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ERAN las diez de la mañana cuando entré a la pequeña sala en los estudios de Warner donde me esperaba el par de productores responsables de mi nuevo proyecto.

Había una mesa blanca con nuestras tres sillas y enfrente otra para quien entrara a audicionar. Los productores ya tenían las opciones tras descartar a los que pensaban no servirían de mucho.

—¿Llamamos al primero?—preguntó Jackie, la pelirroja estaba sentada a mi derecha.

Leía el mensaje que Christopher Nolan me había enviado segundos antes deseándome suerte. Significaba mucho ya que su Batman cambió literalmente mi vida.

—Claro, estoy lista—respondí bloqueando el celular y guardándolo en mi bolso que colgaba de la silla.

Bajé la mirada para leer el nombre de quien estaba por entrar. Mentiría si dijese que me lo veía venir porque ni por equivocación me lo podía imaginar en el traje de Batman hasta ese preciso momento en que la puerta se abrió, mostrándose con una sonrisa y clara emoción en su rostro.

—Buenos días—dijo cerrándola detrás suyo. Permanecía en silencio ante la impresión, ¿cómo no relacioné su audición con mi audición?—Robert Pattinson.

Me extendió la mano primero, luego a Jackie y por último a Mark. Si algo me había enseñado Christopher era a separar la vida personal de la profesional, claro ejemplo lo que hacía con su esposa que producía cada uno de sus filmes.

Robert tenía que interpretar un pequeño extracto de mi cómic favorito de Batman como prueba final, esto para que yo supiera que era el indicado...y vaya que lo era. Le había visto en Good Time y The Lighthouse, sabía de lo que era capaz así que me fue demasiado fácil saberlo. Ayudó aún más que haya asistido usando negro.

—¿Beth?—preguntó mi compañera cruzándose de brazos.

Bajé la pluma que mantenía sobre mis labios para sonreírle. No me hacía falta ver a alguien más ni hacerle esperar nuestra llamada.

—Supongo que encontré a mi Bruce Wayne—me dirigí a Robert para darle la mano—bienvenido a The Batman.

—Gracias, señorita Dearing—tenía una sonrisa entusiasta, como si de un niño se tratase.

—Los dejaremos solos—habló Mark levantándose con los papeles—creo que ya no necesitamos esto...

Había llegado el momento de contarle mi idea y entregarle el guion. Esperamos a que el par saliera de la habitación que tenía una gran ventana con vista a los altos edificios de Nueva York.

—Así que, señor Pattinson...—levantó las cejas apretando los labios curveados en una linda sonrisa—¿qué tan familiarizado está con los cómics?

Pasamos alrededor de dos horas en la que incluso con dibujos le explicaba lo que tenía en mente, latas vacías de refresco yacían en el suelo alfombrado frente a nosotros pues en cierto momento nos cambiamos al sofá del rincón y terminamos sentados en el piso usando mis piernas y el mismo guion de mesa...estábamos un poco más cerca de lo normal, nuestros hombros se tocaban.

—Y así Batman salva la ciudad una vez más—suspiré bajando el lápiz tras terminar un garabato de lo que según yo, era el batimóvil. Le miré con una sonrisa orgullosa.

—Aparte de bonita eres una genio—dijo riendo con las manos sobre sus rodillas que al igual que yo, mantenía pegadas al pecho—me encanta todo.

—¿No es mucho?—ignoré, aunque no del todo, su halago.

—Nah—fruncí el ceño ante su sinceridad—lo haremos y será magestuoso. Ya nos vi recibiendo el premio a película del año.

Esa era la pequeña pizca de entusiasmo y positivismo que necesitaba.

—¿Tú crees?

—Sin duda. Christopher Nolan ¿quién? Sólo conozco a Beth Dearing—llevó la lata a sus labios para beber un poco.

Reí ante su ocurrencia...tuvo que bajar la lata porque le contagié y estaba por ahogarse. El sonido de mi celular nos distrajo.

—Te llama...¿tu papi?—dijo frunciendo el ceño entregándomelo.

—¡Chris!—exclamé una vez oprimido el botón verde.

—¿Nolan?—susurró sorprendido, asentí.

Tenía registrado a Christopher Nolan como "Daddy" debido a una broma que surgió durante la grabación de Dunkirk. Quizá luego se la explicaría y estaba segura que le mataría de risa, aún más de lo que ya hacía ahora.

—No aguanté las ganas y quise llamarte, ¿ya encontraste a tu Bruce?—giré la cabeza para ver directo a Robert.

—Eres increíble—añadió tras recuperar el aliento.

—Espera, ¿estás con Robert?—el mencionado abrió de más sus hermosos ojos grisáceos.

—Uh...—él negó, así que decidí mentir para cubrirlo—no vas a creerlo, fue el primero en la lista. Más fácil no pudo ser.

—Me alegro mucho, Beth—mi protagonista suspiró aliviado—¿qué tal si te das una vuelta mañana por el set para que me cuentes todo?

—Lo haré.

—Bien, te dejo. Tengo escenas en reversa que dirigir—ambos soltamos una risita—hasta mañana.

—Claro, adiós—colgué y divertida me dirigí a Robert—¿le pediste permiso a Chris para venir?

—Por supuesto—se encogió de hombros minimizando el asunto—le dije que tenía una emergencia familiar.

—Robert...—cerré los ojos aguantando una carcajada—eso no es pedir permiso.

—No se opuso a que faltara al set, así que...

—Eres...tan...—buscaba un adjetivo que encajara con la situación.

—¿Atractivo y talentoso? Obviamente, soy Batman.

Reí poniendo mi cabeza en su hombro, siempre terminaba haciéndome reír de una manera u otra, cosa que amaba. Me separé para toparme con sus ojos muy cerca de los míos.

—¿Es aquí donde nos besamos?—dijo en voz baja con una sonrisa de lado.

Me acerqué más lentamente, él cerró los ojos. Sin embargo me decidí por besar su mejilla.

—Vayamos a comer, ¿quieres?—me alejé divertida para poder ponerme de pie con la ayuda del sofá detrás nuestro.

—Eso fue malvado, ¿lo sabías?—se quejó aún mirándome desde abajo.

Negué sonriendo. Con que así era como se sentía estar en una canción de amor escrita por Taylor Swift, ¿huh?