los Manoban para cenar juntos. Tres omegas, cuatro alfas y un beta recién presentado. Menos mal que la mesa era desplegable.

─ Ya está todo preparado. ─ Anunció ChaeYoung.

─ Genial, porque me estaba muriendo de hambre. ─ Dijo BeomGyu.

─ No tan rápido, jovencito. Faltan Lia y RyuJin.

Los dos hermanos resoplaron a la vez.

─ ¡Pero mami Lis, nos morimos de hambre! ─ Se quejó Luca.

─ Si estuvieras muerto, no molestarías tanto.

─ ¡Lalisa!

─ Era broma.

─ Deben estar a punto de llegar, RyuJin me dijo que debían arreglar algo de clase, no tardarán demasiado.

En realidad, ya habían llegado.

Al otro lado de la puerta, una joven pareja sostenía sus manos temblorosas.

─ ¿Estás lista?

─ No.

─ RyuJin, ya habíamos hablado de esto.

─ Lo sé, Lia, pero aún así...estoy nerviosa.

La omega encaró a la alfa, sostenido su rostro entre sus manos.

─ RyuJin, nos hemos criado juntas, nuestra madres son mejores amigas desde hace años, hemos hecho cientos de fiestas de pijamas con los renacuajos de mis hermanos...ya somos como una pequeña familia. ─ Lia sonrió. ─ Nos apoyarán, seguro. Van a alegrarse de que hayamos dado un paso más en nuestra relación.

─ Pero... ¿y si no lo hacen?

─ Tendrán que hacerlo, porque, si de algo estoy segura, es de que eres mi alfa y te quiero, y quiero pasar el resto de mi vida contigo.

Para RyuJin, mirar los expresivos ojos de Lia era como despertar cada mañana y descubrir que era Navidad. Sentía que podría hacer cualquier cosa con tal de contemplar esa dulce y confiada sonrisa que le regalaba su amada omega. Se había enamorado perdidamente de su mejor amiga, no sabía muy bien cómo, ni cuándo pasó, quizá siempre lo hubiera estado. Llevaban más de un año manteniendo su relación a escondidas, pero sentía que había llegado el momento de gritarle al mundo que su corazón le pertenecía a Lia Manoban.

─ Yo también te quiero, siempre. Pase lo que pase.

Unieron sus labios suavemente durante un breve instante antes de armarse de valor y llamar a la puerta. El pequeño Luca les abrió.

─ ¡Bien, comida! ─ Gritó antes de correr de nuevo hacia el interior de la casa.

─ Yo también me alegro de verte, enano.

Lia río suavemente y apretó una última vez la mano de su novia antes de soltarla y entrar. Ahí fuera, en la puerta, se había sentido muy segura, pero ver a toda su familia esperándolas había conseguido que sus nervios saltaran como un resorte. Aunque no tardó en tranquilizarse cuando la mano de RyuJin se posó en su espalda baja. Suspiró.

─ Sentimos haber llegado tarde.

─ No importa, vamos a comer. ─ Dijo Jennie, tan sonriente como siempre.

─ Esperen, antes de cenar, RyuJin y yo queríamos decirles una cosa.

─ ¡Que tenemos hambre! ─ Chillaron a la vez los dos niños.

─ Cállense, mocosos.

─ ¿Qué pasa, chicas? No nos preocupen. Lia, no tienes muy buena cara.

Su tía Rosie siempre fue dulce y comprensiva con ella, y la quería como a alguien más de la familia, igual que a su tía Jichu. Por eso temía su rechazo.

─ Siéntense.

Las mayores obedecieron, mirando a sus hijas con preocupación. Lia se sentó en el sillón de enfrente y RyuJin en el reposabrazos. Se miraron a los ojos una última vez para coger fuerzas antes de soltar la gran bomba. Sus manos se unieron. RyuJin tomó aire.

─ Lia y yo estamos saliendo.

Parpadeo, parpadeo.

Silencio.

Ni una reacción.

─ Esto...llevamos más de un año juntas y...vamos muy enserio...

─ Señoras Manoban, yo quiero a su hija...

¿¡Señoras Manoban!? ¿¡Por qué narices las había llamado señoras Manoban!?

La pareja estaba sonrojoda hasta las orejas y a punto de sufrir una taquicardia justo cuando sus madres estallaron en carcajadas. Ambas se miraron confusas.

─ Lili, me debes doscientos wons, te dije que nos lo dirían antes de Navidad.

─ Mierda, mocosas, podrían haber esperado un par de meses más.

RyuJin frunció el ceño.

─ ¿Qué está pasando?

ChaeYoung sonrió dulcemente.

─ Cariño, sabíamos lo suyo desde el principio. ¿O creían que no íbamos a darnos cuenta de que de repente olían diferente? Por no hablar de los chupetones...

Lia quería que la tierra la tragase y la escupiera en Hawaii.

─ Yo diría que sabíamos lo suyo incluso antes de que empezaran a salir juntas. Siempre tuve la esperanza de que acabaran juntas. Estoy muy feliz.

─ Yo las shippeaba.

─ ¡Lili!

Todas volvieron a reír y Lia se dejó apoyar en el costado de RyuJin, ahora sin tensión.

─ Eso sí, ─ Habló de repente Lisa. ─ Como le hagas algo a mi princesa, pienso colgar tus pelotas del espejo retrovisor de mi Range Rover.

─ ¡Mami Lis! ─ Chilló Lia escandalizada.

─ ¡Lili!

─ Es broma... ─ Sonrió. ─ O quizá no.

RyuJin tragó saliva. Tendría mucho cuidado por si acaso, aunque tampoco es como si fuera a dañar a Lia, era su vida. Ahora podrían estar juntas libremente, ser felices y, quizá en un futuro, formar una familia tan maravillosa como las suyas.

─ Oye, nosotras también nos alegramos de que Lia y nuestra pequeña RyuJin estén juntas pero...

─ ¡Tenemos hambre!

Todos rieron una vez más antes de sentarse por fin a cenar. Tres felices parejas y dos impacientes niños hambrientos.

FIN.

so, hasta aquí llega la historia, espero que la hayan disfrutado tanto como yo disfruté adaptarla para ustedes.♡

nos vemos en cualquier otra historia (hoy subí una llamada WOLFFIA, vayan a leerla, ah)

sin más que decir, jinlia superior, así que esperen una próxima adaptación de ese ship. los tkm.♡

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