—¡Lola! —Le festejaste la llegada a ese ser inferior perruno.
—¡Karen, no dejés que esta pulgosa se suba a la cama!
—¡Aw, los extrañé tanto a los dos! —dijiste rodeándonos en un abrazo—. Estaba preocupada. Quiero que el Michi se porte bien con mi hermano y que Lola coma toda su comida y cuide a papá. Yo no me puedo quedar, así que los voy a extrañar mucho…
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro