VII

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Los demás días de la semana fueron relativamente normal, nada fuera de lo común más que patrullaje alrededor de las calles de Busan, una que otra revisión de protocolo en las zonas de carretera y actividades de archivo.

Huening era un buen compañero y aprendía rápido para alivio y satisfacción de Jimin, pues el hecho de que el chico fuera dedicado en su trabajo y mostrara seriedad en lo que hacía, ponía a Jimin orgulloso, pues sabía que así como en todo, siempre habían ovejas negras dentro de un rebaño.

Jimin no era estúpido, sabía que dentro de la policía había gente que se dejaba comprar por la corrupción, aqfortunadamente en su sede no había pasado aún, y esperaba que siguiera siendo así.

Y Jungkook...

Bueno, Jimin descubrió que Jungkook podía ser tan silencioso si se lo proponía, nunca hizo amago por molestarlo y parecía otro aprendíz más en la policía. Lo podía decir a ciencia cierta porque siempre estaba a lado suyo prestando atención cuando tenía que explicarle a Huening cómo funcionaba la sede de Busan.

Y aunque Jimin no quería aceptarlo del todo, eso le causaba nostalgia y un poco de sentimiento.

¿Habría Jungkook querido ser policía? ¿Qué era lo que le gustaba cuando estaba vivo?

Ahí con él, Jimin no podía decir a ciencia cierta los gustos del fantasma. Pues mayormente estaba con él y compartía con él las cosas que hacía, pero de ahí en fuera, no mostró ningún interés por alguna cosa en particular.

Fue cuando el castaño pensó que en sus días libres, podría dar una vuelta con Jungkook de vez en cuando, si es que no tenía otras cosas que hacer.

Sin embargo, aquella racha de tranquilidad de la última semana se vino abajo cuando iniciando la jornada laboral, recibieron una llamada de pánico.

Un asesinato.

Jimin apretó los labios en un intento por no hacer una mueca por el joven que se encontraba vomitando dentro de una bolsa de basura que le habían regalado los forenses encargados. Por el rabillo del ojo vio a Jungkook con la vista puesta enfrente y arrugar la cara en un gesto que no supo descifrar, al menos se sintió más tranquilo al no verlo tan impactado como él creyó que pasaría, o al menos eso aparentaba.

Aunque no podía decir lo mismo de Huening, el pobre chico había salido despavorido nada más entrar y ver el cuerpo inerte con sangre en el suelo. 

Esperaba que Huening pudiera acostumbrarse, o al menos fuera capaz de hacer su estómago un poco más fuerte, pues no podía estar vomitando cada vez que viera un muerto si es que se iba a dedicar toda su vida a esto. Todavía recordaba la primera vez que había visto a uno, si bien no había vomitado de la impresión, sí que se le había bajado la presión. Tenía que admitir que aún le costaba ver este tipo de escenas tan desafortunadas, pero al fin y al cabo eran gajes del oficio y era algo que había tenido muy presente desde el momento en el que fue plenamente consciente de lo que implicaba ser un policía a la edad de 15 años.

— ¿Estás bien? — se animó Jimin a preguntar a Jungkook lo más bajito que pudo para no llamar la atención de nadie, más que del chico a lado suyo.

— Sí... creo... Yo...

— Está bien, no tienes que estar aquí, puedes esperar afuera. — Jungkook lo volteó a ver rápidamente.

— ¿Puedo?

— Claro, después de todo este no es tu trabajo, puedes esperar afuera. Yo saldré en un rato, tengo cosas que hacer aquí. — Jimin lo volteó a ver de reojo y le sonrió a duras penas para que nadie lo viera. Vocalizó un "ve" con una inclinación de cabeza hacia afuera.

Jungkook pareció titubear un poco cuando se volteó hacia Jimin, dirigió sus ojos hacia la escena frente a sus ojos y de nuevo hacia al castaño, no obstante asintió hacia Jimin y se dirigió afuera.

Cuando Jimin comprobó que Jungkook se había ido, el castaño pudo sentirse un poco más cómodo acercándose a la escena del crimen, pues al estar Jungkook ahí presente no quería que se sintiera obligado a estar ahí con él mientras se encargaba de revisar la casa de la víctima en busca de alguna posible pista.

En algún punto de su investigación por los cuartos del departamento, llegó el encargado de departamento, Chanyeol. Un hombre fornido que lo hacía sentirse enano con solo pararse a lado de él, y aunque sus 1.75 cm no eran exactamente pequeños, ciertamente no podía competir con el 1.85 del hombre.

— ¿Cómo vamos? — preguntó el hombre palmeándole amistosamente la espalda y poniéndose unos guantes para no dañar la evidencia.

— Por la información que tenemos, su nombre era Hanna Lee y vivía sola. — respondió Jimin apenas despegando la vista de los cajones del escritorio de la víctima. — Por su credencial, tenía 29 años. También tiene un carnet de la industria Domain.

Chanyeol asintió. — La empresa ecológica ¿no?

— Sí.

— ¿Quén encontró a la víctima?

— Su vecina, la señora Hang, la señora de 40 años que estaba abajo. Ella y Hanna se frecuentan a menudo según cuenta, dice que vino a cerrar su puerta porque la dejo abierta, ya que para estas horas Hanna debería de estar en su trabajo. Cuando se acercó para cerrar la puerta vio el cuerpo y el charco de sangre. Fue cuando hizo la llamada.

— ¿Crees que haya sido ella?

— Hasta ahora no parece haber nada sospechoso, y Huening ha interrogado a la mayoría de los vecinos. De todos modos se llevará a investigación su teléfono, y a la señora Hang a investigación para descartar. Huening dice que uno de los vecinos le informo que la víctima tenía novio.

— ¿Algunos de los vecinos vio al novio entrar y salir entre ayer y hoy?

— ¿Un crimen pasional?

— En el dado de los casos, sin embargo hay que esperar la autopsia.

— De momento, se le ha pedido a la señora Hang para que nos acompañe a la comisaria para hacerle unas preguntas, y a los demás vecinos también, a lo mejor vieron algo y sirvan como testigos.

Chanyeol asintió.— Bien, por el momento una vez que terminemos aquí, vamos a llevar sus pertenencias al laboratorio para que las revisen y nosotros vamos a comenzar a investigar a su novio, su familia, amigos y conocidos en busca de algo sospechoso, igual cuando los forenses hayan terminado nos podrán compartir su informe.

— Claro, me encargaré de estar al pendiente.

Chanyeol asintió complacido echando un vistazo a la habitación de la joven, mientras tanto Jimin se dedicó a revisar bolsos y mochilas que habían allí tiradas dentro del ropero a lado de la cama u colgadas en ganchos de la puerta de este mismo. El castaño se encontró con notas viejas, tickets de compra, dulces y uno que otro billete escondido entre los bolsillos de las bolsas, no obstante también encontró con una agenda dentro de una bolsa negra que yacía colgada en el respaldo de una silla de escritorio y un blog de notas dentro de un cajón del escritorio.

Todo eso lo metió en una bolsa y la cerró, pues formaba parte de evidencia y no quería que las huellas se borraran en el caso de que el asesino las hubiera agarrado.

Cuando Chanyeol dio la orden de irse, los forenses ya se habían llevado el cuerpo de la chica, Huening se encontraba mejor y Jungkook estaba jugando con un gatito bebé blanco con manchitas cafés, a quien le gustaba que el peli negro le hiciera mimos en su lomo.

Huening parecía completamente ajeno a la escena frente a sus ojos, pues este estaba con la vista algo perdida hacia la calle, de lo contrario hubiera sido testigo de cómo un gatito se restregaba contra "el aire"; era mejor así. Jimin caminó hacia su compañero viendo de reojo como Jungkook le sonreía al notar su presencia, el castaño se recargó en la baranda del edificio y apoyó una mano en Huening, quién brincó en su lugar y se llevó una mano al pecho.

Jimin tuvo que contraer los labios para no reírse del él.

— Hyung, casi me matas de un infarto. — dijo a media voz, Jimin miró instantáneamente hacia Jungkook.

Quien solo se encogió de hombros. — ¿Ya te encuentras bien?

— Sí... bueno todavía lo estoy digiriendo, pero todo está bien, creo. — Jimin sonrió a medias.

— Está bien, no te preocupes.

Huening bajó la vista hacia sus manos nervioso y al mismo tiempo aun impresionado. — Gracias, Hyung.

— No pasa nada Nin, tomate tu tiempo y si crees que es demasiado, nunca está de más pedir ayuda. — El muchacho se mordió los labios nervioso antes de voltearlo a ver.

— Me duele mucho la cabeza Hyung. — A Jimin se le estrujó un poco el corazón al ver los ojos cristalizados de Huening y como este luchaba para que estas no salieran y dieran rienda suelta al llanto.

La mano de Jimin subió sin pensarlo desde los cabellos del chico y le acarició estos torpemente, pues no era mucho de mostrar afecto a alguien que no fuera su familia. — Puedes llorar si así lo quieres. — susurró Jimin. — No te voy a juzgar por hacerlo.

Y como si Huening hubiera estado esperando ese permiso para hacerlo, se soltó a llorar. Jimin se mantuvo cerca del cuerpo tembloroso del muchacho, sin dejar de darle consuelo con pequeñas caricias en su cabello por unos minutos en los que el chico sorbía su nariz y se disculpaba por ser un llorón y obligarlo a tener que estar con él. No obstante ninguno de sus compañeros se atrevió a decir o incomodar al "novato", pues a pesar de que era algo muy común de ver en su departamento, nunca era algo bonito de presenciar y por supuesto, no todos reaccionaban de la misma manera. 

Sabían lo duro que era la primera vez, así que les dieron su espacio y cuando Huening se logró tranquilizar, miró hacia arriba hacia la mano de Jimin y se rió avergonzado.

— Lo siento, Hyung. No quería comportarme así en mi primer caso.

Jimin quitó la mano de su cabeza e hizo un gesto sin importancia. — No te preocupes por eso. ¿Te sientes mejor?

Huening tragó saliva pesadamente, pero aun así asintió ante la pregunta. — Me siento un poco mejor.

Jimin movió la cabeza en un intento de afirmación. — De todos modos, me gustaría que pasaras a ver a Yona. ¿Sí sabes quién es?

— Claro, ella fue la que me evalúo para poder trabajar aquí.

— Okey, no está demás que pases a verla. Después de todo para eso está ella aquí, ya sabes,  cuando las cosas son demasiadas para nosotros.

Huening sonrió. — Gracias Hyung. — su vista vagó hacia los alrededores y un sentimiento de vergüenza lo embargó cuando fue consciente de una que otra mirada curiosa de sus compañeros de trabajo. Carraspeando su vista se volvió a posar en Jimin. — ¿Ya nos vamos Hyung?

El castaño le dio una pequeña mirada a Jungkook, quien se había mantenido en su lugar acariciando el gato sin moverse. — En un momento, adelántate al carro. — le tendió las llaves del coche, no fue hasta que Huening estuvo lo suficientemente alejado que Jimin se permitió voltearse a Jungkook.

— Estas muy callado.

— No quería interrumpir. — dijo sin mirarlo, más centrado en darle caricias al minino.

Jimin sonrió a medias y decidió acuclillarse también para que pareciera que estuviera acariciando al gato y no teniendo una conversación con nadie. — ¿Tú cómo te encuentras?

— Bien...

— ¿Seguro? Parecía eso hace rato, después de todo, no es algo de lo que estás acostumbrado a ver. — la mano de Jungkook se detuvo en seco, y esto no pasó desapercibido por Jimin, quién curioso volteó a ver al chico a lado suyo.

— Jimin no quiero ser grosero, pero cómo voy a saber qué era lo que estaba acostumbrado a ver y que no, si con trabajo recuerdo mi nombre. — y aunque Jungkook ocupo un tono de voz neutro, Jimin no pudo evitar sentir que le había dado una patada en el estómago.

— Mierda, yo no... es decir... Yo... No era mi intención decir eso.

— Descuida, está bien. — su vista voló de Jimin al gato y en viceversa, su mano se dirigió a su cabello despeinándolo frustradamente. — Sé de sobra que no era tu intención, es mi culpa, lo siento, ni siquiera tenía que haber dicho eso.

Jimin se relamió lo labios en un gesto para tranquilizarse y pensar qué decir al ver a Jungkook tan perdido de repente. — Háblame, ¿qué está pasando por tu cabeza?

Jungkook inhaló profundamente y con voz temblorosa habló. — A decir verdad, me impactó mucho ver el cuerpo de la mujer allí.

— Es normal Jungkook, no es bonito ver el cuerpo sin vida de alguien y mucho menos en el estado en el que lo encontramos. — Jimin torció los labios regañándose a sí mismo. — Fue culpa mía, debí haberte dicho desde un inicio que te quedaras afuera, no debí dejar que entraras. Es que... has estado conmigo está semana que... simplemente...

"Se me olvidó que no deberías de estar aquí". Pensó, sin embargo no se atrevió a decirlo.

— No, me refiero a que, sí, me sorprendió ver a la muchacha, pero más allá de eso. — Jungkook suspiró. — Yo... al verla ahí, no sé, me hizo preguntarme si a mí me encontraron igual o no sé...un montón de escenarios llegaron a mi cabeza.

Jimin asintió despacio. — Verla ¿Te hizo recordar algo? — Jungkook negó.

— No, solo fueron pensamientos de probabilidades, ya sabes.

— Sí...— Y aunque Jimin no quiso admitirlo ni dentro de su cabeza, sabía que había una alta probabilidad de que fuera cierto, después de todo, Jungkook era un fantasma.

Ante el silencio que se prolongó después de eso, Jungkook carraspeó llamando así la atención de Jimin. — Tenemos que irnos Jimin.

Jimin ni quiera tuvo ganas de recriminarle a Jungkook por llamarlo simplemente por su nombre . — Sí, vámonos. — Jimin se puso de pie en un movimiento ligero e iba a comenzar a caminar hasta que se dio cuenta que a pesar de que Jungkook había dicho que era hora de irse, no se había movido ni un poco de su lugar. — ¿Jungkook?

Solo necesito una mirada de ojos oscuros y una mirada felina para saber lo que seguía. Jimin negó con la cabeza y con la voz firme que ocupaba para dar órdenes en la estación dijo. — No.

— Pero Jimin...

— He dicho que no.

— Es un cachorro.

— No me importa. — dio media vuelta y comenzó a caminar hacia la camioneta. — La respuesta sigue siendo un no.










— Qué lindo gatito Hyung, ¿Dónde estaba?

Jimin inhaló profundamente y parpadeó despacio para no fruncir los labios y soltar que no había sido idea suya adoptar a un gato, ni siquiera le gustaban los gatos como tal, pero ahí estaba, llevando uno a su casa y todo porque un chico a quien apenas conocía lo había convencido y lo peor de todo es que ni quiera lo había obligado realmente, ¿qué le pasaba? Solo había requerido unos cuantos pucheros y ojos de borrego para que hubiera terminado cediendo, estaba seguro de que ni siquiera Huening lo hubiera si quiera logrado convencer, y eso que el chico era muy lindo.

Solo esperaba que Cronos aceptara al nuevo animal, y aunque sabía que su perro jamás lastimaría a otro animal, no estaba muy seguro qué tanto tiempo le tomaría a su perro aceptar y adaptarse al gato.

— Estaba por tus pies. — Jimin vio como Huening le hacía mimos al gato y sus labios rectos casi se vieron remplazado por una sonrisa al ver de reojo a Jungkook mirar con recelo a su compañero.

— ¿Y ya pensaste en un nombre?

— Todavía n...

— Se llama Kyu. — le cortó Jungkook sin despegar la vista de su nueva mascota.

— Su nombre es Kyu. — Jimin le dedicó una sonrisa rápida a Huening, quien se le había quedado viendo un poco confuso ante el cambio de parecer de Jimin.

El chico asintió despacio, para después sonreír y darle un beso en la cabeza al minino, un gruñido provino de los asientos traseros que Jimin prefirió pasar por alto. — Me gusta el nombre de Kyu.

— Genial. — resopló Jungkook. — ahora deja a mi gato en paz, ¡Me lo vas a gastar!

— Supongo que es un buen nombre. — Jimin hizo el cambio de velocidad.

— No pensaba que le gustaban los gatos Hyung.

— No le gustan, es mío, así que déjalo. — una mirada de advertencia cayó en el espejo retrovisor que Jungkook simplemente ignoró.

— No me gustan, así que espero que se porte bien. — sentenció Jimin, aunque eso iba más hacia el chico de mal genio que estaba en los asientos traseros.

En respuesta, Jungkook puso los ojos en blanco, se recargó en el asiento y se cruzó de brazos. — Anda toqueteando a mi gato, Jimin. — los dedos del nombrado tamborearon sobre el volante antes de negar con la cabeza y sostener un suspiro.

— Descuide, si lo educa bien y lo alimenta, no habrá nada de que preocuparse. — Huening sonrió y Jimin casi se sintió mal por él. ¿Por qué Jungkook estaba tan irritado? — Después de todo, piense que es como cuidar a otro perro, solo que más chiquito y con más probabilidad de que le aruñen.

Y aunque Huening rió divertido ante su propio comentario, Jimin no pudo compartir si quiera la risa amable, pues sus ojos siguieron posándose en el muchacho enfurruñado que veía hacia la ventana. Si Jungkook se dio cuenta de que Jimin lo veía, este no dio ninguna reacción de haberlo notado.

¿Qué carajos había sido eso? Ni siquiera había exigido nada en ese poco tiempo que llevaban conviviendo juntos y ahora simplemente se alteraba porque alguien estaba acariciando al gato, ni siquiera se había puesto así cuando él le había rascado su lomo, tenía que platicar seriamente con Jungkook acerca de hacerle escenas frente a otras personas, o simplemente no hacerle ese tipo de escenas en cualquier situación en particular, él creía firmemente que hasta ahora, le había dado la confianza a Jungkook como para que le exteriorizara cualquier cosa que le molestara, y él estaba casi seguro que la razón por la que se había puesto así, no era precisamente que su compañero de departamento haya estado achuchando al minino.

Pero por el momento, Jimin se limitó a llegar a la estación a levantar el reporte del caso, ya en la noche tendría suficiente tiempo para hablar con Jungkook.







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Holaa lamento haberme desaparecido cuando dije que iba a estar actualizando TwT. Me cambié de casa y no había tenido internet. 

Sin emabrgo aquí está el cap de la semana. Espero lo disfruten

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