Capítulo 56: Planes, Planes y más Planes

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Dos días después, Ciudad Saffron. Región de Kanto. 4:10 P.M


Relajante música instrumental y un par de televisores estratégicamente colocados en varias de las paredes, el murmullo de más de una docena de personas ordenando y el inconfundible e inigualable olor del chocolate, caramelo y cafe. Juntos, estos eran los elementos que más se hacían notar de la concurrida cafetería que Kelly, Crystal y Zuki habían elegido para reunirse con Gold. Su principal objetivo era el de planear el itinerario de los próximos días ahora que su compañero había conseguido la medalla del gimnasio de Sabrina.

El de New Bark, en ese preciso momento, estaba tranquilamente sentado, frente a una sencilla mesa para cuatro, cerca de la esquina izquierda del espacioso local. Todo esto, mientras que escuchaba algo de música, con ayuda de audífonos inalámbricos, a través del pequeño reproductor de música que pudo alcanzar a comprar durante su paso por Ciudad Celadon, hace ya poco más de una semana atrás.

-¿En dónde rayos están esas tres?- Se preguntó mentalmente Gold, poco antes de darle un rápido sorbo a su segunda malteada de chocolate de la tarde. Inmediatamente después de esto, el de New Bark empieza inconscientemente a juguetear con una bolsa de plástico de color azul, misma que yacía sobre la mesa junto a su malteada, y que resguardaba su nueva y preciada adquisición. -Ughhh... Ya ellas deberían de estar aquí. ¿Qué rayos las demora tanto? Habíamos acordado vernos aquí a las cuatro en punto.-

Por enésima vez en menos de cinco minutos, Gold le dio un vistazo a todo su alrededor, en busca de divisar a alguna de sus compañeras de viaje, pero no logro ver a alguna de ellas entre las otras personas que abarrotaban el lugar en busca de una caliente bebida ahora qué paulatinamente los días empezaban a ser más fríos. Era más que obvio que el invierno estaba a la vuelta de la esquina. Los días ahora empezaban a ser cada vez más cortos y fríos.

Un apático sentimiento de ansiedad y molestia empezó lentamente a surgir dentro de Gold, cómo un maremoto al azotar un pequeño pueblito costero. Ante esto, el de New Bark exhalo silenciosamente un poco de aire y después procedió a abrir cuidadosamente la bolsa de plástico, solo para sacar de ella el nuevo y flamante volumen de una de las tantas novelas gráficas que él tanto disfrutaba leer en su tiempo libre. -Supongo que puedo aprovechar el tiempo y ponerme al corriente.- Comentó mentalmente Gold, al volver a mirar a su alrededor y verificar cómo ninguna de sus compañeras estaba a la vista. -Total, ya hice todo lo que deseaba hacer por el dia de hoy. Ya entrene más que suficiente junto a mis pokémon por un dia.-

El día en sí había transcurrido con relativa normalidad, en todo el sentido de la palabra. Por la mañana, el grupo había decidió separarse para hacer cada quien lo que deseara, pero acordando reunirse en esta misma cafetería, localizada a un par de cuadras del centro pokémon en dónde se quedaban. Crystal decidió asistir, a petición de su padre, a un pequeño simposio en la corporación Silph acerca del futuro de la tecnología y los pokémon, mientras que Kelly y Zuki prefirieron ir juntas a recorrer uno de los centros comerciales al sureste. Por su parte, Gold se tomó la mañana para entrenar junto a sus pokémon en las afueras de la ciudad, para después visitar, por pura casualidad, una pequeña librería cercana a la estación del tren magnético, en la parte norte, cerca también del centro pokémon.

-¡Qué suerte tuve de encontrar el nuevo volumen!- Murmuró animadamente el de New Bark, bajando súbitamente su mirada para colocarla ahora sobre la pintoresca portada de su nueva novela. -Heh, desde que deje New Bark no había podido leer nada de nada. Pero ni modo, así es la vida de ser un entrenador pokémon.-

Un par de minutos pasaron, en un abrir y cerrar de ojos. Gold, inconscientemente, ya se había terminado su segunda malteada y ya estaba también a mitad de su novela, a la vez que su banda favorita de idols resonaba a todo volumen en sus audífonos. Todo esto, cuando de repente él tiene la extraña sensación de que alguien lo estaba observando. Milésimas de segundo después, Gold sube su mirada y nota cómo a un lado de él, y a escasos centímetros de su mesa, estaban paradas dos hermosas chicas, ambas vestidas con una especie de uniforme de algún tipo de colegio de la localidad. La primera era morena, cabello oscuro, de ojos color marrón, alta y de voluptuosa figura, mientras que la otra era pelirroja, de ojos color verde y tez pálida, contextura mucho más recatada y de mediana estatura.

Cómo por acto reflejo, Gold pausa su música, se quita sus audífonos, cierra su novela y después mira a los ojos a ambas chicas, con una profunda mezcla entre extrañeza y curiosidad. -Uhh... ¿Se les ofrece algo?- Preguntó el de New Bark, notando también cómo ambas aparentaban tener casi su misma edad. -¿En qué las puedo ayudar?-

-¿A-acaso tu no eres Gold Ethan Tsubasa, el entrenador de New Bark y poseedor del Typhlosion del fuego azul?- Preguntó rápida y nerviosamente la morena, al mismo tiempo en que esta jugueteaba con su rizada y larga cabellera. -Tu eres el hijo del famoso campeón sin corona, ¿o me equivoco?-

Gold parpadeo repetidas veces, en clara señal de asombro y confusión. -Uhh... E-estas en lo correcto.- Replicó el de New Bark, frunciendo el ceño y después aclarando un poco su garganta. -Yo soy el hijo de Enishi Tsubasa y también soy el entrenador del Typhlosion del fuego azul. ¿Porque la pregunta? ¿Acaso nos conocemos o algo asi?-

Ambas chicas negaron enérgicamente. -Nos nos conocemos personalmente.- Afirmó la pelirroja. -P-pero-...

-¿Entonces desean una batalla pokémon?- Preguntó rápidamente Gold, de manera reacia, desganada y agria, al recordar vívidamente cómo ya varios otros entrenadores lo terminan retando, desde que se supo públicamente que él era el hijo del famoso campeón sin corona de Johto y Kanto, gracias a su participación en el torneo de exhibición de la Battle Frontier.

Por segunda vez, ambas chicas negaron. -En lo absoluto.- Aseveró ahora la de ojos color marrón. -Ninguna de nosotras sería un digno rival para ti.-

En respuesta, Gold terminó por alzar una de sus cejas, para entonces tragar algo de saliva. -¿H-huh? ¿A qué se refieren con-...?-

-Lo que mi compañera quiso decir es que ambas te admiramos muchísimo. Pero actualmente ninguna de nosotras es entrenadora pokémon cómo tu.-

Nuevamente, Gold volvió a parpadear repetidas veces y ahora un sin número de preguntas empezaron a brotar dentro de su mente. -E-esperen, esperen... ¿U-ustedes me admiran... a mí?- Preguntó encarecidamente el de oscura cabellera, antes de apuntarse a sí mismo con el dedo índice de su mano derecha.

-Así es.- Reconoció alegremente la morena. -Desde tu magnífica actuación en el torneo de la Battle Frontier, Natalie, el resto de mi clase y yo, te admiramos mucho. Osea, no cualquier entrenador es capaz de tener una batalla de tú a tú contra Green Oak. Es cierto que no pudiste ganar ese torneo, pero tu actuación fue más que aceptable. Se noto que diste tu mejor esfuerzo y eso es digno de admirar.-

Nerviosismo, extrañeza y algo de orgullo. Todos y cada uno de estos fueron los sentimientos que empezaron a fluir por el cuerpo y mente de Gold, en ese preciso instante, cómo un repentino torbellino de arena en el desierto.

-¿Nos darías tu autógrafo y también te tomarías una selfie con nosotras?- Preguntó la pelirroja, al ahora sonrojarse junto con su amiga. -¿Porfis?-

De manera torpe, y a pesar de haber sido tomado muy por sorpresa, Gold terminó accediendo. Acto seguido, Gold firmó el cuaderno de notas de cada una de las chicas y después procedió tímidamente a tomarse un par de fotos junto con ellas.

-¡En verdad no sabes lo feliz que nos has hecho!- Exclamó enérgicamente la pelirroja, cosa que atrajo inmediatamente la mirada de varias de las personas en la cafetería. -Ahora ambas seremos la envidia de todo el instituto.-

-N-no fue nada.- Replicó Gold, colocando una sencilla sonrisa, nuevamente con timidez y un poco de vergüenza, mientras que su rostro empezaba lentamente a sonrojarse. -E-enserio, no es para tanto.-

Ambas chicas intercambiaron alegres sonrisas por breves instantes, luego de lo dicho por Gold. Poco después, y cuando finalmente las uniformadas decidieron despedirse y marcharse de la cafetería, Gold volvió a exhalar aire con pesadez. -No puedo creer que esas chicas me admiren a mi.- Comentó el de New Bark, en voz baja, y con algo de emoción, poco antes de volver a colocarse sus audífonos y abrir nuevamente su novela. -¿Quién demonios lo diría? Eso definitivo que no sucede todos los días. Creo que esta es la primera vez qué hago unos autógrafos.-

Otro par más de minutos pasaron, pero Gold apenas sí los sintió al estar enteramente sumergido escuchando música y en su lectura. Sin embargo, nuevamente su calma se vio interrumpida cuando se percató, súbitamente, de la llegada de Kelly, Crystal y Zuki, cada una con una malteada grande de chocolate en mano. Aparentemente las chicas habían llegado hace varios minutos atrás, pero se entretuvieron formando la fila para ordenar sus respectivas malteadas.

-¡Ya era hora de que llegaran!- Declaró Gold de mala gana, instantes antes de volver a quitarse sus audífonos, al momento en que Zuki se sentaba junto a él, mientras que Crystal y Kelly se colocaban en los puestos vacíos frente a ellos. -Se suponía nos veríamos aquí a las cuatro en pun-...

-Sí, sí, ya lo sabemos. Teníamos que estar aquí a las cuatro en punto.- Reconoció Zuki en un despreocupado y relajado tono, muy para el desagrado de Gold, quien velozmente torció sus labios con desdén. -Digamos que nos entretuvimos más de la cuenta. Lo lamentamos, primito.-

-¿Se entretuvieron más de la cuenta?- Repitió Gold en modo de pregunta, mirando con completa extrañeza a su caótica prima, cómo también a sus otras dos compañeras. -¿A qué rayos te refieres con eso?-

-Un poco de esto y también un poco de aquello.- Replicó crípticamente la rubia, después de expulsar un sonoro y amplio suspiro. -Pero principalmente nos demoramos porque Zuki y yo, antes de salir del centro comercial, nos encontramos con un par de prepotentes entrenadores que nos reconocieron por lo de la Battle Frontier. En fin, una cosa llevó a la otra y al final terminamos teniendo una batalla doble contra ellos.-

-Ohh... Ya veo. Eso explica un poco su demora.-

-Obviamente, y cómo era de esperarse, esa "pequeña" batalla causó una gran conmoción, además de llamar mucho la atención de varios curiosos en las cercanías.- Testifico ácidamente Crystal, con algo de molestia y desgano. -Yo me encontré con ellas, de pura casualidad, al salir de mi simposio, justamente cuando su batalla estaba por terminar, cerca de una concurrida plaza, a unas cuadras de la corporación Silph.-

-Hehe, pero al menos barrimos el piso con ellos.- Informó rápidamente Zuki, con notables aires de grandeza, al darle un prolongado sorbo a su malteada. -Sinceramente, tenía cero expectativas con respecto a la batalla, pero al menos esperaba algo más. Hace bastante que no tengo una buena batalla pokémon.-

-Concuerdo en ese aspecto.- Admitió ahora la rubia, en un apático tono. -Yo también esperaba algo más de esos fanfarrones. Pero olvidémonos de ese estúpido combate y pongamos manos a la obra para discutir qué es lo que haremos ahora qué Gold ya tiene siete de las ocho medallas de Kanto.-

-¡Esa me parece una excelente idea!- Reconoció alegremente Crystal, mientras que Zuki se terminaba de tomar toda su malteada de un sonoro sorbo. -Gold... Ya pasaron dos días desde tu victoria contra Sabrina, asumo ya tienes en mente algo sobre qué es lo qué harás ahora qué solo te falta la medalla de Green, ¿o no?-

Ante la atenta mirada de todas sus compañeras, Gold frunció el ceño y luego termino apretando sus labios, por breves instantes. -Pues si.- Denuncia tímidamente el de New Bark, cruzándose de brazos y después tomándose un par de segundos para aclarar su garganta. -Ya tengo una idea más clara de qué es lo que deseo hacer. Entre ayer y hoy pude pensar mucho mejor las cosas durante mi entrenamiento y ya finalmente llegue a una decisión.-

-¿Y bien?- Exclamó repentinamente Kelly. -Déjame adivinar, deseas partir mañana mismo en dirección a Viridian para luchar contra Green lo antes posible, ¿o me equivoco?-

De manera automática, Gold forzó una sonrisa y después frunció el ceño. -Uhhh... En realidad es todo lo contrario, Kelly.- Denuncia el de New Bark, con algo de vergüenza. -Yo deseo regresar a Johto lo más pronto posible y retomar nuestro viaje desde allá.-

Cómo por acto reflejo, el semblante de Crystal, Kelly y Zuki cambió radicalmente, de un momento a otro. -¿D-deseas regresar a Johto?- Cuestiono Crystal, de manera lenta y comedida. -¿P-por qué quieres hacer eso?-

-Yo tampoco lo entiendo.- Reconoció también Kelly, quien estaba visiblemente confundida por lo dicho por su amado. -¿Porque deseas regresar a Johto ahora que solo te falta la última medalla de Kanto? Osea, es verdad qué te preguntamos qué querías hacer para adecuar nuestro itinerario, pero automáticamente todas asumimos que nuestro próximo destino sería Ciudad Viridian. Lo de preguntarte fue solo una simple cortesía...-

-P-Pues-...

-¿Chicas, acaso no es obvio?- Preguntó retóricamente la menor de las chicas kimono, al mirar activamente a los ojos a las otras dos. -Gold aún no se siente listo para enfrentarse a Green.-

Rápidamente las miradas de Crystal y Kelly se posaron sobre Gold. -¿Es eso cierto?- Preguntó velozmente la rubia, antes de ajustar sus anteojos. -¿En serio no te sientes listo aún para luchar contra Green?-

Con extrema simpleza, Gold terminó asintiendo con su cabeza. -Así es. Zuki está en lo correcto.- Replica el de oscura cabellera. -Es cierto que desde que llegué a Kanto no he tenido muchos problemas durante los combates contra los otros líderes de gimnasio, pero contra Sabrina fue completamente diferente. Ella me hizo ver claramente mis falencias y también me dio a entender que aún tengo mucho que mejorar y aprender antes de poder retar a Green por su medalla.-

-¿A qué te refieres con eso exactamente?- Preguntó reaciamente la prospecto a profesora. -Yo considero que tus pokémon y tu tienen un muy buen nivel, incluso por encima de la media. Tu ya no eres el mismo impulsivo chico que escapó de casa para iniciar su viaje. Es verdad que tu batalla contra Sabrina fue algo accidentada, por decir lo menos, pero no por eso deberías de dudar de ti mismo o de tus pokémon. Tienes que tener algo de fe.-

-Creo que malinterpretas lo que quise decir, Crys. Yo se a la perfección que mis pokémon y yo hemos mejorado muchísimo a lo largo de este viaje, pero también tengo que reconocer que mi victoria se debió prácticamente a qué tenía el Scizor de mi padre conmigo y también a qué Sabrina fue lo suficientemente condescendiente cómo para permitir que Zuki hablará sobre las cosas que notaba durante el combate. En otras palabras, mi victoria se lo debo en un cincuenta por ciento a la suerte, más que a mis habilidades cómo entrenador o a mis pokémon. Además, al haber entrenado de primera mano con Green por una semana, yo puedo testificar que aún no estoy a un buen nivel cómo para combatir de tú a tú en un combate por la medalla de su gimnasio. Esa es la realidad, y me guste o no, tengo que aceptarlo. Si yo fuese en esté momento a Viridian y retara a Green, solo terminaria haciendo el ridículo.-

Ninguna de las chicas supo qué responder o qué decir ante todo lo dicho por Gold. Una súbita y molesta oleada de silencio e incertidumbre se paseo repentinamente por la mesa en dónde estaba el grupo, mientras que Kelly, Crystal y Zuki intercambiaban tímidas y reacias miradas repletas de dudas.

-Uhhh... D-de acuerdo, creo que entiendo tu punto. Quieres regresar a Johto para mejorar lo suficiente junto a tus pokémon para después retar a Green. ¿Pero estas completamente seguro de esto?- Indago Crystal, en un severo tono de voz. -Dime, Gold... ¿Estás cien por ciento seguro de querer regresar a Johto ahora?-

-Total y completamente seguro, Crys.- Replica calmadamente Gold. -Cómo dije antes, estos dos días me sirvieron para pensar mejor, no solo lo que más me conviene a mi cómo entrenador, sino también lo que más le conviene a nuestro viaje cómo grupo. Lo más acertado y sensato ahora mismo es regresar a Johto.-

-¿Lo que más le conviene a nuestro viaje cómo grupo?- Preguntó ahora Zuki, alzando inconscientemente una de sus cejas con notable suspicacia. -Entiendo y comprendo perfectamente que no te sientas preparado para enfrentarte a Green, ¿pero cómo regresar a Johto ayudará nuestro viaje cómo grupo?-

-Sencillo. Aún faltan alrededor de siete meses para que inicie la próxima liga pokémon. A mi me faltan solo tres medallas, de las dieciséis que me puse cómo objetivo, dos de Johto y solo una de Kanto. Lo más sensato, responsable y factible, en este momento, sería regresar a Johto y retomar nuestro viaje desde allá para qué Kelly, yo, e inclusive tu, sí es qué deseas también entrar a la liga, podamos conseguir las medallas que nos faltan de esa región, mientras que Crystal puede terminar de hacer sus reportes de los otros lugares de Johto que aún no exploramos. Luego, y cuando falte mucho menos para que inicie la liga pokémon, y también yo me sienta mucho más preparado, entonces regresaré hasta Kanto para retar el gimnasio de Green. Mi plan ahora es luchar y derrotar a Green una o dos semanas antes del inicio de la liga pokémon.-

Por segunda vez en lo que va de la velada, Crystal, Kelly y Zuki intercambiaron fugaces miradas. Sin embargo, esta vez las chicas se veian un poco más animadas y convencidas por todo lo dicho por Gold. A este punto era más que obvio que su compañero estaba sumamente convencido y seguro de su decisión de regresar a Johto.

-Hmph... Viendo las cosas así, tu plan no suena tan mal después de todo.- Proclamó animadamente Kelly, poco antes de darle otro sorbo a su malteada. -Supongo qué no estaría mal el regresar a Johto para conseguir las medallas que nos faltan.-

-Nada mal, primito. Nada mal.- Reconoció enérgicamente Zuki, colocando una pretenciosa sonrisa. -Lo que planteaste me parece bastante sensato, maduro y bien argumentado. Incluso te tomaste la molestia de tomarnos en cuenta a Crystal y a mi, al momento de idear tu plan.-

Ante esto, el rostro de Gold tomó una tonalidad muy parecida al color del recubrimiento metálico del Scizor de su padre, acción que provocó que Crystal, Kelly y Zuki sonrieron todas a la vez, al ver a Gold sonrojarse de tal manera.

-¿Entonces cuando sugieres que nos vayamos de aquí?- Preguntó tranquilamente la prospecto a profesora. -¿Qué tienes en mente, Gold?-

-Uhhh... ¿Qué les parecería irnos mañana mismo?- Sugirió Gold, de manera rápida y precisa, momentos antes de recuperar su compostura. -Podríamos tomar el tren magnético mañana por la mañana y llegaríamos a Goldenrod poco después del mediodía. Al llegar, hacemos prácticamente lo mismo que la última vez qué estuvimos alla.-

Cómo acto reflejo, los rostros de Crystal y Kelly se sonrojaron a más no poder, por breves instantes, cosa que Gold increíblemente pasó por alto, pero no Zuki, quien rápidamente terminó por alzar una de sus cejas. En menos de lo que duraba un parpadeo, el vivido recuerdo de todo lo que sucedió durante su breve estadía por Goldenrod, se pasó fugazmente por las respectivas memorias de Crystal y Zuki.

-Kelly, Zuki y yo podríamos hospedarnos en alguno de los centros pokémon de la ciudad, mientras que Crystal podría quedarse en su antigua casa, con sus abuelos. Incluso estoy dispuesto a qué nos quedemos varios días en Goldenrod cómo unas mini vacaciones, antes de retomar de lleno nuestro viaje. ¿Qué tal suena mi plan?-

-T-todo lo que dijiste me parece muy bien, Gold.- Advirtió repentinamente Crystal. -Pero tengo una mejor sugerencia para tu plan.-

-¿Una mejor sugerencia para mi plan?-

-Así es. En vez de que todos ustedes se queden en un centro pokémon, ¿porque no se quedan conmigo en la guardería de mis abuelos?-

-¿Hablas enserio?- Preguntaron Kelly y Zuki, prácticamente al unísono.

-Uh-huh. Mi abuelos hace un par de días atrás cerraron momentáneamente la guardería para ir a visitar a mi madre en la región Kalos. Ellos se quedaran allí hasta mediados de diciembre, así que no sería problema que ustedes se queden conmigo. ¿Qué les parece?-

-¿Estás segura de eso?- Cuestiono ahora Gold. -¿No seria molestia o-...

-Hehe, total y completamente segura.- Replicó Crystal, de manera burlesca, imitando el estilo y la voz de Gold, antes de guiño su ojo derecho. -Además, estoy bastante segura de que a mis abuelos no les importara del todo qué ustedes se queden conmigo durante nuestra estadía en la ciudad.-

Ahora fue el turno de Gold de intercambiar miradas con su prima y con Kelly. En conjunto, todos asintieron y, luego de conversar un rato más, el grupo decidió terminar su reunión para regresar al centro pokémon para ir a cenar.


Base Secreta del Equipo Rocket, Ciudad Mahogany. Región de Johto. 6:02 P.M


El primero en ingresar a la sala de conferencias fue Proton. El sádico entrenador se sentó frente a la amplia mesa redonda, misma que estaba colocada en medio del lugar, y permaneció en silencio, contemplando la pulcritud y perfecta organización del compacto recinto. Acto seguido, Arianna hizo acto de presencia al entrar. Ambos miembros del Equipo Rocket intercambiaron efímeras miradas. Posteriormente, la pelirroja se sentó en el espacio vacío frente a Proton.

Curiosamente, la sala de conferencias estaba mucho más fría de lo normal, muy para el disgusto de Protón y Arianna. Sin embargo, antes de que ambos pudieran empezar a intercambiar palabras, Archer y Petrel entraron de lleno también, cada uno con una gran cantidad de papeles y documentos en sus manos. Rápidamente, los recién llegados se colocaron en los asientos vacíos restantes, a la vez que cuidadosamente dejaban los papeles sobre la mesa.

-Lamentamos la demora.- Se excuso Archer, a la vez qué Petrel expulsaba un ahogado suspiro lleno de desasosiego. -Pero estábamos terminando de discutir los toques finales para nuestra invasión a la torre de radio.-

-¿Y qué fue lo que decidieron?- Preguntó reaciamente Protón, poco antes de inclinar su cuerpo y después apoyando sus codos contra la mesa. -Estoy ansioso por descubrir qué fue lo que planificaron para anunciarle al mundo oficialmente de nuestro regreso.-

Ante esto, a Archer se le dibujó una tétrica sonrisa en sus labios. -Nuestro plan se basa en tres simples pasos: Distracción, invasión y retirada.- Declaró sorpresivamente Petrel, mientras que abría, sobre la mesa, el que parecía ser el completo plano estructural de toda la Torre de Radio, junto a varias fotos, en alta resolución, de varios puntos de interés de la misma torre. -Creanme, no fue para nada fácil el idear y conseguir todo esto, pero confío en nuestro existo. Siempre y cuando sigamos todo al pie de la letra, claro está.-

-Uhhh... ¿Distracción, invasión y retirada?- Repitió ahora Arianna, con notable inquietud, ojeando indirectamente el detallado plano y las fotografías. -Creo necesitas explicarte mejor, Petrel. ¿A qué te refieres con todo eso?-

-Ok. Primero que todo, nuestro plan empezará a ejecutarse el viernes por la tarde, unos minutos antes de que inicie el famoso programa semanal del profesor Oak junto con Dj Mary.-

-¿El viernes por la tarde?- Repitió ahora Protón, alzando una de sus cejas con suspicacia.

-Así es.- Afirma enérgicamente Archer, sin titubear. -Elegimos proceder con la invasión el próximo viernes debido a la gran cantidad de personas que sintonizan ese programa en particular. De ese modo, el mensaje de nuestro regreso tendrá más impacto al ser escuchado por varios miles de personas. Mientras más exposición podamos conseguir, más probabilidades existen de que nuestro mensaje le llegue a Giovanni. Es de suma importancia que esta operación sea todo un éxito y no se susciten contratiempos.-

-Y-ya veo...-

-En fin, la Torre de radio consta de siete amplios pisos, más la planta baja qué es dónde está localizado el lobby, un amplio sótano bajo tierra que sirve de depósito de materiales, y la azotea, qué es en dónde está la enorme antena de transmisión que usaremos junto con Rotom para finalizar con nuestro plan.- Informó animadamente Petrel, al señalar paulatinamente varias partes del plano, a medida que hablaba, junto con las fotografías. -Todos los pisos de la torre están conectados tanto por escaleras, cómo también por dos ascensores. El primero es un ascensor común y corriente para uso del personal, mientras que el otro es un ascensor de carga para transportar materiales pesados y demas cosas. Además, en todos los pisos hay varias cámaras de vigilancia. En total, hay treinta y seis cámaras de vigilancia por todo el edificio. Por suerte para nosotros, solo existen dos puntos para entrar y salir en todo el lugar, por lo que-...

-Espera, espera... ¿No habías dicho hace varios meses atrás que la seguridad era un asco?- Preguntó ácidamente Protón, apretando su mandíbula visiblemente. -¿Cómo vamos a lidiar con esas cámaras una vez entremos? Recuerdo claramente como, poco después de tu infiltración, dijiste que la seguridad en todo el lugar era bastante mediocre y que nuestra invasión sería pan comido.-

-Calma, calma. A eso iba.- Advirtió rápidamente Petrel. -Yo mantengo lo que dije, la seguridad en toda la torre es un asco. Pero primero tengo que explicar otras cosas. Por el momento, no se preocupen demasiado por esas cámaras.-

-Tch... De acuerdo. Prosigue.- Ordenó ahora Arianna, de manera agria y poco amigable. -Te escuchamos...-

-Cómo decía, es cierto que existen varias cámaras por todo el interior de la torre. Pero es ahí en donde entra mi experticia. Una vez empiece la invasión, provocare un pequeño apagón, de alrededor de un minuto, en toda la torre. Luego, puedo desactivar la señal de todas las cámaras de seguridad por un periodo no mayor a una hora. En teoría, nuestra invasión debe de durar mucho menos de ese tiempo. Pero cómo un extra para mayor seguridad, también interferire con los teléfonos y la señal de Pokegear en todo el perímetro por unos minutos. A este plan le llamamos operación "Teoría híbrida".-

Nuevamente, Protón y Arianna intercambiaron confusas miradas. Por su parte, Archer se cruzó de brazos y colocó una confiada y cínica expresión. -Cómo había dicho Petrel, nuestro plan se basa en tres importantes pasos. El primero, "distracción", consiste en que nuestros infiltrados en la policía local de Goldenrod imposibiliten toda ayuda a la torre de radio por el mayor tiempo posible. Para eso, ellos provocarán una pequeña explosión, seguido de un incendio en el cuartel general de la policía de Goldenrod. De ese modo, tanto la policía, cómo también los bomberos, estarán con las manos llenas. El segundo paso, "invasión", se desarrollará pocos minutos después del incendio de la policía. En ese momento Petrel pondrá manos a la obra, provocará el apagón y luego anulara todas las cámaras de vigilancia de la torre para facilitar nuestra invasion. Aquí es dónde Silver, varios otros reclutas, Protón y yo, entramos y tomamos control de todo el lugar para transmitirle a todo Johto y Kanto de nuestro regreso en medio del programa de Oak y Mary. Para esto, utilizaremos un camión de carga para transportarnos a todos, salvo Petrel, quien estaría ya dentro de la torre, aún haciéndose pasar por un ingeniero informático. Nosotros entraremos por la puerta de servicio de atrás y el resto será pan comido. El último paso, "retirada" es cómo el nombre lo indica y-...

-E-esperen... ¿Y qué hay de mí?- Preguntó rápidamente Arianna. -¿Acaso yo no debería de ir con ustedes para-...?-

-Inicialmente ese era parte del plan.- Testifico Petrel, rascando nerviosamente su barbilla. -Pero Archer personalmente me pidio que no te incluyera de esta operación.-

Ahora las miradas de Protón y Arianna se posaron sobre el ahora líder del Equipo Rocket. Ante esto, Archer mantuvo una estoica mirada y después aclaro su garganta. -No podemos dejar esta base desprotegida y sin ningún tipo de liderazgo en nuestra ausencia.- Replicó Archer, con la tan apacible calma que caracteriza su voz. -Es de suma importancia tu presencia aquí para mantener todo en orden hasta nuestro regreso.-

-Ohh... Claro. E-entiendo. Sí así son las cosas, entonces aceptare humildemente mi rol.-

-Yo tengo ahora una pregunta para ti, Archer.- Exclamó súbitamente Protón, poco antes de acomodarse en su asiento.

-Hmph ¿Y ahora qué deseas?-

-Todo este plan me parece muy bien y todo, ¿pero estás seguro de la fidelidad de Silver para esto?- Preguntó el sádico entrenador, a la vez que colocaba una rígida expresión. -Se perfectamente que ese chico ahora es "fiel" a tus ordenes. Pero es precisamente por ese motivo que tengo muchas más dudas que respuestas. Por ejemplo, ¿cómo rayos hiciste para convencerlo así por así de trabajar de nuevo con nosotros de esta manera? Al principio el solo lo hacía porque tenemos a esa chica, Lucia, de rehén. Pero de un momento a otro, Silver mágicamente ahora es fiel a ti y ni siquiera te cuestiona. Eso es sumamente extr-...

-El cómo y el porque no es de importancia en este momento, Protón.- Aseguro Archer, volviendo a expresarse de manera tranquila y despreocupada. -Te puedo asegurar que Silver hará su trabajo. Por eso es que yo iré con ustedes. Yo, personalmente, me encargare de que todo resulte cómo debe de ser. Solo será cuestión de tiempo para que Giovanni regrese a nosotros.-

-Tch... De acuerdo. Solo espero que todo esto resulte cómo lo planeamos, por el bien de todo el Equipo Rocket.- Proclamó agresivamente Protón, justo antes de levantarse de su asiento, para luego darse media vuelta. -Pero en especial, espero nuestro plan sea un éxito por el bien de ese mocoso y también el tuyo, Archer. Sería una verdadera lástima que toda esta operación se vaya a la mierda y me vea en la penosa necesidad de eliminarlos. Giovanni siempre nos enseñó a desechar la basura, cuando está interfiera en nuestros planes.-

Varias cejas se levantaron entre los presentes, luego de las ásperas declaraciones de Protón. -¿Acaso esa fue una amenaza?- Preguntó agresivamente Archer, mientras que Petrel y Arianna observaban con asombro a su compañero.

-En lo absoluto.- Replica Protón, de manera simplista, sonriendo cínicamente, antes de abrir la metálica puerta que conectaba con el pasillo principal de la base. -Solo fue un inofensivo e inocente comentario. Tomalo más bien cómo una promesa, por si las moscas, claro está.-


Laboratorio Subterráneo de Bill, Sector Sur, en las afueras de Ciudad Goldenrod. Región de Johto. 6:37 P.M


-¿Entonces su hijo viene de regreso a Johto?- Preguntó Bill, segundos antes de darle un tímido sorbo a su humeante té. Milésimas de segundo después, el famoso pokemaniaco automáticamente deja de teclear, en una de sus tantas computadoras, y después fijó su mirada directamente sobre Enishi Tsubasa, quien recien habia terminado de hablar con su hijo por su Pokegear.

-Es correcto.- Afirma nostálgicamente el veterano policía, acomodándose de mejor manera sobre el cómodo sillón, en la esquina derecha del desordenado laboratorio. -Aparentemente el regresará mañana despues del mediodia desde Saffron hasta aquí, junto a sus compañeras, a través del tren magnético.-

-¿R-regresa mañana a Goldenrod?- Preguntó rápidamente el joven informático, al alzar inconscientemente una de sus cejas.

Enishi asintió con tranquilidad, mientras una tenue sonrisa empezaba a dibujarse en su rústico y agotado rostro. Todo esto, mientras que el mecanico sonido del aire acondicionado resonaba por todo el laboratorio.

-¿Ira a verlo o algo así?- Preguntó nuevamente Bill, con notable curiosidad. -Según tengo entendido, ustedes no se han visto desde que, por pura casualidad, se encontraron en esta misma ciudad, hace casi dos meses atrás.-

De manera precipitada, el semblante del rostro de Enishi cambió por completo, de un momento a otro. -No lo sé.- Replicó el legendario entrenador. -Pero supongo que podría darle la sorpresa de ir a recibirlo en la estación del tren. Incluso podríamos pasar un par de horas juntos o algo así.-

-Esa no es una mala idea.- Exclamó animadamente el pokemaniaco, volviendo a darle otro sorbo a su te. -Solo qué es una lástima que el señor Taylor ya no esté aquí con nosotros. Supongo que él hubiese disfrutado mucho de ver a su hija un par de días antes del gran dia.-

-Son gajes del oficio, Bill. Además, el deseaba supervisar personalmente que todo estuviera en orden en nuestra base de operaciones antes de nuestra pequeña gran operación del viernes, mejor conocida cómo "Meteora". La potencial caída del Equipo Rocket significa mucho para él, por lo que es de suma importancia que todo salga bien durante esa operación el próximo viernes. No podemos darnos el lujo de cometer errores ahora que sabemos con exactitud dónde está la guarida del Equipo Rocket.-

-Entiendo. Pero tengo una importante pregunta para usted, señor.-

Cómo por acto reflejo, Enishi miro directo a los ojos de Bill, para entonces fruncir el ceño. -¿De qué se trata?- Preguntó Enishi, en un tono de voz que demostraba curiosidad. -¿Qué tienes en mente?-

-¿Porque el señor Taylor está tan empecinado en derrotar al Equipo Rocket? Osea, entiendo que ese es su trabajo. Pero tengo la ligera impresión de que el tiene otro tipo de motivos por los cuales desea que el Equipo Rocket caída de una vez por todas.-

Por breves instantes, Enishi terminó por apretar sus labios. -Bueno, digamos que es una historia algo larga y complicada de explicar.- Advirtió el de New Bark, volviendo a acomodarse en el sillon. -¿Estás seguro de querer escuchar sobre esto?-

-¡Por supuesto! ¿Le parece si ordeno una pizza para cenar mientras me cuenta?-

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro