It was worth the wait

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Último año...

Últimos meses...

Últimas semanas...

Últimos días...

Últimas horas...

Últimos minutos...

—「suspiró」al parecer también serán nuestros últimos momentos todos juntos, hasta que la última campana sonó-es lo que el dueño de estos pensamientos logró susurrar, sintiendo como la vista se volvía cada vez más borrosa, y su respiración más agitada por la angustia formada.- Debo aprovecharlos pase lo que pase.

—Hinata-kun- llamaba una voz suave, cálida y femenina- ¡¡Hinataaa-kuuun!!- dijo elevando el tono de voz y cambie así de uno calmado a uno enfadado.

—¿Eh?- aterrizando al planeta tierra es el único sonido de confusión que dijo.

—Tío,-dijo una figura masculina, llamando su atención- ¿acaso estabas escuchando?- añadió, notándose en su voz la molestia.

—Hinata-san, estábamos platicando sobre dónde festejar el día de nacimiento de Komaeda-san- se unió una chica, pálida de piel y rubia, esta perteneciente a la realeza.

—¿Te refieres a su cumpleaños?...- se quedó en silencio, no se acordaba que era el cumpleaños del albino, ¿donde celebrarlo? se preguntaba constantemente- En su casa será imposible, no sabemos donde vive, Sonia.-agregó.

—¿Por qué no en casa de pequeño mafioso?- comento una joven de tono de piel moreno y cuerpo de atleta.

—¡¿Tantas ganas de morir tienes?!- grito irritado.

—Joven maestro cálmese- calmó una chica de ojos carmesí y cabello color plata-Sugiero que lo hagamos en casa de Sonia- hablo con voz monótona

—¡Gran idea Pekoyama-san!-se podían observar pequeñas estrellas en sus ojos de felicidad- Yo me ocupo de la decoración junto con Tanaka-san y Souda-san.

—Los Dioses de la Destrucción están de acuerdo, San-D, Maga-G, Jum-P y Cham-P, dadme vuestra fuerza para ayudar a este mortal- dijo, añadiendo su risa característica.

—Me parece una gran idea, Sonia-san- chilló eufórico de que la princesa lo haya añadido al plan.

—Haber si la conquistas pringado- soltó la bailarina tradicional con una risita.

—Yo me ocupo de la comida- grito emocionado el Chef Definitivo.

Lentamente la gente decidía que hacer para el cumpleaños del albino, así quedando Nanami y él. Nanami era la mejor amiga de Hinata, a la cual consideraba más como una hermana.

— Hinata-kun, podrías invitar a tu hermano a la fiesta, ya sabemos que Komaeda-kun, ama la esperanza y al ser ese su talento, se alegraría mucho- sonrío, después marchándose como los demás a sus hogares.

Al día siguiente

— Cincuenta y un días sin contar los fines de semana.
—1.224 horas sin contar las de los fines de semana.
—73.440 segundos sin contar los de los fines de semana.

Cada vez la cifra va bajando...se va reduciendo nuestro tiempo juntos.
¿Cuando pasaron los años?
Esa es la cuestión que rondaba en la cabeza de uno de nuestros dos protagonistas.

《》

Una vez aseado y desayunado, Hinata recibe un mensaje de su querido hermano.

"Respondiendo a tu pregunta de si puedo asistir al cumpleaños de Komaeda, me será imposible pero haré todo lo posible."

—¿Qué tan ocupado está para no acudir a ninguna fiesta?- se preguntaba el castaño frustrado, entrando en el chat de Nanami.

"Nanami, ¿te apetecería salir a dar una vuelta o tomar algo?" Respondió al instante "Está bien, en el Starbucks a las 15:00"

El tiempo justo para hacer los deberes y jugar un poco a videojuegos.

《》

Ya con la pelirosa en el Starbucks, el castaño ordenó al camarero un zumo de naranja, recién exprimido, con pulpa y la gamer un café con leche, los cuales no tardaron en llegar

—Hinata-kun, ¿cual es el motivo de esta quedada?- pregunto mirando fijamente a los ojos de este intentando adivinar en lo que está pensando.

—No se que regalarle- tomo un trago de su bebida- ¿podrías darme algún consejo? Al ser la delegada de clase me imagino que habrás hablado con el más que los demás.

—Yo ya tengo claro lo que voy a regalarle, obviamente una consola- dijo orgullosa, se quedó unos segundos en silencio- una mascota ¿que te parece?

—¿De donde sacó el dinero?- pregunto rascándose la cabeza

—Mi padre conoce a un director que lleva refugios...creo- respondió no muy segura de ello.

Así se paso el castaño su tarde platicando con la pelirosa sobre la fiesta de mañana, mientras que por otra parte, el albino no se divirtió en absoluto, dedico todo su tiempo en mirar los álbumes llenos de fotos con sus padres cuando era pequeño. En la cama pensó "Genial, un día menos para morir", ansiaba demasiado la muerte para recordar que al día siguiente era su cumpleaños.

—Buenas noches...-soltó junto a un bosteza aún sabiendo que nadie le respondería.

Al día siguiente

Todo el mundo realizaba su tarea asignada, la de Hinata y Nanami era entretener al peli nube hasta que Sonia mandara un mensaje. El chico de ojos color oliva le mando un mensaje a Komaeda.

"Nos vemos en mi casa a la 14:00, si o si"

—Paso uno; invitar a Komaeda, completado, paso dos; esperar a Nanami y Komaeda, en proceso.- eran los pasos del plan del pelo puercoespin.

Hinata intento contactar a su hermano numerosas veces pero al parecer tenía el móvil apagado, " a lo mejor está en una reunión o dios sabe donde" pensó. Mientras perdido en sus pensamientos oyó un ruido proveniente del móvil. "Nuevo mensaje de Nanami"

"Lo siento Hinata-kun, pero no podré ayudarte con Komaeda, iré con mi padre al refugio a por el cachorro"

—Mierda-soltó, mordiéndose el labio inferior.

-ding, dong- corrio escaleras abajo para abrir la puerta, durante el camino casi se tropieza con su propio pie. Al abrir la puerta se encontró con el albino esperando pacientemente. Iba vestido con su típica ropa de calle, una chaqueta verde con el número 55 por detrás, una camiseta blanca con un símbolo rojo, pantalones negros de los cuales colgaba una cadena con una calavera y unas botas color beige con dos cremalleras.

—Hola Hinata-kun- saludó con una sonrisa. El castaño se quitó de la puerta dejando paso al peli nube para entrar en casa.

Hinata lo llevo hasta el salón, a continuación sentándose en el sofá, Komaeda imitándolo.

—Eem..¿te gustaría tomar algo?-pregunto nervioso.

—No, gracias-respondió corto y claro. Se podía notar la tensión entre ellos dos así que el de ojos grises decidió romper el hielo- ¿Por qué me has llamado Hinata-kun?

—P-Pues-"piensa, piensa" repetía sin cesar Hinata en su cabeza. Debía pensar una mentira- para pasar tiempo juntos...el año se está acabando ¿sabes?

—O-oh, es verdad...-respondió mirando al suelo.

—Podríamos ver una película-sugirió el castaño- Después podríamos dar un paseo-el albino solo asintió, pareciéndole una buena idea aquello.

Durante la película los dos se quedaron dormidos, Komaeda apoyado con la cabeza en el hombro del castaño y el contrario con la cabeza apoyando en la del albino. El primero en despertar fue el de ojos grises, su sueño fue interrumpido por un sonido, procedente del celular del castaño. Sin moverse mucho pudo observar que era un mensaje de la princesa en el que decía "Ya puedes traer a Komaeda". El albino estaba confuso, no sabía que pasaba, decidió despertar al contrario.

—Hinata-kun, despierta, tienes un nuevo mensaje- sacudió un poco a Hinata.- Siento que alguien como yo te despierte de tu sueño, pero podría ser algo importante.

—Mmm...-gruñó molesto- ¿qué hora es?

— Las seis de la tarde-respondió a con su típica voz suave.

Cogiendo el móvil, pudo ver un nuevo mensaje de Sonia, entonces decidió llevar al albino hacia su casa.

—Vayamos a dar un paseo-sugirió nervioso.

《》

Ya cerca de la casa de la rubia, Hinata mandó un mensaje de que ya casi estaban para que todos estén en sus posiciones.

—Hinata-kun, siento que una basura como yo te moleste con preguntas, pero ¿que hacemos delante de la puerta de este palacio?- pregunto nervioso y sorprendido.

—Necesitaba recoger una cosa de la casa de Sonia- así llamo a la puerta siendo recibimos por la princesa.-H-Hola Sonia, v-venia a por el libro que te preste de asesinos...

—Pasad,- dijo eufórica la princesa- mientras yo voy a por el libro en la biblioteca, Hinata, podéis explorar.

Al estar todas las luces apagadas, Komaeda fue andando-este acompañado del castaño-hasta darse con la frente con la puerta del salón, al abrirla se quedó con la boca abierta por la sorpresa.

—¡¡FELICIDADES KOMAEDA!!-gritaron todos al unísono.

Komaeda estaba muy feliz de que todos sus compañeros se hayan molestado por alguien como él. No se había dado cuenta de que estaba llorando, al girarse vio la gran sonrisa y mirada cálida que Hinata le estaba dedicando.
Este salto a sus brazos dándole un fuerte abrazo, el contrario correspondiendo. Al separarse les agradeció a todos.

—Komaeda, Hinata, mirar a cámara- grito la fotógrafa definitiva.

—¡¡AAA COMER!!- dijeron al unisono, Akane y el impostor Definitivo.

Después de comer, todos le entregaron los regalos, al llegar el turno de Hinata, este le entregó una caja bien forrada. Al abrirla se sorprendió al ver un cachorro blanco con manchas marrones, el cual portaba un collar con el nombre de Lucky y por detrás ponía HOPE, significando esperanza en inglés.

—¡¡Muchas Gracias a todas!!-grito con todas sus energías.

—Komaeda-kun, aún tenemos una sorpresa-dijo Nanami- Ya puedes entrar.

—Felicidades Komaeda- dijo un alto chico con pelo largo de y ojos de color carmesí.

—¡¡No puede seeeer!!- gritaron Hinata y Komaeda sorprendidos.

Después de aquello dio comienzo a la fiesta, todos bailaban al ritmo de la música, cantaban, gritaban, saltaban. Komaeda no podía estar más feliz.
Ya las once de la noche todos aún seguían pasándoselo genial. Komaeda se apartó un poco de todos yendo escaleras arriba a una habitación solo. Miraba por la ventana como La Luz de la luna iluminaba el jardín y se reflejaba en la piscina, su momento de paz fue interrumpido por el leve sonido de la puerta abriéndose dejando vista al castaño.

—Te estaba buscando, pensaba que te habías ido-dijo, fingiendo enfado.

—Estaba...estaba descansando un poco- dijo un poco sonrojado, pensaba que nadie se daría cuenta de que faltaba, menos el castaño. Este entrando y sentándose muy cerca del albino.-Hueles a alcohol- dijo riendo.

—Hip...gracias hahaha-dijo agradeciendo aquel comentario estupido y obvio- no me había dado cuenta.

Reinaba un silencio cómodo, los dos se miraban fijamente a los ojos, ya eran las once horas y cincuenta y ocho minutos, solo dos minutos para que este maravilloso día acabase.

—¿Sabes?...pensaba que la gente se había olvidado de mi cumpleaños-dijo con lágrimas en los ojos apunto de salir- había perdido las esperanzas...hahaha ¿estupido verdad? Yo teniendo esperanzas en mi mismo...

Hinata se limitaba a escuchar, "poco menos de un minuto para que acabe" pensaba... Ya no aguantaba, Komaeda se veía precioso... sus ojos, sus labios...¿debía besarlo o no? Ya quedaban menos de medio segundo.

—Lo siento- Dijo acercándose a la cara del albino.

—¿Eeh? No lo sien-fue callado por los labios del contrario.

El albino estaba atónito, no sabía que el castaño también tenía sentimientos de ese tipo hacia su persona. El beso terminó siendo de uno tierno a uno más apasionado. Al separarse los dos estaban respirando agitadamente.

—Una vez más, Felicidades Komaeda.

—Muchas Gracias hahaha.

Los dos sabían que incluso después de graduarse continuation viviendo juntos.

FIN~

Espero que os haya gustado, no olvidéis votar y comentar. Siento mucho si hay algún error, si eso comentar. Graciasss <3

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