— Sarah, ¿estás bien? ¿Estás segura de que quieres acercarte a toda la sangre? — le preguntó Lily a Sarah, mientras estaban cerca de la donación de sangre que estaba organizando el instituto.

— Síp, estoy bien, totalmente bien, puedo soportarlo — contestó ella. Lily suspiró y vio como las enfermeras tomaban sangre de los estudiantes. Ella deseaba poder donar sangre, pero algo sobre la idea de una aguja siendo empujada por su brazo, la asustó.

Miró a Benny e Ethan, y se rió cuando vio que Ethan parecía que estaba a punto de desmayarse. También notó a Benny babeando por las enfermeras, lo que intentó ignorar, pero en cambio, no pudo apartar los ojos de él.

— Estás mirando — dijo Sarah, quitando momentáneamente los ojos de la sangre.

— ¿Qué? No, no estoy mirando — Lily se burló, mirando al suelo.

— Si te preocupa esa enfermera, no te preocupes, él no tiene oportunidad con ella — Sarah se rió, volviendo a mirar fijamente la sangre mientras come de su paquete de patatas.

— No importa de todos modos... — murmuró Lily, y suspiró. últimamente no podía dejar de pensar en Benny, y no sabía por qué. Siempre estaba en su mente, y quería estar cerca de él. Agitó la cabeza, convenciéndose de que no era nada.

— Hola, chicas... — saludó Ethan cuando se acercó a hablar con ellas, con una mano de lado cerca de su cara para evitar mirar las agujas en el camino.

— Hola — respondió Lily.

— ¿Qué pasa? — dijo Sarah, sin quitar los ojos de la sangre que estaba siendo donada.

— No mucho, ¿estás bien? — preguntó Ethan.

— Claro, bien, ¿por qué? ¿No te lo parece? — respondió Sarah, sin quitar aún los ojos de la sangre.

— Eh, tienes casi media bolsa de patatas en la cara — le dijo Lily, señalando la comisura de su boca.

— Bien — Sarah gruñó mientras se limpiaba.

— Ver tanta sangre te está afectando, ¿eh? — preguntó Ethan, mientras Sarah seguía comiendo sus papas.

— Es como meter a alguien que está haciendo dieta en una fábrica de chocolate — exclamó ella con tristeza.

— ¿Necesitas ayuda? Podría ser tu..compañero de dieta — le ofreció Ethan.

— En realidad me preocupa Erica, ella no tiene tanto auto control y-

Sarah fue interrumpida cuando Erica se dio la vuelta para mirarlos sosteniendo un plato de galletas.

— Hola chicos, ¿galletas? — preguntó ella con una sonrisa, y mostró sus colmillos. Ethan, Lily y Sarah la miraron con los ojos muy abiertos.

『 ✧✦✧ 』

— ¿Alumna voluntaria? Eso es retorcido, y... muy inteligente.

Erica sonrió.

— ¡Lo sé, verdad! Bueno, ¿cuándo vas a tomar un traguito? Cuanto antes superemos esta extraña fase de nuestra amistad, mejor.

— Yo no como humanos, lo siento si eso te resulta raro — Sarah contestó. Erica levantó un tubo de sangre burlonamente; los ojos de Sarah se abrieron de par en par y extendió su mano hacia el paquete de papas, pero no quedaba ninguna.

— Vamos, te conseguiré algunos más — dijo Lily, arrastrando a Sarah hacia una máquina expendedora.

『 ✧✦✧ 』

— No, no, no, no me hagas esto — gritó Sarah cuando su segundo paquete de papas se quedó atascado en la máquina expendedora.

Extendió la mano para golpearla, pero Lily la detuvo.

— No te preocupes, estoy segura de que habrá algo en la cafetería para que comas — comenzaron a alejarse pero Erica las detuvo.

— Sarah... ¿Sabes que podrías poner fin a tu sufrimiento.. con un simple traguito? — dijo ella, sonriendo burlonamente mientras movía de un lado a otro su taza de Atardecer delante de Sarah.

Ella suspiró.

— Esa sangre es para salvar vidas, ¿sabes?

— Pues, ¡voilà! Misión cumplida — respondió Erica, tomando un sorbo de sangre de su taza — ¿Lo ves? Sin gritos. 

— Vale, hasta que te pillen, entonces veremos quien grita — Sarah la fulminó con la mirada y abrió su paquete separando ambas mitades, haciendo que todas las papas cayeran al suelo.

Erica rió.

— Oh, no importa. Lo que no mata engorda — ella sonrió mientras se alejaba.

— Sarah, no te preocupes, eres lo bastante fuerte para luchar contra esto — Lily la animó, dándole palmaditas en la espalda.

Ella asintió.

— Tienes razón, lo soy — dijo ella, luego se arrodilló en el piso y recogió una papa, mirándola fijamente — Después de comerme esta patata.

Lily suspiró y arrastró a su amiga hacia la cafetería.

『 ✧✦✧ 』

Todo el día Lily se había estado asegurando de que su amiga no se volviera loca por la sangre, y ahora se alegraba de que finalmente hubiera terminado la donación.

Lily y Sarah caminaron por el pasillo y cuando vieron a Ethan y Benny, se acercaron a ellos.

— Hola chicos — saludó Lily.

— Hola — respondió Benny — ¿Vienes a mi casa a jugar RoboZombie con nosotros?

— Claro — ella se encogió de hombros. Benny le sonrió.

— Oh, id yendo vosotros. Necesito hablar con Sarah — les dijo Ethan. Ellos asintieron y se fueron.

『 ✧✦✧ 』

— ¿Cómo es que eres tan bueno en este juego? — Lily resopló, apretando los botones de su mando.

— ¿Qué puedo decir? He practicado mucho — respondió Benny, riéndose.

Lily se rió. Miró hacia él y sonrió; intentó no pensar en lo lindo que se veía cuando estaba concentrado, en cambio, miró hacia la pantalla del ordenador y se centró en ganar la partida. Benny la pausó cuando su teléfono empezó a emitir un pitido.

— ¿Es Rory? — preguntó Lily, colocando su mando en el escritorio y mirando por encima del hombro de Benny para mirar la pantalla del móvil — ¿Qué hace Rory detrás del instituto?

— No estoy seguro, a ver qué nos dice la cámara de seguridad — contestó Benny, mientras tecleaba en el teclado del ordenador. Una imagen del camión de la unidad de sangre apareció en la pantalla.

Los ojos de ambos se abrieron.

— No creerás que está...

— Síp, deberíamos llamar a Ethan — Benny marcó su número y Ethan cogió bastante rápido el teléfono.

— Tío, Rory y Erica van a atracar el furgón de sangre detrás del instituto — se quedó en silencio un momento — Hola. Hola. ¿Ethan?

Entonces Benny frunció sus cejas y miró hacia abajo a su móvil.

— ¡¿Qué?! ¡Me ha colgado!

— No importa, vamos, ¡tenemos que irnos!