—H a b l e m o s—

Todoroki POV

Finalmente había llegado a casa, salí del auto que me había traído y estuve parado frente a la puerta durante unos segundos preparandome para cualquier cosa que podría decir mi padre. Fuyumi abrió la puerta.

—¿Shoto? ¿Qué haces aquí? Ya es muy tarde.

—Endeavor me llamo.

—Oh...si, bueno él esta en su habitación.

Entré y la casa estaba casi que a oscuras, no fue algo que me extrañara ya que evidentemente era de noche, y mi hermana ya casi estaba a punto de irse a la cama.

—¿Quieres algo de cenar?— Me preguntó ya con su pijama puesta.

—No, estoy bien.— Le respondí. A decir verdad si tenía algo de hambre, pero realmente no quería molestarla más, aparte se supone que solo sería una visita rápida.

Midoriya me había enviado un mensaje de texto cuando salí del auto, pero no tuve tiempo de verlo bien. Sabiendo cómo es él, supuse que sería un mensaje de apoyo o algo así. No perdí más tiempo, y con la oscuridad que abundaba en mi casa, a paso lento fui hasta la habitación de mi padre. Toque la puerta dos veces y después entré.

Ahí estaba mi padre, sentado en su escritorio con la habitación a oscuras, pero con la tenue luz de una lampara de noche.

—Llegaste.

—¿Creíste que no vendría?

—No porqué no quisieras, sino por las normas de tus profesores. Sin embargo, veo que te las arreglaste muy bien cómo para escaparte tú solo.

—No fue gracias a mí, dos de mis compañeros me facilitaron las cosas más de lo que debían.— Respondí con frialdad.—Se siente bien saber que tienes a alguien que te apoya en todo momento.

—No empecemos con estas cosas.— Se retiró sus gafas de lectura.

—Sí, no empecemos y será mejor que me digas de una vez para que me has llamado ¿Ha habido un progreso en todo este tema? Espero que sea algo bueno, tengo el tiempo muy contado.— Iba a seguir hablando con algo de nervios ya que mi corazón estaba latiendo algo rápido y no entendía del todo esa reacción que había surgido de la nada.

—Shoto.— Mi padre me dirigió la palabra.

Lo mire fijamente, él tenía la cabeza baja y segundos después ya estaba mirandome a los ojos.

—He encontrado todo lo que necesitabamos.

Esas palabras me helaron la sangre,  pero a su vez me confundieron bastante. Por un lado estaba nervioso y a la vez emocionado, sin embargo, decidí no hacerme tantas ilusiones.

—¿A qué te refieres con que has encontrado todo lo que necesitamos?— Lo cuestioné mientras tragaba saliva.—No estarás queriendo decir que...

Antes de hablar, me detuve por unos segundos. Ahí estabamos mi padre y yo, en la oscuridad que apenas se iluminaba gracias a una pequeña lampara de mesa. Él y yo, en pleno silencio y un ambiente que de un momento a otro se sentía muy extraño.

—¿Y bien...?— Lo mire esperando que hablara. Levanto la mirada, y esas palabras que dijo me dejaron pálido.

—Tu teoría era cierta, realmente tengo otro hijo.

Sentí como el tiempo se detenía, sentí que mi cuerpo se soltaba y sentí que mi corazón se paraba por un momento. No podía creer lo que estaba escuchando, lo peor de todo es que nunca llegue a pensar que llegaríamos a obtener una noticia así.

Después de aquella conmoción, poco a poco empece a recuperar la conciencia de lo que estaba pasando en ese instante. Mi corazón estaba volviendo a su velocidad normal, pero miles de dudas se dispararon en ese momento: ¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¿De qué color son sus ojos y su cabello? ¿Será parecido a su padre o madre?

—Sí, yo tampoco lo he podido procesar...— Se quedó callado por un rato.—Pero es lo que hay.

—¿Y qué planeas hacer ahora?— Le pregunté.—¿Se lo diras a mamá y a mis hermanos?

Normal POV

—Esta claro que sí. Ellos tiene derecho a saber que tienen un hermano.— Endeavor se quito sus gafas.—Pero decirle a tu madre...yo no sé si realmente es una buena idea.

Shoto se quedo en silencio mientras meditaba ese asunto. Actualemnte su madre parecía estar mejorando, sin emabrgo, darle una noticia así podría afectarle en algo.

—Pensaremos eso después, por el momento...¿Qué es lo que sabes?— El menor lo miró fijamente.

—Absolutamente todo. Y si quieres saberlo, sientate, esto no será una plática senci...— El sonido de un teléfono irrumpió la conversación.

—Un segundo tengo que contestar.

Se levantó de la silla y saco su telefono del bolsillo. Iba directo hacía la salida de la oficina, pero su padre intentó detenerle.

—Quizás debas atender luego, esto es importante.— Le dijo.

—Sí, lo sé. Pero esto también es importante.— Dicho esto, el bicolor tomó la llamada entrante.—Hola.

[Al telefono]

Midoriya: Todoroki, quizás debas volver de una vez.

Todoroki: ¿Y eso por qué? Todavía no es la ho...¡Demonios son casi las 10:30!

Midoriya: No sólo eso, Aizawa-sensei ya se dio cuenta que falta la tarjeta de Mineta.

Todoroki: ¡¿Qué?! ¿No estaba dormido?

Midoriya: Correcto, estaba...

Todoroki: Sólo...denme 10 minutos más.

Midoriya: PERO...

[Llamada terminada]

—Sólo...ve directo al grano. No me queda mucho tiempo.— El joven se sentó y tomó sus manos entre sí.—Si quieres podemos empezar por su nombre...— El chico se quedo en silencio durante unos segundos esperando a que su padre rompiera el hielo.—¿Y bien...?

—Shoto.— La fría voz del mayor resonó en la oscuridad. Su mirada era confusa, tenía una expresión de susto, nervios y parecía estar perdida.—Realmente quiero contarte todo, pero...— El mayor bajo su mirada.

—¿Pero...?

—No estan fácil como crees.— Agregó el peli-rojo.

—¿Por qué?— Preguntó el menor.

—Hay...algo que quizás cambie tu perspectiva de ver las cosas.

—Simplemente dilo.— El menor hizo una mueca.—Ya has ocultado tantas cosas por mucho tiempo, después de todo esto tienes que decirlo sea como sea. Así que simplemente hazlo.

Esas palabras dichas por el hombre estaban poniendo nuevamente nervioso a su hijo. La tensión que el héroe había causado de un momento a otro era tan notoria que ninguno de ellos podía seguir diciendo algo.

—Yo...quiero, pero no puedo.

—¿Qué?

—Shoto, creo que por tu bien será mejor que te alejes de esta situación y por ahora no tener contacto con esa persona. No es asunto tuyo de ningún modo.— Las palabras del peli-rojo sacaron de sus casillas al joven y este se levantó de la silla con una mirada para nada amigable.

—¿Qué fue lo que dijiste?— La mirada del chico más pequeño mantenía sus ojos perplejos y el ceño fruncido.—¿Qué clase de mierda me estas diciendo?

El comportamiento del joven Todoroki puso nervioso a su padre. Ante todo él quería manejar la situación de la mejor manera posible, pero esas palabras sólo habían empeorado todo.

—Shoto, escucha, no es mi intención lastimarte de ningún modo; solo por favor escuchame.

Después de ese argumento, una taza que anteriormente estaba llena de café, salio disparada hacía una esquina del cuarto impactando contra la pared y rompiéndose en pedazos.

—¿Estas planeando en dejarme a un lado después de lo mucho que sufrí por esto?...— El joven tomó a su padre de su camisa por la parte de cuello.—¿Quieres que me aleje de todo esto sólo por qué es lo mejor para mí? Justo cómo lo que has estado haciendo conmigo durante tantos años.— La voz del chico resonaba irá y tristeza.—Esa es tú única maldita opcción de siempre. Huir de todo.— El mayor estaba mirándolo fijamente a su mirada sombría. Algo en él hizo clic.—No te permitiré que no me dejes salvarle a él o a ella. No me alejaras así como lo hiciste con Touya.

El padre, título que había obtenido desde que concebio a cada uno de sus hijos, bajo la mirada con el ceño fruncido. No se resistió para nada al agarre de su hijo menor, pero colocó las manos sobre la mesa.

—Siéntate de una vez y hablemos de todo esto.— Enji dijo con una voz seca.

Continuara...