Valentina POV

- No puedo creer que eso realmente pasó. La besé y ella me devolvió el beso. No solo eso, besa increíble. Jamás había besado a alguien así... Ella es tan linda, es todo lo que no pensé que era, cuando fui a conocerla pensé en encontrarme con una niña rica hija de mamá y papá que solo le gusta la ropa, las joyas, lo que está de moda y tener dinero en sus bolsillos, pensé encontrarme con una chica prepotente que mira a todos como si fueran unos bichos en este mundo... Pero no, me encontré con una chica tan centrada, tan educada, tan hermosa y tan humilde que a veces olvido que es una de las mujeres con más dinero en Miami. Conversar con ella es tan agradable y cómodo que hasta parece lleváramos mucho tiempo conociéndonos, es tan inteligente... Ella, ella es increíble te lo juro. - dije.

-¡Wow, cálmate! – se burló Mía, pero no podía controlar todas las emociones que estaba experimentando.

- Lo siento es que... Mierda. - me sonrojé.

- ¿Te gusta, en serio? 

- Me gusta, en serio. -  Acepte. Ya no podía negarlo mas, ella me gusta demasiado, y no solo para pasar un rato.

Juliana POV

- ¿Has pensado si te busca sólo por tu dinero? – Preguntó Rachel

Estábamos en mi casa luego de la fiesta y habíamos entrado en una conversación para nada agradable en las que las chicas ponían en duda lo que Valentina quería conmigo y, a decir verdad, lo puse en duda también.

Se ve muy agradable... ¿Pero que es lo que conoces de ella? Que te buscó para que promocionaras su carrera ¿cierto? Quizás conquistarte sea sólo un plan. – Afirmo Scar, Valentina no parece de ese tipo, en realidad es muy sensible y lo pude ver en el cementerio cuando visitó a su padre.

- Chicas... No lo sé... Cuando hemos hablado ella no se ve que sea de esa clase de personas.- Scar se recostó en mi cama.

-No lo sé Juliana... Pienso que no deberías estar tan segura de eso – gire mis ojos ante el comentario de Rachel

Hay gente mala en este mundo, personas que se aprovechan de ti sólo para obtener lo que quieren. Pero, hay personas que llegan a ti sin ningún interés más que conocerte. No deberíamos juzgar tan duro tampoco. – Gracias Dona, al fin alguien habla son sensatez.

- Sí, pero ella se acercó a Juliana por su carrera.- Rachel no iba a dejarlo tan fácilmente.

- Hablo en cuanto a una relación, Rach. – parecía un debate en el que yo no tenia voz ni voto.

- Pienso que deberías llevar las cosas con calma, quizás quiera aprovecharse de ti, July. – Dice Scar mientras jugueteaba con una de las almohadas. - Ya te ha pasado antes.

- Tienen razón... Debo pensar mejor las cosas.- me encogí de hombros restandole importancia aunque mi cabeza se llenó de dudas.

- ¿Saldrás con ella mañana? – Pregunto Rachel mientras iba a hacerle compaia a Scar en la cama.

- Sí... Pero será para aclarar mis dudas.

Todas las chicas estuvieron de acuerdo y luego de un rato se fueron a sus casas. Me dormí pensando en ese beso.. Ella me gustaba, esto ya no era simple atracción pero las dudas en mi cabeza me atormentaban.

+++

Me desperté con un terrible dolor de cabeza, bajé por una aspirina y me encontré con una nota de mi madre diciendo que se habían ido a pasear con Mariana, pocas veces lo hacían así que estaba un poco feliz por ello.

-Buenos días señorita Juliana, ¿quiere que le prepare su desayuno? – Flor, nuestra ama de llaves, me saco de mis pensamientos.

- Sí, por favor. ¿Podría pedirle a alguien que lo suba a mi cuarto? tengo dolor de cabeza y no quiero comer acá.

- Claro que sí, ¿quiere una aspirina? - yo asentí. Ella me dio una aspirina junto a un vaso de agua.

- Gracias y disculpe la molestia...

- No es ninguna molestia señorita Juliana.- elevé la comisura de mis labios en un intento de sonrisa y me retiré a mi cuarto.

Me tiré a mi cama y tomé mi celular...

De: Valentina Carvajal.
Texto: Buenos días, solo quiero asegurarme de que saldremos hoy, ¿lo haremos verdad? ¿Puedo buscarte a las 17:00? x.

Sonreí, pero a sonrisa no me duró mucho pues las voces de mis amigas llegaron a mi mente de nuevo.

Para: Valentina Carvajal.
Texto: Buenos días... A esa hora está bien. Te espero.

Tocaron la puerta de mi cuarto y les permití la entrada pues traían mi desayuno... Comencé a comer y mi celular volvió a vibrar.

De: Valentina Carvajal.
Texto: ¿Incluso los sábados te levantas temprano? me sorprendes... Perfecto Juls.

¿Cómo me dijo? una sonrisa amenazaba con salirse... Mierda, ¿por qué tiene que ser tan linda?

Para: Valentina Carvajal.
Texto: ¿Juls? Y, ¿por qué te sorprende? soy una chica trabajadora.

De: Valentina Carvajal.
Texto: Lo siento... ¿No te gusta?

Para: Valentina Carvajal.
Texto: Sí me gusta, tranquila. Nos vemos en la tarde, Val.

De: Valentina Carvajal.
Texto: Espero con ansias 😉

Bajé con mi mesa para desayunar en la cama luego de terminar de comer, me serví un poco más de jugo de naranja y salí a la piscina para poder tomar aire fresco pero como odiaba estar en casa sin Mariana volví a entrar...

Eran las 16:00 cuando me metí a bañar, ver a Valentina me tenía ansiosa y un poco nerviosa, debo admitirlo. No sabía a donde íbamos pero era sábado y los sábados amaba ponerme ropa cómoda. Tomé un pantalón, una camisa sin mangas y un suéter, me peiné y tomé una gorra colocándomela hacía atrás. Me maquillé poco, me miré en el espejo y suspiré. Cuando bajé, el guardia me informaba que me buscaban en la entrada, le dije que le permitiera pasar y así lo hizo. Los nervios crecieron... ¿Qué te pasa, estúpida?

Salí y cerré la puerta tras de mi, Valentina estaba afuera de su auto parada al lado de su auto mirándome. El aire se quedó en mi garganta cuando la vi, maldición es tan sexy ¿todo lo que se pone le tiene que quedar así de bien?

Me acerqué y una sonrisa se asomó en sus labios, yo la imité.

- Hola Juls... - sonreí.

- Hola Valentina. - di un beso en su mejilla y ella abrió la puerta del copiloto para mi. - Y bien, ¿a dónde vamos?

- Ya verás. - dijo una vez que puso en marcha el auto.

Hablábamos sobre cosas normales hasta que detuvo frente una pizzeria.

- ¿Me querías enseñar esta pizzería? - ella rió

- No, sólo estoy haciendo una corta parada, ¿debemos comer no?

Se bajó del auto y diez minutos después salió con una caja de pizza y dos latas de refrescos en la mano. Entró al auto y lo puso todo en el asiento trasero.

- Tuve que sobornar al chico ¿sabes? - se encogió de hombros y volvió a conducir, yo reprimí una sonrisa.

Ella estuvo conduciendo alrededor de veinte minutos, cuando se detuvo, a mi alrededor sólo había árboles, miré a Valentina y me sonrió mientras tomaba la pizza.

- Ven, vamos...- La seguí hasta que ella se detuvo, frente a mis ojos tenía toda la ciudad de Miami, estábamos en una montaña y la ciudad se veía hermosa desde aquí.

Jamás había venido y este lugar era hermoso.

- Lo que más me gusta de estar aquí, es la puesta de sol... Ya verás...- dijo sonriendo, esa sonrisa me transmitía mil emociones.

Ella sacó una manta y la puso en la arena, luego se sentó, yo la imité.

- Está hermoso... – en verdad era un lugar hermoso, pero aun mas hermoso era la compañía que tenia en ese momento.

- Lo sé... ¿tienes hambre?

- Mucha...-ella sonrió y me dio un trozo de pizza, abrió la lata de coca cola y me la pasó - ¿Como descubriste éste lugar?

-Mi papá me trajo cuando yo era muy pequeña... Luego de que el murió jamás volví a venir pues no me sabía el camino, poco después mi madre me pidió que la trajera. Ella aquí me contó que mi padre solía traerla y pasaban horas y horas hablando de cualquier cosa, cuando era la puesta de sol ellos se enamoraban de la ciudad y de la compañía... -me miró- Cada vez que vengo acá siento que estoy un poco más cerca de el, cuando quiero estar sola vengo a este lugar y no lo sé... - suspiró - es como un pequeño refugio para mi... Realmente jamás había venido con alguien más que mi madre, ni siquiera mis hermanos.- sus ojos tenían un hermoso brillo, tenían algo especial.

- Es muy lindo tu refugio. - le sonreí.

- ¿Quieres más? - me dio otro pedazo.

- Valentina... Hmm... Seré directa.- me miró - ¿qué quieres tú de mi? - vi como frunció el entrecejo.

- ¿Que quieres decir?- pregunto confundida.

- Quiero decir... ¿Esto es parte de un plan para conquistarme, enamorarme y tener todo lo que yo tengo?

Dejó su pizza a un lado y me miró, su mirada había cambiado.

- ¿Eso es lo que crees?

- Yo... No.. Bueno... Si, no sé... Yo sólo quiero entender de qué va todo esto. – estaba muy nerviosa, por una parte, no creía que fuera así, pero por otra mis amigas realmente habían podido sembrar la duda.

- ¿Crees que quiero tu dinero? - hasta su tono de voz había cambiado.

- Valentina es qu...

- Wow... ¿Por qué piensas esa mierda? ¿Porque yo no tengo dinero y tú sí? ¿Porque yo no vivo en una gran mansión y tú sí? - sus palabras escupían enojo y mi pulso se aceleró - ¿Porque yo no tengo un auto último modelo y tú sí? o ya sé, porque yo no soy dueña de ninguna empresa, ni mis padres son dueños de media ciudad. - su mandíbula estaba tensa, su cuerpo rígido y sus ojos eran más oscuros.

- Valentina no es...

- ¿Debe de tener un por qué esto? Si yo fuera un tipo de esos millonarios que se te acercan a ti ¿no tendría un por qué?

- Es sólo que en un principio llegaste a mi por tu carrera...

- Es cierto... Pero no pensé en encontrarme con alguien como tú, así de... No importa.

Fijó su vista al frente y la ciudad comenzaba a verse hermosa pues la puesta de sol estaba cayendo, miré y mi vista me robó el aliento, realmente era una vista increíble. Luego de unos minutos en silencio, Valentina limpió su mejilla y mi pecho se hundió.

- Jamás pensé que mi refugio se iba a arruinar. No te preocupes por mis intenciones hacia ti... Discúlpame, yo sólo pensé que algún día iba a poder estar a tu altura.- algo dentro de mi se rompió al escuchar eso.- Soñar es de idiotas ¿no? - se levantó del suelo - te espero en el auto - dijo sin verme.

Solté una gran cantidad de aire, como si hubiera estado reprimiéndolo. Qué imbécil soy. Mierda y más mierda. Me levanté y miré la pizza a medio comer, la manta y lo que ella había preparado, ella no había traído a nadie aquí, me trajo a mi y lo arruiné todo. Maldición.

Caminé hasta el auto y por el vidrio pude ver su rostro entre el volante y sus brazos, agaché la mirada y me subí al asiento del copiloto poniéndome el cinturón de seguridad. Ella condujo, todo el viaje en total silencio, ella no me miró en ningún momento.

Llegamos a mi casa y el guardia nos dejó entrar, se estacionó frente a mi puerta, pero no me bajé, ella tampoco, ella sólo miraba por su ventanilla con una mano apoyada en ésta y llegando hasta su barbilla, la otra en el volante.

- Valentina yo...

Antes de seguir hablando se inclinó hacia mi puesto, sujetó la manilla de la puerta y la abrió, luego apretó el botón soltando el cinturón que me mantenía en el asiento. Yo suspiré pues claramente ella quería que me bajara del auto.

- Ya entendí el mensaje... Hasta luego Valentina.

Me bajé de ahí, cerré la puerta y ella se puso en marcha, segundo después su auto desapareció de mi vista. Entré a mi casa y corrí hasta mi cuarto. Me sentía vacía y una completa imbécil.

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Esta historia NO me pertenece, es una adaptación realizada con la autorización de su autora Laurendruxgs