41

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Charlotte Verstappen

Siento todo mi cuerpo pesado, me duele la cabeza y mis oídos no escuchan bien.

—¿Qué?— repito entre lágrimas, ni siquiera se cuando empecé a llorar.

—Lo lamenta...

Pero mi mente no escucha, me siento débil, siento un agujero en mi pecho, no es cierto...

El no está muerto...

Siento que todo se comienza a oscurecer a mi alrededor, veo el rostro preocupado de Charles diciendo Ku nombre, pero apenas lo logro escuchar.

—El... no...— digo cayendo al piso entre lágrimas.

Charles se agacha hacia mi tratando de que reaccione y a él se une Max totalmente preocupado.

Ambos tratan de hablarme pero mi cerebro no procesa lo que dicen.

—No...— vuelvo a susurrar mientras recargo mi cara en el hombro de Charles.

—Charlotte...— es lo último que escucho antes de que todo se vuelva negro...

***

Estoy recostada en algo suave, siento como si todo a mi alrededor fuera desconocido.

Trato de abrir los ojos de golpe, pero la luz me molesta, cierro los ojos con fuerza mientras me remuevo en lo que ahora desconozco como una cama del hospital.

—¿Charles? ¿Mamá?— digo casi en un susurro tratando de abrir los ojos con cuidado.

—Despertaste...— dice una voz que me hace detener todo.

—¿Eres...?

Abro los ojos con rapidez y la cara de Joshua es lo primero que veo.

—¿Cómo es posible...?— digo con confusión. —¿Morí?

—Claro que no linda, primero debes despertar para saber qué pasa...

—Joshua... No, quiero estar aquí.— le digo sentándome sobre la cama con debilidad. —Quiero quedarme contigo...

—Siempre estaré contigo.— me dice con una sonrisa. —Aquí.— dice poniendo su mano en mi corazón.

—No...— digo negando con la cabeza.

—Debes despertar...

—Joshua.— le digo.

—¡Despierta!

Abro los ojos enseguida y estoy en mi habitación. ¿Qué?

Me levanto de la cama con cuidado mientras escucho muchas voces afuera de mi cuarto.

Abro la puerta de mi habitación para encontrar a toda mi familia peleando.

—¿Mamá?— digo con un susurro.

Todos voltean a verme casi enseguida, Max corre hasta mi y me abraza con fuerza.

No entiendo nada.

—¿Qué paso?— le preguntó a Max con lágrimas en mis ojos.

Max voltea a ver a mi madre quien lo ve con una mirada retadora.

—Te desmayaste.— dice después de mucho tiempo.

—Joshua.— recuerdo. —¿Dónde está Joshua?— digo con miedo.

—Char...— trata de decirme, pero ahora recuerdo todo.

—No...— digo soltando lágrimas sin parar. —Dime que no es cierto Max.— digo aferrándome a la camisa de mi tan preciado hermano.

—El falleció en la operación pequeña...

Y es ahí donde todo vuelve a tornarse oscuro, no es cierto.

El no murió, yo... yo lo vi. ¿Verdad?

Es mi mejor amigo, mi alma gemela... La persona que daría la vida por mi. Era mi confidente, mi compañero de vida, mi compañero de universidad... Era mi hermano... No, no... el no murió.

El va a seguir pasando por mi cada que lo necesito... El me abrazará cuando estoy triste, me pondrá feliz cuando estoy deprimida, el me hará reír hasta que me quede sin aire... El se quedará en mi casa y haremos travesuras a mis padres. El irá conmigo a cualquier fiesta que se nos atraviese... El hará todo eso, porque el me ama y nunca se iría de mi lado. Nunca.

—Papi...— digo entre lágrimas mientras observo a mi padre.

El se acerca a mi y aparta a Max para abrazarme con fuerza mientras trata de no llorar en mi presencia.

—Todo estará bien, mi amor.— me susurra.

—El no puede estar muerto...— digo con la voz rota. —El era mi mejor amigo...

—Ay mi pequeña...— dice mi madre abrazándome junto a mi padre.

—Mami... No es cierto.— digo negando.

Me aferro a los brazo de mis padres mientras sigo llorando a mares...

***

Dos días después
Funeraria Florencia

Camino junto a Lando en la capilla donde velan a Joshua.

—Si deseas irte solo dímelo.— me dice Lando, dándome un beso en la cabeza.

—Gracias.— le digo aferrándome más a su brazo.

Llegamos a donde la familia de Joshua quien está más que triste, sus padres no eran los mejores, pero era su único hijo y acaban de verlo morir...

—¿Cómo estás, querida?— me dice la madre de Joshua entre lágrimas abrazándome.

—Un poco mejor ¿Cómo está usted?— le pregunto y ladea la cabeza.

—Seguimos en proceso.

—Vamos Char.— me dice Lando caminando a donde hay un lugar libre para sentarme.

Me siento en un sillón mientras observo a todos, Joshua no hubiera querido algo así, el era feliz, el hubiera querido que no lloráramos, el hubiera querido que todo estuvieran bien sin él, pero es imposible. Sus padres están más que afectados, nunca le presentaron la atención necesaria y ahora que falleció lo lamentan.

Me levanto de mi asiento y comino a donde el ataúd de Joshua está, y es ahí donde lo veo por última vez.

Su rostro está perfectamente hermoso, tiene su traje favorito puesto, el que yo le compré... Lleva la pulsera que compartíamos con Karla... Lleva algunos relojes y pulseras de oro, que seguramente nunca se había puesto en su vida, pero sus padres siempre buscan la forma de hacer resaltar su dinero.

—Charlotte...

Volteo mi rostro para encontrarme con mis amigos.

Eli tiene los ojos hinchados de tanto llorar supongo, Mike y Hunter tienen una expresión decaída en su rostro y bueno, yo ni siquiera les dire como estoy.

—Hola.— los saludo mientras veo en cuerpo de Joshua de nuevo.

—Se ve tan tranquilo...— dice Eli entre llanto.

—El está en paz.— digo cerrando los ojos para tratar de no llorar. —El está bien y nos cuidará siempre que pueda.

—El estará bien.— repite Hunter abrazando a Eli.

Mike se acerca a mi y me abraza mientras todos vemos el ataúd de Joshua... Nunca pensé que algo así saldría de mi boca...

—¿Puedo unirme a el abrazo?— pregunta alguien detrás mío.

Me tenso casi al instante mientras Mike voltea con una expresión casi de rabia.

—¿Qué haces aquí?— pregunta enojado.

No quiero voltear, pero siento el enojo apoderarse de mi.

Eli y Hunter voltean totalmente enojados.

—¿Cómo te atreves a venir a su funeral después de lo que le hiciste?— pregunta Eli enojada.

Me acerco a ella y no puedo ver ni una pizca de lastima o dolor en su mirada.

No se donde saco fuerzas, pero le pego una cachetada que resuena en todo el lugar.

—No tienes vergüenza.— le digo con enojo. —Él no te quisiera aquí.

—¿Eso lo decides tú?— me enfrenta. —Mírate llorando como un niña pequeña... Así lloraste cuando me bese a Charles...

—¡Lárgate de aquí!

Lando llega donde mi y me separa de ella antes de que la ataque.

—¡Vete de aquí Karla!— le grito.

Y...

















Lloré 😞

¿Quien de aquí odia a Karla...? 🙋🏻‍♀️

Navila Mikaelson

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro