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Milán, Italia

BVLGARI Hotel

Amarilis y Demetrio habían llegado durante la mañana para poder descansar un rato y comer algo antes de la gala de beneficencia que se llevaría a cabo por la tarde de ese mismo día. Los dos iban a compartir el cuarto por lo que lo primero que hicieron cuando entraron, fue dejar las maletas a un lado, descalzarse, programar las alarmas de ambos celulares y echarse en la cama para dormir una siesta.

—Amarili —la llamó con su nombre en italiano y la chica casi suspiró de emoción.

—¿Qué pasa? —Lo miró acostada.

—Sé que dijimos de mantener en secreto lo nuestro, pero si tengo intenciones de tomarte la mano en público, todos sospecharán. ¿No te parece que somos bastante adultos para tener una relación seria y pública?

—Creo que es algo apurado, pero sinceramente no lo estaría viendo mal.

—No le estamos haciendo mal a nadie, incluso mis fans están súper encantadas contigo.

—Lo sé, pero también hay otras que no les gusta que esté con vos.

—Eso, lamentablemente, es un problema de ellas. No se puede conformar a todas, Amarili.

—Ya sé que no, pero sería una gran sorpresa para muchos.

—Sí que lo sería, ¿entonces? ¿No te animas a empezar a tomarnos de la mano y lo que sigue en público?

—Está bien, todo lo que vos quieras.

Se taparon e intentaron dormir después de darse un beso en los labios.

Cuando los relojes sonaron, ambos se levantaron y comenzaron a prepararse para la gala de aquella noche. Para sorpresa de la chica, Demetrio le había pedido a la marca que le prestaran una gargantilla y un par de aretes haciendo juego para que los luciera su asistente.

El actor se acercó por detrás y mientras ella se terminaba de maquillar, él le pasó por delante la gargantilla para engancharla.

—Es un conjunto de joyas de la marca.

—Mi intención era usar algo más normal y sencillo.

—Es una gala benéfica y la marca suele entregar a modo de agradecimiento joyas, luego deben ser devueltas, pero durante la gala se las ofrecen para lucirlas.

—Me encanta, pero es demasiado, Demetrio. Estoy segura de que les dijiste que quería un conjunto para tu asistente, y eso sí que quedó mal.

—¿Por qué?

—Porque para los ojos de los demás, todavía yo soy tu asistente, no tu novia.

—Qué más da, estoy más que seguro que ya se dieron cuenta que si pedí el conjunto de joyas era por algo más, no solo porque eres mi asistente personal. Estás preciosa, Amarili —declaró dándole un beso en el hombro.

—Muchas gracias, vos también te ves muy bien. —Giró la cabeza para mirarlo.

Demetrio le dio un beso en los labios estando él detrás y luego ella se acomodó mejor para estar de frente y abrazarlo por el cuello.

—Lo ideal es irnos, no quiero que tu labial se salga.

—Es intransferible. —Le sonrió y él también.

—Aun así, vayamos.

La gala había estado por todo lo alto, la cena había sido riquísima y el momento de la recaudación fue muy linda también. La fiesta duró hasta la madrugada, pero ellos regresaron a la habitación un rato antes porque tenían que empacar las cosas y viajar a Bolonia donde se realizaría el rodaje de la segunda película de Peones.

Preferían hacer las cosas con calma antes que todo a las apuradas y en el proceso olvidarse de algo y a Amarilis no le gustaba nada cuando tenía que apresurarse.


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Bolonia, Italia

Dos días después llegaron a Bolonia, en donde apenas se acomodaron en las habitaciones de hotel, Demetrio enseguida comenzó a grabar la película. Durante doce días consecutivos el actor filmó gran parte de la trama, ya que la otra parte, sería en Marsella en el mes siguiente.

Cuando finalizaron, la pareja se retiró del set muy tarde aquel día y Amarilis le avisó que tenía que volver a Roma para el cumpleaños de su madre.

—¿Le compraste el regalo? —Quiso saber él.

—Le corresponde al hijo comprarle el regalo.

—En ese caso, vamos a comprarlo juntos.

—Juntos, pero por separado, vos uno y yo otro.

—Ay, Amarili, comprémoslos juntos, y se lo damos juntos.

—Esto parece una conversación de adolescentes —revoleó los ojos—, de acuerdo.

—¿Qué querías comprarle?

—Una blusa. Vi unas en Versace que hasta me gustaron para mí —rio por lo bajo.

—Es su marca favorita, le diste justo en el blanco. Yo tenía pensado comprarle una cartera.

—Qué bueno, entonces vayamos ahí y listo.

—Mañana podemos ir a la Galería Cavour y luego regresar en tren, ya que no compramos pasajes de vuelta.

—Me parece buena idea —asintió con la cabeza también.

Demetrio aprovechó la caminata para darle un beso en los labios. Tomó desprevenida a la chica, la cual esta se rio contra la boca masculina y luego continuaron caminando hacia la parada de taxis para dejarlos en la puerta del hotel.

El día del cumpleaños de Zinerva, la pareja llegó puntual para el almuerzo que se realizaba en la casa. A la mujer le habían encantado los dos regalos, y luego de agradecerlos, les dijo que se sentaran a comer.

Para el día siguiente, Demetrio tuvo un evento de golf en donde aparte de presenciar el partido, participó en uno y disfrutó después de aquello. Amarilis se quedó solo para verlo jugar y luego se fue para encontrarse con Mellea que quería estar un rato con ella para contarle cosas sobre su pronta boda.

—Me gustaría que vengas a la pr-prueba del vesti-ido.

—¿Cuándo es?

—Me dieron cita para este viernes a las tres de la tarde, me van a acompañar mi mamá y mi suegra, y quiero que tú estés también.

La argentina no podía negarle algo así, por lo que le dijo que estaría en la dirección que le dijera para acompañarla en un momento tan especial como aquel.

—Sé que mi hermano tiene un festival en estos días, pero no recuerdo cuando.

—Lo tiene ese mismo viernes, pero dos horas más tarde en Venecia, pero tranquila, él irá solo y después si hay tiempo yo me acoplaré.

—¿Estás segura? —La miró intrigada.

—Sí, lo estoy, tranquila, tu hermano lo va a entender, no te preocupes por eso —le regaló una sonrisa.

—Está bien, porque lo menos que quiero es que después se enoje contigo.

—No lo hará, te lo aseguro.

Las chicas continuaron merendando y luego Amarilis dejó a Mellea en su casa para ir ella al departamento.

La argentina le envió un mensaje para preguntarle a Demetrio dónde estaba y si estaba al lado, lo invitaba a comer. El timbre sonó a los pocos minutos y ella le abrió la puerta.

—¿Cómo estuvo el evento? ¿Estuvo bueno después de que me fui?

—No mucho, un poquito aburrido. ¿A ti cómo te fue con mi hermana?

—Muy bien, charlamos de varias cosas, entre ellas, que en estos días va a tener su primera prueba del vestido de novia —dijo contenta—. Y me invitó a que la acompañe junto a tu mamá y a su suegra.

—¿Y cuándo es?

—Este viernes, así que... Vos te vas para Venecia y yo iré cuando termine con tu hermana. Sos un chico muy grande y te vas a defender bien solito —le dijo con burla.

—Amarili... —se quejó estando decepcionado.

—No puedo decirle que no a tu hermana, y no sería la primera vez que te presentes solo a un evento o festival, Demetrio Cabassi.

—No y lo entiendo, pero creí que vendrías conmigo.

—Voy a ir, pero seguramente llegaré a la mitad del festival, no sé, todo dependerá del tiempo que se tarde en la tienda de novias y lo que yo le apure para viajar, vestirme e ir al lugar. Y... me estoy dando cuenta que no fui a comprar un vestido, porque no se puede usar el mismo, ¿no?

—Me temo que no puedes.

—Mañana veré eso entonces.

—¿Qué tal si nos quedamos unos días en Venecia y de ahí nos vamos a Marsella?

—Veo que te estás acordando de las cosas que tenés que hacer. Sos un estudiante muy aplicado —se rio con burla en su voz.

—Me estuviste taladrando durante una semana las cosas que tenía que hacer en este mes. Imposible no acordarme.

—Me parece perfecto, Demi. —Le sonrió y le dio un beso en los labios.

Amarilis le sirvió un plato y luego ella se sentó frente a él para comer también.

La pareja conversó con tranquilidad, sobre sus ideas, temas cotidianos, la familia y un par de tópicos más.

Tiempo más tarde, se metieron al dormitorio para dormir.


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Venecia, Italia

El día del festival, Amarilis llegó en la mitad de la ceremonia de premios en donde disculpándose con los demás, se sentó al lado de Demetrio para preguntarle cómo iba la cosa.

—Todo tranquilo, recién van a anunciar los nominados de la categoría en donde está Buio.

—Justito a tiempo llegué entonces —le sonrió y él le dio un beso en la mejilla.

—Estás hermosa —le expresó tomándola de la mano y poniéndola sobre su muslo.

—Gracias.

Los dos quedaron a la expectativa por saber cuál película iba a ser la ganadora, pero aquella vez no fue lo que esperaban, el premio se la había llevado otra.

Luego del festival y de haber tenido días intensos de rodaje en Marsella para la continuación de la segunda parte de la película Peones, Demetrio tuvo una entrevista en una revista de la misma ciudad, y no faltó la pregunta de la cual todos querían saber la respuesta, si era verdad que estaba saliendo con su asistente y el actor no dio tantas vueltas para confirmar lo que casi todos sospechaban, que estaba teniendo una relación amorosa con ella y que estaba muy bien.

Para cuando salieron del hotel con rumbo a Estados Unidos porque él estaba invitado a la MET Gala que se realizaba anualmente, los periodistas y fotógrafos los persiguieron hasta que entraron al coche para saber un poco más sobre la relación. La pareja con amabilidad se quedó unos minutos con ellos para contestar las preguntas y posar para las fotos, pero rato después les dijeron que tenían que tomar un avión hacia América del Norte.

El evento había sido una maravilla, no solo por la organización y las celebrities que estaban invitadas sino porque Demetrio se había hecho hacer sobre el esmoquin blanco una capa bordada de la Diosa Fortuna y Amarilis llevaba puesto un vestido dorado y amplio con una corona en el pelo.

Los dos estaban tan complementados en vestimenta y felices que aquella noche fueron la fascinación de los demás.

La pareja disfrutó del evento y días más tarde, el actor debía regresar al rodaje de una nueva película que se grababa en Zúrich e iba a durar una quincena por lo menos. A pesar de que Demetrio tenía que trabajar y ella también, no desaprovecharon los momentos que tenían libres para pasarlo juntos, ya sea un café, un almuerzo o cena y sobre todo, cuando se quedaban dentro de la habitación del hotel al terminar todo lo que se había hecho durante el día.

¡Hola! Un nuevo capítulo en donde vemos a la estrenada pareja mostrándose en público y teniendo sus hermosos momentos juntos. ¿Qué creen que pasará luego de todos estos eventos en donde concurrieron juntos?

¡Las leo!

Un besito, 💜🦋🍁

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