Taehyung me había llevado a su casa, sentía el ritmo de mi corazón ir frenéticamente.

Sentía que iba a morir, el pánico recorría mi ser y mis manos comenzaban a sudar.

Cuando entramos a su casa, Taehyung no tardó en besarme.

Pero lo hizo de manera tranquila, mientras sus manos se paseaban por mi cintura y las mías iban a parar a sus hombros haciéndome suspirar.

No había prisa.

Quería disfrutar esto completamente.

Podía escuchar los pequeños jadeos de Taehyung junto a su acelerado corazón, podía sentir como mi cuerpo temblaba ante su toque y sabía que él disfrutaba eso.

Mi corazón se aceleraba y se comprimía al mismo tiempo, y mis mariposas extendían sus alas libremente inundando todos mis sentidos.

Poco a poco subimos a su habitación en medio de besos y suspiros.

No hubo palabras en aquel instante, pero no eran necesarias.

Nos amábamos y lo demostrábamos en la mirada.

En los toques delicados de Taehyung mientras me quitaba la ropa y lo ansioso que yo estaba al querer sentirlo sobre mí.

Quería tocarlo, disfrutar el sabor de su piel, grabar cada uno de sus gruñidos y jadeos, no quería perder ninguna de sus miradas.

Lo quería todo.

También deseaba dejarle un buen recuerdo de mí, que él disfrutara mi cuerpo, que la sensación de mis ligeros temblores se quedara en sus dedos.

Sus labios bajaron a mi cuello dejándome pequeñas marcas rojizas.

Marcas que yo atesoraría en mi memoria como el recuerdo de mi primera vez junto al hombre que amo.

Nunca olvidaría como se sentían sus dientes marcando mi piel.

La manera en que sus labios besaban los míos y luego se deslizaban traviesamente en mi pecho.

Jadee al sentir como su lengua jugaba uno de mis pezones y como su mano acariciaba mi erección que era notable debido a sus toques.

Los sonidos abandonaban mi garganta, pero curiosamente ya no estaba avergonzado.

Porque deseaba esto.

Me estaba dejando llevar tal como había dicho Jimin y era lo mejor.

Deje de pensar y solo me perdí en el momento.

En mi momento con Taehyung.

Mi chico sonrió al verme vulnerable y sensible ante sus caricias y volvió a besarme con dulzura mientras sentía el dolor invadirme.

Sentí algo frío y resbaladizo en mi entrada, supuse que era el lubricante y los dedos de Taehyung se deslizaron al interior moviéndose con cuidado.

Un par de lágrimas se me escaparon y me aferré a sus hombros mientras sentía la segunda intromisión, había dolido un poco menos.

Taehyung dejo otras marcas en mi piel y el tercer dedo se hizo presente, pero esta vez no dolía, se sentía bien y yo quería más.

Él pareció darse cuenta y me beso cortamente.

—Te amo Jungkook

—Te amo Taehyung

Y entonces Taehyung estaba en mi interior, yo era suyo.

Le pertenecía.

Mis manos viajaron a su espalda la cual acaricie en cuanto él comenzó a moverse.

Y veía el amor puro en su preciosa mirada, aquella que le daba luz a la oscuridad de la mía.

Mi interior lo recibía con gusto.

Lo sentía llegar profundamente haciéndome gemir en voz alta y morder mi labio debido al placer.

Una de sus manos sosteniendo mi cintura mientras la otra acariciaba mi miembro.

Sus labios moviéndose sobre los míos con pasión, con amor, con todo lo que él sentía por mí.

Al igual que yo, entregándole todo de mí.

Sus movimientos eran certeros, golpeaban mi punto dulce haciéndome arañar su espalda.

Posiblemente le quedarían marcas.

Y me sentía bien.

Se sentía correcto.

Él nombre de Taehyung abandonaba mi garganta entre suspiros y jadeos placenteros.

Sus estocadas siendo más rápidas cada vez más, mientras la tensión se acumulaba en mi parte baja.

Taehyung acaricio mis muslos y volvió a decir que me amaba.

Pero no era necesario decirlo, porque lo sabía, lo sentía, estaba seguro de sus sentimientos por mí.

Más gruñidos, jadeos y gemidos inundaban la habitación.

Mi nombre siendo pronunciado con su voz ronca y el orgasmo atacándome con fuerza.

Grite el nombre de Tae abrazándome a él, sintiendo como me quitaba el aliento.

Y prontamente Taehyung se corrió en mi interior.

—Jungkook— me llamo apegándome a el mientras yo respiraba con dificultad y sentía las lágrimas en mi rostro de nuevo.

—Taehyung— respondí difícil luchando contra el nudo en mi garganta mientras mis mariposas se escondían.

—Te amo— besos mis húmedas mejillas y luego mis labios— No llores cariño, todo está bien.

—Solo abrázame— respondí ocultando mi rostro en su pecho.

No era capaz de mirarlo nuevamente o me acobardaría y seguiría mintiendo.

—Te amo más Taehyung, en serio, no solo por esto, es por todo lo que me has dado en nuestro tiempo juntos, y no hablo de lo material, hablo de tus besos, tu mirada, tu sonrisa y los latidos de tu corazón

—También te amo por eso Jungkook, por las mariposas que provocas en mí, por tus sonrojos, por cada uno de tus "te amo", por hacerme amar de verdad

—Taehyung...

No pude continuar sin romper en llanto y abrazarlo aun más, él acaricio mi espalda desnuda y suspiro.

—Por favor, no te vayas de mi lado

Murmuro cerrando los ojos y quedándose dormido poco a poco.

—No puedo prometer eso

Susurré acurrucándome junto a él.

—Yo no quiero irme, pero esto no es justo para ti

Murmuré observando su rostro al dormir, era tranquilo y su respiración era cálida.

Y deseé quedarme a su lado.

Desee no ser Jumsoon.

Pero no podía evitarlo.

Yo era ella.

Ella vivía en mí.

Jungkook era de Taehyung.

Pero Jungkook no existía.

Nunca sería él realmente, lo sabía.

Pero lo deseaba tanto, deseaba ser él, quedarme así para siempre, ser un chico, que mi realidad nunca hubiera existido.

O mejor dicho, que este estúpido cambio jamás hubiera ocurrido.

Porque me hizo amar verdaderamente a Kim Taehyung.

Ya no solo amaba a su faceta de jefe estricto.

Lo amaba a él como era.

Amaba su risa escandalosa.

Lo expresiva que podía ser su mirada si le ponías atención realmente.

La manera en que hacia su cabello hacia atrás para provocarme.

Los pequeños pucheros que hacía cuando quería que lo besara.

Lo romántico que era en las citas.

Todo eso y más era lo que amaba ahora.

Pero, no podía seguir así.