JungKook estaba sentado en la orilla de la cama, sostenía un libro abierto en sus manos, miraba serio su contenido, pétalos azules secos reposaban entre las páginas, debía ir al trabajo, pero avisó que llegaría tarde, suspiró, hoy se cumplía un año de la operación de Jimin, sentía que el tiempo había pasado demasiado rápido, el flequillo del cabello de su esposo ya casi tapaba sus ojos pero seguía siendo castaño un tono mas oscuro que el suyo, sonrió por ello, -el pequeño mochi malcriado no dejó de quejarse de lo "horrible" que se veía según él, hasta que le creció-, volvió a mirar la flor seca y cerró el libro apretando un poco sus dedos en el objeto, era un racordatorio bastante vívido para él, muy significativo, en cierta forma no dejaba de pensar en que tan diferentes hubiesen sido las cosas desde el principio para ambos si él no hubiese ido de buenas a primeras, pero como Jimin le había dicho un día, "¿Sabes? algunas de las mejores cosas de la vida sucedieron por equivocación Kookie, La vida es ensayo y error, de los errores aprendemos y rectificamos, no somos perfectos, somos humanos, y la mayoría de las veces somos idiotas, pero de no ser así, tal vez tú y yo no estuvieramos aquí, juntos y amandonos de la forma en que lo hacemos, no te estreses por algo que ya pasó, vive del ahora, disfrutemos mientras aún quede aire en nuestros pulmones"...

-Tienes razón Minie...

Sonrió con más ganas, abrió la gaveta de la mesita de noche para guardar el libro y sacar aquella cajita que no pudo darle hace un año, ese día que de ser especial se había convertido en uno de los peores pero que a la vez le dió pie a la felicidad de la que ahora vivía y se aferraba con fuerza, aquella que compartía con su Mochi, ya listo para irse guardó la cajita en el bolsillo de su saco y salió del cuarto rumbo a la cocina, donde estaba su esposo.

Jimin se encontraba sirviendo el desayuno cuando se percató del sonido de pasos por la escalera e inconcientemente sonrió, para cuando su esposo entró en la cocina, ya todo estaba puesto en la mesa.

-ChimChim. -Dijo JungKook con su típica sonrisa de conejo, Jimin había preparado su desayuno favorito.

-Nochu. -Se acercó para dejarle un beso en la mejilla, cuando se sentaron le guiñó el ojo. -Espero que te guste. -Escuchó la risa de Kook y le sonrió, sabía que era su favorito y solo lo decía por fastidiarlo.

Jimin no era tonto, Jungkook se había despertado antes que él esa mañana, lo había encontrado mirando fuera fijo parado en la ventana de su habitación, y al darle los buenos días notó el semblante apagado de su esposo, si bien se mostró feliz cuando volvió a la cama con él y lo abrazó había un sentimiento que estaba opacando ligeramente la felicidad de Kookie, y Jimin sabía perfectamente cuál era y porqué, así que decidió hacer algo para animar a Nochu, sabía que había sido mas díficil para su pareja que para sí mismo superar lo que habían vivido hace poco más de un año, especialmente este día, Minie sabía que Kook solía culparse, aunque él le repitiera que nadie era culpable a Jeon le costaba asumirlo, sabía que sentía miedo de volver a errar y esta vez perderlo definitivamente, por lo que cuando mas evidente se mostraba él siempre trataba de confortarlo lo mejor que podía y lo conseguía, y hoy no sería la excepción.

Comieron en silencio, pero cómodos el uno con el otro, Jeon le ayudó a limpiar todo luego de eso.

-No es necesario Kookie, llegarás tarde al trabajo.

-Esta bien Mochi, avisé que llegaría tarde.

-¿Eh?, ¿por qué, esta todo bien?, si es por mí estaré bien JungKookie no tienes que preocuparte, Tae me acompañará al chequeo médico mas tarde.

-Odio no poder estar contigo en momentos tan importantes. -Esa frase había tenido más peso del que él hubiera querido.

Jimin sintió pesar, el menor estaba cabizbajo y melancólico, dejó lo que estaba haciendo para abrazarlo, fue correspondido por el menor inmediatamente, sintió como metía la nariz en su cuello, quedandose allí, embebiendose de su aroma.

-Esta bien Kookie, también tienes tus asuntos, lo entiendo, no es como si yo también pudiera estar contigo todo el tiempo, ya hemos hablado de esto...

-Lo sé, es solo que... olvidalo tienes razón, como cosa rara. -Escuchó la suave risa de su esposo, se separó de su cuello y pego sus frentes y narices. -Debo irme...

-Lo sé.

-Pero antes... -Rompió el abrazo pero no la cercanía, sacó la cajita del bolsillo de su saco y se la tendió a Jimin. -Quería darte esto.

Jimin arrugo un poco el ceño con curiosidad, a su esposo le encantaba llenarlo con detalles, desde los más sencillos hasta algunos un tanto ostentosos en días que para JungKook en relación con él parecían ser significativos; abrió la cajita y sus ojos se encontraron con dos dijes que juntos formaban un Yin-Yang y sonrió en grande, no pensó que JungKook le daría algo como esto, Jimin amaba este tipo de cosas, su simbología, significado, su historia, y lo que representaba ahora también para ellos, su dual, su complemento, ellos siendo de ellos, tanto de sí mismos como del otro. Ante la felicidad que irradiaba su esposo, Jeon se rascó la nuca con tímidez, le quitó la cajita de las manos, sacó el dije del Yin mostrando una cadena fina de plata.

-Date vuelta. -Jimin obedeció. -Planeaba dartela hace un año, pero, tal vez no era el momento, así que pensé que hoy sería perfecto... -Dijo mientras le colocaba el collar al mas bajo, que luego le dio frente nuevamente tanteando el obsequio y mirando al menor aun sonriente.

-Es perfecto Galleto, ahora mi turno. -Dijo sacando el Yang de la cajita, JungKook se dió la vuelta y se agachó solo un poquito. -¡Yah! No soy tan enano.

JungKook recibió un zape juguetón en la cabeza que lo hizo reír, si había algo con que molestar a Jimin era con su altura, se dió vuelta después que le fuera puesto el accesorio en su cuello, Jimin observo el colgante en el cuello ajeno con suma ternura, con la mano del anillo tomo el collar contrario y lo acarició con el pulgar un par de veces, Kook sabía que Jimin había adorado el detalle, el amor y calidez en la mirada de su enano se lo decía, lo abrazó de improviso haciendolo saltar por la sorpresa y le dió un besito en la frente y luego otro en la nariz.

-Bien ahora si debo irme, esta al pendiente de tu móvil, te estaré texteando, ¿bien?

-Si señor. -Jimin salió de los brazos de JungKook para hacerle un saludo con pose militar, El menor sonrió y lo imitó, luego se dispuso a irse, pero cuando estaba a punto de salir se detuvo, Jimin solo lo observaba un poco extrañado desde su puesto, el castaño alto estando de espaldas y con la cabeza gacha habló bajito, pero aun así el otro le escuchó.

-Jiminie, por favor, Bésame Antes de Irme... -Ladeo su rostro para ver a su amado, que se acercó con una sonrisa ladina en su rostro, caminó de forma lenta, como queriendo que su desesperación aumentara por no tenerlo entre sus brazos.

Jimin le tomó del brazó y lo giró hacia él, colocó las manos de Jeon sobre su cintura este aun tenía la cabeza gacha, esta era la manera de JungKook de pedirle consuelo, ayuda para enfrentar sus miedos, de hacerle saber cuanto lo amaba y necesitaba, y el responder era su forma de decirle que estaba allí y que no se iría, de apaciguar el temor de JeongGuk, de dejarle saber que de igual forma también lo amaba y necesitaba; inclinó un poco hacia arriba el rostro de su pareja para conectar sus miradas, que se volvieron intensas con las que se decían mil cosas, con esa misma mano lo tomó por la nuca para acercarlo, ladeo su rostro rozando sus narices y soltar un poco el aliento sobre los labios ajenos tortuosamente cerca, haciendo temblar a JungKook, todo sin dejar de mirarse, finalmente el enano terminó con la tortura juntando sus bocas en un beso rudo desde el principio, transmitiendole fuerza a su esposo, su deseo, su amor y su pasión, cerrando los ojos para saborear la exquisita sensación, sintiendo la desesperación de JungKook cuando su lengua se coló en su boca, dejandole el control por unos segundos para volver a tomarlo y succionar su lengua, haciendo que el contrario aprentara sus manos en el abrigo en torno a su cintura y dejara escapar un gemido de su garganta, se separaron solo cuando se les acabó el aire y solo compartían leves jadeos, cuando se hubieron recuperado, Jimin dejo lentamente un casto y suave beso sobre los labios de JungKook mientras acariciaba su mejilla con la mano que no estaba posada en su nuca.

-Estaré aquí cuando regreses, esperandote para más como estos. -Sintió el cuerpo de su esposo relajarse ante lo dicho, había disipado el temor de JungKook por ahora, sabía que no acabaría con su inquietud hasta que regresara y lo encontrará allí, pero por ahora sería suficiente.

-Te Amo Jimin.

-Te Amo JungKook.

Sin más tomó sus cosas y se fue, pasó el día distraído en el teléfono recibiendo los regaños de su esposo para que se concentrara en el trabajo, cuando por fin Jimin le dijo que estaba en casa, abandonó la oficina, y al llegar también él, su inquietud desapareció por completo, allí estaba su Mochi, recibiendolo con una sonrisa y un beso, por fin podía estar tranquilo y dejar atrás lo malo, su enano malcriado estaba vivo, bien y mas radiante que nunca, le sonrió enorme, lo tomó en sus brazos y le giró un par de veces, escuchando la tan amada risa de su Chim.

-Mi Jiminie, te extrañe.

-Bienvenido a Casa JungKookie.

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Yey gente, esto oficialmente ¡llegó a su fin!

Espero les haya gustado el epílogo :3

Cualquier duda, sugerencia, etc, comenten, estaré feliz de leerles :3

Por Fin se terminó el sufrimiento de Kookie, y Jiminie también puede estar tranquilo, ya ambos pueden disfrutar de lo suyo como corresponde jeje, aunque confieso que estuve tentada en colocar "Pero esta vez fue JungKook quien no regreso a casa" jajajaja xD pero noooo, ya había dicho que sería todo flores y corazones, no quería linchamientos jejeje, no podía ser tan cruel y hacerles algo así :P

Gracias por acompañarme en esta historia y por darle su amor amor a través de los votos y comentarios, tengo otros proyectos en los que estoy trabajando y cuando los tenga un poquito mas adelantados los iré subiendo de a poco, pero como ya se habrán dado cuenta, conmigo hay que tener paciencia jeje, nuevamente gracias.

¡Nos leemos en una próxima! :D

Se despide, Silver.