Capítulo 11: Al Alba de un Turbulento Destino

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Centro pokémon de Ciudad Violet, 7:20 P.M


Luego de la larga e intensa batalla contra Falkner, el grupo se despidió del líder de gimnasio y se dirigen al centro pokémon más cercano, localizado en la parte oeste en las afueras de una pacífica área residencial de varios condominios, con la intención de curar las heridas de los pokémon de Gold, cenar algo y, posteriormente, rentar un par de habitaciones para pasar la noche.

No obstante, y muy para el malestar colectivo de todos, al llegar y hablar con la enfermera encargada en la recepción, el grupo se llevó la desagradable noticia de que todas las habitaciones del lugar, salvo una, estaban ocupadas. Al no tener más opciones por el momento, Gold, Crystal y Kelly, luego de cenar, se vieron en la forzosa necesidad de alquilar esa única habitación para dormir los tres.

-Ughh... ¿Entonces qué proponen para resolver este pequeño "inconveniente"?- Preguntó Gold antes de colocar su mochila en el suelo, apoyando luego su espalda contra una de las paredes de la pequeña pero confortable habitación al entrar a la misma. -Solo hay dos camas y somos tres de nosotros.-

-Vamos, Gold. Me sorprende lo poco imaginativo que puedes ser.- Argumenta Kelly a modo de burla, soltando un exagerado suspiro a la vez que se encogía de hombros y negaba ligeramente con su cabeza. -Es obvio que tu y yo dormiremos en una cama juntos, mientras qué "ESA" dormirá sola en la otra. Así de simples son las cosas-

-¡Oh, por el amor de Arceus! Aquí vamos otra vez.- Murmuró Gold para sí mismo. -Ya van a empezar con el drama.-

-Hphm, ¿en serio crees que voy a permitir algo como eso?- Preguntó Crystal en un indignado y agresivo tono, colocando su mochila en el suelo, para después poner el pokehuevo encima de una pequeña silla de plástico. -Quien sabe que clase de cosas indecentes intentes hacerle a Gold si durmieran juntos.-

-Ohhhh... ¿Acaso estás celosa de lo que seríamos capaces de hacer?- Preguntó Kelly de manera desafiante y guiñando uno de sus ojos. -¿Te imaginas si-...?-

-Y-yo... Grrr... No voy a permitir que duermas con él y punto.- Declaró Crystal rápidamente al sonrojarse y cruzándose de brazos en el proceso. -Así que ve olvidándote de eso.-

-¿Y tú quién demonios crees qué eres cómo para darme órdenes? Esto no está abierto a discusión.- Reclama Kelly con firmeza. -Además, yo conozco a Gold desde mucho antes que tu.-

-¿Y qué tiene eso que ver aquí?- Cuestiona Crystal en un tono mucho más frío y apático. -No veo cómo el qué conozcas a Gold desde antes entra al tema.-

-¿Acaso no es obvio? Como yo fui su novia en el pasado, es mi derecho natural el compartir la cama con él.-

-Tienes razón en que "FUISTE SU NOVIA".- Vocifera Crystal observando con total desprecio a la rubia. -Pero, si no mal recuerdo, tú preferiste largarte a vivir a Sinnoh por todo un año y, por ende, terminaste tu relación con él. ¿En serio piensas que puedes simplemente regresar a sí como si nada y que todo será como antes?-

Las pupilas de Kelly inmediatamente se dilataron ante las miradas de Gold y Crystal. Ella, cómo si fuera un acto reflejo, cambió por completo el semblante de su pálido rostro a uno más rígido. Kelly odiaba tener que aceptarlo, pero ella muy en el fondo sabía que lo dicho por Crystal era cierto, por lo que se volteó y le dio la espalda para evitar que ella notara que sus palabras tuvieron un fuerte efecto.

-¿Quieren, por favor, dejar de pelear?- Propuso Gold momentos después de ver lo afectada que estaba Kelly por el comentario de Crystal. -Yo soy perfectamente capaz de decidir por mí mismo las cosas. Este no es un juego y yo no soy una especie de trofeo por el que ustedes dos tienes que estar peleando constantemente como Meowths y Growlithe.-

-¡ELLA EMPEZÓ!- Gritaron ambas chicas a la vez para inmediatamente apuntarse la una a la otra con desprecio.

-S-Solo calmense y escúchenme por un momento.- Ordenó Gold con molestia al estar intentando con todas sus fuerzas permanecer calmado. -Creo que se me ocurrió algo para resolver este pequeño problema.-

¿Qué tienes en mente?- Preguntó Kelly con curiosidad. -Te escucho.-

-P-pues, yo podría dormir solo en una de las camas y ustedes pueden dormir juntas en la otra...-

-Ughhhh... Odio tener que aceptarlo, pero supongo que esa es la solución más válida a este dilema tan excruciante.- Reconoció Crystal a regañadientes y con evidente resignación. -Aunque no me agrade del todo la idea, creo que-...

-¡Me niego!-

-¿Huh?-

-Me niego a dormir con "ESA".- Manifestó Kelly sin titubear y con energía. -Prefiero dormir en el suelo.-

-¿Ah, sí? Pues eso se puede arreglar fácilmente.- Comentó Crystal con una pretenciosa sonrisa.

-¡Esto es el colmo con ustedes!- Exclamó Gold al soltar un ahogado alarido de frustración. -Me rindo con ustedes dos. ¡Yo mejor me largo de aquí!-

-¿Ehhh?-

-¿T-T-Te largas de aquí?- Repitió Crystal al alzar una de sus cejas y con ferviente preocupación. -N-N-No puedes abandonarme con "ESA"... ¿A dónde irás?-

-Supongo que iré a hospedarme en algún hotel o algo por el estilo. Gracias a mi trabajo como ayudante de tu padre, logre ahorrar el suficiente dinero para de ese modo financiar por mi cuenta todos mis gastos para esté viaje. Así qué con suerte puede qué al salir de aquí encuentr-...

Antes de que Gold pudiera terminar lo que iba a decir, Crystal y Kelly inmediatamente se abalanzaron prácticamente a la vez contra su compañero de viaje, y cada una lo tomó por uno de sus brazos.

-¿P-Pero qué rayos es lo qué están haciendo?- Pregunto Gold antes de mirar de reojo a las chicas. -¿Podrían por favor soltarme?-

-Pues no permitiré que te vayas.- Informó Kelly al mirar con intensidad a los dorados ojos de su amado. -Recién hoy nos encontramos y no quiero volver a perderte. Me rehúso a qué nos volvamos a separar.-

-Vamos, solo estaba bromeando.- Informó Gold en un resignado tono antes de suspirar sonoramente. -En verdad, ganas no me faltan de irme de aquí por lo mucho que discuten por tonterías, ¿pero en serio creyeron que me iría y las dejaría solas?-

-N-No bromees de esa forma tan cruel.- Ordenó tajantemente Crystal. -Eso fue muy estúpido y insensible de tu parte para con nosotras.-

-Tch, estupida es la idea que tienes en la cabeza.- Comentó agresivamente Kelly con amargura, enfocando ahora su mirada directamente sobre Crystal. -¡Todo esto es tu culpa!-

-¿Mi culpa? ¿Y-Yo qué hice?-

-Para lo único que sirves es para entrometerte entre "MI GOLD y yo.-

-¿Ah, sí? P-Pues tú sólo sirves para-...

-Chicas, es suficie-...

-¡TU NO TE METAS!- Volvieron a ordenar ambas chicas de un grito, soltando en el proceso a Gold para posteriormente mirarse directamente a los ojos la una a la otra con infinito repudio.

-Escúchame muy bien, rubiecita de pacotilla, porque solo diré esto una sola vez.- Manifestó Crystal de fría y agresiva manera. -Puede que esta sea una idea estúpida para ti, pero para mi tiene todo el sentido del mundo qué alguien tan vacía y superficial cómo tu no esté con Gold. Además, tú ya tuviste tu oportunidad con él y la desperdiciaste al abandonarlo. ¿Por qué debería dejar que intentes algo con Gold, si ya una vez le causaste daño?-

-Grrr... T-T-Tu... ¿T-tu quien rayos te crees qué eres cómo para decir eso?- Preguntó nuevamente Kelly ya con el rostro enrojecido en su totalidad. -T-Tu apenas si nos conoces a nosotros y no tienes el derecho par-...

-¡Ya es suficiente!- Exclamó Gold nuevamente en voz alta al colocarse en medio de ambas chicas con cara de muy pocos amigos. -¡Deténganse en este momento!-

-¿S-Suficiente?- Repitió Crystal mirando al de New Bark con recelo. -¡Aún no es suficiente! Y-Yo... Yo estoy harta de esta situación y necesito sacar todo lo que pienso, les guste o no.-

-¿Todo lo que sientes y piensas?- Repetido Gold al alzar una de sus cejas y con perplejidad.

-Tch, entonces habla de una maldita vez.- Propuso Kelly cruzándose de brazos. -Termina con tu farsa aquí y ahora.-

Crystal apretó con violencia sus puños, mientras que su rostro empezaba a tornarse de color rojo. Ella permaneció un par de segundos en silencio, y luego le dio la espalda a Kelly y a Gold.

-¿Crys...?-

-N-No deseo que termines con "ESA".- Confesó finalmente Crystal con resignación y algo de vergüenza notable en su rostro. -Se que prácticamente nos conocimos ayer. Pero, a pesar de eso, sentí una muy fuerte conexión contigo. En este corto periodo de tiempo aprendí muchísimo más a tu lado que todo lo qué leí estando encerrada en el laboratorio de mi padre. A-Además, pude también ver en primera fila lo buena persona qué eres, lo qué me llevó a tomarte algo de cariño en el proceso.-

-¿E-En serio?- Cuestionó Gold. -¿En serio eso es lo que piensas?-

-Así es, Gold. Y, sinceramente, me destruiría completamente el alma que una persona tan leal y buena como tú termine de nuevo con "ESA". Juro por Arceus que no lo permitiré al ahora ser tu nueva amiga. Ella no te conviene en lo absoluto.-

-¡Vamos, dilo de una maldita vez, sabelotodo!- Expresó ahora Kelly con una agria expresión. -Te esta empezando a gustar Gold, ¿verdad?-

Crystal volvió a quedar en silencio e ignoró la inesperada pregunta ante las expectantes miradas de Kelly y Gold. De un momento a otro, la atmósfera dentro de la habitación se volvió extremadamente tensa y volátil.

-¡RESPONDE!- Gritó Kelly con desesperación y angustia. -¡EXIJO QUE LO DIGAS EN ESTE MOMENTO!-

-Y-Yo... N-No... O más bien, no lo sé. Yo no estoy segura de qué ese sea el caso.- Confesó estoicamente Crystal, finalmente volviendo a dar la cara, pero esta vez evitando mirar a Gold del todo. -Al principio asumí que lo que sentía dentro de mí eran inofensivos celos porque mi nuevo amigo se volvió a reencontrar con su ex novia. Pero ahora no sé qué siento del todo. Esto es algo nuevo para mi y no se que hacer al respecto.-

Gold, al escuchar las palabras de Crystal, decidió sentarse al borde de en una de las camas, luego suspiró sonoramente, y posteriormente pasó de manera nerviosa sus manos por su sonrojado rostro.

-Es el momento de que tomes una decisión, Gold.- Propuso la rubia al ver la reacción de su compañero. -Antes de tu batalla contra Falkner dijiste que terminarias con este problema y nos darías una respuesta a ambas.-

-Recuerdo perfectamente lo que dije, pero...-

-¿PERO?- Repitieron agresivamente ambas chicas.

-Miren, es cierto que me agrada mucho su compañía y, sinceramente, gracias a ustedes estoy disfrutando mucho de este viaje, aunque la mayor parte del tiempo se la pasen peleando y discutiendo.-

-¿PERO?- volviendo a repetir Crystal y Kelly.

-Pero no puedo decidir ni tampoco tomar una decisión en este preciso momento sobre este tema. Lo lamento cómo no tienen idea, pero en mis planes no estaba nada de esto. Mi única preocupación y meta a corto plazo era ganar las medallas de Johto y Kanto. Yo solo deseaba superar a Red cómo entrenador.-

En menos de lo qué dura un parpadeo, ambas chicas se pusieron peligrosamente rojas. Aparentemente todo lo dicho por Gold no les sentó para nada bien, puesto que no era lo que ninguna deseaba escuchar del todo.

-Pero quiero qué sepan qué no soy indiferente a toda esta situación. Creanme que en serio esto es muy dificil para mi también.-

-¿Entonces por qué no puedes tomar una decisión?- Preguntó Crystal de manera tosca.

-¿En serio crees que esto es algo fácil?- Cuestiono ahora Gold retóricamente. -Siendo sincero, me siento extremadamente halagado por todo esto y les confieso que ustedes también me... gu-...

-¿Nosotras también qué?- Preguntó Kelly al notar cómo Gold luchaba consigo mismo para articular sus palabras. -¿Qué era lo qué ibas a decirnos?-

-A-Ambas me...g-g-...

-¡Dilo de una vez!- Ordenó Crystal, ya algo más exasperada. -¿Nosotras que?-

-D-Demonios... ¡QUÉ AMBAS M-ME GU-GUSTAN!- Declaró Gold al alzar ligeramente más su voz. -O al menos eso es lo qué creo sentir.-

Crystal y Kelly intercambiaron miradas de asombro y sorpresa por varios largos e incómodos segundos. Gold, en el entretiempo, bajó pesadamente su mirada y se dedicó a morder nerviosamente sus labios a la vez qué su rostro se tornaba tan rojo cómo la armadura metálica de un Scizor.

-S-S-Supongo que eso era de esperarse.- Comentó una más nerviosa Kelly, completamente sonrojada y ruborizada por las palabras de Gold. -Era obvio qué aún sentias algo por mi.-

-E-E-Espera un momento... ¿C-Cómo qué crees qué yo te gusto?- Preguntó Crystal al dar un par de pasos hacia atrás y casi tropezando contra la cama vacía a su espalda. -E-Esto ya es demasiado precipitado.-

-Se que este debe ser el sueño de cualquier chico, el tener a dos hermosas chicas peleando por su atención, y sé que les prometí darles una respuesta luego de mi pelea con Falkner, pero simplemente ahora es imposible para mí hacerlo. Necesito más tiempo para analizar las cosas... ¿Está bien?-

-Definitivamente que en este año que no estuve contigo maduraste más de lo que imagine.- Profesó la rubia con orgullo, segundos después de todo lo expresado por Gold. -Te daré todo el tiempo que necesites, Gold. Mientras tanto, te apoyare en tu sueño.-

-Odio tener que estar de acuerdo con "ESA".- Agregó Crystal de mala gana. -Pero supongo que yo también te apoyare y te dare todo el tiempo que necesites.-

-Agradezco de todo corazón que me entiendan.- Exclamó Gold antes de agachar su cabeza por breves instantes. -Pero les tengo una condición más si quieren que sigamos viajando juntos.-

-¿Una condición para que sigamos viajando juntos?- Repitió Kelly al alzar con curiosidad una de sus cejas. -Explicate.-

Antes de proseguir, Gold aclara su reseca garganta antes de cambiar por completo el semblante de su rostro a uno más frío y comedido. -Quiero qué dejen de pelear cómo Meowths y Growlithes por cada pequeña cosa qué suceda.- Advierte el de oscura cabellera sin dudarlo, frunciendo el ceño en el proceso. -Puedo entender y aceptar qué ustedes dos no se llevan bien. Pero qué se la pasen discutiendo a cada rato por la más mínima cosa es extremadamente irritante, por decirlo de buena manera. Sí esto continúa, y me hacen perder la paciencia con estas discusiones, les juro qué una mañana, cuando menos se lo esperen, desapareceré de sus vidas, y no volverán a saber de mí sino hasta cuando aparezca cómo campeón de todo Johto y Kanto en los periódicos y noticieros.

Otra forzada pausa terminó por ocurrir en la conversación, posterior a todo lo expresado por el de New Bark. -De acuerdo, de acuerdo, ya entendimos. Intentaré llevarme bien con "ESA".- Replicó Kelly entre suspiros al romper el silencio qué imperó dentro de la habitación, quitando luego sus anteojos para limpiarlos. -Tienes mi palabra. Lo prometo, ¿ok?-

-Ughh... Me parece bien. Y-Yo también acepto esa condición.- Informó Crystal con palpable resignación en su voz, momentos antes de qué esta volviera a cruzar sus brazos.

-Este definitivamente será un largo y turbulento viaje.- Se dijo para sí mismo Gold al suspirar al igual que Kelly, mientras que se quitaba su gorra de la suerte y la observaba con tristeza. -Aquí es el alba de un turbulento destino, aunque solo espero haber tomado la decisión correcta con todo esto.-

Curiosamente, el resto de la noche transcurrió con relativa "normalidad" entre el grupo. Crystal y Kelly, a pesar de todo, por lo único por lo que terminaron discutiendo fue por quien ocupaba más espacio en la cama a la hora de dormir. Pero, por lo demás, el grupo sacó a sus pokémon de sus respectivas pokebolas, vieron televisión juntos, y conversaron por un par de horas hasta el momento en que finalmente todos se durmieron.


La mañana siguiente, Centro Pokémon de Ciudad Violet, 8:02 A.M


Era una cálida y fresca mañana en Ciudad Violet, también conocida por los lugareños como la Ciudad de los aromas nostálgicos. Todo esto, debido a la gran diversidad de árboles y flores aromáticas los cuales estaban plantados dentro y fuera de la ciudad.

Gold, quien aún estaba cómodamente acostado en su cama, más dormido que despierto, podía sentir vívidamente cómo dos tibios y blandos cuerpos lo rodeaban debajo de las sabanas. Uno estaba acostado a su izquierda y el otro a su derecha.

-¿E-Eevee? ¿Qui-Quilava? Vamos chicos, bajense de la cama.- Ordenó de manera débil y entre murmullos Gold al aún mantener cerrados sus agotados ojos.

No obstante, y muy para la molestia del de New Bark, no hubo respuesta alguna por parte de sus pokémon. El simplemente noto cómo el sonido de su voz hizo que ambos se pegaran aún más a su cuerpo.

-¿E-en serio? Vamos chicos, bajen de la cama.- Volvió Gold a murmurar. -Me esta dando algo de calor y, si se quedan aquí, llenaran las sabanas de pelo.-

Pero, igual que la primera vez, no hubo respuesta alguna. Gold ya estaba perdiendo la paciencia.

-Hablo muy en serio.- Aseveró el de New Bark con ímpetu en su voz, dándoles después un leve empujón a estos. Sin embargo, Gold, al hacer esto, mueve su mano izquierda y termina por sentir y apretar algo extremadamente cálido, redondo y suave.

-¿Pero qué rayos... ?- Pensó Gold en el acto. -Esto definitivamente no se siente como Eevee o Quilava, ¿o sí?-

En ese instante, y posterior al apretón, Gold escucha en respuesta algo muy parecido a un leve gemido, parecido inclusive a una especie de ronroneo. Frente a lo sucedido, el prospecto a entrenador instantáneamente abre sus ojos y observa, muy para su asombro y sorpresa, qué en la otra cama, misma colocada a poco menos de dos metros de la suya, estaban profundamente dormidos Quilava, Chikorita, Eevee, Riolu y Piplup, en el lugar de Crystal y Kelly.

-¿Huuh? E-Entonces, sí ellos están allá. Eso significa qué-... ¡Oh, por el amor de Arceus!-

Cómo por acto reflejo al actuar con la velocidad misma de un relámpago, Gold quitó inmediatamente su mano de dónde la tenía puesta para posteriormente alzar cuidadosamente la sábana de su cama, observando después qué tanto Crystal cómo Kelly yacían dormidas junto a él.

El corazón del joven entrenador se aceleró con locura, y ni hablar de su respiración, la cual pasó de neutral a entrecortada de un momento a otro. Aquí, un sin fin de preguntas empezaron a dispararse dentro de su cabeza, pero ninguna lograba ayudarle. Sin lugar a duda, ellas se cambiaron de cama en algún punto de la noche, cosa qué posteriormente aprovecharon todos los pokémon para acomodarse en la cama vacía.

-M-Mierda... El profesor Elm y Laurent van a matarme.- Pensó Gold con una mezcla de nerviosismo, temor y resignación al imaginar todo lo que le pasaría cuando los padres de sus compañeras se enteraran que durmieron en la misma cama. -¿Cómo rayos termino siempre en situaciones así?-

-Zzzzz... G-Gold... Uhhh... ¿Quién dijo que podías detenerte?- Balbuceo Crystal aun con los ojos cerrados e incluso babeando un poco sobre la cama.

-¿Huh? ¿Acaso ella está hablando dormida?- Pensó el de cabello negro al observar a su aparentemente dormida compañera con curiosidad. -Espera... ¿Acaso ella dijo que no me detuviera?-

-Zzzz... vuelve a... poner tu mano... sobre mi... idiota... Zzzz.-

-¿EHHHHHHH? ¿E-Ella es una pervertida en sus sueños?-

Gold deseaba levantarse de la cama más que nada en el mundo para evitar la tentación que producía el estar rodeado de Crystal y Kelly, pero esta no era una opción viable. Sí él se levantara de la cama, entonces muy probablemente esto terminaría por despertar a las chicas.

-¿Por qué rayos me tiene qué pasar esto?- Comentó Gold con resignación y entre dientes. Ahora, y sin tener más opciones, el de New Bark se dedicó a pensar en estrategias de batalla con el fin de calmar su corazón, y quizás también despejar su mente de la infinidad de impuros deseos qué se paseaban dentro de su mente, hasta qué finalmente se volvió a quedar dormido un par de minutos después.


Centro pokémon de Ciudad Violet, 10:01 P.M


Eevee y Quilava tenían ya un rato de estar completamente despiertos. Ambos pokémon, muy a diferencia de Gold, Kelly y Crystal quienes aún estaban profundamente dormidos y acurrucados en una sola cama, se dedicaron a observar con atención y curiosidad el pokehuevo que estaba puesto cuidadosamente encima de una silla junto a la maleta de viaje de Crystal. Piplup y Chikorita, por su parte, aún seguían durmiendo, mientras qué Riolu observaba tranquilamente por la pequeña ventana de la habitación que daba con una concurrida calle para de ese modo distraerse.

A pesar de conocerse por poco tiempo, todos los pokémon dentro de la habitación se llevaban bien, muy por encima de las diferentes actitudes de sus entrenadores. Se podría decir incluso que Chikorita y los pokémon de Kelly se llevaban mejor que sus respectivas entrenadoras.

Otra breve serie de minutos llegó a transcurrir. Quilava, luego de estirar con pereza todo su entumecido cuerpo, soltó un largo bostezo en clara señal de aburrimiento y pereza al estar observando atentamente el pokehuevo, toda vez qué ansiaba por el momento en qué Gold se despertara para ir a desayunar o quizás entrenar un poco.

Pero, al hacer esto, inadvertidamente el pokémon de fuego termina por mover ligeramente la silla en dónde estaba el pokehuevo, provocando qué éste perdiera su balance, lo qué posteriormente dio cómo resultado qué dicho pokehuevo cayera estrepitosamente contra el frío suelo alfombrado de la habitación.

Un sonido seco se hizo presente dentro del lugar luego de la sorpresiva y accidentada caída del pokehuevo. En el acto, todos los pokémon de Crystal, Gold y Kelly se reunieron alrededor del pokehuevo, cuando de repente este empieza a emitir una tenue y brillante luz. Escasos segundos después, éste se abre en su totalidad y un pequeño Eevee se formó ante la vista de los demás pokémon cómo por arte de magia.


Centro pokémon de Ciudad Violet, 10:30 P.M


Crystal fue la primera en despertarse, seguida de Kelly, un par de segundos después. Ambas chicas se llevaron la enorme sorpresa de encontrar a la otra en la cama junto a Gold.

-¿Qué se supone que haces aquí?- Preguntó Crystal de muy mala gana, pero en voz baja para no despertar a Gold, quien aún estaba profundamente dormido en medio de ambas chicas.

-Lo mismo puedo preguntarte yo a ti.- Respondió la rubia sin titubear y con agresividad.

Ambas chicas, a pesar de no soportarse la una a la otra, decidieron inconscientemente por el bien del viaje no discutir ni pelear por el momento, por lo que rápidamente ambas se levantaron cuidadosamente de la cama. Pero, al instintivamente mirar a sus pokémon, el dúo de chicas se llevó una gran sorpresa con la qué ellas no se esperaban.

-¡G-GOOOOOOOOLD!- Gritaron ambas jovencitas con desesperación. -¡DESPIERTA!-

Frente a los gritos propiciados por ambas chicas, Gold irremediablemente terminó por despertar de muy mala gana. -¿H-Huh? ¿P-Pero qué rayos sucede ahora?- Preguntó ácidamente el de New Bark, estando aún más dormido qué despierto, bostezando y después pasando sus manos por sus ojos. -¿Por qué están gritando desde tan temprano?-

-¿Acaso no lo ves?- Preguntó rápidamente la rubia en forma retórica. -Hay otro Eevee en la habitación.-

-¿Otro Eevee... en la habitación?- Repitió Gold un tanto confundido y apenas si abriendo los ojos. -¿Como puede haber otro-...?-

Al abrir finalmente sus ojos, y muy para la sorpresa de Gold, el pudo observar en vivo y a todo color cómo Crystal ahora tenía entre sus brazos, en un tierno abrazo, a un pequeño Eevee hembra, mientras que su Eevee estaba en los brazos de Kelly.

-¿P-pero qué rayos-...? ¿De dónde salió ese otro Eevee?- Cuestiona Gold al levantarse de un brinco de la cama. -Eso no tiene sentido alguno.-

Quilava y Chikorita, rápidamente, señalaron con sus patas delanteras a la silla en donde estaba colocado anteriormente el pokehuevo. Fue en ese preciso momento en que todo quedó claro para el grupo.

-Supongo que Mr. Pokémon tenía razón después de todo.- Manifestó Crystal con una tierna sonrisa antes de sacar una pokebola de su mochila para de ese modo capturar para ella al nuevo Eevee. -Si un pokehuevo está cerca de un entrenador que está en constante movimiento o en batallas, entonces aparentemente esté se abrirá más rápido de lo normal.-

-Pero fui "YO" el que estuvo en todas esas batallas.- Argumento Gold de mala gana y con un confuso todo en su voz. -¿Cómo rayos es que ese pokehuevo se abrió tan rápido si estaba contigo y no conmigo?-

-Sinceramente, no tengo la mejor idea.- Replicó Crystal al cruzarse de brazos e inclinar un poco su cabeza. -Esta es una hipótesis que se me acaba de ocurrir, pero supongo que no necesariamente el que porta el pokehuevo tiene que batallar. Quizás solo basta con que esté cerca de alguien que batalle de manera constante. Pero, en todo caso, llamaré a mi padre y le informaré sobre este hallazgo. Esto no es algo qué pueda dejar pasar por alto.-

Posterior a desayunar, el grupo decidió que tomarían el día para hacer cualquiera cosa que quisieran. Kelly se fue a recorrer la Ciudad y visitar un par de centros comerciales, Crystal se reunió con un par de los ayudantes de su padre que estaban de paso por la ciudad para después realizar un informe sobre su nuevo Eevee, mientras que Gold decidido aventurarse un poco en la ruta treinta y dos para entrenar y quizás capturar algún pokemon.

El resto del día se pasó cómo si fuera un parpadeo gracias en parte a las actividades por separado del grupo. Alrededor de las ocho de la noche Gold, Crystal y Kelly decidieron reunirse para cenar en un modesto restaurante buffet en la parte comercial de la ciudad, para posteriormente regresar todos en conjunto al centro pokémon para pasar la que sería la última noche de ellos en Ciudad Violet.

-Uffff... Estoy sumamente exhausto.- Exclamó Gold al dejarse caer de manera estrepitosa contra la suave y algo desordenada cama, luego de tomar una larga ducha. -Definitivamente que fue una grandiosa idea el darnos un dia libre.-

-Ni que lo digas.- Comentó Crystal con una alegre sonrisa, misma quien yacía sentada sobre la otra cama. -Yo aproveche el día para ayudar a unos asistentes de mi padre con una de sus investigaciones. Debo decir que hicimos muchos avances.-

-¿A eso le llamas aprovechar el día?- Preguntó Kelly de manera retórica, mirando de reojo a la de Goldenrod desde el otro lado de la habitación al estar sentada sobre una silla de plástico cerca de la ventana. -Pues yo si disfrute mi dia recorriendo toda la ciudad y también me tome la molestia de subir a la Torre Sprout hasta llegar a la cima.-

-Woa... Woa... E-E-Espera un momento... ¿C-Cómo qué tu también subiste a la Torre Sprout?- Pregunto Gold con una nerviosa expresión en su aún húmedo rostro. -¿Acaso tomaste el reto?-

-Hahaha, es así cómo escuchaste, Gold.- Aseveró la rubia antes de guiñar uno de sus ojos. -Pero confieso qué en un principio esa no era mi intención. Solo me dio curiosidad ver por lo qué tuviste qué pasar, entonces, una cosa llevó a la otra y al final decidí tomar el reto. Aunque, siendo completamente sincera, los monjes con los qué batalle no fueron la gran cosa y puede llegar fácilmente a la cima en poco más de media hora, sí mis cálculos fueron correctos.-

-¿P-Poco más de media hora?-

-Uh-huh...-

-Pues a mí me tomó casi dos horas llegar a la cima.- Informó Gold de mala gana y visiblemente anonadado.

-Espera... ¿En serio te tomó tanto tiempo?- Preguntó Kelly con incredulidad, mirando ahora de arriba a abajo a su compañero. -Hehehe, pues qué lento eres.-

-O quizás ellos deliberadamente hicieron más fáciles las pruebas porque eres una chica.- Teorizó Crystal en un tono más apático. -¿No lo crees?-

En el acto, la rubia se termina cruzando de brazos por breves instantes. -Hmmm, supongo que esa es una posibilidad.- Reconoció Kelly, colocando su mano derecha sobre su mentón. -No lo habia pensado, pero supongo que es posible qué ese sea el caso.-

-Y en el último piso hablaste con el anciano monje Jin, ¿o me equivoco?- Pregunto Gold con algo de insistencia.

-Uhhh... S-Sí, él y yo hablamos por un par de minutos. Pero curiosamente no quiso tener una batalla.

-¿Y bien... ?-

-¿Y bien qué cosa?- Preguntó Kelly al alzar una de sus cejas frente a Gold. -¿Qué más quieres qué te diga?-

-Pues qué fue lo qué él te dijo al llegar al último piso.-

-Ahhh, hehehe, pues ese es un secreto.- Declaró la rubia con una coqueta sonrisa, justo al también guiñar uno de sus ojos.

-¿Un secreto?- Repitió Crystal con extrañeza y curiosidad. -Hphm...-

-Bueno, sí tanto desean saber qué fue lo qué me dijo ese anciano monje, entonces Gold tiene qué darme un tierno beso en los labios, ¿de acuerdo?-

-¡NO PERMITIRÉ TAL COSA!- Gritó agresivamente Crystal al ruborizarse de manera automática. -De ninguna forma permitiré algo como eso.-

Una pícara sonrisa volvió a decorar los finos labios de la rubia. -Solo era una inocente broma, Crystal.- Aseguró Kelly, volviendo a guiñar uno de sus ojos. -No tienes porque ponerte así.-

-Uhhh... Chicas.-

Automáticamente al escuchar la voz de su compañero, Crystal y Kelly se voltearon para fijar sus brillantes ojos sobre Gold, muy al estilo de feroces depredadores al acecho de una presa indefensa.

-Lamento interrumpir cuando están conversando tan "amenamente", pero les traje un pequeño regalo a ambas.- Informó Gold de manera más animada. -Solo espero qué les guste lo qué les consegui.-

-¿Nos trajiste un regalo?- Repitió la rubia con sorpresa e incredulidad. -¿Qué clase de regalo?-

Posterior a la pregunta de Kelly, Gold se levantó de un brinco de la cama, se dirigió a su mochila, la cual estaba colocada en el suelo a un lado del fino mueble de madera en dónde reposaba el televisor de la habitación, y posteriormente sacó dos pokebolas de ella.

-Cuando estaba entrenando en la ruta treinta y dos, capture un Poliwag para mi y luego me cruce con ciertos otros pokémon los cuales decidí capturar para ustedes dos.-

-Gold, en serio no tienes porque regalarnos pokémon.- Proclamó Crystal en un nervioso tono antes de sonrojarse y luego evitando mirar a su compañero directamente a los ojos. -En verdad no es necesario qué hagas tanto por nosotras.-

-Eso lo sé, pero de todos modos deseaba darle algo por acompañarme en esté viaje. Sí quieren tómenlo cómo un regalo de agradecimiento por permanecer conmigo.-

Sin titubear en lo más mínimo, ambas chicas se miraron la una a la otra y, muy a pesar de sus infinitas diferencias, las dos terminaron por sonreír ampliamente en respuesta a lo dicho por Gold.

-Para ti, Crystal.- Indicó Gold, entregando una de las pokebolas a la prospecto a profesora. -Te capture un Marill.-

-M-Muchas gracias, Gold.- Respondió Crystal tomando la pokebola en sus manos.

-Y para ti, Kelly Te atrape un pokemon que me recordó mucho a ti.-

-¿Un pokemon que te recordo a mi?-

-Hehe, así es.- Afirmó Gold, mientras colocaba en las manos de Kelly una pokebola la cual contenía a un pequeño ave de color de color verde con detalles en negro, rojo y amarillo. -Es un Natu y, si te fijas bien, el tiene los ojos de diferentes colores como tu.-

-Es precioso.- Manifestó la rubia al observar el interior de la pokebola con alegría. -Muchas gracias, Gold. En verdad qué no tengo palabras para describir lo agradecida qué estoy por esto.-

-Hehehe, descuida. No hace falta nada más. Yo me conformo con qué dejen discutir entre ustedes.-


Ruinas de Alph, 3:01 P.M.


Al día siguiente, el grupo finalmente decidió salir de Ciudad Violet, acordando en conjunto qué la ruta más óptima para retar los gimnasios de Johto era pasar primero por Ciudad Azalea al sur para posteriormente encaminarse al noreste a Ciudad Goldenrod. Una vez planificada su ruta, Gold, Crystal y Kelly dejan atrás el centro pokémon de Ciudad Violet, luego de desayunar, para emprender de lleno su camino a Ciudad Azalea, pero antes de esto el grupo optó por darse una pequeña visita a las famosas Ruinas de Alph por sugerencia expresa de Crystal, toda vez qué esto no representaba una importante desviación en su ruta.

En sí, las Ruinas de Alph están localizadas en medio de la ruta treinta y dos al suroeste de Ciudad Violet. Este lugar, como su nombre lo indica, son una serie de antiguas y misteriosas estructuras en las que se rumora vivieron los primeros habitantes de la Región Johto.

Cuenta también la leyenda que Arceus, el pokémon alfa creador de todo el universo, alguna vez habitó este lugar. Sumado a esto, también se dice qué en algún lugar cercano a las ruinas se encuentra escondida una entrada secreta qué lleva a las míticas ruinas de Sinjoh, lugar legendario qué se supone es el vínculo entre las antiguas civilizaciones de Sinnoh y Johto, sin embargo nada de esto ha sido probado. De momento, los científicos y arqueólogos de todas partes del mundo aún debaten la autenticidad de todas estas leyendas, más la esperanza de encontrar algo qué pueda ayudar a probar todo esto aún se mantiene.

-Saben, esté lugar me da muchos escalofríos.- Aseguró Kelly con total nerviosismo, poco después de qué el grupo se aproximó a la entrada de las ruinas, mirando en el proceso cómo el antiguo y desolado lugar estaba prácticamente desierto. -Tengo un muy mal presentimiento.-

-¿Un mal presentimiento?- Repitió con escepticismo Crystal, levantando una de sus cejas y al posar sus ojos en la rubia. -¿A qué te refieres?-

-No se como explicarlo.- Confesó Kelly en un avergonzado tono. -Lo único que puedo decir con seguridad es que el solo hecho de estar aquí me provoca muchos escalofrios...-

-Quizás sea por la presencia de Unowns en el área.-

-¿Unowns?- Repitió Gold con interés. -Esos son los pokémon que tienen forma de letras, verdad.-

-Así es, Gold.- Afirmó Crystal. -Segun lei en un antiguo libro, en este lugar se han hecho varios avistamientos de estos peculiares pokémon desde su descubrimiento.-

-¿Y que tienen que ver ellos con mis escalofríos?- Preguntó Kelly con escepticismo y molestia. No lo entiendo.-

-Los Unown son conocidos por provocar varios tipos de raros efectos en las personas.- Informó rápidamente la prospecto a profesora pokémon con aires de superioridad. -Desde escalofríos, pasando por mareos y, de vez en cuando, vividas alucinaciones. Incluso leí sobre teorías y rumores de personas que han desaparecido misteriosamente por varios días al hacer el más mínimo contacto con los Unown, y que luego estas personas aparecen en lugares completamente diferentes de dónde estaban. Quizás tus escalofríos se deban a la proximidad de esos pokémon en los alrededores.-

-Ok, entonces creo qué deberíamos irnos de este lugar.- Propuso Gold cruzándose de brazos y mirando cuidadosamente de un lado a otro. -No creo que-...

-E-Estaré bien.- Indicó tímidamente Kelly con un hilo de voz. -No se preocupen por mi. Puedo parecerles débil, pero esto no es algo por lo qué se tengan qué preocupar.-

-¿Estás segura?- Preguntó Crystal en un condescendiente tono. -Si lo deseas podemos-...

-Estaré bien.- Reafirmó Kelly, alzando su voz con energía. -S-Solo s-sigamos adelante.-

-Hehe, bueno... Supongo qué el qué Crystal se preocupe así por Kelly debe indicar qué ustedes ya se están llevando mejor, ¿verdad?-

En menos de lo qué dura un parpadeo, tanto Crystal cómo Kelly se pusieron notablemente rojas, intercambiando a la vez miradas de reojo. -¡TU CÁLLATE!- Gritaron agresivamente ambas chicas al unísono en respuesta al comentario de Gold.

Cuando finalmente el grupo decidió entrar de lleno a las ruinas, ellos pasaron alrededor de treinta minutos explorando superficialmente el lugar. Las ruinas en sí estaban realmente deterioradas debido al paso de los siglos, toda vez que muchos de los muros de las destruidas estructuras estaban llenos de moho, maleza, símbolos y también letras con las formas de los Unown.

Sin darse cuenta del todo, y luego de que Crystal tomará una infinidad de fotografías de las ruinas y su arquitectura, el grupo finalmente llegó a una pequeña laguna de no más de ciento cincuenta metros de diámetro, en dónde estaba colocada aún lado una gran carpa con un vistoso cartel de color blanco y negro que decía, "Prohibido el paso, solo personal autorizado".

-Supongo que este es el final de nuestro recorrido.- Comentó Gold al ver que cerca de la carpa estaban un par de personas con ropa de explotación, botas y cascos. -Lo mejor es dar por terminado este recorrido.-

-Creo que tienes razón.- Replicó Crystal antes de guardar en su mochila su cámara fotográfica. -Es hora de irnos.-

-Mientras más rápido salgamos de este lugar mejor.- Murmuró Kelly. -Pongámonos en marcha.-

-¿Aún tienes un mal presentimiento de este lugar?- Preguntó Crystal.

Kelly respondió a la pregunta asintiendo lentamente con su cabeza ante la curiosa mirada de Gold.

Luego de esto, el grupo se dio media vuelta y emprendieron su camino de regreso a la desolada entrada de las ruinas, misma qué estaba a poco más de medio kilómetro de distancia de su actual posición. No obstante, Gold se termina por adelantar al acelerar inconscientemente sus pasos. Pero, al hacer esto, el puede notar a lo lejos, entre las ruinas, algo qué captó su total atención, además de hacerle hervir la sangre.

Crystal y Kelly, notando el cambio tan drástico en el semblante de su compañero, vuelven a intercambiar nerviosas miradas de preocupación la una con la otra. -¿Acaso te sucede algo, Gold?- Preguntó Kelly, frunciendo el ceño, justo al ajustar sus anteojos. -¿G-Gold?-

-¡ES ÉL!- Exclamó agresivamente el de New Bark, antes de ponerse a correr a toda velocidad, dejando a ambas chicas muy detrás. -¡ESTA VEZ EL NO ESCAPARA DE MI!-

-¿Qué "el" no escapara?- Repitió Kelly con extrañeza. -¿Qué rayos le sucede a Gold? ¿Acaso me perdi de algo?-



-Tch... Pero que desagradable sorpresa.- Manifestó con visible molestia un delgado pelirrojo de cabello medianamente largo, quien tenía en ese preciso momento una pretenciosa expresión en su rostro al ver a Gold acercarse a él a escasos metros de la entrada de las ruinas -¿En dónde dejaste a tu noviecita? ¿O es qué acaso ya te abandono?-

-T-Tu... ¿Qué haces en este lugar?- Preguntó agresivamente Gold antes de sacar la pokebola de Quilava de su bolsillo. -¡RESPONDEME!-

-Hmph, mis asuntos no son de tu incumbencia, "novato". Te recomiendo que-...

-¡Tus asuntos me incumben desde qué entraste al laboratorio del Profesor Elm y le robaste su Totodile y también unos importantes documentos!-

-Hmph... No tengo el tiempo ni las ganas de lidiar contigo, novato. Solo lárgate de aquí o, de lo contrario, me veré en la penosa obligación de darte una pequeña lección de modales. Esta es mi última advertencia. No estoy de humor para lidiar contigo en esté momento, ¿ok?-

-Heh, ya quiero verte intentarlo.- Manifestó Gold con ahínco, colocando en el proceso una pretenciosa y confiada sonrisa. -No soy el mismo que cuando nos vimos en la entrada de Ciudad Cherrygrove. Eso te lo puedo asegurar.-

El pelirrojo se limitó a responder a lo dicho por Gold con una largo y exagerado suspiro al momento en que arrojaba al suelo la pokebola que contenía a su Croconaw.

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