Capitulo 1

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Narrador Omnisciente

Juliana se preparaba para otro día de trabajo. Era algo que le gustaba, pero a veces quería poder tener algo de vacaciones, un poco de diversión en su vida le caería bien. Esa mañana decidió ponerse un vestido blanco con negro, se acomodó su cabello, se colocó unos tacones negros, un poco de maquillaje y ya estaba lista. Bajó a tomar el desayuno junto con su familia, su hermana Mariana estaba emocionada por ir al colegio mientras que sus padres lucían tan perfectos como siempre, Mariana le contaba a Juliana lo que haría en su colegio y por lo que estaba tan emocionada, Juliana escucha con una gran sonrisa a su pequeña hermana. Sus padres parecían ajenos a lo que pasaba a su alrededor. Su padre desayunaba mientras leía las noticias en su iPad y su madre bebía una taza de té mientras revisaba y veía algunas fotos en su teléfono. Juliana suspiró y siguió escuchándola, sólo a veces ella quería que sus padres fueran un poco más atentos, que hablarán más de cosas de sus vidas, que fueran más cariñosos, que escucharan...

Su padre se levantó de la mesa y se despidió como de costumbre, diciéndole a Juliana que la vería en la reunión más tarde. Esa tarde se llevaría a cabo una reunión con el presidente de las Empresas Valdés, o sea su padre, los gerentes generales de cada empresa y el personal encargado de administración. Juliana tomó las llaves de su auto y Mariana sus cosas, ella era feliz de llevar todas las mañanas a su hermana al colegio. La personita favorita de Juliana en el mundo, era Mariana.

:::

"Vamos Mia" gritó Valentina. Todas las mañanas debía llevarla al colegio, Mia estaba en plena adolescencia y cada día se tardaba más, pero Valentina disfrutaba cada segundo con su hermana. Santiago las esperaba afuera para que Valentina pudiera dejarlo en la universidad. Valentina se encargó de pagar todo, el colegio y la universidad no era cosa fácil de mantener pero ella lo hacia gustosa por sus hermanos. Ellos tres eran muy unidos, no había nada que uno hiciera sin que el otro no lo supiera.

"¿Vas a arriesgarte por fin Valentina?" Habló Mia una vez que estaban en el auto. "Sí" respondió Valentina. "Suerte hermanita" dijo Santiago. Una vez que Valentina terminó su recorrido rutinario de las mañanas, regresó a su casa. Se dio una ducha, se puso unos jeans ajustados a su cuerpo, una camisa y una chaqueta encima, acomodó su cabello de lado y se puso maquillaje. Su madre estaba en la cocina y Valentina se acercó para darle un beso en la mejilla, Lucia sonrió.

"¿Que harás hoy hija? Estás muy linda" cuestionó su madre.

"Ya luego lo sabrás, ahora debo irme".

Juliana POV

Al llegar a la empresa me recibieron como de costumbre, saludé a las chicas y a los chicos de recepción.

- Hola señorita Valdés, ¿como está hoy? - dijo la chica del otro lado del mostrador.

- Muy bien, gracias. ¿Y tu?

- Bien, gracias.- tan sonriente como siempre. Subí al ascensor y luego llegué a mi oficina. Dejé mi bolso a un lado y me senté en mi escritorio, escuché los toques en mi puerta y le permití pasar.

- Buenos días señorita Valdés.- dijo mi secretaria - En su escritorio le he dejado los papeles que me pidió para la reunión de hoy junto con su taza de café.- le sonreí.

- ¿Me lees el itinerario de hoy?

- Tiene una reunión ahora, a las 9 de la mañana, aceptó la cita que le han solicitado. Luego a las 10 tiene otra cita con el encargado de la remodelación que pidió para su oficina. Luego una cita a las 11 para organizar la fiesta de aniversario de la empresa. Su almuerzo. Y en la tarde, a las 2, la reunión con su padre.

- Perfecto, ¿mi primera cita llegó? - Martha negó con la cabeza - Bueno, tiene 15 minutos para llegar aún. ¿Estos son los papeles que tengo que firmar?

- Sí, señorita Valdés.

- Juliana, Martha, dime Juliana...

- Lo siento, Juliana.- le sonreí.- ¿Me puedo retirar? - asentí y se fue.

Tomé de mi café y me dispuse a firmar los papeles, puse un poco de música en el computador porque me aburría tanto silencio. El teléfono sonó y presioné el botón que me permitía escuchar a mi secretaria...

- Su cita de las nueve ha llegado, ¿la hago pasar?

- Sí, por favor.

La puerta se abrió y vi a mi secretaria entrar con una chica detrás de ella. Me levanté de mi escritorio y lo rodee...

- ¿Necesita algo señorita Valdés? -Noté como la vista de la chica bajó hasta mis piernas, luego subió sus ojos por mi cuerpo encontrándose con los míos, había visto muchas veces hacer eso a las personas, pero qué ojos los que ella tiene, ¡wow! Ella sí que es linda. Ya va... ¿Qué? Yo la he visto antes... Estoy casi segura que la he visto antes, pero ¿donde?

- Puedes retirarte Martha, muchas gracias.- se fue y por alguna extraña razón, me puse nerviosa. Esta chica era realmente hermosa.

- Soy Valentina... Valentina Carvajal.- dijo extendiendo su mano. Yo la sujeté.

- Juliana Valdés. Tome asiento, por favor. ¿Quiere algo de tomar? - le ofrecí al darle la espalda para rodear nuevamente mi escritorio y sentarme. Al voltear vi que subía rápido su mirada, ¡¿Me estaba viendo el culo?!

- No, gracias.- se sentó frente a mi.- solo tengo una hora, así que al grano.

- La escucho.- cruce mis piernas, me recargue en mi silla y apoye mi barbilla en mi dedo pulgar, poniendo mi dedo del medio entre mis labios y el dedo índice extendido en mi mejilla.

- ¿Su empresa estaría interesada en carreras de autos?

- ¿Interesada en qué sentido?

- Promocionar a un corredor... Ya sabe, darle todo lo necesario para que gane las carreras.

- ¿Y que gano yo con eso?

- Prestigio, publicidad y dinero.- su voz sonaba tan rasposa y segura de ella misma, su mirada era intensa, como si quisiera penetrar mi mente.

- Las Empresas Valdés nunca se han visto involucradas en ese tipo de cosas ¿que le hace pensar que ahora sí?

- Las empresas Valdés han promovido diferentes cosas, desde marcas de zapatos, perfumes hasta artistas, todo lo que sea publicidad parece gustarle a esta empresa.

- Jamás unas tontas carreras de autos.- ella sonrió de lado.

- ¿Quien es su mayor competencia, señorita Valdés? - su mirada me tenia perdida, sus ojos.

-¿Por qué quiere esa información?

- Dígamelo.

- Está en las noticias, búsquelo.- acomodó su cabello, soltó un suspiro y volvió a mirarme. Creo que es la primera persona que no se intimida ante mi en una reunión conmigo, de lo contrario, me tiene algo nerviosa.

- Dígamelo, señorita Valdés.

- Las Empresas Grey.

- Qué curioso, escuché que son el patrocinador principal de un corredor.

- ¿Qué corredor?

- Sergio Maldonado. Verá las pro..

- Disculpe señorita Valdés... - interrumpió mi secretaria por el teléfono - su cita de las diez ya está aquí.

- Cancelelo.- dije mirando a Valentina. Ella me sonrió.

- ¿Segura?

- ¿No me escuchó? Cancélalo, y mi otra cita también. Y por favor tráiganos algo de tomar, mi cita con la señorita Carvajal se va a alargar.

- Entendido.

- Continúe... - le dije a Valentina.

- Se está organizando una gran carrera aquí en Miami, la más grande de los últimos tiempos en esta ciudad. Hay mucho dinero de por medio y grandes corredores, Sergio ya se ha inscrito, las empresas Grey ya están dentro. Técnicamente ustedes ponen el dinero y yo pongo el corredor.

- ¿Por qué las Empresas Grey están interesadas en esto?

- Porque es buen dinero y es un gran evento, aparte como le decía, es mucha publicidad. Y apuesto que entraron porque sabían que su empresa no estaría interesado en ello.

- Ellos saben que siempre serán los segundos, en cualquier cosa que mi empresa esté involucrada.

- Por eso tienen al segundo mejor corredor.- dijo ella haciendo esa sonrisa de nuevo.

- Espera, ¿qué corredor será el nuestro?

- Yo.- ¿Ella? Justo en ese momento entró mi secretaria con unas bebidas y algo de comer, algo ligero. Y entonces recordé de donde la conocía, mierda... Ella es la chica que ganó aquella carrera a la que Scarlet me llevó obligada. Ha cambiado un poco, ahora luce mucho más hermosa sin duda. No puedo creer que ella esté ahora aquí en mi oficina.

*Flashback*

- Vamos Juliana, no seas aburrida. Será sólo unas horas, luego regresamos... - dijo Scarlet.

- Son carreras ilegales, Scarlet. ¿Sabes el problema en el que me metería con mi padre si me pilla ahí?

- No lo hará. Siempre hablas de divertirte y cuando te digo para que lo hagamos no quieres...

- Tienes razón, está bien... Vamos. - ella brincó emocionada - pero sólo esta noche.

- Vamos.

Yo iba conduciendo y Scarlet iba diciéndome a donde ir mientras hablaba con su novio por teléfono. Él nos estaba esperando allí. Al llegar había demasiados autos, mujeres medio vestidas y hombres por doquier. Me estacioné y al toque nos miraron algunos que estaban por ahí, no pasaron ni dos minutos cuando el novio de Scarlet y sus amigos estaban rodeandonos.

- Vamos, la carrera principal está por comenzar.... - dijo uno de ellos.

Scarlet me tomó de la mano y me llevó hasta donde había más concentración de gente, llegamos al frente y habían dos autos estacionados frente a la línea. Eran unos autos viejos, de esos clásicos. El negro me gustaba más.

- ¿A cuál apuestas, July? - dijo un chico que había visto antes pero no recuerdo su nombre, soy pésima recordando nombres si no me interesa.

- Al auto negro.

- ¿Has venido antes? - dijo elevando una ceja.

- No.

- Ese auto nunca pierde.- dijo el.

Los gritos cada vez eran más fuerte y lograbas sentir la adrenalina correr por tus venas, los motores se encendieron y luego de la cuenta, ambos arrancaron. Luego de unos minutos el auto negro se coronaba como ganador. Todos rodearon el auto y por el impulso quedé muy cerca de este, cuando se bajó el corredor creí morirme. ¡Era una chica! Acomodó su cabello de lado y lucía hermosa, juro que era la chica más hermosa que había visto en mi vida. Y su sonrisa... Su sonrisa estaba llena de satisfacción y victoria. Sus labios lucían tan apetecibles que tuve que contenerme por no ir a besarla, ¿que me pasa? Yo soy heterosexual... Esta chica está haciéndome dudar de mi sexualidad y ni siquiera me ha hablado, Dios.. Creo que estoy enloqueciendo.

- ¡LA POLICÍA, VÁMONOS!

De pronto todo se volvió un caos y la gente corría hasta sus autos, la chica se montó en su auto y Scarlet me sujetó del brazo haciéndome reaccionar. Me gritó que corriera y lo hice, cuando llegamos al auto salí de ahí lo más rápido que pude evitando chocar con todos los autos que iban en todas las direcciones, Scarlet reía en el asiento del copiloto y yo quería golpearla.

- ¿La viste?

- ¿a quien? - dijo ella.

- A la chica... La que ganó. Es hermosa.- su risa se detuvo.

- ¿Te gustó? - me encogí de hombros y seguí conduciendo.

- Solo... Era realmente hermosa.

*Fin del flashback*

- ¿Tú? - dije una vez que me recuperé.

- ¿Tiene algún problema de oído? - sus ojos mostraban diversión pero lucía tan seria como llegó. Yo elevé una ceja.

- La escuché perfectamente. Sólo que me sorprende que usted sea corredora, no parece.- No podía decirle que ya la había visto antes y que por un tiempo se volvió mi crush.

- ¿Por que soy mujer? Las mujeres podemos hacer lo mismo que los hombres. Incluso mejor.- el tono de voz que usó en la última frase casi me hace jadear. Controlate Juliana.

- Estoy de acuerdo con usted, no lo dije porque sea una mujer. Lo dije porque... En fin, cuentame acerca de la carrera que se organiza.- su mirada era tan intensa.

- Es en tres semanas. Así que no hay mucho tiempo. Los organizadores son los dueños de la marca Red Bull. Ganando esta competencia te ganas esa marca, claro que mi jefe directo seguirían siendo ustedes. La carrera consta de tres días, luego le contaré los detalles - Valentina apoyo sus brazos en el escritorio, aún sentada.- El porcentaje del premio lo vamos a dividir entre lo que aporta usted y el riesgo en el que me expongo yo. Mi agente ya le contará sobre esto.

- ¿Por que no vino su agente hoy a hablar conmigo? - pregunté.

- Quise venir personalmente.

- Bien... - imité su pose y junte mis manos sobre el escritorio, inclinándome un poco. Nuestros ojos se conectaron en todo momento.- Me interesa la idea.- ella debía dejar de sonreír de esa manera.

- Bien, ¿Dónde firmo?

- No le estoy diciendo que sí. Sólo que me interesa. Debo hablar con mi padre primero, si le agrada la idea le daremos lo necesario para que ganes ese premio. Si no, lo lamento.- ella se levantó y yo la imité.

- Perfecto. Pero recuerde que el tiempo corre, y si no es su empresa otra lo será... - yo elevé una ceja y la miré. Caminé rodeando el escritorio y me detuve frente a ella.

- Cuando algo me interesa... Lo consigo. Y he dicho que me interesas.

- ¿Le intereso, señorita Valdés?

- La carrera.- dije y ella bajó la mirada a mis labios. Yo miré los suyos.

- Esperaré ansiosa su llamada.

- Deme su número.- ella elevó una ceja y volvió a medio sonreír.- ¿Debo llamarla no? - tomé una pequeña hoja y un lapicero, se los di y ella se apoyó en el escritorio escribiendo su número.

- Aquí tiene. Fue un placer hablar con usted, espero volver a hacerlo.- me dio el papel y me extendió la mano.

- Gracias, un placer tenerla acá.- apreté su mano y me miró. En ese momento me sentí intimidada. Cuando nos soltamos caminé hasta la puerta con ella detrás de mi, abrí la puerta y voltee... ¡Me estaba viendo el trasero otra vez! Esta vez su mirada no subió tan rápido, se quedó en mis piernas y lentamente subió hasta que vio mis labios. Me puse nerviosa.

- Hasta luego señorita Valdés.

- Hasta luego señorita Carvajal.

Pasó por mi lado y se despidió luego de mi secretaria quien me miraba. Le pedí que organizara para mañana en la tarde las citas que tenia hoy y ella se puso en eso. Cerré la puerta de mi oficina y solté un gran suspiro, como si hubiera retenido una gran cantidad de aire por mucho rato. Caminé y miré la ciudad tras el gran ventanal que tenía en mi oficina, era una pared entera de vidrio polarizado que me permitía tener una gran vista de todo Miami, era lo más genial de toda mi oficina. Terminé de firmar y organizar algunos papeles. Llamé a Scarlet, mi mejor amiga, para que fuéramos a almorzar juntas. Ella aceptó así que guardé el papel del número de Valentina, tomé mis cosas y salí de ahí. Quedamos en vernos en un restaurante de comida italiana, quedaba algo cerca de la empresa así que no tarde mucho en llegar.

- Hola amiga - le di un beso en la mejilla apenas la vi. Scar era una de mis mejores amigas, con ella realmente podía ser yo misma. Nos conocíamos desde pequeñas, su padre es amigo del mío así que no tardamos en volvernos tan unidas. Ella era una de las mejores fotógrafas de todo el mundo, para mi era la mejor. Tenia su propio estudio y sus modelos, pero siempre la llamaban para toda clase de eventos.

- Hola bebé... Que guapa estas hoy.

- No me llevarás a la cama Scarlet...

- Ew, no quiero tampoco.- ambas nos reímos. Ordenamos la comida...

- Hoy me llegaron con una propuesta que no sé como decirle a mi papá.

- ¿Sobre qué?

- Financiar a un piloto de carreras. Una, mejor dicho.

- ¿Una mujer? ¿Qué carreras?

- ¿Has escuchado las carreras que se están organizando aquí en Miami? De los dueños de Red Bull.

- Oh si, tengo que fotografiar a los corredores en dos semanas.

- Bueno, esas carreras. ¿Crees que mi papá acepte?

- No lo sé. ¿Por qué te interesa?

- Es que, esta chica fue a hablarme sobre eso y... No lo se - me encongí de hombros - quiero financiarla y que gane.

- ¿La has visto correr? ¿Te mostró algún título que ha ganado o medallas... que se yo? - negué con la cabeza - pues... Mientele a tu papá en eso, dile que es la mejor. Si es que realmente quieres eso.

- ¿Recuerdas aquella carrera a la que fuimos una vez juntas? - ella asintió - no lo vas a creer... - me reí - ¡Es ella!

- ¿La chica que ganó? ¡¿La única que ha hecho que seas lesbiana?!

- Scarlet, baja la voz por Dios... Sí, es ella. Cuando llegó a mi oficina no la reconocí de inmediato pero luego, debes verla... - tapé mi rostro con ambas manos.

- Creo que este será tu proyecto favorito.- dijo ella riendo.

Luego de más charlas y risas, me fui de ahí para poder llegar a la empresa en la que sería la reunión. Llegué diez minutos antes así que fui primero a la oficina de mi papá, había una nueva secretaria... Me miró pero volvió a bajar la mirada a su celular.

- El señor Valdés está ocupado ahora mismo. ¿Tienes una cita con él? - ni siquiera me miraba. La miré y elevé una ceja. Comencé a caminar hasta la puerta y la chica me sujetó del brazo impidiéndome el paso.

- Sueltame. Ahora.

- No puedes pasar, ya te lo dije.

- ¿Así tratas a la gente que llega?

- Solo a los impertinentes que no saben escuchar.

- ¡Sueltame!

- No puedes pasar niña.

- Sueltame, o juro que te despido ahora mismo.- la chica me soltó y me miraba extrañada.- entré a la oficina y ella detrás de mi.

- Lo siento señor Valdés, ella no...

- Hola papá.- la chica se quedó callada.

- Hola hija, llegas a tiempo...

- Deberías decirle a tu personal que sea un poco más amable con las personas.

- Juliana....

- Yo... Yo lo siento... No sabía que usted era la hija de..

- Ah, ahora me tratas de usted... Aprende algo, niña... - me acerqué a ella - así yo sea la que limpia los pisos, cuando hables mírame a la cara y trátame con respeto. ¿Entendido?

- Lo sien.. Lo siento. Lo haré señorita.

- Retirate.- asintió y se fue.

- Te pareces tanto a mi.- dijo el sonriendo. Se levantó y me abrazó. Yo sonreí.

- Papá, hay algo que quiero comentarte antes de que empiece la reunión.

- Soy todo oídos.- nos sentamos en los muebles que estaban ahí.

- Bueno, verás... Hoy llegó a mi oficina una propuesta. Se está organizando una carrera de autos y quieren que financiemos a un corredor. Bueno, en realidad es una chica.

- ¿Carreras de autos, Juliana? ¿Que clase de broma es esta?

- Ninguna, déjame explicarte bien y entenderás.

- No hay tiempo, vamos a la reunión.

Solté un suspiro y nos fuimos a la sala de juntas. Todos estaban ahí esperándonos. Me senté justo al lado derecho de mi padre, como siempre. La reunión comenzó y yo me aburría entre números, charlas, pequeñas bromas de hombres que sólo ellos entienden, estadísticas y promociones, esto último me hizo hablar.

- Hay algo que quería comentarles señores. A mi oficina hoy llegó una chica con una propuesta. Que es financiarla en una carrera de autos que se está organizando en Miami, al parecer, la más grande hasta ahora... Los organizadores son los dueños de la marca Red Bull, ¿la conocen? - ellos asintieron - hay mucho dinero de por medio, y buena publicidad.

- ¿Financiar a una chica en carrera de autos? ¿Desde cuando las chicas corren autos? - habló Jerry, un contador. Los demás rieron por lo bajo. Yo elevé una ceja.

- ¿Cree usted que las chicas no pueden? ¿Qué año está viviendo? No me diga que usted es otro troglodita que piensa que las mujeres solo sirven para estar en la casa. Las chicas pueden hacer lo mismo que los hombres. Incluso mejor. - recordé a Valentina. La sala quedó en silencio.- en fin... Si ella gana el premio, se dividirá en un porcentaje, tanto lo que nosotros aportemos como el riesgo en el que ella se expone. Tenemos expertos en la materia ¿no es así? - mi padre asintió

- ¿Y si pierde? - preguntó el.

- El que no arriesga no gana. Tu más que nadie deberías saberlo. Nos arriesgamos, si ganamos, la empresa tendrá ingresos y publicidad, si perdemos, pues perdemos.- el solo me miró.- Las empresas Grey están dentro de esto, ellos están financiando al segundo mejor corredor de todo Miami...

- ¿Quien es el primero? - preguntó un gerente.

- La nuestra. Valentina Carvajal es la mejor corredora de todo Miami.

- ¿La has visto? - preguntó mi papá.

- Sí.- el elevó una ceja - Me llevó vídeos. Me llevó títulos y medallas. Le ha ganado innumerables veces a Sergio, el segundo mejor. Te lo aseguro, ella es buena. Muy buena.

- Me parece una pérdida de dinero. - dijo el gerente de administración. Yo no podía perder esto. - ¿Una chica ganará esa carrera? - la sangre volvió a hervirme pero justo cuando estaba por hablar...

- Lo hará. - dijo mi papá - Lo haremos, Juliana. - sonreí - pero tú te encargarás de todo esto, es tu proyecto.

- Gracias, lo haré. - el me sonrió y yo igual.

Todos anotaron los próximos proyectos de las Empresas Valdés, entre esos, a Valentina. La reunión terminó y me fui de ahí. Cuando me monté en mi auto busqué en mi cartera el papel. Le marqué y esperé.

- "¿Diga?"

- Te habla Juliana Valdés. Te espero mañana a primera hora en mi oficina, te tengo buenas noticias.

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Esta historia NO me pertenece, es una ADAPTACIÓN realizada con la autorización de su autora @Laurendruxgs


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