Kim Kaphwan es el tipo de viejo amigo de la familia que te conoce desde hace tiempo.

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El viento va despacio, algo que hace más ameno su tiempo de meditación.

Hasta que sintió que una personita trataba de subir por la manga de su brazo izquierdo.

La dejo subirse y luego la ayudo a acomodarse sobre su hombro.

-Kaphwan -se escucho que una joven, apenas unos años mayor que él, le llamaba- ¿(...) esta por ahí?

-Sí, la tengo justo aquí -la bebé había comenzado a subir a su cabeza, jalandolo algunos mechones de su cabello en el proceso.

-(...)-ssi -tomó a la niña en brazos e inmediatamente esta estiró sus bracitos en dirección al muchacho de solo 17 años.

-Esta bien -la dejo en su regazo, ahora la niña miraba el extraño atuendo de Kim, claro, para un bebé todo es nuevo y extraño.

-Gracias, disculpa que (...) te moleste tanto.

-No te preocupes, yo soy el que prefiere estar aquí.

La niña juega con su baba, absorta en sus cosas mientras su madre la deja con Kim.

La niña se pone a gatear de nuevo, pero ahora da un movimiento en falso y cae de cara al piso.

Kim la levanta apenas se cae, la niña tiene ganas de llorar, se nota, pero por alguna razón contiene sus lágrimas.

-(...), serás fuerte, te lo prometo -le dice a la niña, la cual, al escucharle hablar, vuelve a sonreír.

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-Esa muchacha -gruñe por lo bajo al ver que en el cuarto de (...), sin nadie presente o alguna de sus ropas.

Encontró un post-it en su cama.

"Kim-oppa, me he ido a la casa de mi mamá, ByeBye"

Y luego encontró otro de esos papelitos.

Ne, es mentira, perdón por mentir y no se lo digas a mi madre, lo digo porque sé que nunca le dirás a mi padre ¿Por qué no te casaste con ella? Me hubieras ahorrado muchas cosas.

Y luego otro más.

Hay un paquete para mi mamá, me olvide de dárselo antes así que por favor si pudieras dárselo.

Y le dio la vuelta a ese último.

¡Dile a May Lee que me devuelva mi peluche de Gamera!

Suspiro de nueva cuenta a la vez que pasaba una mano por su rostro.

Realmente la pobre (...) se parecía a su padre en lo que respecta a su forma de ser, gracias al cielo era igualita a su madre en todo lo demás.

Como su manía por escaparse... y por los monstruos gigantes.

Y deseaba, con todas sus fuerzas, que no hubiera heredado el gusto de su madre por los hombres.

Obviamente hablo con la madre de su alumna, y lo que dijo de ello no le asombró demasiado.

-Es bueno que explore el mundo -dijo la mujer mientras hacía un talisman.

-¡Eres su madre! -si bien su amiga era una Mudang y mantenerse serena era parte de su trabajo esto ya se le estaba haciendo estresante.

-Oye, ahí no me tires la culpa -dijo a la vez que sonreía divertida- puedes tirarme la culpa de su manía con los monstruos gigantes pero de ahí en más la culpa es tuya, quizás un poco también de Hoon, es su padre después de todo -se quedó pensando un momento- bueno, a lo que iba, ella se comporta así para llamar tu atención.

-En lo absoluto, yo no quiero que sea una rebelde.

Ella sonríe ampliamente, como ese gato que desaparecía, como su hija, esa sonrisita que le pone los pelos de punta desde que la conoce.

-Sabes bien que (...)-ssi se comporta así porque sabe que le tomarás atención, como cuando se subía encima tuyo de bebé, sigues siendo su Kim-oppa.

Se sorprendió ante lo que dijo, puede que sea cierto, no, sí, es verdad.

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(...) aún seguía siendo (...) Il, la pequeña que lo seguía a todas parte diciéndole "Kim-oppa".

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Extra:

-¿Segura que no tenias nada que hacer en Corea? -pregunto el castaño mientras con una toalla se quitaba el exceso de sudor del rostro.

-No, no tengo nada importante -dijo (...) mientras seguía viendo como Chris practicaba en la batería.

-Pues, eso es bueno -se sentó a un lado de ella mientras, sin querer, rozaban sus hombros, haciendo que se mirasen nerviosos y con mariposas bailando música disco dentro de ellos.

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