❝ El cuento del príncipe ciego y el hada desempleada ❞

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     Érase una vez un príncipe guerrero que, en batalla, perdió sus ojos. Atrofiado para la guerra, defectuoso para reinar, se aisló en un castillo lejano donde vivió por años en imperturbable soledad.

Un día un hada curiosa y desempleada se acercó hasta el castillo buscando alguna princesa a la que amadrinar. Sin embargo, se topó con el apacible hombre ciego que, pese a su falta de visión, percibió que ella era un ser de magia.

-¿A qué has venido? -había preguntado el guerrero-, ¿acaso eres la muerte?

El hada, viendo el deterioro y el aislamiento en que vivía el príncipe, ofreció asistirlo.

-He venido a ayudarte a encontrar la felicidad, buen hombre, puedo hacer que este castillo brille en oro, darte ropas, caballos y siervos que atiendan tus caprichos -y agregó-. Puedo también devolver la luz a tus ojos.

Pero grande fue la sorpresa del hada al percibir que el hombre no echaba en falta lujos ni atenciones y no extrañó sus ojos tampoco. Lo único que pidió fue música, que era aquello que no podía tocar por sí mismo ya que, siendo guerrero, no fue instruido en tales artes.

Así lo concedió, pero no se alejó como correspondía tras cumplir los deseos. En su lugar, el hada se quedó haciendo compañía el guerrero, quien no cuestionó por qué tal decisión.

Entonces, la soledad de uno y de otro los acercó hasta que el amor, que no se fija a quien le llega y si es inoportuno, los halló pareja y les permitió -a su modo- alcanzar el vivieron felices por siempre.

Fin.

Nota:

Je, esta soy yo, compensando y haciendo lo que me sale bien: improvisando.

Lo que no me sale bien es pintar a lápiz, pero bueh.

Pd. ¿Es JinIU? ¡Claro que lo es!

'Ta la próxima.

:)