Estaba en la cocina haciendo el desayuno del pequeño que veía televisión en la sala cuando escuche el pitido de la puerta ser desbloqueada.

—Minnie, ya llegue. —una voz varonil se escucho y luego el grito de emoción de Jimin inundo la casa.

—¡¡¡PAPÁ!!! —escuche los pasitos del niño corriendo hasta la puerta para recibir a su padre.

No podía ir a presentarme ni mucho menos a recubirle sino se me quemaría la comida y no quería eso, la puerta de la cocina se abrió y sentí como el niño abrazo mi pierna con fuerza haciéndome sonreír.

—Cuidado bebé. —le advertí ya que estaba utilizando fuego y cosas calientes pero el niño me ignoro.

—Papá, Seokkie me ha preparado cosas muy ricas estos días… debes probarla. —dijo el niño viendo hacia atrás mío.

Cuando le apague al fuego alejando toda la caliente comida voltee a ver y se me fue la respiración, el Señor Jeon me había quitado el aliento, el alma y el corazón con solo una mirada.

Ambos nos miramos a los ojos, el Señor Jeon no era para nada un señor, podía calcular le unos 27 años, cuerpo trabajado, mirada intensa, mandíbula marcada, ceño un poco fruncido y cabello semi despeinado que le daba un aire de bad boy.

Simplemente me había hecho flaquear y yo estaba aquí, con un mandil rosado y mi suéter rosado con un short blanco, y mi cabello estaba hecho un desastre.

Me sentí avergonzado por lo que baje la mirada y viendo hacia Jimin, acariciando sus cabellos dorados con un sonrojo que llegaba hasta mis orejas.

—¿Papá, Seokkie puede ser también mi papá? —dijo el pequeño matando mi corazón de nuevo y sintiendo vergüenza.

Escuche una risa ronca delante mío y un suspiro algo cansado pero vi como unas manos tomaban al niño, separandolo de mi pierna siendo levantado por el fornido chico.

—Sí SeokJin quiere, puede también ser tu papá… te ha cuidado tan bien que siento envidia de que lo quieras más a él que a mi. —dijo muy cerca el chico castaño— Puedes preguntarle, anda bebé.

—Seokkie, ¿quieres ser mi papá para siempre? —preguntó el niño sonriente.

Voltee a verle con una sonrisa dulce acercándome a él llenando su rostro de beso tronadores.

—Claro que si, seria tan feliz de ser el papá de un niño tan encantador y tierno como tu, Minnie. —dije besando su nariz de botón y alce mi mirada para ver al castaño.

Su mirada y sonrisa me habían hecho sonrojar más, un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando sentí una mano grande y cálida posarse en mi cintura.

—Bienvenido a la familia Jeon, SeokJin. —dijo Jeon sonriendo de manera dulce, viendo cómo los ojos del chico que me transmitían por primera vez ese sentir en casa con familia que tenía años de no sentir.

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