Termino de subir mis cosas a la camioneta. Pero antes de irnos me permito volver a mi antigua habitación por ultima vez, subo escalón por escalón mientras recuerdos de cuando llegamos por primera vez a ésta casa arrasan por mi mente y de pronto mi vista se vuelve borrosa debido a las lágrimas que intento retener.

Abro la puerta de la habitación; entro, cierro la puerta detrás mío y me apoyo en ella—me deslizo lentamente hacia el suelo—junto mis rodillas contra mi pecho y me quedo en silencio mirando la habitación que una vez fue mía.

Odio hacer ésto, cinco malditos años acostumbrada aquí, acostumbrada a mis amigos, acostumbrada a todo, para luego abandonarlo y dejarlo todo atrás solo porque a los tercos de mis padres se les dio por mudarse. ¿Por qué?

Sigo en la misma posición durante minutos, mi momento sentimental se termina justo cuando unas manos golpean mi puerta. Interrumpiendo mi desahogo por completo.

—¿Eve? ¿Estás aquí? — habla mi hermano. Era la voz de Andrei por supuesto.

—Si Andrei, estoy aquí, no te preocupes—Susurro medio fuerte para que me escuche— Necesito estar un momento sola—no puedo hablar tan fuerte porque tengo un nudo en mi garganta, no quiero llorar.

—Entiendo. Cualquier cosa me avisas, en media hora partimos hacia lo que será nuestro nuevo hogar—avisa.

—Gracias por avisarme. Andru ¿tienes idea de como se llama el lugar a dónde nos mudaremos? —pregunto un poco curiosa y angustiada a la vez.

—¿Puedo pasar?—Insiste, él solía ser alguien muy terco. —No quiero interrumpirte pero así hablamos bien, es incómodo hacerlo detrás de una puerta.—insiste nuevamente.

Tardo un buen rato para responder, de verdad necesitaba mi tiempo.
—Está bien.—respondo, me levanto del suelo y empiezo a sacudir mi ropa, luego me siento en la cama, que dentro de un rato ya no sería mi cama— Puedes entrar—aseguro limpiando mis ojos.

Abre la puerta y mira, en esa mirada veo algo de preocupación pero también distingo alivio. Cierra la puerta y se acerca para sentarse junto a mí.

—¿Estás bien?, te noto algo triste... —curiosea.

—No estoy triste, bueno solo un poco.— Sé que no servía de nada mentirle, él me conocía — Es que ya me he cansado de mudarnos, creí que esta iba a ser la ultima mudanza y que el resto de nuestras vidas la pasaríamos en esta bella casa y en éste lugar tranquilo — digo, la verdad que mudarnos no me gustaba, de hecho odio mudarme.

—¿En serio crees que éste lugar es tranquilo?¿Aún después de lo que pasó?

—No quiero acordarme de eso—ruedo los ojos.

—Bueno ya, entonces no digas cosas que sabes que no son ciertas. — vagos recuerdos se me venían de aquella vez, desearía que existiera un interruptor para olvidar las cosas que duelen.

—Te ayudare con tus cosas —masculló luego de un silencio.

—Gracias idiota pero ya lo hice sola, no necesito de un estúpido caballero. Te he dicho que no soy la típica damisela en peligro— sonrió y yo me reí, él acarició mi mejilla limpiando el resto de lágrimas— Tampoco soy una princesa para que me hagan las cosas —ahora es mi turno de acariciar su mejilla.

—Tú hermana mía, eres mi pequeña princesa y yo soy tu estúpido caballero. Conmigo estarás a salvo Evelyn—me abraza y lágrimas de emoción ruedan por mis mejillas.

—Gracias Andru—me río limpiando mis mejillas empapadas — Ahora dime ¿cómo se llama éste lugar al cuál iremos? —vuelvo a preguntar mientras me separo de él.

—Por lo que he oído hablar a mamá y papá sé que el lugar se llama Karsson y es un pueblo alejado.—responde mirándome y en esa mirada veo emoción reflejada, soy así, siempre veo a través de mis gemelos favoritos.

—Así que Karsson —murmuro pensativa.

—He investigado un poco en internet y no dice mucho pero lo poco que encontré es que se llama así porque el fundador de ese pueblo se llamaba Karsson Andrews ,y digo en pasado porque esta persona falleció hace años. Él había comprado varios espacios vacíos en los cuales creó ese pueblo.

— Realmente suena raro. Y es más raro que no haya tanta información en internet. —Lo mire entrecerrando los ojos.

— Algo más para agregar es que es sólo para personas de clase media. Habían algunas que otras reseñas en dónde explayaba que era un sitio tranquilo. Pacifico y lleno de paz. Lo último, ahora el pueblo está a cargo de su hijo mayor, Thomás Andrews. Eso es todo lo que sé. —aseguró tranquilo y juro que se veía como todo un sabiondo.

—Parece un pueblo interesante— Masculle sorprendida por lo que acabé de escuchar—Realmente espero que sea nuestro lugar fijo— dije un poquito más emocionada.

—Debemos irnos ya... ¿lista? —preguntó poniéndose de pié.

— Si hermano, ya estoy lista.— aseguré levantandome de la cama.

Apague las luces de mi habitación y bajamos con cuidado las escaleras, nuestros padres ya no estaban esperando en el auto principal.

—Cierra la puerta tú — y se fue a subirse al auto dejándome aquí.

Bufé molesta y apagué la luz del comedor, cuando estaba por cerrar la puerta mis ojos vieron en la oscuridad profunda una sombra negra, toda encapuchado mirándome fijamente. Todas mis alarmas se ensendieron y mi piel se heló. Entre toda esa oscuridad pude ver como sus labios se estiraban en una gran sonrisa. Parecía un psicópata.

Cerré los ojos atemorizada hasta que oí unas pisadas, inmediatamente los abrí temiendo lo peor. Pero me encontré con Killian parado frente a mi.

—¿Pensabas dejarme ahí dentro?¿Qué te pasa?— me gruñó molesto. No entendía nada, había alguien allí. ¿Había sido Killian?

No quise darle más vueltas al asunto así que giré la llave y la dejé bajo una pequeña piedra. Éste solía ser un método muy común para guardarla. Nos montamos en el auto, y mi padre arranca el motor.
Nuestras cosas van en cuatro camionetas y van más adelante que nosotros ya que esas personas conocen al pueblo, por ende saben el camino.

El viaje hacia nuestro nuevo hogar es largo, vamos hablando sobre cosas sin importancia. Cuando ya no quiero seguir hablando o escuchando las peleas sin sentido de mis hermanos conecto mis auriculares al móvil y empiezo a escuchar música, el vicio que tengo es la música. Para mí ella es sagrada, está en mis malos y buenos momentos, quizás a algunos sólo les parezcan palabras sin sentido pero para mí son más que eso, es todo lo que esta bien en mi vida.

Primero vamos por una carretera vacía, seguimos por un hermoso bosque con las hojas secas, es raro. Luego de pasar eso salimos a un camino de flores coloridas y hojas secas esparcidas por el suelo, pasamos por un puente de madera súper lindo en donde hay un pequeño lago, más árboles, algunas enredaderas y flores.

Finalmente llegamos hasta unas grandes rejas negras con un toque de plateado, en el portón se lee un enorme cartel que dice:

¡Bienvenidos a Karsson, un lugar de ensueño!

¿Por qué parecía como si la palabra "bienvenido" hubiese sido tachada y luego limpiada para que alguien se diera cuenta?

Nos adentramos allí y vamos por lo que supongo es el camino principal, luego pasamos por muchas casas lindas: casi de colores como Celeste, rosado pastel, blancas, marrones, bordó, verdes claros y hasta grises.

Me di cuenta que en todo el pueblo solo había un instituto, una primaria y un jardín de infantes, pero eran bastantes grandes, muy grandes diría yo.

Nuevo hogar, nueva vida y nuevo instituto.

Hay perreras, farmacias, un pequeño pero lindo hospital, una biblioteca, plazas, restaurantes, cafeterías, entre otras muchas cosas. El pueblo es colorido, árboles por doquier ,enredaderas muy largas con flores de todo tipo, pero especialmente me llamó la atención el gran cartel que se lee a lo lejos:

White Garden.

Mi padre aparca el coche frente a una hermosa casa color celeste y rosado pastel, con grandes ventanales. Una piscina, tumbonas y más. Nos bajamos del auto y fuimos adentro, allí me di cuenta que la casa era aún más preciosa, era muy espaciosa. Seguramente era más grande que la anterior, tiene dos escaleras, me apresuro a subir y voy echando un vistazo habitación por habitación.

Decido agarrarme una que es color rosado pastel, no soy tan fan del rosado, así que luego la pintaré para cambiar el color. Tenía un gran ventanal, ésta habitación está en la segunda planta, tiene un baño, un guardarropas muy grande. En total había cinco habitaciones con baño incluido en cada una, dos baños a parte, un living, una cocina súper espaciosa. Incluso tenemos un sótano y un Ático, simplemente es hermosa en el exterior y interior. Una casa de ensueño.

Nos llevó todo el día instalarnos en la casa, estuvimos acomodando las cosas de cada uno y quedó perfectamente bien.
Está todo acomodado en su lugar, la verdad nos tomó bastante tiempo desempacar y acomodar, pero finalmente lo logramos.
El reloj ya marcaba las 22:30 de la noche. Mi estómago gruñía de hambre.

¡Joder, estoy agotada!

Mamá encargó unas pizzas para cenar ya que estaba muy cansada para cocinar.

Luego de haber cenado cada uno se fue a descansar a sus respectivas habitaciones. Había sido un día agotador. Yo a pesar de estar cansada decidí tomar una ducha antes de dormir. Me sentía sucia. Fui hasta mi habitación y me desvestí como si nada, voy al baño; enciendo la ducha y empiezo a mojar mi cuerpo. Ésta vez permito quedarme 20 minutos, salgo envuelta en una toalla.

Mientras me seco el cabello voy a sentarme sobre la cama, garro el móvil y escribo a mis amigos. Pero por extraño que parezca escucho ruidos y deslizó mi vista hacia todos lados, no veo nada, así que intento no darle importancia. Un poco incómoda dejo el móvil y me acerco al armario a buscar mi pijama, comenzaba a sentir que alguien estaba mirándome, opto por ponerme una remera larga y grande color roja.

Me acosté a leer un libro por mi móvil y perdí la noción del tiempo en eso, me di cuenta cuando mi celular se murió, me había quedado sin batería así que lo puse a cargar. El sueño todavía no venía a mí, por eso di unas cuantas vueltas por toda la cama, como el maldito sueño no quería aparecer entonces noté aquel ventanal y me levanté a husmear.

Abrí el cristal corredizo y al instante la brisa fría golpeó mi piel, estábamos en pleno verano pero por alguna extraña razón la noche era fría en Karsson, de todas formas amaba el frío. La brisa hace que mi cabello se mueva violentamente, mi piel se vuelve chinita, entro nuevamente a buscar una manta, como es un pequeño balcón había espacio suficiente para poner una silla cómoda.

Estaba tapada y cómoda en está silla mientras escuchaba música con los auriculares, mi móvil tenia un poco de batería pero aún así estaba cargando. Observo lo poco del pueblo que se puede ver desde ésta altura. De verdad que éste pueblo era interesante, su vista era asombrosa.

Después de no sé cuánto tiempo veo movimiento en el patio vecino, rápidamente saco mis auriculares y me acerco mirar.

Al parecer era una persona, debía ser el dueño de la casa así que volvi a sentarme.

Alguien toca mi brazo, me muevo perezosamente. Me duele un poco el cuerpo, abro los ojos lentamente y veo a un rostro....¿Pero que mierda?...

—¡AHHHH!— grito asustada y salto de la ¿silla? oh, joder,con razón me duele el cuerpo, literalmente me quede dormida en la silla— ¡Me asustaste! — lo acuso con el dedo, Dios que susto me dió, soy tan dramática que me agarre el corazón como si se me saliera del lugar en dónde está.

—Drama y más drama, te mereces el premió a la mejor idiota— le golpee ofendida el brazo, él soltó una carcajada.— Cambiando de tema ¿Que hacías durmiendo en una silla, afuera? —arquea una ceja y me mira de forma interrogativa.

—¡Eso no es asunto tuyo Killian! —exclamo cansada, la verdad es que no tengo buen humor en las mañanas, o sea porque ¿a quién le gusta que lo despierten? ¿a quién le gusta levantarse temprano?, pues a mí no. — Ahora con la poca paciencia que tengo te pido que por favor salgas de mi habitación o sí no...— me interrumpe la frase.

—¿O sino qué? ¿me harás tu movimiento especial? —pregunta sarcástico— ¿Hum?

El movimiento especial fue una anécdota de nuestra infancia, cuando le golpee sus partes con una patada.

—Ya superalo idiota—ruedo los ojos riendo—ahora si no te importa vete— Sonreí .

—Tienes que ir a anotarte al instituto, Andrei y yo fuimos temprano.— que maldita flojera .

—¡¿Qué?! ¿Por qué no me despertaron para ir con ustedes? —pregunté molesta.

—¿Y tú te crees que yo me iba a enfrentar al demonio que tienes por las mañanas?— me reprocha, la verdad es que es muy exagerado, ¿demonio? pfff, bueno puede que sí pero no es el punto.

—Bueno Killian ya puedes salir de mi habitación y gracias por la información —respondo más cabreada que antes.—

—¿Te acompaño? —pregunta sonriéndome. Que cínico.

—No. — fue mi simple respuesta, quizás lo enfade pero no me interesa. Rueda los ojos ante mi respuesta y se marcha. Cuando por fin se marchó, ojee la hora en mi celular. Eran las 11:30 de la mañana.

Por alguna extraña razón no había tenido la pesadilla que solia tener y eso era un poco extraño, ¿Será que sólo era por ese lapso de tiempo?. Bueno no importa, mejor me levanto ya.

¡Bueno instituto, allá voy!

Nueva versión 2023/2024.

Gracias a todas las bellxs personas que leyeron el capítulo 1 ¡ojalá les esté gustando! ♡

Que tengan un lindo día, ❤️

No leemos en el capítulo 3.

Saludos, A.
❤