Capitulo 21

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Narrador Omnisciente

Valentina suspiró al escuchar que la llamaban para tomar el lugar en su auto, Juliana la observó fijamente mientras se alejaba, aquellas palabras le habían dolido - Y tu me gustabas - es como si hubiera perdido a Valentina y ella de cierto modo ya lo sabía. Observó como Valentina se subía a su auto y un chico se apoyaba en su ventana para darle algunas indicaciones, el GPS ya estaba instalado en su auto y ahí saldría el circuito de aquella carrera, el premio mayor eran cien mil dólares en efectivo y un contrato directo para participar en una carrera que se daría en Los Ángeles.

Juliana se acercó a la mesa donde estaban todos los que trabajaban con Valentina, tenían puesta una cámara dentro del auto de Valentina y fuera donde se veía el recorrido que ella tomaba, desde ahí podían hablarle y la ojiazul a ellos, en la pantalla Juliana pudo ver como Valentina se acomodaba en su auto, se ponía su cinturón de seguridad y apretaba algunos botones que Juliana no sabía muy bien para qué.

El nerviosismo y la ansiedad se apoderaron de las dos... Le pidieron a Juliana sentarse al lado de uno de los principales de Red Bull y le tendieron unos audífonos para que pudiera escuchar todo que lo se decía en el auto y también pudiera hablarle, si así quería.

- Ayúdame a ganar esto, papá - susurró Valentina.

Juliana lo entendió claramente y su corazón se apretó al escuchar aquellas palabras. El pito inicial sonó y los autos arrancaron, detrás del Lamborghini negro que encabezaba hasta ahora la carrera había un Bugatti de un corredor italiano. Juliana sentía su corazón latir con fuerza, apretó sus manos bajo su barbilla mientras apoyaba sus codos en la mesa y veía por la pantalla. Valentina nunca dejó de verse hermosa y sexy al correr, todos los que veían por aquella pantalla estaban embobados ante tal mujer, incluso Juliana, o mejor dicho... Juliana aún más.

Dos autos rebasaron a Valentina por los costados y ésta maldijo por lo bajo, pero algunos en la mesa sonrieron por su comentario, no les preocupaba que Valentina perdiera, estaban hechizados con su pasión cuando corría.

- Tú puedes - susurró Juliana, no recordaba que tenía el micrófono muy cerca de sus labios.

- ¿Juliana? - Juliana abrió los ojos de golpe y recordó que ella la había escuchado, Valentina también se asombró al escuchar su susurro retumbar en aquel auto.

- Ehm, sí. Concéntrate Valentina, tu puedes... Sé que puedes - dijo la empresaria.

Valentina asintió y apretó el volante, agarró la palanca de cambios y el auto cobró mucha más velocidad. El primer auto a rebasar era un Maserati manejado por un alemán. No pasó mucho tiempo cuando Valentina tomó posición en el segundo lugar, quedando solo frente a ella el Bugatti.

Valentina lo rebasó en una curva que el italiano no pudo manejar muy bien, era Miami y Valentina siendo la local tenia ventaja en cuanto al circuito pues conocía bien ese lugar, ella ya había corrido ahí. Al tomar el primer lugar nuevamente Juliana sonrió mientras que todos los chicos que estaban con ella chocaban la mano entre sí y se decían algunas cosas.

Volvió a sorprender a todos siendo la primera en llegar de vuelta a donde todos estaban, los aplausos y gritos de la gente no se hicieron esperar. Valentina bajó de su auto y todos los chicos, junto con Juliana, salieron de la carpa para recibirla.

Juliana se reservó un poco más esta vez, aunque su efusividad y emoción la tenían a punto de lanzarse encima de Valentina de nuevo. Esperó a que todos la felicitaran y cuando encontró el momento justo se acercó a Valentina...

- Hey, felicidades...

Valentina volteó a mirarla y sonrió ampliamente haciendo que las piernas de Juliana fallaran por unos segundos.

- Gracias... Y gracias por hablarme en ese momento, estaba perdieron la concentración de todo.

Juliana sorprendió a Valentina envolviendo sus brazos a su cuello, y clavo su cabeza en la curva que hacia entre su sus hombros y su cuello. La ojiazul sonrió y envolvió sus brazos por su cintura apretándola fuerte contra su cuerpo.

Al momento de la premiación el italiano se acercó a Valentina y la felicitó.

- Yo jamás había sido vencido por una mujer, y es todo un honor. - dijo con el micrófono en la mano y luego dejo dos besos en las mejillas de Valentina. Todos aplaudieron al escuchar las palabras del italiano.

La entrega de premios fue como todas, la aplaudían y coreaban su nombre al recibir los premios. Medalla, trofeo y el gran cheque.

Al terminar, los reporteros se mataban por unas palabras de la corredora, y los fotógrafos le pedían aunque sea una foto. Los flashes de las cámaras no paraban mientras ella respondía alguna de las preguntas hasta que uno de los encargados de la línea Monster Energy les dijo que era suficiente tomando a Valentina del brazo sacándola del bullicio de la gente. Valentina agradeció y se metió en la carpa junto a todo su equipo. La recibieron tirando champagne por todos lados, ella reía mientras veía como todos agitaban las botellas para bañarla con eso. De un momento a otro aquella carpa se volvió una locura, todos brincaban y gritaban cosas sin sentido, Valentina gritaba junto a Juliana que se había unido a la celebración al lado de la corredora.

Cuando la locura calmó comenzaron a abrazar a Valentina para felicitarla. Llegaron sus hermanos junto a su mamá con Jess y Lorena.

El viaje a Los Ángeles sería dentro de dos días pues debían hacer muchas cosas, la carrera sería en seis días pero Valentina debía estar pronto allá pues los demás corredores ya habían empezado a llegar para conocer un poco el lugar en donde correrían.

- Valentina, necesito que hablemos. – exclamo la morena.

- ¿Dime?

- Mañana, en mi oficina a primera hora.

Valentina asintió y se despidió de ella con un beso en la mejilla. Esa noche, Valentina decidió que no quería seguir celebrando pues el cansancio la vencía. Cuando despertó, se metió a la ducha y se vistió para su encuentro con Juliana.

Valentina POV

Conduje hasta Valdés Enterprises y me encontré de nuevo con Belén en el primer piso...

-Señorita Carvajal...

- Dime Valentina... Tengo una reunión con Juliana Valdés.

Sonreí levemente...

-Pero la señorita Valdés no ha llegado, si gusta puede esperarla acá o en el pis..

- Carvajal. – alguien nos interrumpio.

Volteé al escuchar su voz detrás de mi, Belén se había quedado en silencio creo que tan embobada como yo...

- Juliana... - susurré.

- Llegaste temprano... – dirigio su mirada a la chica -  Buenos días Belén.

- Buenos días señorita Valdés.

- Primera hora...

Ella asintió sonriente y luego volteó a ver a el hombre parado detrás de ella.

-Jason, necesito que estés a las diez de la mañana en el aeropuerto, mi tío llega y mi padre me ha dicho que lo recojas... Ah, también necesito que le entregues esto a Jaden... - le tendió un sobre - él estará ahí en el aeropuerto... Y no se te olvide recoger a Mariana.

- Perfecto, ¿me puedo retirar?

- Sí... Y gracias. - ahora me miró - vamos.

Me señaló al otro lado de los ascensores y yo fruncí el ceño, pero luego recordé que allí estaba el ascensor que ella usaba, no los comunes en los que siempre hay gente, siempre.

Introdujo una clave y en una pantalla y el ascensor se abrió, la dejé pasar primero y luego entré yo. Ella marcó su piso y quedamos una frente a la otra, apoyadas en las paredes del ascensor y con los brazos cruzados.

Yo, sin disimulo, recorrí su cuerpo con mi mirada, me detuve en sus pechos y seguí bajando hasta sus piernas, luego subí y me encontré con media sonrisa mientras se mordía su labio inferior.

Sonreí agachando la mirada y negando con la cabeza. Ella dio un paso al frente y yo me moví también, chocando contra su cuerpo y empujandola un poco contra la pared en la que ella se encontraba antes, una de mis manos quedó en su cintura y la otra en su cuello. Ella me sujetaba con ambas manos la cara, mi vista bajó a sus labios y los lamió con su lengua, humedeciendo. Me acerqué para besarla, ya no podía resistirlo más, me importaba una mierda. Pero justo se abrieron las puertas del ascensor haciendo que nos separamos de golpe.

No había nadie del otro lado, pero había llegado a su piso.

- Dios mío, lo de los ascensores es cierto - susurró.

Yo reí por lo bajo mientras ella salía y saludaba a su secretaria, Martha.

Al entrar a la oficina volví a observar su cuerpo, esta vez ella de espaldas a mí, así que no lo notó. Se sentó en su escritorio y encendió el gran monitor frente a ella. Yo tomé asiento en el puesto de siempre. Agarró el teléfono y antes de marcar me miró.

- ¿Quieres café?

- ¿Tienen café frío aquí? Hace mucho calor... - ella sonrió y negó con la cabeza. En verdad, la oficina estaba helada, el calor lo provocaba ella y lo entendió - Cappuccino.

- ¿Me traes dos Cappuccino por favor?

Luego colgó. Me preguntó cómo terminó de ir mi noche y le conté lo que habíamos hecho hasta que me fui a dormir. Evitando nombrar a Jess. Tocaron la puerta y Martha traía los cafés con ella. Agradecimos y se retiró.

- Mañana debes estar en Los Ángeles, Valentina, habrá una rueda de prensa para ti al día siguiente y luego tendrás cuatro días para prepararte para la carrera.

- ¿Rueda de prensa para qué? – ¿Quién iba querer entrevistarme a mi?

- Ellos quieren hacerte algunas preguntas, has participado en dos carreras y llegaras invicta, te has convertido en noticia rápidamente.

- Oh, entiendo...

- Hay chicos que matan por verte allá en Los Ángeles.

- ¿De verdad? – dije sorprendida, todo es tan nuevo para mí, a veces siento que estoy soñando.

- Sí, dicen que eres... Como era... Ah, la diosa de las carreras.

Yo me reí y ella me imitó.

- Bueno, será divertido entonces. – asentí, pero mis ojos no salían de sus carnosos labios. Esta mujer me vuelve loca.

- Sí, los fanáticos de los autos te esperan ansiosos.

Me reí y negué con la cabeza.

- ¿A qué hora debo estar en el aeropuerto?

- Ya te digo... - miró la pantalla y revisó algo que no podía ver muy bien -. Nuestro avión sale a las diez de la mañana.

- ¿Nuestro avión? – eleve una ceja, esto si que no me lo esperaba, ¿ella iba a viajar conmigo?

Ella asintió mientras seguía bebiendo de su café y me miraba.

- ¿Irás conmigo?

- Pues, sí... Digo... ¿Te molesta?

- No no... Para nada... Sólo que... Me cogió por sorpresa.

Juliana sonrió.

- No podía dejar que fueras sola. Igual allá irá todo tu equipo, pero... Iremos juntas a Los Ángeles.

Me apoyé en el espaldar de la silla.

- Qué suerte la mía. - murmuré.

***

Era de noche y yo estaba empacando mientras escuchaba música. No podía dejar de estar ansiosa por el viaje, aparte de la carrera iría con Juliana... Estar con ella siempre es perfecto y más alejada de su estúpido novio. Mi teléfono sonó y lo agarre...

De: Juls.
Texto: Espero que ya hayas empacado lo necesario, nos veremos mañana. ¡No olvides el bikini!

Sonreí sin darme cuenta, ella tenía ese poder sobre mí.

Para: Juls.
Texto: Estoy en ello... No lo olvides tampoco. Hasta mañana.

A la mañana siguiente me desperté temprano, mi mamá me preparó el desayuno y comí mientras hablaba con ella acerca del viaje. Estaban tan emocionados como yo, pero ellos solo por la carrera.

A las nueve de la mañana un auto lujoso negro de Juliana estaba fuera de mi casa, me despedí de mis hermanos y de mi mamá y les prometí regresar con el premio. Al salir, Jason se acercó a mí para recoger mi maleta y cargarla, le agradecí, me abrió la puerta y me subí para ver a una Juliana sonriente sentada junto a mí, me acerqué y besé su mejilla, o esa era la intención, pero el beso terminó en la comisura de sus labios. Por suerte estábamos solas en la camioneta mientras Jason montaba mi equipaje. Noté que Juliana bajo la mirada y sonrió mientras sus mejillas enrojecían un poco.

- Hola - susurré.

- Hola... ¿Emocionada?

- Bastante. ¿Tu?

Ella asintió. A los veinte minutos llegamos al aeropuerto. Ella vestía de manera casual, relajada. Me gustaba verla así. O bueno, me gustaba verla.

- ¿Puedes buscar a Jaden, por favor?

Jason asintió y se fue. A los cinco minutos venía de regreso con un señor vestido de piloto.

- Juliana... Que bueno verte. – la saludo.

La abrazó y Juliana le sonrió.

- Lo mismo digo... Te presento a Valentina.

Nos presentamos como de costumbre.

- El avión ya está listo, cuando gusten nos podremos ir. Iré a hacer lo conveniente.

- Vamos... - Tomó mi mano y volvimos a subirnos al auto en el que llegamos...

- ¿Pero por qué vamos a estar en el auto...?

- Ya verás.

Sonrió y el auto entró por un portón que yo no había visto nunca. Estábamos directo en la pista de aterrizaje y un lujoso y precioso avión negro en mitad de la pista. Jason se bajó y agarró el equipaje que recibieron los que trabajan allí. Las escaleras del avión se abrieron y subimos hasta este. Era un avión privado, como era de imaginarse. Lujoso, muy lujoso.

- ¿Te gusta? – me pregunto expectante, y vaya que era un avión hermoso, pero no más hermoso que ella.

- Está increíble.

- Es lo mejor que tiene mi padre... - rió.

- Vuelo privado, nada mal Valdés.

- Me agrada que te guste, Carvajal.

Me senté junto a la ventanilla y Juliana se sentó frente a mi, junto a la ventanilla también. Durante el vuelo ambas leíamos, ella leía "If I Stay", se veía jodidamente adorable y sexy a la vez, no entiendo como lo lograba. De vez en cuando la pillaba cuando elevaba su mirada y me veía, puesto que yo hacia lo mismo.

Llegamos al aeropuerto de Los Ángeles, un nuevo ambiente.

Un auto nos recogió en el aeropuerto y nos llevó hasta un hotel, muy lujoso también. Al llegar a recepción nos acercamos a la chica que atendía.

- Buenas... Dos suites por favor. - sacó de su cartera una tarjeta con el nombre de la cadena de hoteles donde nos encontrábamos.

XX: Disculpe, el hotel está bastante lleno en esta temporada... No tenemos suites disponibles.

- ¿Ninguna habitación? – pregunto Juliana, mientras yo solamente la veía encargarse de todo y debo admitir que es bastante sexy de esa manera.

XX: Permítame un segundo. - revisó en su computadora -. Tengo disponible la suite presidencial.

- ¿Una sola habitación? – La morena parecía un poco sorprendida, y yo también lo estaba, no creo que sea buena idea que compartamos habitación.

XX: Así es... Disculpe, como le dije el hotel está abarrotado.

Ella me miró y suspiró.

- Está bien, quiero esa.

XX: Perfecto, una suite presidencial del edificio A. Que la disfruten.

Le dio las dos tarjetas, la suya y la llave de la habitación. Mi pulso se aceleró, pasaría mi estadía aquí en la misma habitación que Juliana.

¿Qué puede salir mal? Suspiré.

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Llego el maratón de celebración jaja, muchas gracias por todo su cariño para "Cuando, donde y como diga el amor"! 💙💙💙

Esta historia NO me pertenece, es una adaptación realizada con la autorización de su autora Laurendruxgs

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