Epílogo

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Epilogo.

Mansión Wayne.

Bruce Wayne.

Este sería un día crucial, pues tomarían decisiones importantes que cambiarían el rumbo de sus historias. Ambos disfrutaban estar juntos y era como si las rivalidades del pasado nunca hubieran existido. Bruce, estaba terminando de vestirse para empezar el día y cuando iba a colocarse el parche, la voz del Joker a su lado le detuvo.

—No te lo pongas— El alfa lo miró con escrutinio y aclaró —Quiero acostumbrarme a tu aroma.

—Joker, te hará...— El payaso negó con la cabeza.

—No me importa, es parte de ti, no hay razón para esconderlo. No al menos aquí, conmigo.

Bruce lo meditó unos instantes y optó no ponerse el parche por el momento y Joker, hizo lo mismo.

(...)

Era extraño sentir su propio aroma durante mucho tiempo, también era raro poder sentir el aroma del Joker. Realmente no se quejaba de eso último, su fragancia es maravillosa, podía saber sin necesidad de recurrir al vínculo si su compañero estaba enojado o nervioso, además, era tentador, delicioso y relajante.

La presencia del Joker era mucho mejor de lo que esperaba y se adaptó sorprendentemente rápido, le gustaba cocinar y curiosear por toda la mansión, incluso se metía en la bat-cueva y le hacía compañía durante las investigaciones, lo recriminaba solo cuando se ponía a jugar con los artilugios. Conversaban seguido, almorzaban e incluso se bañaban juntos, la ducha se ha convertido en su momento favorito del día. No recuerda un solo momento de soledad u tristeza desde que el Joker se mudó a la mansión Wayne, inclusive las pesadilla se han disipado durante las noches.

Bruce dejó los cubiertos a un lado y miró a su compañero que yacía en la silla de enfrente, comiendo.

—Si lo deseas, podemos ir de compras— Joker sonrió.

—Tengo todo lo que necesito aquí, Brucie— No hacía mucho que había traído sus escasas pertenecías a la vivienda.

—Sé que no te sientes del todo cómodo, tal vez, si añades un poco de tu toque personal eso te haga sentir mejor.

—Cuidado con lo que dices, puedo tomarme esa libertad muy en serio— Ronroneó llevándose un trozo de filete a la boca.

—Solo te pido que no instales una feria completa en el patio.

—Aguafiestas— El payaso le sacó la lengua y Bruce, resopló.

—También tendrás que conocer a mis hijos.

—Uh. Creo que eso será lo más difícil, no estoy en los mejores términos con ellos— Su aroma denotó emoción por la idea, lo cual era extraño.

—Seré yo quien les diga de lo nuestro— Lo último que quería era una batalla campal en la sala de estar.

—Bien, prepararé mi mejor palanca para la ocasión— El payaso rió y Bruce, gruñó por el comentario.

—Con respecto a hacer nuestra relación pública, primero debes obtener un certificado de sanidad mental de Arkham.

—Suponiendo que lo logre, eso tomará mucho tiempo y no estaríamos nada cerca.

—Iría a visitarte todos los días antes de comenzar mi patrulla— Dio un trago a su copa de vino y Joker, hizo una mueca ante la idea.

—Será demasiado extraño que Bruce Wayne, visite al Joker— Evidentemente los rumores no tardarían en extenderse por toda Gotham.

—Soy el principal benefactor, diré que quiero ver las instalaciones, puedo hacer cualquier cosa— Joker lo remedó en silencio y Bruce, lo ignoró —De todas formas, eventualmente seremos una pareja oficial, será mejor que se acostumbren a vernos juntos— El payaso exhaló y sonrió ampliamente.

—Me esforzaré en mejorar si añades más postre al menú.

—Hecho— Ambos se dieron la mano para cerrar el trato.

~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~

Arkham Asylum.

Joker.

El bat-movil se detuvo frente al asilo, el príncipe del crimen se mantuvo en silencio un largo rato mirando la instalación desde la ventana del vehículo. Batman, no lo apresuró, dejó que se tomara su tiempo hasta que habló.

—Es extraño, ahora...— El payaso le miró, pero no sonreía —Probablemente sea la última vez en mi viejo hogar.

—Los cambios son buenos, Joker— Sin embargo sus palabras no parecieron animarlo en lo más mínimo —Sabes que vendré todos los días— Su compañero sonrió y respondió en un tono más alegre.

—Sí, lo sé, mi estúpido alfa no me dejará solo— Bajó del vehículo y se despidió cuando uno de los guardias en la entrada lo inmovilizó —Hasta mañana, Batsy— Rió histéricamente y la puerta del coche se cerró.

~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~

Dos años después.

Arkham Asylum.

Jack Napier.

Bruce Wayne espera y cuenta los segundos en su reloj, se siente como un tonto, está emocionado como un estudiante enamorado a punto de declararse a la chica que le gusta, su corazón da un vuelco cuando vislumbra a su amante y no puede evitar sonreír, con orgullo ve a su compañero atravesar la salida del asilo Arkham como un hombre nuevo y libre. Él fue testigo todos los días de las recaídas y el indudable progreso que había tenido el Joker... No, Jack, en esos años.

El alfa corre a abraza a su omega, disfruta la cercanía, el calor y el aroma de su shampoo por primera vez en años. No necesitan mediar palabras, le basta con ceñir a Jack, entre sus brazos y es todo lo que necesita, sus corazones laten al mismo ritmo y sus almas se arrullan mutuamente en armonía. Realmente lo extrañó, extrañó tocarlo, besarlo y mimarlo.

—Volvamos a casa, Bruce.

Ambos volverían a su hogar.













He publicado una nueva historia Batjokes. También pueden leerme en AO3, búsquenme con el mismo nombre de usuario. Espero hayan disfrutado esta historia sencilla pero de corazón.

Gracias por leer hasta el final.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro