Terminamos realmente agotadas después de aquel hermoso y sexy momento íntimo. Al abrir mis ojos me fije en el reloj que estaba en la pared de la habitación, eran las diez de la noche, había dormido tres horas. Miré a mi alrededor, pero ByulYi no estaba allí. Me preocupe y enrolle la sábana alrededor de mi cuerpo para salir en su búsqueda por el hermoso pero destrozado apartamento.

Allí estaba, en la cocina, preparando algo de comer. Me le acerque y la abrace por la espalda y terminé por depositarle un pequeño beso en su hombro.

— Buenas dormilona, sí que te agotas rápido— dijo ella burlonamente.

— Sí, digamos que estaba agotada desde antes por buscar a una hermosa chica que huyó de casa—le susurre al oído.

— ¿Si?, dudo que hayas pasado trabajo buscándome me da la impresión que el primer lugar en dónde me buscaste fue aquí— aseguró.

— En parte tienes razón, algo me decía que estarías aquí.

— Byul, que harás...sabes que tus padres te aman y es cierto que cometieron un error, pero no debes odiarlos por eso— le dije parándome frente a ella.

— Yo no los odio Yongsun, como pudiera odiar a las personas que me criaron y me dieron todo el amor que pudieron...solo que necesitaba tiempo a solas y decidí huir, alejarme de todo y todos, necesitaba pensar en muchas cosas, tú incluida— yo la miré extrañada, aunque me imaginaba lo que diría —, tenía que poner en su lugar mis sentimientos por ti, quise eliminarlos, pero no podía.

— Y no lo hagas ByulYi, he sido una estúpida closetera— me robé una sonrisa suya con lo que dije —, por no querer abrir bien mis ojos y no admitir lo que sentía por ti te lastimé, disculpa— dije bajando mi cabeza, ella autoseguido elevo mi rostro con su mano en mi mentón. Su boca estaba a pocos centímetros de la mía.

—Pero te diste cuenta a tiempo Yongsun, has aparecido en el momento justo, cuando más te necesitaba, discúlpame por cómo me comporte luego de NY— besó mis labios con mucha delicadeza, un pequeño beso que ame.

Al separarse nos miramos y ella me elevo para sentarme en la meseta de la cocina corriendo todo lo que estaba preparando hacia atrás. Comenzaría una nueva sección de besos y caricias a las cuales me estaba acostumbrando de buena gana, más bien lo amaba, la amaba.

[...]

Después de que Solar nos avisó de que había encontrado a Byul nos relajamos, si no había habido ninguna llamada hasta ahora es que estarán "hablando".

Ya más relajadas pude contarle a Hyejin todo sobre Byul, sobre nosotras en el orfanato. Al principio sentí que me regañaría por no decirle nada a Byul, pero simplemente calló.

— Hyejin, dime algo por favor.

—¿Qué quieres que te diga Wheein? — pregunta seria, Byul era importante para ella también y yo soy más que consiente de que estuvo mal no decirle.

— Wheein...— ahí venía el regaño— es cierto que no le dijiste nada a Byul y aunque estuvo mal de tu parte era algo que solo su familia debía decirle...no creo que hayas estado cien por ciento mal— eso me sorprendió, aunque Solar me había dicho algo parecido.

Estaba más tranquila con mi conciencia, aunque solo se relajaría en verdad cuando le plantara cara a Byul y ella me dijera todo lo que quiera decirme, después de todo está en su derecho.

[...]

Acababa de pasar la mejor noche de mi vida, con la persona más especial, en el momento en que más la necesitaba junto a mí, agradecí tanto al cielo por eso.

La luz del sol que se reflejaba en mi cara fue lo que me despertó. Abrir los ojos y verla a ella frente a mi durmiendo me dio la sensación de alivio más grande de todas, no podía ser un sueño todo lo que viví esa noche. Acaricié su rostro y retiré un mechón de pelo que le caía en este.

No podía evitar sonreír, todo había sido de verdad. Se veía tan hermosa mientras dormía que no quise despertarla, le deposité un suave beso en su cabeza y me dispuse de preparar el desayuno para ambas, pero sobre todo para ella.

(...)

Estuve preparando aquel romántico desayuno por casi media hora. Lo coloque en una bandeja plateada y al llegar al cuarto ella aun dormía, ya eran las diez y yo debía plantarle cara a la verdad hoy y aunque no quisiera salir de esa burbuja en algún momento lo haría, tenía que hacerlo.

Coloqué la bandeja sobre una pequeña mesita que tenía en mi habitación cerca de la cama y me acerqué a ella. Depositándole besos por su hombro desnudo para luego proseguir a su cuello, mandíbula y al llegar a su boca ella ya tenía sus ojos entre abiertos.

— Buenos días Yeba— le susurre antes de besarla.

— Buenos días Byulyi— dijo ella para luego restregarse los ojos como un pequeño bebé, era tan linda y tierna que quería comerla a besos.

Desayunamos y quedó encantada porque le llevé el desayuno a la cama.

— Pudiera acostumbrarme a esto— comentó dándome un beso en la mejilla para luego seguir comiendo.

— Pues acostúmbrate, hazlo libremente que si lo deseas puedo hacerlo todos los días, esto y más— dije mordiendo el labio recorriéndola con la vista y el rojo abordó su cara.

— Pervertida— dijo cubriéndose con la sábana.

(...)

Tenía que hablar con Wheein, había cosas que quería decirle, sé que no estuvo bien que mi familia le pidiera, suplicara o advirtiera que no me dijera nada, pero aun, así como pudo callarlo, quiero que me lo diga en la cara.

[...]

Terminé de desayunar y mientras Byul se daba una ducha, aunque al comienzo no quería entrar porque cada vez que lo intentaba regresaba y me besaba, era tan empalagosa pero aun así era adorable. Yo lo único que hacía era reír como idiota enamorada cada vez que regresaba y me besaba.

Luego tomé un baño y ella a pesar de haberse duchado, entró conmigo para bañarse una vez más, aunque en lo menos en que se concentró fue en eso. Mientras que yo intentaba tomar un baño decente ella no paraba de acariciarme y besarme por todo el cuerpo, en fin, fue un baño biiieeeeen largo.

Al final luego de todo lo que sucedió en el baño nos dispusimos a ir a ver a las menores.

Sería una conversación un poco dolorosa para mi hermana y Byul.

[...]

En el camino a ver a Wheein en lo único en que pensaba era en como verle la cara, quería saber que tenía para decir, pero me dolía pensar que una de mis mejores amigas supiera más de mi pasado que yo misma y que no fuese capaz de decírmelo todo.

— Byul, llegamos— Solar tratando de llamarme la atención.

— Si, eh...ya llegamos— dije confundida, iba metida en mis pensamientos.

— Si Byul llegamos, venga. Bajémonos— me dispuse a bajar y Solar me detuvo antes— Byul...mi hermana no...

— Descuida Solar, solo quiero oír que tiene que decirme...yo no estoy molesta con ella «en parte sí» porque entiendo que mis padres se lo pidieron, pero debo oírlo de ella...— le bese la mano con la que me había detenido de bajar— Venga.

[...]

— Ya están aquí— sentí que Hyejin dijo, ahora es que sabría si Byul me perdonaría o me alejaría de ella por guardar algo tan delicado.

Me dispuse a abrir la puerta, al hacerlo allí estaban ellas dos y tomadas de las manos, quise celebrar porque pude ver cuánto amor había en ese agarre de manos, pero no era el momento para eso, no ahora.

— Yongsun— saludé a mi hermana— ...Byul— incliné mi cabeza, ella no dijo nada, sentí ganas de llorar, pero de pronto sentí que me abrazaban, era Byul.

— Byul...yo— había empezado a llorar.

— Tranquila Wheein, sé porque lo hiciste...porque callaste, pero quiero oírlo de tu boca— dijo cuándo se separó de mí, me tomo el rostro y limpió las lágrimas que caían por mis mejillas, yo solo asentí a lo que me dijo y vi como mi hermana cerró la puerta por lo que nos dirigimos al mueble a conversar.