XLIV

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— Cálmate Jimin. — Jungkook no sabía cuántas veces había mencionado aquella palabra en el último rato que habían estado encerrados en el carro.

Jimin solo lo miró de soslayo y a duras penas atinó a asentir, sabía que Jungkook no lo hacía con afán de ofender ni mucho menos, pero simplemente no podía hacer nada de lo que Jungkook le recomendaba hacer, como estar calmado.

Sentía que el tiempo avanzaba y él ni siquiera había llegado a la casa de sus padres... a su casa.

Por su parte, Jungkook se sentía imponente, no sabía qué decir o qué hacer, después de que Jimin le contó lo que había sucedido, solo tuvo que esperar a que Jimin se terminara de vestir para salir detrás de él y decirle que iba a acompañarlo.

Y aunque al inicio Jimin no estaba en total acuerdo con el ofrecimiento de Jungkook, y no porque no lo quisiera a su lado, sino que en realidad sentía que todo esto era por su propia culpa y tenía que afrontarlo solo. 

Sin embargo, el policía tenía que aceptar que en la condición en la que iba no era la más óptima, por lo que terminó aceptando aquella sugerencia. Tener a Jungkook a su lado al menos iba a mantenerlo un poco más centrado, y, que si bien había cumplido en parte su cometido, aun así su mente estaba en otro lado menos en la carretera.

Un cosquilleo en el dorso de su mano derecha lo hizo parpadear y despejar la vista de enfrente para posarla en su mano por unos segundos, siguió su mirada hacia Jungkook quién estaba ligeramente inclinado hacia él.

— Jimin...

El castaño frunció los labios y evitó la mirada de Jungkook rápidamente, puesto que con solo toparse con la mirada del peli negro un nudo en su garganta apareció. Se sentía tan frustrado, tan enojado, tan...

— Jungkook...— dijo apenas con un hilo de voz.

El cosquilleo en el dorso de su mano se intensificó y supo que Jungkook intentaba darle apoyo brindándole un apretón.

— Lo sé, descuida. Es solo que... quiero que tengas cuidado, ni siquiera estas prestando atención a la carretera. — su mano desapareció haciendo que Jimin lo mirara de reojo y se topó con que Jungkook le señalaba hacia enfrente para que siguiera con la vista en la carretera. — Por favor... solo mira al frente.

— En eso ando.

— Sí... pero ¿realmente estás prestando atención?

— No puedo evitar preocuparme.

— Lo sé y lo entiendo.

— Entonces...

— Y yo estoy preocupado también, estar preocupado es bueno, pero de qué sirve que quieras llegar rápido y que algo te pase.

Jimin alzó las cejas resignado a lo que Jungkook tuviera para decirle.

— Las cosas no siempre salen como uno las espera y aun así no quiere decir que todo puede ser malo, esto simplemente es algo que estabas consciente que podía pasar, sin embargo no se tomaron las medidas suficientes para poder evitarlo. — Jungkook suspiró y se dejó caer en el asiento enojado. — Pero es que ni siquiera es tu culpa, tú te preocupas por tus padres y los cuida en la mayor medida posible, todo lo que tienen en su casa para su protección ha sido por ti, así que de ninguna manera pienses que no ha sido suficiente.

Jimin lo volteó a ver sin saber qué decir, porque una vez más Jungkook lograba sorprenderlo, pues parecía leer sus pensamientos, y aunque el castaño intentó negarlo, Jungkook ni siquiera lo dejó.

— Ni siquiera he dicho nada.

— Sí, pero lo pensaste, no sé el qué. Pero no intentes negar algo tan obvio, lo vi en tu cara cuando me levanté y lo vi ahorita que vamos en camino.— Jungkook suspiró.— Solo respira, ¿sí? ¿Podrías al menos darme eso?

Y lo hizo, para ventaja de Jungkook, Jimin parecía mucho más centrado y a pesar de que casi ni intercambiaron palabras después de eso en el trayecto, el peli negro se sintió un poco más seguro de que a Jimin no le iba a pasar nada cuando este comenzó a respetar al cien por ciento los señalamientos.

Cuando llegaron a su destino, Jimin ni siquiera se percató de que aún mantenía el cinturón de seguridad abrochado al rededor de él, por lo que cuando maldijo al no poderse parar, en vez de que Jungkook se tensionara más, lo único que atinó a hacer fue reírse, provocando así que Jimin pudiera calmarse un poco antes de ingresar a la casa de sus padres.

Después de todo, Jungkook tenía razón, no podía presentarse en casa de sus padres así de alterado como estaba, simplemente podría preocuparlos aún más tomando en cuenta que él era el único que sabía lo que estaba pasando, sin embargo, eso no podía quedar así. Iba a tomar todas las medidas posibles para arrestar a los culpables de que sus padres hubieran tenido que pasar por eso.

Cuando llegó solo tuvo tiempo de relajarse menos de un minuto, pues nada más tocó la puerta, esta se abrió enseguida.

— Hijo.— su madre fue la primera en acercarse a él, a quién Jimin recibió con un abrazo.

El suspiro que soltaron tanto madre como hijo fue suficiente como para que su padre también se uniera a ellos y se dieran apoyo mutuamente. Un cosquilleo en la espalda y brazos de Jimin, y él supo que Jungkook a pesar de todo, también se había sumado al abrazo familiar. Un sentimiento de calidez por fin lo invadió al sentir a su familia ahí con él.

— ¿Están bien? ¿No se han vuelto a meter a la casa?

— No...— negó su mamá separándose de Jimin y agarrándolo de los cachetes.— Gracias a Dios no ha pasado nada.— Ella sonrió con pesar.— Te hemos levantado y tu de seguro has dormido poco, no debiste venir cielo.

Jimin negó restándole importancia.

— He dormido lo suficente como para venir a verlos, descuiden.— Se permitió separarse de sus padres para proseguir a revisar la casa con Jungkook siguiéndolos de cerca.

Todo parecía estar en su lugar aparentemente a primera vista, sin embargo no quería mover nada en caso de que hayan dejado alguna huella dáctilar.

— ¿No han movido nada verdad?

— No hijo, nada.— Respondió su padre.— Hemos esperado hasta que tu has llegado, no queríamos mover algo y que después resultara contraproducente.

— Además, tu ya nos habías hablado de esto antes, si alguna vez llegaban a entrar y pasaba algo, dijiste que no movieramos nada.— dijo su madre con una sonrisa apretada.

Jimin no pudo evitar sentirse orgulloso a pesar de todo y terminó por asentir. 

Lo que duró de la noche tanto Jimin como Jungkook permanecieron en casa de los padres del castaño a pesar de que llegaron policías de la estación más cercana unos minutos después de que Jimin llegara a la casa de sus padres.

Le hubiera gustado decir a Jungkook que Jimin pudo descansar un poco después de cersiorarse de la casa y el bienestar de sus padres, pero sería una completa mentira. Jimin no se estuvo quieto en un intento de agilizar las cosas con sus padres con los policías y dentro de la estación.

Eso no iba a quedar solo así, estaba espantado. Aterrado, pero eso no quería decir que no estuviera enojado por lo que habían hecho, tenían que pagar por hacer pasar eso a sus padres y sobre todo, por los crímenes cometidos, puesto que no solo sus padres habían sido víctimas, sino también Hyukjae, quién estaba en el hospital.

Y aún cuando llegaron a la estación, Jimin no se detuvo. Jungkook pudo ser testigo del cansancio que se veía en las facciones del policía y la tensión sobre sus hombros. Ni siquiera Huening pudo persuadirlo de que las cosas iban a resolverse y que no se sobrexigiera.

Jungkook estaba preocupado, y lo estuvo aún más cuando Jimin en medio de su jornada laboral recibió una llamada de Taehyung. 

La plática inició con un Jimin disculpándose por no haber respondido los mensajes que al parecer le había mandado el otro, sin embargo conforme la plática fue avanzando, Jungkook vió cómo Jimin arrugaba el entrecejo, abría su cajón del escritorio y comenzó a revolver documentos hasta que pareció encontrar lo que buscaba.

La carpeta de Kim Dayanne fue lo que apenas pudo dislumbrar el peli negro cuando Jimin la abrió y y revisó los papeles adentro. Jungkook hizo una mueca sin entender nada, miró a su alrededor pendiente de si alguien se acercaba lo suficente como para resultarle curioso la actitud de Jimin con solo verlo.

Una maldición a su lado llamó su atención.

— Te llamo luego.

Jungkook miró con ojos abiertos hacia Jimin, quién se puso de pie casi de un salto, casi provocando que la silla saliera disparada contra el suelo, agarró la carpeta y comenzó a caminar rápidamente ignorando por completo las miradas interrogantes que le lanzaban sus compañeros de trabajo, y la mirada confuza de Huening. 

Sin embargo Jungkook se paró de igual manera de su asiento y corrió detrás de Jimin.

— ¡Jimin!.— gritó Jungkok tratando de alcanzar al policía.— Jimin, ¿qué pasa?

—¿Eh?.— preguntó Jimin apenas alentando su paso, cuando reparó en él, se aclaró la garganta y señaló con la cabeza hacia enfrente. La oficina de Chanyeol estaba a tan solo unos pocos metros.— Nos vamos a Daegu.

— ¿Daegu?

Jimin asintió.

— ¿Cuándo?

— Ahora.

— ¿Ahora?.— preguntó Jungkook totalmente confundido.— ¡Jimin!.— gritó el fantasma al ver cómo el policía cruzaba los pocos metros en menos de tres zancadas dejándolo atrás, completamente desorbitado.

Cuándo entró detrás de Jimin en la oficina del capitán Chanyeol, se sintió un poco más aliviado que no fuera el único con una expresión de no entender nada de lo que estaba pasando en ese momento. El oficial tenía el teléfono de la oficina pegado en su oreja y mantenía una ceja alzada con labios fruncidos. 

Al ver que Jimin no decía nada, Chanyeol dirigió su vista al teléfono.

— Lo checaré en un momento, te devuelvo la llamada.— Una vez colgó, Chanyeol indicó con su mano a Jimin que se sentara.

El castaño así lo hizo, no sin antes cerrar la puerta detrás de él.

Jimin le dió una mirada significativa a Jungkook, para que se sentara a su lado y así lo hizo.

— ¿A qué debo tu entrada abrupta a la oficina?

Jimin frunció los labios ante el comentario, el policía sabía que a pesar del tono calmado de su oficial al mando, la recriminación estaba ahí, aún más tomando en cuenta de la impulsividad de sus acciones.

— Señor vengo aquí para solicitar su permiso de faltar unos días a la estación.— Chanyeol frunció el ceño, pero después en un parpadeo sus facciones se relajaron cuando una idea llegó a su cabeza.

— Lamento mucho la situación que le pasó a tus padres. ¿Cómo se encuentran? Espero que el susto no haya provocado algo grave en su salud. Pero Jimin, lamentablemente no puedo ceder a tu petición, ya hay policías haciendose cargo del caso.

Aquella situación pareció tomar desprevenido a Jimin que guardo silencio unos segundos antes de que pudiera centrar sus ideas.

—Gracias por su preocupación, afortunadamente mis padres se encuentran muy bien, sin embargo me temo que no es por ese asunto por el que solicito faltar.

Chanyeol le dedicó una mirada de confusión antes de que su mirada reparara en la carpeta que sostenía Jimin fuertemente entre sus manos. El capitán se dejó caer en su asiento y tamboreo los dedos mientras parecía llegar a una conclusión.

— ¿Tiene que ver con el caso de Hanna?

— Sí.

— ¿Cuántos días crees que necesitaras?

— Dos semanas como mínimo.

Chanyeol pareció sospesar la situación en silencio, cuando Jimin oyó un suspiro por parte de su jefe directo supuso que la situación iba a estar de su lado.

— Hablaré con Namjoon acerca de tus faltas... ¿Huening también irá?

Jimin estuvo a punto de morderse la lengua cuando un estúpido "¿Qué?" iba a salir de su boca, Huening, era verdad, a pesar de todo, Huening seguía siendo su compañero para el caso de Hanna a pesar de que el policía realmente iba para la investigación de Dayanne. 

Era complicado, pero supuso que iba a ser tiempo de explicarle a Huening que para poder resolver el caso de Hanna primero tenían que resolver el caso de Dayanne, aquel caso que había quedado en el olvido por dos años por una mala investigación si es que estaba en lo correcto.

— Sí, también irá.— Jimin intentó por no hacer una mueca por hacer planes sin el consentimiento de su pareja. Solo esperaba que Huening siguiera siendo tan comprensivo como lo estaba siendo hasta ahorita.— Espero que le de el permiso para la misma cantidad de días.

Chanyeol chistó con gracia.

— Por supuesto, no espero que cada uno regrese por separado. Al contrario, me dará gusto saber que no hubo situaciones inesperadas...

— Gracias.

— ¿Sdería mucho preguntar a dónde irán?

— En lo personal quisiera que las cosas fueran confidenciales de momento, no me lo tome a mal, pero si la información se filtra...— Jimin sabía que podía sonar insolente al insinuar aunque sea minímamente que Chaneyeol era una de las personas que podían ser informantes, sin embargo no podía confiarse. Y le dio un poco de satisfacción que su jefe no se hubiera mostrado ofendido.

— Está bien, hablaré con Namjoon lo más pronto posible. ¿Cuándo planean irse?

— Lo más pronto que se pueda de ser posible.

— Hoy.

Jimin sonrió a medias y Chanyeol asintió.— Bien, entonces supongo que tendré que ponerme manos a la obra.

El policía se levantó haciendo que el fantasma que había estado siendo testigo del intercambio de palabras de aquellos dos, se levantara como resorte en su asiento. Jungkook a penas y se había permitido moverse para no hacer que Jimin lo mirara en caso de que pensara que tenía algo que decirle. Desde el punto de vista de Jungkook, las cosas habían salido demasiado bien, y esperaba que siguieran así.

Ambos hombres se levantaron y caminaron hacia la puerta una vez que Jimin estuvo seguro que no tenía nada más que decir, mientras iban caminando de vuelta al escritorio de Jimin, no pasó mucho para que Chanyeol saliera de la oficina y comenzara a caminar con dirección hacia la oficina de Namjoon.

Jimin no creía que Namjoon se negara al permiso si se trataba de alguna situación importante, pero ni siquiera sabía lo que tendría para decirle Chanyeol, así que solo quedaba en confiar en las palabras de su jefe directo.

Para cuando llegó a su escritorio Huening lo miraba de soslayo y se le notaba inquieto.

Tanto Jimin como Jungkook tomaron asiento, el castaño se tomó su tiempo para volver a guardar todo en su lugar antes de mirar a su compañero.

— Huening.— dijo Jimin haciendo saltar al nombrado.

— ¡Sí!.— Jimin casi se ríe por la respuesta de su compañero.

Sabía que había estado un poco alterado últimamente y no se comparaba en nada a lo que había sido él hacia unos tres meses atras, pero a veces sentía que la situación le estaba sobrepasando sobre todo porque ya se había involucrado sentimentalmente a pesar de que esa no había sido su intención ni por asomo.

— Lamento haber estado un poco exaltado esta mañana.

Huening negó.— Está bien, estoy seguro que las cosas se resolverán hyung.

Jimin le mostró una sonrisa apretada.

— ¿Tienes planes importantes para estos días?

La pregunta pareció confundir a Huening, sin embargo negó con la cabeza.

— Creo que no, hasta ahora no tengo ninguno.

— Bien.— Jimin se mostró desinteresado mientras arrancaba una hoja de su blocs de notas y anotaba la noticia que tenía para él. Podía sentir la mirada confundida de Huening sobre él.

Cuando se la entregó Huening no tardó más de diez segundos en leer el contenido y cuando lo hizo, lo miró con ojos abiertos y mirada consternada antes de que comenzará a procesar la información debidamente. Aún así, cuando respondió no había duda en su voz.

— Cuente conmigo.




Lo sé, lo sé. Pésimo servicio y muy mala autora por desaparecer. No tengo excusas más que bloqueo y mucho estrés. Espero retomarlo, chicos, vamos más de la mitad de la historia y quiero terminarla sin tanto retraso de por medio.

Aún así, muchas gracias por seguir leyendo y esperando mis actualizaciones. Los quiero muchísimo, y cuídense mucho <3


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