Capítulo 23: Efecto Secundario

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Afuera de la Torre de Radio, Ciudad Goldenrod, 4:35 P.M


Lentamente la tarde prosiguió su curso al caer paulatinamente sobre la ciudad más grande, concurrida y bulliciosa de toda la región de Johto. Aquí, entre los cientos de personas y vehículos qué transitaban las abarrotadas avenidas aledañas repletas de comercios, restaurantes y rascacielos, el trío conformado por Gold, Whitney y Ruby se disponían, por su parte, a salir finalmente de la torre de radio.

-Ufff... Esa entrevista tomó más tiempo de lo que esperaba.- Señaló Gold al estirar un poco su entumecido cuerpo, cuando finalmente lograba salir de la afamada torre en compañía de Whitney y Ruby, al atravesar todos juntos el largo portón metálico qué resguarda la entrada de la torre hasta posicionarse frente a un muro perimetral el cual rodeaba todo el lugar. -Igualmente jamas me imagine algo cómo esto tras llegar aquí, pero me divertí muchísimo más de lo que esperaba.-

Whitney no pudo evitar colocar una alegre sonrisa de oreja a oreja sobre su rostro, sumado a que ella giró su cabeza para observar de mejor manera a Gold. -Me alegra entonces escuchar qué te divirtieras.- Reconoció la joven líder de gimnasio con exorbitante energía en sus palabras.

-Oye, Gold... ¿De casualidad esta es la primera vez qué vienes de visita a Goldenrod?- Cuestiono ahora Ruby con curiosidad, luego de haber ajustado su propio gorro sobre su cabeza. -Por qué, por la forma en la qué te expresaste durante la entrevista, me dio la impresión de qué-...

-Contando el día de hoy, esta sería la tercera o cuarta vez qué vengo de visita a Goldenrod. Aunque confieso qué esta sí sería la primera vez qué entro y veo tan de cerca a la torre de radio.-

-Oh, ya veo.- Replicó fugazmente Ruby, un tanto sorprendido por la honesta respuesta del de New Bark. -Supongo entonces qué me equivoque en asumir qué esta era tu primera vez por aquí.-

Al instante, el semblante de Gold cambió drásticamente al pasar de la tranquilidad a fruncir su ceño con desdén. -Puede qué esta no sea mi primera vez en la ciudad, pero digamos qué de pequeño yo nunca tuve muchas oportunidades o interés de salir de New Bark por varios motivos.- Confiesa Gold sin titubear, cruzándose de brazos y posteriormente observando con asombro la gran cantidad de edificios, rascacielos, comercios y demás establecimientos en los alrededores. -A decir verdad, y para todos los efectos, yo me considero cómo un chico muy reservado y hasta tímido e ignorante del mundo más allá de New Bark, Cherrygrove y Violet. Inclusive mi viaje más reciente fue durante mi cumpleaños de hace dos años atrás cuando pude presenciar en vivo el anterior torneo de la liga pokémon en dónde Red se coronó campeón.-

-No puedo creer lo que estás diciendo.- Exclama Whitney, habiendo intercambiado miradas cargadas de asombro con Ruby. -¿Entonces tampoco has visitado las torres de Ciudad Ecruteak o el famoso faro de Olivine o inclusive el Lago Rage al norte de Mahogany?-

-Personalmente no conozco ninguno de esos lugares, salvo el Lago Rage y Pueblo Mahogany.- Confiesa Gold con extrema simpleza y calma, poco antes de rascar nerviosamente su mejilla izquierda. -Sino mal lo recuerdo, creo que viajé junto con mis padres hasta Mahogany y el Lago Rage hace cómo cinco o seis años atrás. Pero en sí jamás he tenido la oportunidad de conocer Ecruteak o Olivine.-

-Hasta a mi me cuesta trabajo creer eso qué estás diciendo.- Agrega Ruby al utilizar un tono cargado de incredulidad, negando entre tanto con su cabeza. -Pero de igual manera lo lamento por ti, Gold.-

-Hahaha, no pasa nada, descuida. Yo en sí tuve una infancia un poco difícil y tediosa, eso no lo voy a negar, pero no todo fue tan malo cómo quizás lo hice sonar.- Asevera brevemente el de New Bark, quien vuelve a sonreír ante sus acompañantes. -O sea, es cierto que me hubiese gustado conocer otros sitios de la región en el pasado, pero por lo menos ahora que estoy de viaje puedo cumplir ese pequeño sueño que siempre tuve.-

-Supongo que nunca es tarde para cumplir un sueño.- Reafirma Ruby, dándole luego un par de palmadas en la espalda a Gold. -Me alegro mucho por ti.-

-Saben, curiosamente gracias a ustedes, hoy logre cumplir algo qué deseaba desde hace un par de años atrás.-

Con suma inmediatez, Ruby y Whitney vuelven a intercambiar miradas ante Gold. -¿Qué cosa?- Preguntaron ambos, casi al unísono, mientras un bullicioso camión de carga pesada se hacía paso en una de las calles aledañas al trío.

-P-Pues, uhh, s-siempre quise conocer a Mary en persona.- Confiesa el de New Bark, sintiendo aquí vívidamente cómo sus mejillas se sonrojaron. -Aparte de deseas ganar la liga pokémon el año entrante y quizás algún día ir a algún concierto de mi grupo de idols preferida, el conocer en persona a Mary fue algo que siempre quise hacer desde la primera vez que la escuche por la radio.-

-Ohhhhhhh... ¿Así que te gusta Mary?- Cuestiono Whitney a modo de burla, arqueando también una de sus cejas con suspicacia. -Interesante... Realmente interesante.-

-Bueno... esto... amm...Y-Yo-...

-Tomaré tus balbuceos como un tal vez.- Anunció rápidamente la líder de gimnasio, continuando su hostigamiento para con el de New Bark. -Pero dejando a un lado tu enamoramiento por mi mejor amiga, no puedo negar qué me impresionó cómo te manejaste allá arriba en la cabina de grabaciones. Dime, ¿estás seguro qué esa fue tu primera entrevista?-

-Es la primera entrevista que doy desde hace más de cinco años atrás.- Confesó el de New Bark al nuevamente sentir un ferviente sentimiento de vergüenza en su interior. -Pero, siendo completamente sincero, apenas si podía controlar mis nervios. ¿No notaron cómo estaba temblando allá arriba?-

-A mí me pareció que estabas bastante relajado y seguro de ti mismo.- Vocifera Ruby en respuesta. -O al menos así se vio desde mi perspectiva.-

-Todo el mérito es de Mary. Ella me hizo quedar bien al solo hacerme preguntas sencillas.-

-Hahaha, supongo que tienes razón.- Afirma Whitney, tomando inesperadamente del brazo a Gold. -Pero a pesar de que Mary te ayudo en la entrevista, eso no quita que eres un excelente entrenador pokemon. O sea, no todos pueden controlar sus nervios de la forma en la que lo hiciste.-

-M-Me halagas, en serio...-

-En fin... ¿Que se supone harán ahora?- Pregunta Ruby entre tanto con curiosidad. -Aún es relativamente temprano. ¿Alguna idea?-

-Pues no tengo ningún plan en mente por el momento.- Indicó Gold, antes de revisar la hora en su Pokegear. -Pensaba regresar al centro pokemon en dónde me hospedo para descansar un poco. ¿Quizás luego tome una siesta antes de ir a cenar...? En verdad no lo se.-

-En ese caso, ¿porqué mejor no vienes a mi gimnasio y tienes una batalla contra mi por mi medalla?-

-Esa no es una mala idea. Pero tenía pensado retarlo mañana por la tarde o inclusive el día después.- Destaca el de New Bark, rascando ahora la parte posterior de su cabeza y mirando con impaciencia los centenares de personas y pokémon acompañantes quienes se paseaban por las avenidas y calles aledañas al perímetro de la torre de radio. -No es por poner excusas, pero recien llegue hoy a la ciudad y me gustaría quizás tomarme las cosas con algo más de calma.-

-¿Por qué dejar para mañana lo que puedes hacer hoy?- Exclamó la joven líder de gimnasio con emoción. -¿Por qué retar mi gimnasio mañana cuando podemos batallar ahora mismo?-

-P-Punto a tu favor...-

-Supongo que sería interesante ver una batalla entre ustedes.- Reconoció Ruby, poco después de analizar mentalmente la propuesta de su amiga. -Gold ya demostró que es buen entrenador, por lo que me encantaría ver cómo se las arregla ahora en una batalla de gimnasio.-

-Hehehe, está decidido entonces.- Proclama el de New Bark de manera alegre. -Vayamos al gimnasio de Whitney de inmediato.-

-Ok, en ese caso, creo qué llamaré a Crystal para informarle a dónde nos dirigimos ahora.- Informa Ruby, utilizando su mano derecha para introducirla en el interior de uno de los bolsillos de su pantalón. -Le diré que... ¿Huh?-

-¿Sucede algo?- Preguntó Whitney al ver cómo su compañero se detenía en seco en medio de la acera, para luego empezar a rebuscar cómo loco en los demás bolsillos.

-¡D-Demonios! ¡Mi Pokegear... creo que lo perdi!-

-Ok, tranquilo... ¿Pero al menos recuerdas dónde fue la última vez qué lo viste?- Interroga Gold, cruzándose momentáneamente de brazos. -¿O quizás el último lugar en donde lo sacaste o utilizaste?-

Ruby se tomó otra serie de segundos para analizar en perfecto silencio la pregunta, hasta cuando él termina por cerrar su puño izquierdo al hacer qué choque con la palma descubierta de su mano derecha. -O-Ohhh... ¡Ya creo recordarlo!- Exclamó Ruy, instantes antes de darle la espalda a Gold y a Whitney para salir corriendo en dirección a la Torre de radio. -Enseguida vuelvo.-

-Supongo que lo dejó en el estudio de grabación de Mary.- Teorizó la líder de gimnasio, negando con su cabeza y exhalando un poco de aire por la nariz.

-Heh, pues sí. Eso parece.- Replicó ahora Gold tras bostezar sonoramente, cosa qué posteriormente lo llevó a fijar su mirada en el precioso cielo qué comenzaba a tomar una coloración anaranjada debido a la inminente puesta del sol. -Solo espero que pueda encontrar su pokegear...-

De manera lenta y cómo si se tratase de una lienzo recién pintado, poco a poco los rayos del sol iban disminuyendo conforme pasan los segundos en la ciudad más importante de todo Johto. Las calles cercanas a la Torre de Radio estaban aún repletas de ocupadas personas caminando de un lado al otro. Pero, paradójicamente, el volumen de automóviles que ahora yacían transitando por las calles adyacentes, de un momento a otro, comenzó a ir en picada.

-Quizás esta sería la oportunidad perfecta para hacer un avance con Gold.- Murmura Whitney entre dientes, fijando después sus resplandecientes ojos color violeta sobre el entrenador de New Bark. -Y creo saber exactamente la manera de cómo conseguirlo.-

Acto seguido, Whitney aclara con ligereza su garganta antes de dar unos pasos para acercarse aún más al de New Bark. -Oye, Gold...-

-¿Si?-

-¿Crystal alguna vez te contó sobre la tradición para las personas que vienen de visita a Ciudad Goldenrod?-

-Uhhh, no, creo que no. ¿Por qué?-

-Verás, hace mucho pero mucho tiempo atrás, poco después de la fundación de esta ciudad, nuestros antepasados comenzaron la tradición de otorgar a todos los nuevos visitantes de Goldenrod un poco de jugo de Parasect como símbolo de paz, buena voluntad y hermandad.-

En un dos por tres, Gold no pudo evitar fruncir su ceño casi que por inercia. -¿Acaso dijiste jugo de P-Parasect?- Repitió Gold con tanta curiosidad como asco, utilizando sus ojos para recorrer de arriba a abajo a la joven líder de gimnasio. -Ehhh... Pues jamás había escuchado hablar de esta tradición. O al menos no que lo recuerde.-

-¿En serio en qué mundo vives, Gold?- Preguntó Whitney, haciéndose la ofendida y con evidente disolución en su voz al tiempo en que ella volvió a exhalar más aire. -Escucha bien esto, así cómo existe la famosa leche Moo Moo de los Miltank de las granjas al norte de Olivine, aquí en Goldenrod también tenemos un equivalente en forma de un jugo revitalizador. Este es creado a base de las esporas medicinales de los Parasect, así como también de un gran número de bayas y frutas. Básicamente, el jugo de Parasect sirve para revitalizar el cuerpo y la mente.-

-¿O sea que es una especie de bebida energética?-

-¡Si, exactamente!- Vociferó Whitney, antes de sacar del práctico bolso que cargaba sobre su espalda un pequeño frasquito de vidrio que contenía un curioso líquido amarillento el cual, sin dudarlo por más de un segundo, ella terminó por acercar súbitamente en dirección a Gold. -Y tienes suerte de que aun tenga aquí conmigo un poco de jugo para cuando me siento algo agotada luego de mis batallas de gimnasio.-

-Y-Yo... Ehh... N-No creo que esto sea realmente necesario, Whitney.- Declaró Gold al fijar sus ojos en el recipiente y mirar con cierto asco el líquido de su interior. -A-Además, no tengo mucha sed qué digamos...-

-Por favor, Gold, insisto en que deberías de probarlo.- Recalcó la de rosada cabellera, antes de forzar y empujar sorpresivamente el frasco a las manos de Gold. -Estoy bastante segura de que te gustara, te lo garantizo.-

-P-Pero es que-...

-Hazlo por mí.- Imploro Whitney, mirando ahora directo a los ojos del de New Bark. -Porfis... ¿Si?-

-Uhh... D-De acuerdo, de acuerdo... Tu ganas.- Reconoció Gold con molestia y a regañadientes, encogiéndose de hombros, suspirando, y posteriormente abriendo delicadamente la tapa del frasco para así evitar romperlo o derramar el líquido del interior sobre su ropa. -Pero que quede claro que lo tomaré solo porque no quiero despreciar las tradiciones de la ciudad, ¿entendido?

-Ahh... Olvide decirte algo.-

-¿Hmph?-

-El olor del jugo varía dependiendo de la persona. En mi caso, siempre huele a algodón de azúcar y canela.-

Gold observó con curiosidad a Whitney, parpadeando un par de veces en clara señal de asombro al después acercar su rostro al recipiente de vidrio para olfatear su interior. -Huele como a... uhhh, creo que huele a una combinación entre moca, chocolate y menta.- Advierte el de New Bark con timidez, milésimas de segundo antes de juntar sus labios al reciente para beberse por completo el amarillento líquido de un solo sorbo.

Una vez sucedido esto, las pupilas de Gold se dilataron exageradamente de golpe, en paralelo mientras qué su respiración se aceleró un tanto más. Aquí, sumado a lo anterior, y luego de qué el espeso líquido bajase directamente por la garganta del de New Bark, él comenzó a sentir un curioso pero para nada molesto picor alrededor de sus mejillas y pecho.

-¿Y bien? ¿Qué te pareció?- Cuestiona Whitney de inmediato y emocionada, colocando nuevamente otra sonrisa en sus finos labios. -¿Verdad que estaba delicioso?-

Pero, para la sorpresa de Whitney, no hubo respuesta alguna por parte de Gold quien permaneció en completo silencio y con la mirada perdida entre la infinidad de personas y edificios qué decoraban los alrededores.

-¿G-Gold, acaso te sucede algo?- Volvió a preguntar Whitney, pero esta vez en un tono qué denotaba más preocupación ante el silencio del de New Bark. -¿A-Acaso es qué no te agrada el sabor y ahora estás molesto?-

-W-Whitney...-

-¿S-si...?-

-E-eso fue-...

-¿Eso fue...?- Repitió la chica ahora con temor, inclinando un tanto su cabeza a un lado y sin despegar sus ojos de Gold. -¿Qué es lo qué te ocurre?-

-¡ESO FUE MARAVILLOSO!- Exclamó el de oscura cabellera de manera sorpresiva, no solo entregando rápidamente el frasco vacío a la líder de gimnasio, sino qué además atrayendo la mirada de varios transeúntes en las cercanías debido al inesperado alza en su propia voz. -Y-Yo... Heh, rayos. Me siento tan lleno de energía qué siento cómo sí pudiese correr desde aquí hasta New Bark y regresar.-

Whitney no pudo evitar pestañear ante el comentario de Gold, observando a esté de arriba a abajo con extrañeza. -O-Ohh... Pues, qué bueno, hehe.-

-¿De casualidad no tendrías más de esa cosa?- Pregunta Gold con quizás más brusquedad de la necesaria en la entonación de sus palabras, tomando luego de la mano a Whitney para acercarla a ella muy peligrosamente a escasos centímetros de su propio rostro. -Sabes, me gustaría, de ser posible, qué me dieras un par de frascos más para llevar para el camino, una vez tenga qué partir de Goldenrod. Por favor dime qué tienes más de ese jugo.-

Whitney negó casi al instante y cómo sí su vida dependiera de esto. -M-Me temo qué no tengo más conmigo por el momento.- Informa Whitney en respuesta tras sonrojarse con intensidad, a la vez de observar el rostro de Gold a casi nada del suyo propio. -P-Pero podría conseguirte más cuando vayamos de regreso a mi gimnasio. ¿Qué tal suena eso para ti?-

-¡Excelente, eso suena genial!- Vocifera Gold con energía, soltando y separando su cuerpo del de Whitney al darle la espalda de manera súbita. -En ese caso, iré primero al centro pokémon en dónde me hospedo para cambiarme de ropa y también para qué atiendan a Quilava antes de nuestro combate de gimnasio.-

-No tienes porque ir al centro pokémon, Gold. En el gimnasio tengo una máquina para-...

-¡Enseguida regreso! En cuatro termine, te veré directo en tu gimnasio- Sin dar tiempo para más palabras, Gold emprendió su marcha al salir corriendo a toda velocidad en aparente dirección al área comercial de la ciudad, perdiéndose sin previo aviso entre la muchedumbre de transeúntes qué caminaban de un lado al otro en las cercanías.

-Ughh... Tengo la ligera impresión de que esa bebida fue demasiado para él.- Murmuró Whitney con extrema molestia, mientras que volvía a suspirar sonoramente. -Pero ya ni modo. El efecto le durará al menos un par de horas, o al menos eso es lo que espero.-

-¿El efecto de qué cosa exactamente, Whitney?-

La líder de gimnasio soltó un ahogado grito de terror al escuchar la voz de Ruby detrás de ella, acción que automáticamente volvió a atraer la mirada de decenas de curiosos en el sector, además de provocar qué la líder de gimnasio casi cayera al suelo.

-¿Pero qué demonios sucede contigo?- Interroga Ruby al ver en primera fila la exagerada reacción por parte de Whitney. -Actúas cómo sí hubieras visto un fantasma o algo asi.-

-¡MALDICIÓN, RUBY!- Gritó con amargura la chica. -¡N-No aparezcas ni me asustes de esa forma!-

-¿Aparecer de qué forma?- Preguntó Ruby con extrañeza y curiosidad, observando anonadado a la líder de gimnasio. -¿Acaso sucedió algo en mi ausencia? Porque pareces algo nerviosa y molesta.-

-N-No ocurrió nada de importancia.- Informó Whitney, evitando hacer contacto visual con el recién llegado. -P-Por cierto, ¿Encontraste tu Pokegear?-

Ruby asintió con ánimos y una sonrisa. -Uh-Huh... Por suerte Mary lo encontró por mi.- Indico el chico de ojos color ambar, cuando esté sacaba del bolsillo izquierdo de su pantalon el pequeño aparato electronico de color rojo. -Ella casualmente estaba bajando por el ascensor de la torre para buscarme, por lo qué es por eso qué pude regresar tan rápido.-

-Ohhh... M-Me alegra escuchar eso.-

-En todo caso, ¿en dónde está Gold?- Cuestiona Ruby, mirando ahora de un lado al otro en busca del actual compañero de viajes de Crystal. -Porque no lo veo por ningún lado.-

-¿G-Gold...? Uhh... P-Pues resulta que-...

Sin perder un solo segundo al percatarse del extraño comportamiento por parte de la líder de gimnasio, Ruby decide en ese momento cruzarse de brazos. -Whitney... ¿Porque tengo la impresión de qué hiciste algo malo?- Pregunta Ruby retóricamente, observando luego a la chica con cara de pocos amigos. -¿Qué es lo qué hiciste ahora y en dónde está Gold?-

-Y-Yo... Ammm... Tu bien sabes qué no sería capaz de hacer algo malo.- Proclamó Whitney con intensidad, tratando ahora de esconder activamente el pequeño frasco de vidrio detrás de sí misma. -Gold solo fue al centro pokémon para atender mejor a su Quilava por sí las moscas en caso de qué su batalla con Red y Cynthia fuera mucho para él. Luego de eso, él dijo que iría al gimnasio para nuestra batalla.-

-¡OHH! Entonces vayamos a tu gimnasio y esperemos a que regrese. De seguro no él tardará demasiado.-

-Si es que regresa.- Pensó la de rosada cabellera con alta y latente preocupación. -Tengo un muy mal presentimiento de todo esto. Creo que fue una muy mala idea el darle de tomar jugo de Parasect de esta manera.-


Centro Pokémon del Área Comercial de Ciudad Goldenrod, 5:07 P.M


Silencio, rotundo y frío silencio. Aquí, en medio de uno de los tantos, largos y desolados pasillos del segundo piso de aquel centro pokémon, yacía posicionada una pequeña rubia cabizbaja, con sus ojos de diferentes colores plasmados fijamente frente a la puerta de entrada de una habitación a poquísimos centímetros de sí y en perfecto silencio.

-Solo espero que estés aquí y que ya hayas regresado.- Comenta Kelly para sí misma con un hilo de voz al armarse de valor, suspirando en principio tras tocar débilmente a la puerta con los nudillos de su mano derecha. -¿G-Gold...? ¿Estás ahí?- Pregunta temerosa la rubia con palpable temor. -¿Gold...? Es Kelly, por favor abre la puerta, ¿sí?-

Pero, a pesar de todo esto, y tras el pasar de más de una decena de exasperantes segundos llenos de incertidumbre y dolor, no hubo respuesta alguna desde el interior de la silenciosa habitación de su amado.

-Quizás él ya no quiere hablar más conmigo.- Murmuró la rubia de anteojos entre dientes, encogiéndose de hombros e intentando con todas sus fuerzas el no romper, ahí y en ese momento, en un sufrido llanto. -Quizás Gold ya se aburrió de mí y ahora decide ignorarme. O quizás él está con otra chica, o peor aún, él quizás ahora está con Crystal...-

Un sin fin de situaciones irrisorias se empezaron a dibujar en la perturbada psique de Kelly, quien decidió mantenerse posicionada delante de la habitación de Gold por varios minutos sin hacer absolutamente nada más que observar con tristeza a la puerta. Ella simplemente deseaba con todas sus fuerzas el poder explicarle a Gold del porque no le dijo en principio que estaba recolectando las medallas de Johto, además de también querer participar en el siguiente torneo de la liga pokémon, pero su mente solo se dedicaba a imaginar escenarios irreales de lo que él estaría haciendo con Crystal, o con otra chica en su defecto, en el interior de su habitación.

-P-Por favor aparece, Gold.- Susurro tímidamente la chica al entrecerrar sus ojos y agachar su cabeza en señal de derrota. -Y-Yo te-...

Sorpresivamente para la pequeña rubia, y antes de qué ella pudiese terminar de articular sus palabras o al menos reaccionar del todo, alguien se termina acercando a ella por su espalda, soplándole dentro de su oído sin previo aviso hasta el punto en qué Kelly, debido a la sorpresa, saltó del susto antes de siquiera notar lo qué había ocurrido.

-¿Me buscabas?- Preguntó el recién llegado en cuestión, quien resultó ser un sonriente Gold al tratar activamente de contener sus infinitas ganas de reír debido a la cómica y hasta exagerada reacción por parte de Kelly.

-¿G-Gold?-

-Hola, Kelly ¿Cómo va todo?-

-¿Q-Qué rayos se supone fue eso?- Preguntó la rubia de manera agresiva y haciendo pucheros con su rostro, breves instantes después de empezar a hiperventilar debido a la sorpresa. -M-Me diste el susto de mi vida...-

-Hehe, lo siento mucho. Pero es que amo cómo te ves cuando estás consumida en tus pensamientos. Sinceramente no pude contener mis deseos por ti...-

Cómo por reflejo, el corazón de Kelly aumentó sus palpitaciones en respuesta al comentario de Gold, entre tanto su mejillas no solo comenzaron a adoptar una intensa coloración rojo escarlata, sino qué también la rubia no pudo evitar pestañear con rapidez al observar extrañada a su compañero.

-¿T-T-Tus deseos... por mí?- Repitió Kelly con sorpresa y curiosidad frunciendo su ceño, mientras qué dentro de su atareada mente intentaba encontrarle el significado correcto a las palabras de su homólogo. -¿Q-Q-Que quisiste decirme con eso?-

-Descuida, olvida eso qué dije por ahora y dime que es lo haces aquí ¿Acaso necesitas algo de mi?-

-Y-Yo... quería hablar contigo.-

-¿Hablar sobre qué con exactitud?- Cuestiona Gold en un tono más reacio, abriendo luego la puerta de su habitación para posteriormente colocarse a escasos centímetros del cuerpo y rostro de la rubia. -Soy todo oídos. Habla ahora o calla para siempre.-

-P-Pues, yo solo quería conversar acerca de lo qué te dijeron Whitney y Cynthia.- Murmuro Kelly en respuesta, a la vez de ahora evitar mirar directamente a Gold a sus dorados ojos. -En realidad eso es a lo qué vine a hacer aquí, para hablar contigo y aclarar la razón del porque quiero ganar las medallas de-...

Sin ningún tipo de señal previa, Gold colocó repentinamente el dedo índice de su mano derecha sobre los labios de la rubia, evitando así qué esta pudiese continuar hablando. -Shhh... Eso es lo de menos en esté momento, Kelly. Solo olvídalo.- Proclama Gold al guiñar uno de sus ojos. -Lo hecho, hecho está.-

-¿Huh? P-Pero yo-...

-Guardate todas esas explicaciones qué tienes para otro momento más adecuado, ¿ok? Ahora solo dejate llevar por mi.- Propuso el de New Bark en voz baja, cuando luego él toma a la rubia por su cintura y la vuelve a acercar aún más a su cuerpo. -Lo único que me importa en este momento eres tú y solo tú.-

Kelly se volvió a ruborizar luego del inesperado comentario de Gold, además de qué ella apenas sí podía procesar todo lo qué estaba sucediendo con mente fría. Sí anteriormente su corazón latía con locura hasta el punto de hacer qué sus tímpanos retumbaran, entonces lo qué sucedía ahora con su cuerpo le acabaría llevando a un colapso total de todos y cada uno de sus sentidos.

-Y-Yo-... ¿Q-Qué me quieres decir con esto, Gold?- Pregunta tímidamente Kelly, evitando nuevamente mirar directo a los ojos de su amado con incertidumbre y nerviosismo. -¿Acaso esta es una broma o algo así? Porque dejame decirte qué-...

-Te lo puedo asegurar, Kelly. Esto no se trata de una broma, ni nada qué se le parezca.-

-E-Entonces, sí esto no es una broma, por favor no juegues conmigo de esta manera tan... cruel y deprimente.- Replica la rubia con aún más timidez y vergüenza qué antes, cuando luego ella decide poner distancia entre ambos. -T-Tu mejor qué nadie sabes todo lo qué siento por ti.-

-Esto no es una broma, ni tampoco intentó jugar contigo.- Aseveró Gold con completa seriedad en sus ojos, volviendo aquí a acercar aún más a Kelly contra su cuerpo hasta qué ambos pudiesen sentir la respiración del otro sobre su piel. -Yo no sería capaz de algo cómo esto. Pero, sí fueras tan amable de ayudarme con algo antes de demostrarlo, quisiera que primero tu hicieras algo por mi.-

-¿Q-Qué quieres qué haga algo para ti?- Repitió Kelly, sin entender el cambio tan drástico en la actitud de Gold. -No entiendo a qué quieres llegar con-...

-Quiero que cierres tus hermosos ojos, ¿sí?-

-¿Huh?-

-Por favor, solo hazlo. Cierra tu ojos, Kelly.-

Miles de intensas preguntas sin aparente respuesta comenzaron por azota la resquebrajada mente de la rubia, de la peor manera posible en ese momento, al no entender en absoluto a qué se debía tan extraño comportamiento por parte de Gold. Sí alguien aquí bien podría presumir de conocer mejor qué nadie a Gold, esa era Kelly. Pero, a pesar de la bizarra situación y sus propias interrogantes, el calor del cuerpo de su amado a pocos centímetros de sí misma hizo qué ella rápidamente cediera hasta provocar qué cerrase los ojos.

-¿Y bien...?- Preguntó Kelly con ferviente nerviosismo. -Y-Ya cerré mis ojos...-

Pero Gold sencillamente optó por no responder a la pregunta con palabra, muy por el contrario. Aquí, sin titubear, el de New Bark dejó qué sus labios hiciera el resto del trabajo, cuando esté procedió a juntar los suyos con los de Kelly para compartir un apasionado, intenso y húmedo beso qué dejó cómo resultado en un estado de éxtasis y euforia a la desprevenida rubia.

-O-Oye, se qué quizás esto sea algo apresurado de mi parte, ¿pero te parece sí mejor entramos a mi habitación y nos ponemos más cómodos?- Propuso Gold, separando sus labios de los de Kelly para tomarla de la mano y mirarla a sus ojos. -Siendo sincero, no me sentiría bien sí alguien nos viera aquí afuera haciendo cosas cómo esta.-

Kelly quedó boquiabierta y casi sin palabras para describir la propuesta tan osada hecha por su amigo y compañero. Ella, en esté sentido, trago saliva y luego se limitó a asentir, posteriormente entrando junto con Gold a su oscura y fría habitación.

Al momento de cerrar la puerta detrás de ambos, Gold encendió automáticamente las luces del lugar al apretar el interruptor incrustado en una de las paredes, dejando su mochila en el suelo y tomando nuevamente a Kelly por su cintura cómo sí fuese una fina y delicada escultura de porcelana.

Ambos entrecruzan tímidas miradas después de esto, cómo sí no hubiese un mañana claro en su futuro inmediato, por lo qué Gold, tomando la iniciativa, procede a besar el cuello descubierto de su compañera de manera lenta, comedida y apasionada, cosa qué provoca en reacción qué la rubia sintiera escalofríos y gimiera de placer y exitacion.

-G-Gold... A-Ahh-... ¿T-Te sientes bien?- Interrogó la ahora ruborizada rubia, al mismo tiempo en qué intentaba con todas sus fuerzas no dejarse llevar aún del todo por el calor del intenso momento. -A-A-Ahhh-... ¿G-Gold...?-

-¡Estoy de maravilla!- Contestó enérgicamente el de oscura cabellera, milésimas de segundo antes de, en un rápido y osado movimiento, retirar la blusa de la rubia para luego agacharse al besar y lamer el plano y tonificado abdomen de su homóloga. -C-Creeme, jamas me había sentido tan bien y vivo cómo hoy. Quizás todo esto te parezca extraño viniendo de mi, pero el poder probar tu cuerpo cómo ahora para mi es cómo el paraíso luego de haber pasado una eternidad en el infierno.-

Cómo réplica, Kelly mordió inicialmente su propio labio inferior antes de acariciar con ambas manos el también sonrojado rostro de Gold. -A-Ahh-... E-Entonces, no te detenga y co-continua.- Vocifera la rubia entre apenados gemidos de placer, retirando poco después sus anteojos de enfrente de sus ojos. -Porque tú quizás no lo sepas, pero he esperado y pensado mucho por nuestra primera vez, Gold. Nunca he parado de imaginar cómo hubiesen sido las cosas de solo viajar tu y yo por Johto y Kanto.-

-Heh, pues tu espera acaba aquí y ahora.- Denuncia el de New Bark con calidez, posterior propinar otro sonoro beso al abdomen de la rubia. -Y para ser honesto, yo también desea mucho porque llegara esté momento cómo no te puedes imaginar.-

-¿E-En serio?- Preguntó Kelly con suspicacia, volviendo a acariciar el rostro de Gold con la punta de sus dedos. -P-Pero tú nunca me demostrabas que-...

-El exterior esconde lo que interior desea a gritos.- Murmuró Gold asertivamente en respuesta, poco antes de levantarse para luego colocar a la rubia contra una de las paredes de la habitación, continuando entre tanto con su avalancha de besos y caricias esta vez por sus mejillas, cuello y labios. -Pero olvidemos de momento esos pequeños detalles sin importancia. Ahora mismo solo quiero qué te dejes llevar por mi, ¿de acuerdo?-

La rubia asintió lentamente con su cabeza al son de sus propios gemidos. -G-Gold, me estás provocando cómo no tienes idea.- Admitió Kelly de un seductor alarido de placer, además de qué su propia respiración volvió a acelerarse tras comenzar a hiperventilar. -T-Te juro que sí sigues así, más adelante no podré controlarme y acabaremos haciendo algo más qué solo besos y caricias.-

Gold aquí no pudo evitar dibujar una coqueta sonrisa en sus labios al momento de responder. -Esa es la idea, cariño.- Reconoce Gold sin dudarlo, besando y lamiendo ahora el área cercana del pecho de la rubia, cosa qué de inmediato provocó qué ella se sonrojara aún más y qué también su respiración se volviera aún más sonora y entrecortada. -Hoy tu y yo sellaremos de una vez y por todas nuestra relación cómo se debe.-

Kelly estaba extasiada a más no poder y se sentía cómo en un sueño hecho realidad gracias a los besos y las caricias de Gold. Uno a uno, todos y cada uno de sus sentidos, se iban adormeciendo conforme pasaban los segundos. Pero, a pesar del apasionado y candente momento qué ambos vivían, la rubia no podía quitar de su mente la infinita dicha de sentir que había vencido a Crystal en su lucha personal por el corazón de Gold.

-G-Gold... ¿Podrías... A-Ahhh... D-Detenerte por un momento? T-Tengo algo importante qué decirte antes de que continuemos y no podamos parar.-

-¿Qué sucede?- Cuestionó con extrañeza el de New Bark, inmediatamente al separar sus labios del cuerpo de Kelly para mirarle con algo de preocupación a sus ojos. -¿Acaso no te gusta cómo te beso o es que quieres que ya hagamos algo más?-

-Creeme, Gold. Me encanta cómo me besas.- Afirmó Kelly con timidez, breves instantes antes de que ella pusiera distancia entre ambos para volver a vestirse. -Pero antes de continuar con lo que "REALMENTE DESEO QUE HAGAMOS", primero tengo que ir a conseguir algo muy pero muy importante.-

-¿Algo... importante?- Repitió Gold, inclinando un poco su cabeza a un lado. -¿A qué te refieres?-

-Buscaré algo importante para que podamos hacer "ESO" muchísimas veces sin ningún tipo de preocupaciones a futuro.- Informó la rubia al colocar una triunfal sonrisa, cuando esta se arreglaba el cabello y se ponía sus gafas de vuelta. -O sea, es cierto que muchas veces imaginé que esto llegaría a pasar entre nosotros cuando volviéramos a vernos. Pero jamás pensé que sería tan rápido, ¿a no ser que quieras arriesgarte a que sucedan accidentes? Digo, tu y yo ya estamos en edad para casarnos y no me molestaria que algo así ocurriera...-

Gold terminó por sonrojarse aún más qué antes, bajando con visible vergüenza su mirada y tragando saliva con extrema pesadez. El, en ese momento, estaba experimentando un intenso asedio de extraños sentimientos mezclados peligrosamente en su interior, los cuales causaron qué no pudiese mirar directamente a los ojos a la rubia.

Posteriormente, Gold decidió por voluntad propia dejarse caer sobre su cama de manera estrepitosa, colocando en paralelo una de las almohadas sobre su rostro para así evitar tener qué observar la pícara y triunfal sonrisa en los labios de Kelly.

-Hahaha, eres tan lindo y adorable cuando estás apenado.- Destacó la rubia, instantes antes de terminar de arreglarse para salir de la habitación. -Regresaré cómo en media hora para continuar con todo esto, ¿ok?-

Sin más, Gold asintió desde debajo de la almohada. -T-Tomate tu tiempo.- Contesta el de New Bark sin pena ni gloria. -Aquí te esperare.-

Kelly sonrió de oreja a oreja ante aquella respuesta, dándose media vuelta y luego saliendo por completo de la habitación. Al cabo de un par de minutos tras la partida de la rubia, Gold finalmente decide retirar la almohada de su rostro, en favor de observar con vergüenza el techo de la habitación, muy al estilo de un pequeño e indefenso pokémon frente a un poderoso depredador.

El de New Bark se sentía extrañamente agobiado y bajo una enorme cantidad de sentimientos revoloteando no solo dentro de su alma y corazón, sino qué también esté percibió metafóricos Butterfree recorrer violentamente en su estómago, además de sentir cómo paulatinamente una molesta jaqueca entraba en escena en su cabeza.

-Demonios... Así que no puedo pensar cómo se debe. Ughhh... Creo qué necesito salir de aquí para despejar mi mente y tomar algo de aire fresco.- Gold, de un brinco, se levantó de la cama, poniéndose ropa limpia en el intermedio para luego salir de la habitación junto con las pokebolas de sus pokémon dentro de los bolsillos de su pantalón. -Debo de hacer algo para liberar toda esta estúpida tensión en mi cuerpo...-

Sin darse más tiempo de pensar, Gold decide bajar muy cuidadosamente por las escaleras hasta llegar a la planta baja del centro pokémon. Una vez ahí, el de New Bark nota cómo inclusive la recepción y el lobby estaban prácticamente desiertos.

-Hphm... Curioso. Realmente curioso.- Comentó Gold para sí mismo, acariciando su barbilla tras observar cuidadosamente todo a su alrededor un par de veces más. -Supongo que las enfermeras deben de estar en su hora de la cena o-...

Pero, sorpresivamente después de qué Gold se acercara a la puerta principal del centro pokémon para disponerse a salir a tomar algo de aire, la misma se abre de un fuerte e inesperado tirón, de modo muy similar qué cuando él se encontró por primera vez con Crystal, terminando esté último siendo golpeado nuevamente a un costado de su cabeza por el marco de metal de dicha puerta.

Sucedido esto, el de New Bark se lleva ambas manos a la cabeza por puro instinto e inercia, perdiendo instantáneamente el equilibrio debido al fuerte golpe, lo qué ocasionó en reacción qué él cayera al suelo cómo un viejo costal lleno de cemento.

-¿G-Gold...? ¡Oh, por el amor de Arceus!-

Gold sacudió su cabeza entre tanto desde el suelo, observando torpemente hacia arriba al reconocer qué quien lo había golpeado con la puerta había sido nada más y nada menos qué Crystal, emulando casi perfectamente el cómo ambos se conocieron en el laboratorio del profesor Elm.

-¡L-Lo lamento tanto!- Exclamó Crystal con desesperación y en un tono lleno de vergüenza y arrepentimiento, ayudando poco después a su compañero de viajes a levantarse del suelo tras notar lo desierto del lobby. -¿T-T-Te encuentras bien?-

Por alguna extraña razón qué ni él mismo lograba comprender, Gold no sentía el más mínimo indicio de dolor a pesar del fuerte impacto recibido. Lo único qué él en ese momento podía percibir era una increíblemente alta concentración de adrenalina recorriendo cada rincón de su ser.

-¿Gold...?-

-Tranquila, Crys. Estoy de maravilla.- Declara el de oscura cabellera en un tono calmado, cuando finalmente se levanta del suelo tras sacudir una qué otra partícula de polvo adherida a su ropa. -No tienes de qué preocuparte.-

-En verdad lo lamento muchísimo. Esta es la segunda vez en poco más de un mes qué sucede algo cómo esto.- Anticipa Crystal aún con vergüenza, quien ahora tenía el rostro completamente enrojecido. -Perdoname, Gold. Yo estaba tan apresurada qué apenas sí me fijé y-...

-No pasó nada, solo olvídalo y hagamos cómo qué esto jamás ocurrió. Además, el estar a tu lado y verte frente a mi ya me hace sentir mucho mejor.- Reconoce Gold al guiñar uno de sus ojos, pero no sin antes acercarse peligrosamente al rostro de Crystal. -Bueno, creo qué quizás me siento un poco mareado y desorientado, pero sobreviviré.-

Crystal parpadeo repetidas veces y terminó sonrojándose ante la bizarra actitud de Gold. No obstante, cómo sí se tratase de una situación de vida o muerte, Crystal vuelve a colocar una sana distancia entre ellos para mirar de mejor manera a su compañero de viaje.

-¿E-Estás completamente seguro de que te sientes bien?- Cuestionó la joven prospecto a profesora antes de terminar por arquear una de sus cejas en clara señal de incredulidad. -Que te sientas mareado o desorientado no es buena señal después de un golpe tan fuerte. Sinceramente me sorprende que no estés inconsciente sobre el suelo cómo cuando nos conocimos en el laboratorio de mi padre.-

-Cómo dije anteriormente, sobreviviré, Crys. No tienes de qué preocuparte. Aunque, siendo completamente sincero contigo, no puedo recordar qué estoy haciendo aquí o porque tenía tanta prisa en salir.-

-¿Cómo que no lo recuerdas?- Preguntó Crystal, nuevamente en un tono lleno de preocupación. -Esta definitivamente no es buena señal.-

-Eventualmente lo recordaré. Creo qué solo estoy aún algo aturdido, no te preocupes tanto.-

-Ughh... Ese golpe en tu cabeza debió de afectar tu memoria a corto plazo.- Teorizó con rapidez la joven prospecto a profesora, fijando nuevamente sus ojos azules sobre los de Gold. -Y, por lo qué puedo notar, tus pupilas están un poco dilatadas y también-...

-¿Alguna vez te dije lo hermosos que son tus ojos? Hoy estás más radiante que nunca.-

Crystal dio un par de torpes pasos hacia atrás hasta casi chocar contra la puerta principal del centro pokémon detrás de sí. Su rostro, en contraposición, volvió a ruborizarse debido al inesperado comentario hecho por Gold.

-Sabes, Crys. Me encanta la forma en cómo te ruborizas cuando te halago.- Manifestó Gold al colocar una pícara sonrisa en sus labios. -Hehe, eres realmente adorable y linda cuando te sonrojas.-

-¿P-Pero qué es lo qué sucede contigo, Gold? ¿Por qué ahora así tan de repente me dices cosas cómo esa?- Interroga Crystal de inmediato y sorprendida, cuando esta le dio la espalda a su compañero para evitar que la viera sonrojarse aún más. -E-Ese golpe debió de afectar algo más que solo tu memoria a corto plazo. T-Tu no eres así de directo.-

-¿Te parece si salimos a tomar un poco de aire fresco?- Propuso Gold al tomar gentilmente de la mano a Crystal. -No sé cómo explicar esto, pero tengo muchos deseos de pasar algo de tiempo a solas contigo...-

La prospecto a profesora se rehusó a darle crédito, ni tampoco era capaz de procesar el cambio tan drástico en la anteriormente tranquila personalidad de Gold. Sí bien era acertado decir qué ambos no tenían más de un mes de conocerse, eso no le restaba al hecho de qué Crystal a simple vista podía notar qué algo estaba terriblemente mal con su compañero.

Mil y un preguntas iban y venían al generarse dentro del anonadado subconsciente de Crystal. Pero ella, sin darse más tiempo para dudar, opta por aceptar la invitación de su compañero de buenas a primeras para investigar más a fondo y de cerca el motivo de todo esto.

Por consiguiente, ambos jóvenes se dirigieron con toda brevedad a un pequeño y poco concurrido parque repleto de árboles, áreas verdes, viejos y oxidados columpios para los niños, y amplios bancos de madera puestos a lo largo y ancho del lugar. Todo esto ubicado a escasas tres cuadras al oeste del Centro Pokémon.

-Sabes... Yo solía venir a este lugar para despejar mi mente cuando tenía un día sumamente pesado en la guardería de mi familia.- Confiesa Crystal al suspirar sonoramente, observando con mucha nostalgia todo alrededor del parque, posteriormente acercarse con Gold en dirección a un viejo y frondoso árbol para sentarse contra su tronco. -Antes esté lugar se llenaba mucho más por las tardes, pero tras la inauguración del parque de diversiones al noreste de la ciudad, todo poco a poco fue cambiando hasta ser lo qué ves ahora.-

-Supongo qué no todos tienen la delicadeza de apreciar el convivir con un poco de naturaleza.- Responde el de New Bark con apatía, luego de haberse sentado junto con Crystal y fijando luego su mirada en dirección a la infinidad de edificios y rascacielos qué cubrían parcialmente su vista del atardecer. -Yo prefiero mil veces el estar aquí mirando el cielo bajo la sombra de un árbol, qué ir a un parque de diversiones o pasar el tiempo en un ruidoso centro comercial.-

-Uhh... Gold, hay algo que se supone tengo que darte...-

-¿En serio? Pues, en ese caso, yo también tengo algo qué darte.- Anticipo Gold, volviendo a observar directo a los ojos de Crystal. -Pero antes necesito qué cierres los ojos solo por un momento o se arruinaria la sorpresa.-

-Espera... ¿Tu tienes una sorpresa para mi?- Cuestionó con cautela la prospecto a profesora, recordando vívidamente cómo una situación parecida se desarrolló entre ambos en el centro pokémon de Azalea. -¿Y de qué trata esta vez?-

-Solo cierra los ojos y lo sabrás...-

De un momento a otro, el corazón de Crystal aceleró desmedidamente cómo un auto de carrera, y ni hablar de lo qué estaba ocurriendo dentro de sus pensamientos. Aquí, en ese preciso momento en el tiempo, una inmensa oleada de nerviosismo y ansiedad rodeó por completo el cuerpo de Crystal. Pero a pesar de sentir tantas cosas a la vez, ella se forzó lentamente a cerrar sus ojos tal como lo ordenó Gold.

-E-Estoy lista.- Murmuró tímidamente Crystal. -Que se supon-...

Más, antes de qué Crystal pudiese siquiera preguntar, un cálido, húmedo y tierno beso irrumpe en los labios de la prospecto a profesora, sintiendo ella en primera fila cómo los labios de Gold se juntaban con dulzura contra los suyos.

Un sin número de sentimientos y emociones estaban pasando cómo una vieja película en blanco y negro por la mente de Crystal, accion qué ocaciono qué ella abrazase por inercia a Gold. Ambos entrenadores ahora podían sentir vívidamente cómo latía el corazón del otro gracias a la cercanía de sus cuerpos.

-¿Q-Qué te pareció mi pequeña sorpresa?- Preguntó finalmente Gold, separando en principio sus labios de los de Crystal, entre tanto el intentaba recuperar un poco su propio aliento al respirar por su boca. -E-Espero qué fuera de tu agrado lo qué hice.-

Pero Crystal no replicó de inmediato al cuestionamiento de Gold. La oriunda de Goldenrod yacía hiperventilando de manera sonora, dando la curiosa impresión de qué lo ocurrido la hizo olvidar brevemente el cómo respirar.

-Ha-... Ha-... Ha-... Supongo que te deje sin palabras.- Murmuró Gold cómo réplica, pasando posteriormente uno de sus manos para acariciar las sonrojadas mejillas de su compañera. -Quizás esto no te lo diga muy a menudo, pero eres demasiado linda cuando estás perdida en tus pensamientos.-

Milésimas de segundo después de las palabras de su compañero, Crystal rozo lentamente sus ahora húmedos labios con ayuda de sus dedos. Luego, y sin ningún tipo de aviso, la prospecto a profesora toma fortuitamente la mano derecha de Gold para colocarla sobre su palpitante pecho.

-¿Vez todo lo que provocas en mí?- Preguntó la chica de manera retórica, mientras que sus ojos apuntaban directamente al pasto con extrema vergüenza. -M-Mi corazón está latiendo a mil por tu estúpida culpa, Gold. Yo solo espero qué te hagas responsable de lo qué suceda de ahora en adelante, porque-...

-Crys... Y-Yo te a-...

Con extrema velocidad y agilidad, Crystal se abalanza contra Gold para volver a besarlo de manera frenética y rozando incluso en lo salvaje.

-Lo siento, pero no quiero o puedo escucharte decirme eso aun.- Expuso Crystal, tras separar sus labios de los de Gold, mirándole luego con tristeza y arrepentimiento a sus ojos. -Dimelo a futuro, cuando seamos algo más qué amigos, ¿de acuerdo? Quizás hazlo cuando lleguemos al final de esté viaje y te corones cómo campeón de la liga pokémon. Pero de momento, y por el bien de ambos, no creo qué sea conveniente qué me digas esas palabras, en especial cuando existen muchísimas verdades y secretos qué aún no conoces de mi con respecto a todo esté viaje.-

En respuesta, Gold frunció automáticamente su ceño con profunda extrañeza, decidiendo en parte no presionar más con ese tema. -D-De acuerdo.- Manifestó Gold con simpleza, evitando activamente la mirada de la de coletas. -Cómo gustes.-

-Por cierto...-

-¿S-Sí...?-

-Jamás me esperaba una sorpresa de este tipo.- Reconoce Crystal, evidentemente avergonzada y poco después de empezar a reírse con profunda timidez. -Espero me des más sorpresas así en el futuro...-

-Lo haré, Crys. Eso tenlo por seguro.- Anunció el de New Bark con firmeza, observando de reojo cómo en los predios del parque yacían un par de adultos mayores siendo acompañados por una dupla de risueños Drowzee. -Ahora creo que te toca a ti decirme que era lo que tenías que darme.-

-Ohh... Eso no importa en este momento.- Confesó la prospecto a profesora con una sonrisa, dando posteriormente a Gold un efímero beso en una de sus mejillas. -Quizás esto suene raro después de todo eso qué te dije antes, pero ahora mismo solo deseo estar en paz contigo. Lo demás puede esperar.-

-Hmph... ¿Por qué ahora tengo la impresión de qué estoy olvidando por completo algo muy pero muy importante?- Murmura Gold para sí mismo. -Uhhh...-

-Por cierto, Gold...-

-¿Sí?-

-Me gustaría saber cómo te fue con Whitney, Mary y Ruby. ¿Que tal estuvo la entrevista?-

-¡OHHH, MIERDA!- Gritó Gold desesperadamente, levantándose del suelo de un brinco y luego mirando el Pokegear colocado en su muñeca derecha con terror. -Se supone tenía que regresar al gimnasio de Whitney para tener mi batalla...-

-¿Huh?-

-L-lo lamento mucho, Crystal, pero t-tengo que irme...-

-¿T-Tan pronto?- Preguntó la de coletas en un tono triste y lleno de melancolía. -¿Es realmente necesario que te vayas ahora?-

-En serio, Crys. Lo lamento mucho.- Se excusó Gold al agachar su cabeza y besar en los labios a su compañera. -Prometo que mañana pasare todo el dia contigo y tambien te prometo que este encuentro terminara de otra forma más placentera para ambos, ¿ok?-

-Espero que sepas en lo que te estás metiendo.- Exclamó Crystal con una enorme sonrisa. -Y más te vale qué lo cumplas.-

-Estoy preparado para lo que sea, mientras tu estes a mi lado.- Manifestó Gold, dándose media vuelta antes de salir corriendo a toda velocidad en dirección al gimnasio de Whitney. -¡Hasta más tarde!-


Gimnasio de Ciudad Goldenrod, 5:18 P.M


-¿ACASO ESTAS DEMENTE O ERES SOLO IDIOTA POR DEFECTO?- Gritó un muy enojado Ruby al quitarse su gorro de la cabeza, caminando entre tanto de un lado al otro sobre el campo de batalla del gimnasio de su amiga de manera frenética. -¿Cómo demonios se te ocurrió darle jugo de Parasect a Gold así por así, Whitney? Tu mejor qué nadie debes de saber qué esa cosa tiene unos terribles efectos secundarios cuando es la primera vez qué una persona la ingiere.-

-Lo sé... Lo sé, Ruby... Lo que hice fue una idiotez de mi parte. Pero es que-...

-¡ES QUE NADA, WHITNEY! Es más que evidente que tu intención era la de utilizar el efecto de ese jugo a tu favor. ¡UGGGHHH... Ahora Arceus sabrá qué rayos estara haciendo Gold en este preciso momento!-

-L-Lo lamento, Ruby...-

-Yo solo espero que él no se meta en muchos problemas.- Comentó Ruby entre dientes, cerrando sus ojos y suspirando con exasperación. -Crystal va a matarme cuando se entere de esto...- 

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