Selca + Historietita

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⌲ La espía

La ninfa advirtió su llegada por el sonido familiar de sus pasos. Un poco torpes, crujir de hojas secas, y el silbo bajito.

Trepó al árbol, agradeciendo que este su fronda melena no perdió aun, y entre verde y sombras la escondía. Debajo, el espejo de agua mostró el movimiento de las hojas cuando se apostó en su sitio y aguardó.

No se hizo esperar demasiado aquella visita de la tarde. Y como en cada ocasión, caminó hasta el lago sin alzar la vista. Ocupado en el reencuentro de sí en el espejado lago.

De rodillas, inclinado al frente, con las manos apostadas a los lados en la orilla... se vio. Una contemplación muda de un rostro hermoso y maldito.

Aquel día tampoco trajo vientos proféticos, pero un temor visceral le quemó el pecho. Quiso pedirle que se aparte, ¡que basta!, ¡que por favor, no ceda al encanto malicioso de su indecible belleza! Mas yació colgada del miedo a que por fin suceda lo inevitable.

No dijo nada. Y se sumió en la desesperanza del atardecer que anuncia que se irá pronto. Que no es suyo para reclamos, ni lo será porque el uno y el otro corresponden sus vidas a un destino indómito e incorregible.

No obstante, algo sucedió ese día. Fue fugaz, y aun así sintió eterno el instante en que sus ojos se cruzaron en un saludo acuoso y trémulo.

Su cuerpo fue ánfora de emociones, sensaciones y caos; y los comandos de vida, respirar y bombear sangre, obedecieron al capricho de no morir. Pero si dependía de la razón, la perdió cuando fue norte para un par de ojos caramelo.

El parpadeo perplejo por el hallazgo sobre el árbol rompió la conexión. Y el espanto aturdió sus excusas, ahogadas en balbuceos. Sin embargo, no necesitó palabras, ni él ni ella, cuando menguó la sorpresa y crecieron lunas en sus sonrisas mientras la noche pintaba el cielo.

Al día siguiente, es ella la que de rodillas cae junto al lago mientras ve la danza de los narcisos.

Nota:

Mi cerebro no dejó ir la idea de narcicismo cuando vi que tocaba selca, porque leí un artículo sobre eso. En resumen, que te tenés que amar a vos misma, pero tampoco tanto y menos mostrarlo porque, ah, ya sos re creída. No coincido, claro. Si pinta sacarte foto, hacelo y punto.

A esta asociación selca + narcicismo le sumé el mito y al mito el photoshoot de Wings.  Tiene sentido? Da igual, cuando me queda algo en la cabeza debo sacarlo y me quedo en paz.

:)