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—P e q u e ñ a  R e v e l a c i ó n—

Normal POV

La señora Midoriya estaba en la espera de su hijo. Hace unos días que lo había llamado, y hasta hace poco ambos habían planeado el día en el que estos tendrían una pequeña charla.

Aún era de día, pero poco a poco se admiraba un bello y cálido atardecer, posiblemente de los últimos cálidos ya que poco a poco se podían sentir las bajas temperaturas.

Inko ya llevaba algunos minutos en la sala, con la mesa preparada que incluía la comida favorita de su pequeño Izuku. Hacía tiempo que no estaban los dos en la misma mesa, aunque no lo admitiera, muchas veces su hogar se sentía solitario por la nula presencia de su hijo; a pesar de que sería un reencuentro después de mucho tiempo, no estaba completamente feliz en la manera que la situación se desarrollaría. Se quedo en silencio algunos minutos más hasta que escucho el sonido del timbre, rápidamente fue a abrir la puerta.

—¡Izuku!— Con la voz entrecortada abrazó a su pequeño quién apenas estaba quitándose los zapatos para poder entrar. La expresión de sorpresa y cariño por parte de su hijo la hizo sentir un poco aliviada, pero a la vez nerviosa por la próxima charla que ambos tendrían.

—¡Mamá, a mí también me da mucho gusto verte!— Mencionó el peli-verde con una sonrisa. Lástima que esa emoción no duraría mucho.

—¿Por qué no llegabas a la hora que acordamos? Estaba preocupada por ti.— Dijo Inko en forma de regaño mientras esta se cruzaba de brazos.

—Lo siento mamá, es que ya que estaba de paso decidí correr un poco.— Esta afirmación era cierta ya que se podía observar al joven con ropa deportiva y algo de sudor en su frente.

—Espero tengas hambre, preparé la cena para ti.— Los ojos del oji-verde se iluminaron por unos segundos.—Ya sabes que es.— Agregó Inko con una pequeña sonrisa.

—¡¿Katsudon?!— Hablo con una sonrisa en su rostro.

—Hasta la cuestión ofende, sabes que cada que llegas a casa eso es lo que siempre preparo para ti cariño.

—¡Eres la mejor mamá!— Midoriya volvió a abrazar a su madre para después dirigirse hacía la cocina a servirse algo de su amado kastsudon.

—A mí también me gustaría decir lo mismo.— Estas palabras tensaron un poco la actitud de la mujer. 

Apenas habían pasado 5 minutos desde que su hijo había llegado y por dentro de su pecho ya sentía una mezcla de presión, enojo, y sobre todo, culpa. Las manos de la adulta joven empezaban a humedecerse, y sus ojos estaba teniendo un leve brillo del cuál estaba luchando por evitar que saliese. Sin embargo, levantó la mirada y se secó las pocas lágrimas que ya estaban afuera de sus ojos, no podía permitirse ser débil en estos momentos, en esta parte de su vida tenía que aparentar y ser la mujer más fuerte que su hijo necesitaría después de decirle la verdad.

Espero a que su hijo terminase su cena, y antes de que este regresara a su antigua habitación, Inko lo llamó desde el sófa.

—Izuku, tenemos que hablar.

La mirada de Inko parecía neutral, pero por dentro ella solo sabía con lo que su consciencia estaba intentando luchar. Un lado de su mente le decía que no tenía que hacerlo, que dejar las cosas así como así era lo mejor que podía hacer por Izuku, pero el otro lado le decía que era una cobarde y una mentirosa por ocultarle todo esto a su pequeño; la culpa y las ganas de sentirse aliviada consigo misma era una motivación para hacerlo, siendo una confesión que podría dañarlo, pero algo que tenía él derecho a saber.

El peli-verde se sentó a su lado y la miró con cierta preocupación, desde que llegó había sentido una vibra muy extraña en su madre, algo que no era muy propio de ella; a pesar de ser una mujer insegura, la mayoría de las veces se mostraba feliz entre sí y que se preocupaba por todo mundo sin importar quién fuese. La mirada del joven estaba posada en su madre quién seguía mirando hacía un punto fijo de la sala, decidió no interrumpirla porqué sentía que lo que tenía que decir era algo complicado para ella, por lo menos hasta dónde él pensaba.

—Recuerdas que hace no mucho me preguntaste acerca de tu padre.— Inició con unas simples palabras que generaron un latido veloz y espontaneo en el pecho de su hijo.

—Sí ¿Qué con eso?— Le dio una mirada relajada a su madre.

—Antes de decirte todo lo que tengo, quisiera pedirte disculpas por nunca haber sido del todo sincera contigo hace mucho tiempo. Sé que eres un hijo muy comprensible Izuku, y que a pesar de haberte ocultado algo tan importante, me entenderías. Sin embargo, desde mi corazón siento que no tengo justificación para lo que hice.— Las lágrimas estaban amenazando fuertemente con salir de los ojos de la madre, pero estaba reteniendo con todas sus fuerzas no mostrarse tan vulnerable.

—M-mamá, escucha, no tienes que culparte a ti de lo que ese hombre hizo por abandonarnos.— Izuku habló e intentó consolarla.—Tú eres eres una mujer increíble. Siempre me animaste cuándo nadie más lo hizo, estuviste para mí cuando me dijeron que no tenía ningún quirk. A pesar de que estabas muy preocupada por mí, me apoyaste en mi deseo de seguir en la UA. ¿Es que acaso todo eso no es suficiente para decir que eres una madre genial?— Dijo Izuku mientras se levantaba y extendía los brazos.

Por otro lado, Inko seguía sin apartar la mirada del suelo. Había escuchado todo lo que su pequeño había dicho de ella, pero después de todo no podía aceptar lo que él dijo, ya que todo lo que mencionó era sobre lo que él conocía de la situación actual.

—Izuku...— Las lágrimas empezaron a asomarse en sus ojos.—Yo...realmente aprecio tu consideración, pero no puedo aceptar palabras como esas después de haberte ocultado algo tan importante.

—Mamá ¿A qué te refieres?— Al expresión del peli-verde cambió repentinamente. Algo en él le indicaba que la situación no estaba tan bien como el creía.

Izuku Midoriya POV

Las palabras de mi madre me hicieron sentir confundido, apenas estaba intentando entender porqué de un momento a otro estábamos discutiendo de algo que hace no mucho habíamos hablado. Comencé a atar los hilos dándome cuenta que desde que había llegado, mi madre no lucía bien. Comencé a pensar que la razón por la que me llamó no era para simplemente verme, quizás dentro de ella había algo más que tenía que decir, y eso, me asustó.

—¿Qué estas queriendo decir con eso?— La miré intentando encontrar una respuesta en sus ojos, pero simplemente miré su cara llena de lágrimas.

Me acerqué lentamente a ella para abrazarla, pero antes de que tan siquiera le tocase el hombro, apartó mi mano.

—Izuku...— Dijo con la voz entre cortada.—No eres la única persona a la que le he estado ocultando la existencia de alguien más.— Mamá habló con tristeza.

Sus palabras me confundieron un poco más, pero en vez de esperar a que acabará, mi cabeza comenzó a entrar en pánico intentando no sacar conclusiones apresuradamente.

Hace tiempo había aceptado que la idea de no tener una padre en mi vida era un completo hecho, pero pensar ahora que él podría entrar ahora, simplemente me hizo sentir extraño, confundido y desolado.

Normal POV

—Yo...siempre tenía ese sentimiento de contarte la verdad, pero nunca creí que el tiempo pasaría tan rápido.— Inko ya tenía lágrimas en sus ojos y estaba apretando sus puños. En este punto, el joven no tenía la menor idea de que debía hacer, su única opción era escuchar las palabras de su madre.—Sólo espero que me perdones por haberte hecho esperar mucho tiempo hijo mío...

La mujer estaba cubriendo su rostro húmedo con ambas manos, por otro lado, el peli-verde sólo la miraba con pena, tristeza y confusión. Toda esta situación lo estaba dejando con un mal sabor de boca, y eso que todavía no sabía el resto de la historia.

—Mamá...— Habló con la voz entrecortada.—No sé que te haga sentir de esta forma ahora mismo.— El chico se sentó a su lado.—Pero quiero que sepas, que después de todo seguirás siendo mi madre, y cualquier cosa que me hayas ocultado no hará que eso sea diferente.

Izuku la tomó por el hombro e Inko descubrió un poco su rostro. La mujer se estaba calmando poco a poco mientras utilizaba un pañuelo para limpiar su rostro.

—Mi bebé, eres el mejor hijo que cualquier madre pueda tener.— La voz de Inko sonaba dulce y melancólica.—A veces pienso que no te merezco como hijo...

Estas palabras generaron un nudo en la garganta del chico, iba a alegar del por qué de esos comentarios, pero decidió que no era necesario. De todos modos, Izuku se solía sentir de la misma manera al ver lo mucho que preocupaba a su madre.

Pasados algunos minutos, ambos guardaron silencio y la madre ya se sentía preparada para soltar el resto de la sopa, después de todo, le estaba haciendo mas mal que bien seguir reteniendolo.

—Izuku.— Inko lo miro con los ojos tenuemente llenos de lágrimas.—Tu padre no supo de tu existencia hasta hace poco, él no estuvo en tu vida no porqué no quisiese, sino porqué yo no se lo permití.

Esas palabras bastaron para generar el ambiente más tenso posible, la cara de el joven estaba con los ojos abiertos y llena de completa confusión, a pesar de ser más mayor para entender este tipo de cosas, todavía tenía el corazón de un niño.

—¿Qué?— Respondió el peli-verde con el ceño fruncido y una mueca.—¿Por qué lo hiciste mamá?— El peli-verdd lo pregunto en voz baja. No tardo mucho Inko en darse cuenta que su hijo estaba cambiando rápidamente de emoción.

La peli-verde se paró del sofá y tomo las manos de su hijo entre las suyas, entrelazó sus dedos con los de él para evitar que todo se saliera de control.

—Antes de que me culpes por eso, quiero decirte que posiblemente, incluso te termines culparlo de conocerlo.— La mujer lo intentó decir con más tranquilidad, pero en su tono se podía notar un poco de desesperación.

—¡¿Qué rayos intentas hacerme creer?!— Estas palabras fueron dichas en un tono alto y enojado por parte del niño. La reacción de este incluso tomo de sorpresa a la mujer.—¿Qué se supone que deba de creer ahora?

La actitud del joven estaba descontrolandose un poco debido a lo que acaba de escuchar, una parte de él deseaba que todo lo que le había dicho su madre fuese una mentira, pero otro lado le sentía curiosidad de todo lo que le contó. Antes de que Inko dijese una palabra más, Izuku tomó su mochila y salió de su casa.

—¡Izuku, espera! Aún no hemos terminado de hablar.— Inko se paró del sofá.

—Necesito algo de aire fresco.— Él si.plemente volteó, la miro con el ceño fruncido, y cerró la puerta sin azotarla por detrás.

Izuku Midoriya POV

Mi cabeza estaba dando mil vueltas en ese momento, todavía no sentía que la sorpresa de esas palabras había llegado. Aún sentía el corazón a mil por hora y mi respiración algo acelerada, todavía quería negar que todo lo que me dijo mi madre era una completa mentira. Ella, la mujer que me crío sola, ahora me estaba diciendo que la persona con la cuál comparto el 50% de mi ADN nunca supo de mi existencia hasta ahora. Esto me dejo muchas más cuestiones de las que antes había. ¿Por qué mi madre me negó el derecho de conocer a mi padre?

Tomé una respiración larga para controlar el mar de emociones que estaba sintiendo en ese momento, ahora lo que menos quería era agotarme mentalmente pensando en eso. Comencé a caminar hasta la UA, no quería volver ni siquiera para despedirme, no quería hablar con ella porqué no me sentía capaz de controlarme si es que todo lo que antes me dijo era cierto.

Mi cabeza estaba llena de enojo, ira, confusión, tristeza; y sobre todo, traición. Sentí que todo esto estaba siendo muy rápido, nunca antes había sentido tantas cosas a la vez, y por dentro estaba luchando para no golpear una pared con mi OFA.

Me coloqué mis audífonos y continúe mi camino hacía la estación, puse mi teléfono en modo silencioso para evitar las llamadas y notificaciones de mi celular.

Mientras mi cabeza comenzaba a ordenar todo lo dicho por mi madre, mi corazón apenas estaba sintiendo la melancolía de lo que provocó aquella pequeña revelación. Apreté los puños e intente contener las lágrimas que amenazaban con salir, sin embargo, todo el camino me la pase llorando silenciosamente.

Este momento de mi vida fue en el que me sentí más vulnerable, sentí que ni siquiera mi propia madre estaba de mi lado para entender como me estaba sintiendo; nadie estaba para mí. Era de las pocas veces que tenía situaciones en las que creía que tendría que afrontar las cosas solo, pero esta vez, realmente me sentía tan solo.

Continuara...

Correcciones ortográficas son bienvenidas ^^ ¡Feliz inicio de año mis amores!

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